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JeongIn caminaba con pasos cortos. Estaba indeciso si ir o no hacia él, a pesar de todas las lágrimas que derramó ayer.

Nuevamente por él.

Recordó los momentos en que estuvo totalemente enamorado de HyunJin. En todas las veces que lo hizo sonreir con sus chistes o sus ocurrencias cuando salían al parque. En las veces que compraron helado y JeongIn terminó manchandose por la crema, y él limpiándole el labio con algún beso robado. Tampoco pasó desapercibido aquellos días en donde solían dormir alguna siesta, cuando los padres de JeongIn trabajaban, o algunas noches sin toques demás, cuando ellos estaban fuera de la ciudad, incluso del país. Eran risas, amor, momentos en donde lo amaba.

Y pensaba que estaba demasiado lejos de olvidar como HyunJin lo hacía sentir.

Entonces recordaba como comparaba su forma de ser, de pensar, con Yujin, y eso no hacía más que profundizar la herida en su roto corazón. Uno que entre amigos, familia y positividad, trataba de arreglarlo.

Pero en cuanto veía a HyunJin, todo ese muro, que construyó con un "sin HyunJin estoy mejor". Un muro sólido, al rededor de los pedazos rotos de su corazón. Era un escudo para que descanse y que no palpitara, pero se destruía.

Poco a poco.

Porque sí, cada latir era doloroso para JeongIn, sobre todo porque sabía que solo palpitaba para HyunJin.

Y alli estaba, compartiendo risas con Chan, Changbin y JiSung. Se preguntó cuando fue la última vez que lo vió reir, ya que siempre lo veía con su semblante serio. Entonces se dio cuenta que su ruptura sí le habia afectado, mucho más de lo que esperaba.

Había pensando tantas veces en un posible rompimiento. Lo había comparado tantas veces y lastimó, tantas que no se dió cuenta, y ni siquiera supo cuantas veces lloró por eso en su casa, así como HyunJin dijo en el día de ayer. Todos los escenarios en donde lo terminaba, Hwang volvía a reir con Yujin.

Volvía a besarla y acariciarla. Lo peor era esa palabra que a veces le daba ganas de vomitar: le volvía a decir "te amo".

Pero estaba equivocado. HyunJin no se acercaba a ellos en la cafeteria, se iba a comer solo y no hablaba con ninguna otra chica, o no para coquetear. Estaba solo. Sus notas también comenzaron a subir, lo supo cuando unos profesor hablaron de él. Aún así, no sonreia.

Y comenzaba a sentirse culpable por ello.

Nego varias veces con su cabeza, ignorando aquellos pensamientos que solo lo estresaban cada vez más. Se acercó al cuarteto y carraspeó mirando sus piecitos.

- JeongIn, hola -saludo ChangBin, mirando luego a HyunJin que todavía no se dió la vuelta para ver al pequeño Yang.

Pero finalmente lo hizo. Pegó sus ojos sobre el cabello castaño de JeongIn, notando como este estaba con su cabeza gacha y algo entre manos, algo que reconoció enseguida.

-Hola, hyung -respondió, levantando su mirada con un leve sonrojo. Sentía como si estuviese en un bosque, y ahora mismo él era la presa de unos osos ernomes. A pesar de que eran cuatro, solo uno tenía hambre, y sobre él fue quien puso sus ojos-. Hyu-hyunJin... podemos hablar un momento?

El nombrado tragó saliva, sintiendo como esta no saciaba su sed, una que creció de repente al escuchar esas palabras. Su corazón empezó a latir como loco y solo asintió, dudando un poco. Miró a sus amigos. ChangBin abrió su boca para decir algo como "buscaré a mi novio", pero la cerró antes de meter la pata.

-De acuerdo. Nos vemos, Innie-atinó a despedirse, saludando con su mano.

Chan dijo algo igual y JiSung solo acarició el cabello del menor, despeinándolo por completo para luego sonreir por el bufido de JeongIn.

HyunJin también sonrió al ver el puchero del castaño, preguntándose cuando fue la última vez que lo vió. Y siempre que trataba de recordarlo, la fea imagen de los labios de Yang temblando aparecía.

-¿Estás bien de tu tobillo? -preguntó primero, tratando de ingorar sus propios pensamientos.

-Sí, puedo caminar bien. No pude agradecerte. Gracias, por no dejarme solo, gracias.

La mirada entre ambos se volvió intensa. Luego de eso, ninguno se atrevió a decir otra cosa, solo permanecían viéndose a los ojos.

Se extrañaban.

Pero los dos debían estar lejos, completamente lejos.

HyunJin se mordió los labios, sin saber qué decir. No apartaba la mirada de los orbes cafés contrarios. Necesitaba verlos por más tiempo.

-¿Y tu espalda? No dormiste muy cómodo que digamos –JeongIn sonrió.

Parecían extraños.

Extraños que se extrañaban con todo su corazón.

-No pasó nada, no te preocupes.

JeongIn iba a hablar, pero otro par de ojos encima de ellos le llamó la atención. Desvío los suyos para posarse sobre la mirada de Yujin. Ella conversaba contra persona mientras miraba a la expareja.

-¿Qué sucede? -preguntó al ver como su sonrisa cambió y la reemplazó una extraña expresión de tristeza.

No obtuvo respuesta, así que giró su rostro para mirar en la misma dirección que Yang, sorprendiéndose al instante al saber quién se había llevado la atención del pequeño.

- JeongIn, si te incomoda, podemos ir a otra parte.

HyunJin se movió, colocándose delante del castaño e impidiendo que siga viéndola.

-¿No me besarás para darle celos?

Ambos corazones latieron con desespero.


Adaptación autorizada

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