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JeongIn: 

Mis ojos pesan. 

Mi corazón pesa. 

Mi cuerpo pesa. 

Todo a mi alrededor pesa. 

Jamás vi una habitación dar tantas vueltas. Cuando me sentía mal o las simples ganas de vomitar aparecían, solo me recostaba en la cama y dormía, pero ya no puedo hacer eso. 

No siento ganas de vomitar. No siento mis ojos arder. No siento las lágrimas recorrer mis mejillas. No siento el latir de mi corazón. No siento mi respiración. 

No siento absolutamente nada. 

En mi hay un vacío; ya no hay emociones, sentimientos ni siquiera apetito.

No había pasado mucho desde aquella cena, no había pasado mucho desde que lo dejé con una confusión incomprensible. 

Y aunque no lo crean, yo también estoy confundido. 

No sé si hice bien, pude haber esperado más días. Tendría que haber dejado nuestro aniversario como un bonito momento, pero en cuanto recuerdo como él pegaba los ojos sobre su ex, mi sangre hierve en demasía. 

Yo no arruiné nada, él lo hizo. Él me arruinó por completo. 

Me destrozó, me humilló, me comparó. 

¿Por qué? ¿Por qué no veía que yo lo amaba enserio? ¿No lo exprese bien o...? 

No, yo di todo de mí a la perfección. 

Y eso es lo peor: me conformé con tan poco. 

Como bien había dicho: luego de compararme con Yujin, él solo me acariciaba y me besaba, terminándolo con un te amo. 

Ahora que lo pienso, suena patético. 

Suena patético que me haya conformado con eso, pero yo lo amaba, mierda ¡lo amaba más que a nada en mi vida! 

Lo sigo amando. 

Sigo amando a la persona que le entregué mi corazón, le entregué mi amor a sus manos y con las mismas lo apretó y lo dejó escapar entre sus dedos y sin darse cuenta me lastimaba más que nunca. 

¿Cómo puede ser tan ciego? En parte también es mi culpa, dejé pasar mucho tiempo, así que yo mismo me lastimé como un idiota. 

Y me lo merezco. Debí decir todo aquello en cuanto me comparó por primera vez. Cuando tocó mi cuerpo sin tocar demás. En cuanto besó mis labios, mis mejillas. En cuanto me miró a las ojos y susurró esas dos palabras que me llevaron a la perdición: te amo.

Esas dos palabras me cegaban por completo y me lo creía. Me creía cada beso, cada caricia, cada mirada. 

Y todo fue una vil mentira. 

¿Acaso ni una sola vez me amó? ¿No le alcanzó con lo que yo le di? 

Las lágrimas caen, mi cuerpo tiembla. No he comido mucho estos días, solo he pensado en una sola cosa: 

HyunJin es un perfecto mentiroso.


Adaptación autorizada

Maratón 7/11

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