La lluvia se intensificaba cada vez más, o el paraguas comprado en el mercado hace unos meses atrás, era completamente inútil, podía sentir las gotas cayendo hasta impactarse en su cuero cabelludo, causándole varios escalofríos. 

Subió los escalones de la entrada, la vista que tenia delante era totalmente desconocida para él. Si bien jamás le dijo de conocer a sus padres, o de llevarlo a su casa. Siempre quizo que ese momento llegara, entonces así sabría que HyunJin tenia un poco de interés en ello. 

Pero aquel momento nunca llegó, y la razón que él conocía, era bastante razonable. 

Encontró la llave atrás de una maceta, indicaciones que le fueron dadas a través de Chan. Las introdujo en la cerradura y dio las dos vueltas, para luego introducirse al hogar. Dejó sus zapatos en la entrada como de costumbre y a un lado, el paraguas y su mochila. La casa no se encontraba en silencio, y a medida que iba adentrándose a la sala, podia oir como risas de una chica llenaban la habitación. Su corazón comenzo a palpitar con desespero y la probabilidad de que haya llamado a Yujin para que lo cuide, causo en extenso escalofrio en su pequeño cuerpo, alojándose la mayor parte en su sangre, congelandola al instante 

Pero al ver la televisión prendida, con un drama que se le hacia totalmente conocido, pudo largar el aire que inconscientemente retuvo. La mesita ratona no pasó desapercibida por sus ojos, ni por una sonrisa en sus labios, ya que este estaba cubierto por pañuelos, platos con comida sumamente heladas y dos diferentes termómetros. 

Se acercó un poco más, para ver si Hwang estaba tirado en el sofá, pero lo único que comprobó fueron las mantas esparcidas por el suelo y las almohadas desordenadas. Tomó el control remoto y apagó la televisión, se dio la vuelta para caminar sobre los mismos pasos e introducirse en la cocina. La mesada también estaba bastante sucia, por lo que dedujo que HyunJin quizo hacerse de comer, pero como era bastante malo en eso, o no le gustó y lo dejó sobre la mesa o realmente estaba mal como para comer. 

Escuchó un ruido proveniente de la parte de arriba, suponiendo que era el mayor, así que, en un intento apresurado, tomó uno de los termómetros y subió las escaleras. Lo gracioso era que no sabia cuál es la habitación de Hwang, pero luego de entrar en una habitación matrimonial y dos baños, la única puerta faltante era la del final del pasillo, la cual estaba un poco abierta, por ende, se podía escuchar tambien la televisión a un volumen bastante alto. Golpeó la puerta, pero no obtuvo respuesta, así que decidió entrar. 

Todo era tan desconocido para él, que había caido en cuenta las ganas que tenia de conocer a sus padres, o su casa. Y también en cuantas veces el mayor le negaba aquello, repitiéndose la rutina: la casa de JeongIn era mejor. La comida era mejor, el ambiente era mejor

El trato era mejor. 

Y JeongIn no tenía idea de eso, solo sabía que el padre de HyunJin estaba tratando de aceptar su orientación sexual, pero jamás preguntó nada más. No hasta el día de hoy que las dudas llegaron a su cabeza como balde de agua fría. 

Entonces lo vio. Estaba durmiendo, con cincuenta mantas encima, provocando que las mejillas estén rojas y preguntándose cuando fue la última vez que lo vio así de tranquilo. 

Un pequeño deja vu se situó en su cabeza, provocando un ligero ardor en sus ojos y que un estornudo suene por toda la habitación, logrando que Hwang despierte alarmado. 

-¿C-Chan, eres tú?-preguntó algo desorientado, odiando la sensación de como todo daba vueltas 

-No, Jin, soy JeongIn-dijo en un tono bajo, acercándose a él.

Pero todo paso fue detenido por el brusco movimiento de Hwang, al querer levantarse totalmente asustado. 

-Tú no puedes estar acá. Mi padre no te puede ver-balbuceo, tomándolo de los hombros, tratando de sacarlo, pero sus fuerzas eran inútiles- Vete, por favor, no quiero que te diga cosas feas No quiero que te vuelvan a lastimar, JeongInnie...Por lavor

-Jin, nadie me va a lastimar. Tus padres no están en casa. Estás solo y en este estado, no puedo dejarte. 

-Pero papá puede volver y verte, y no quiero escucharlo, estoy cansado de eso, yo... 

JeongIn pudo notar como el miedo corria en su voz .Sus ojos estaban rojos y llorosos, como si no hubiese dejado de llorar en toda la noche. Tomó su rostro con ambas manos, para tratar de calmarlo. 

-Están de viaje, tú lo dijiste. No sabes cuando vuelven, pero viajaron hoy, así que no te preocupes que nadie me va a lastimar-con aquellas palabras, sintió como la respiración del mayor volvía a la normalidad- Vuelve a la cama, que yo te traeré un paño con agua fría y una sopa, ¿si?

HyunJin negó. Apartó las manos de su rostro para enlazar sus dedos y ocultarse en el cuello contrario, oliendo el perfume que tanto extrañaba. 

-Quédate conmigo, Solo por hoy, abrázame como si me amaras, porque lo necesito 

-Aquí estoy, Hyunnie -aseguro, abrazándolo 

Percatándose de que nunca dejó de amarlo.

Adaptación autorizada