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La noche llegó y consigo un mejorado HyunJin, quien ya no sentía la fiebre dentro de su cuerpo. Para cuando pasó aquello, ya era casi media noche y la idea de llamar a un taxi para irse a su casa, se plasmó en la cabeza de JeongIn, pero eso no era lo que quería.

Luego de aquel abrazo, en donde la necesidad se volvió deseo, en donde el tiempo se volvió infinito, en donde las lágrimas se volvieron recuerdos reproducidos en sus mentes, algo parecido al deja vu. En donde cada uno dejó sus sentimientos en las manos del otro, dejando en la punta de sus dedos la confianza. Supo que no quería irse, al menos no por ese dia.

Luego vería las consecuencias, ahora estaba bastante concentrado en ver lo precioso que era. Estaba en paz y eso lo hacía sentir bien, pero a la vez mal, ¿por qué tenía que dormir para conseguir tranquilidad?

JeongIn largó un suspiro y apagó la televisión para luego acomodarse en la cama, dándole la espalda y así poder dormir. Pensó que HyunJin estaba dormido porque se dió cuenta con la timidez o vergüenza en la que el mayor se acerco a su cuerpo y pasó su brazo lentamente para rodear su cintura. El menor sonrió y tomó la mano ajena para llevarla su pecho, pudiendo conciliar el sueño enseguida.

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El timbre de entrada tocó, apurando ambos que aún estaban por los pasillos, todo porque HyunJin no quería levantarse, sabiendo que ya estaba en perfectas condiciones para asistir.

Entraron en el salón, disculpándose con el profesor por la llegada tarde. Cada uno se separó para ir a su respectivo banco, cuando JeongIn sintió la mirada penetrante de SeungMin, sabía lo que se le venía.

La hora de Geografía paso bastante rápido, además que el profesor era esa clase de persona que se hacía fácilmente amigo o que charlaba con los alumnos, por ende, la clase se volvía más llevadera. El timbre tocó nuevamente, dando inicio al recreo y la hora del almuerzo, donde todo el grupo se puso de acuerdo para ir a la cafeteria, ya que hacía mucho frío para ir al patio. Sin embargo, antes de emprender camino, SeungMin detuvo al castaño tomándole del brazo.

—¿Por qué volvieron juntos? ¿Acaso te quedaste a dormir?

La calma en la voz de su mejor amigo se podía notar, pero a la vez podía percatar algo molestia. JeongIn entendía por qué lo hacía y por ello no estaba abrumado, pero debía entender ciertas cosas.

—Me quedé hasta que él estuviera mejor. Al principio estaba muy mareado y casi no podía estar de pie, por eso le dije que me quedaba, hasta que mejore un poco. Pero para cuando lo hizo, ya era bastante tarde.

—Debes estar lejos de él, entiende.

—Entiendo Seung, pero él necesitaba la ayuda y yo no soy un rencoroso. Sé que cometió errores y él lo sabe también. Quédate tranquilo, sé lo que debo hacer —mintió.

—Si supieras no hubieses ido —espetó.

—Antes de ser mi novio, fue mi amigo, ¿cómo lo voy a dejar si necesita mi ayuda? Entiende que los padres no estaban y nadie podía ir, solo yo.

—¿Me aseguras que no pasó nada? No quiero verte sufrir de nuevo.

La mirada fija en los ojos cafés de SeungMin se volvió más que intensa. Sus manos se transformaron en puños y tragó saliva.

—No pasó absolutamente nada.

JeongIn estaba mintiendo.

Y SeungMin lo sabía.

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