⚘13
La velada fue increíble, al menos para HyunJin sí. Pensaba que fue una de las mejores cenas que tuvo en su vida, quizá se distrajo un par de veces mirando a una persona que no quería, pero le era inevitable. Sin embargo, sus ojos captaban una belleza que, ahora, ni le llama atención.
Yujin.
Sí, ella había aparecido en el momento que menos esperaba y no sabía el por qué, pero lo que antes admiraba de ella, como su simpleza al vestir tan bien y lo hermosa que era su sonrisa, ahora le parecía tan común. Había un lindo chico frente a él, y puede que sus ojos viajasen a otro lugar que no quería, pero estos automáticamente volvían hacia él, hacia JeongIn.
Lo que más le gustaba eran esas mejillas con esos lindos hoyuelos que adornaban su hermoso rostro, las cuales podia pellizcar, incluso morder, cosa que hacia bastante seguido cuando el menor dormía sobre su pecho y fruncia su ceno extrañado, probablemente entre sueños y HyunJin estaba allí ,molestándolo para que se despierte.
Había pensando mucho últimamente, mientras ponía sus ideas en orden sobre esta noche. Su mente se dirigía a aquel momento en el que JeongIn había entrado en la biblioteca y sin previo aviso tomó ese algodón bañado un poco en sangre, producto de una pelea y minutos. después, lo tenía en su regazo mientras ambos se besaban.
Ese momento no había sido del todo sincero. Lo había usado como pretexto, como una excusa, como una salvación hacia el vacío que sentia por haber terminado su anterior relación. Pero aún más por las fuertes discusiones que sus padres tenian, sin embargo lo que más le entristecia era el llanto de su madre cada que ocurria, porque había descubierto la infidelidad de su esposo.
Lo peor fue cuando ambos decidieron seguir. Seguir con la mentira llamada familia que se terminó cuando la presencia de HyunJin había llegado, y él lo sabía.
Lo descubrió: mirar a los ojos de JeongIn era la salvación a sus problemas, a su patética existencia. Puede que haya sido un idiota y que haya cometido errores, pero si el destino lo puso frente a ese bonito chico con sonrisa que iluminaba su mundo, sabía que tendría el tiempo necesario para poder arreglar todo lo que cometió.
Todo, a pesar de que no se diera cuenta ni la mitad de las cosas que hizo.
HyunJin no era un tipo malo, solo inconsiente de lo que decia y eso torturaba a JeongIn, quien tenia oidos profundos y memoria a largo plazo.
Aunque luego de comer lo encontrase un poco triste y aún no sabía por qué, con el regalo que tenía preparado sabia que JeonngInnie pondría una de esas sonrisas que le iluminaba el rostro y hacia lucir sus hermosos hoyuelos.
El camino hacia afuera estaba siendo un mortífero silencio. Al pisar la acera y sentir el frio de la media noche, HyunJin carraspeó, llamando la atención de su novio, aunque fue él el primero que habló, sin darse la vuelta.
-¿Me amas, Jinnie?
HyunJin, quien ya había sacado una pequeña caja y un sobre, lo escondió detrás de su espalda y frunció su ceño, extrañado por la pregunta tan repentina y tonta.
-Claro que sí, ¿por qué lo preguntas?
JeongIn se dio la vuelta. Enfrentó a aquella persona que dice amarle cuando aún no ha olvidado a su ex. Pero HyunJin se sorprendió al ver toda su bella carita llenas de lágrimas.
Cuando se suponía que era una de las mejores noches de ambos.
-¿Por qué mientes?
- JeongIn, yo no miento... - HyunJin trató de acercarse, pero el menor retrocedió.
El corazón del mayor comenzó a palpitar con locura, sin comprender lo que está pasando.
-¡Claro que si! Me mientes todo el tiempo. Dices que me amas, que soy la persona más importante de tu vida, que... que... ¡Diablos, HyunJin, eres un mentiroso! Y lo peor es que te sigo creyendo como un idiota. Tú... tú...-JeongIn comenzó a tartamudear y a temblar por el frio, aunque sintiera su sangre hervir en furia-¡Te odio y no sabes cuánto!
-JeongIn... ¿por qué dices eso? -el mayor lo miró aún más extrañado.
-¿Y tienes el descaro de hacerte el estúpido?-JeongIn se pasó las manos por su cabello, dejando caer la boina que una vez HyunJin le regaló- ¿En serio no lo recuerdas?-el más alto negó, sintiendo las lágrimas deslizarse por sus frisas mejillas- "JeongIn, ella no hacia así el cafe". "Ella siempre se quedaba callada cuando a mi me pasaba esto", "Estuve pensando en que Yujin jamás me hizo esperar", "En serio me molesta ponerme celoso, pensando en que puede tocarte o incluso robarte un beso. Yujin nunca hizo una cosa así"- JeongIn miró las lágrimas de deslizarse con ímpetu por el rostro de HyunJin negando con su cabeza. ¿Quieres que siga o ya sabes el daño que me estás haciendo?
-JeongIn, yo...
-No hables, te he dejado hablar durante un año y lo único que has hecho fue lastimarme con tus palabras. ¿Por qué, Hyun? ¿Qué fue lo que yo te hice?-dirigió su mano hasta su corazón y con el agua nublando su vista, siguió hablando- Tú no me amas y siempre lo supe, pero quería hacerte cambiar de idea, porque yo sí, yo si te amo con toda mi alma-HyunJin intentó decir algo, pero el menor se adelantó de nuevo - Lo escuché, ese día en la biblioteca, como decias claramente: "cuando tuve la idea de usar a JeongIn para olvidarme de Yujin". Yo te llevaba el almuerzo, ¿sabes? ¿Sabes cuántas horas estuve cocinando para ti para luego salir corriendo y llorando una vez más por tu culpa, Hwang HyunJin? Sabia que te habías apresurado mucho en pedirme ser tu novio, ¿pero usarme? ¿Por qué? ¿Tan insuficiente soy? ¿Siempre he sido un juguete para ti? ¿O un saco de boxeo en el que...? Diablos-se inclinó, apoyando sus palmas en sus rodillas, sentia que el aire se iba cada vez que decía aquellas palabras y miraba el rostro lleno de lágrimas de su novio-¿Tan aburrido estabas, HyunJin?
-¡JeongIn! No digas eso, yo... yo... no lo sabia. Actuaba inconscientemente, decia cosas sin sentido que...
-Que terminaste rompiéndome. ¿El juego se terminó? Porque estoy roto, HyunJin, ¡Roto por tu culpa!
-Yo te amo, JeongInnie
-¿Lo sientes o lo crees? Por que he estado un año y seis meses a tu lado y nunca he escuchado un te amo de tu parte sin antes compararme con Yujin. Te odio tanto...
-No digas eso... -elevo su mano temblorosa pero solo tocó la brisa del aire.
-¿Qué quieres que diga? ¿Tampoco recuerdas ese día en el que me besaste en el medio del pasillo solo porque estaba ella detrás? ¡Me usaste para darle celos! -JeongIn lo miró con incredulidad, sintiendo como sus piernas temblaban, que dentro de poco ya no resistiria-¿No recuerdas como la traías también a este bar para festejar su aniversario? ¿O cómo te atreviste a mirarla mientras yo te hablaba?
-Pero mis ojos volvían para verte y ver esa linda sonrisa que...
-Pero si no estuviera, la seguirías mirando. Lo sé, HyunJin, siempre lo supe; jamás me amaste, solo amabas en la forma que te amo.
-No...
-¿Por que?-preguntó de nuevo, buscando respuestas en aquel laberinto de sensaciones y sentimientos-¿Por qué yo? -limpió sus mejillas con brusquedad. ¿Por qué te atreviste a jugar así con mi amor? Con mis sentimientos, con mi... ni siquiera tiene sentido, si jamás ahora? te importa, ¿por qué te importaria ahora?
-Siempre me importaste, tú...
-¿Lo ves? -volvió a interrumpir-. Jamás sentiste amor por mí, solo te convencias de eso.
JeongIn vio que un taxi se aproximaba y alzó sus temblorosos y pequeños deditos y lo paró.
-JeongIn, no te vayas, podemos hablarlo con tranquilidad...
-Una vez me llamaste bonita. Cuando yo estaba diciéndote mis inseguridades, tú pensabas en ella, ¿Si sabes que me dieron ganas de vomitar?
Se subió y se marchó.
HyunJin se quedó parado en el medio de la acera, importándole menos las miradas ajenas. El viento frio movía su cabello y ya había sacado sus lágrimas, aunque estas no dejaban de salir.
JeongIn, JeongIn, JeongIn.
¿Qué había hecho? Todo lo que dijo no podía... entonces miles de imágenes y palabras aparecieron de repente en su cabeza.
Yujin esto, Yujin lo otro.
Yujin, Yujin, Yujin.
Su cuerpo retembló y su corazón, el cual sintió que se había detenido, volvió a palpitar con desespero. Su mundo caía lentamente y se sentía desfallecer ahí mismo... ¿Qué había ocurrido?
Todo daba vueltas, aunque no fuese asi. Todo se sentía tan pesado y hasta costaba respirar; habia viento, pero no aire en sus pulmones.
Algo le faltaba.
Con pesadez se dirigió hasta quedar centímetros de distancia de aquella boina, la juntó y la olió, sintiendo como las lágrimas fluían como cascadas.
¿Todo eso había hecho? Mierda, mierda, mierda, ¿Por qué no se había dado cuenta? Quizá así, jamás habría lastimado a su pequeño.
JeongIn, JeongIn, JeongIn.
Él no podía odiarlo, él no. Su JeongInnie no podía sentir odio.
Cerró sus ojos y se atrevió a mirar lo que traía en mano, lo que se trataba del regalo de aniversario: la pequeña caja, la que contenia dos anillos de pareja, una tenia grabado el sol y el otro la luna. Mientras que el papel era el autorretrato de su primera foto juntos, dibujada por él mismo. No tenía buenos dotes de dibujo, pero sabia que a JeongIn le encantaría.
Le iba a entregar el anillo del sol.
Porque el era el sol en persona.
Porque él era su sol.
Porque él le había quitado el brillo y lo había llenado de oscuridad.
Adaptación autorizada
Maratón 4/?
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