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El día de la jornada estudiantil ya había terminado, pero Chan y HyunJin se quedaron en la biblioteca, como iban a clases juntos, en especial la de Geografía, estaban allí para poder terminar un trabajo que consistía sobre la industrias y otra parte sobre los territorios. 

Hubieran podido acabar hace una semana, pero ambos lo dejaron a último momento ya que, si bien las palabras del mayor fueron "es facil, lo hacemos en dos segundos", el cuestionario tenia más de veinte preguntas de cada tema y a medida que avanzaban las preguntas eran muchos más difíciles. 

Chan bufó, se había vuelto a equivocar en una palabra, tenía que borrarla y volver a escribirla correcta. 

Agradecía que todo estuviese en silencio, sino probablemente su cabeza explotaría a causa del ruido. No eran los únicos allí, había una o dos personas más haciendo sus cosas, pero al menos no eran fastidiosas y respetaban el silencio. No como aquel día que Chan quería componer una canción para mostrársela a SeungMin , que desgraciadamente no pudo porque había unos chiquillos de primero de secundaria que se reían de un estúpido libro de chistes. Y no fue que Chan pudo escribir tranquilamente hasta que literalmente los echó del lugar haciéndose pasar por el bibliotecario y que estaba a punto de cerrar. 

Ahora que lo recuerda, es gracioso. 

HyunJin era otro caso. No dejaba de ver su celular, le había mandado un mensaje a JeongIn hace ya unas horas de que no iba a poder ir por él a su salón de clases por el maldito trabajo, pero él no le contestaba, siendo que el menor siempre respondía a segundos de haber mandado el mensaje. 

Eso le gustaba.

No era como Yujin. Ella siempre tardaba en responder, hasta a veces no lo hacía, la excusa era la misma, "estuve con mis amigas todo el día, Hyunnie". 

Aún más le gustaba porque JeongIn no solía mentir y cuando lo hacía, hablaba entre tartamudeos y sus mejillas se ponian rojas. Comenzaba a jugar con sus dedos en una clara señal de nerviosismo. 

Cada vez que lo veía, con su inocencia desbordando y aquella sonrisa que lo volvía loco, sentía como su corazón palpitaba en demasia, entonces, tan solo así, sabía que estaba enamorado de él hasta la punta de sus dedos. 

Cuando su padre solía hablar de su ex novia, tampoco podía dejar de pensar en ella. Y sería mentira sí no dijera que en su mente, habia comparado ambas relaciones. Como también sería mentira si dijera que ya lo había olvidado.

Pero lo haría. 

Todo ese sentimiento hacia su ex, desaparecería por completo y solo amaría a una sola persona. 

Como debía. Como anhelaba con todo su cuerpo y corazón. Amaba a Yang JeongIn, pero no en la forma en la que el menor lo hacía. 

Pero ese momento, en el que entregue por completo el dañado corazón a las manitos del castaño, sería el momento en el que su vida estaría en paz por completo. 

Porque eso era JeongIn para él: paz. 

Chan carraspeó, llamando la atención de HyunJin quién dirigió sus ojos hasta el alto. 

-Sé que no es hora para hablar de esto, pero... ¿está todo bien entre tú y JeongIn?

A HyunJin le extrañó por completo aquella pregunta. 

-Sí, ¿por qué? 

-Por nada. Ayer de la nada estuve pensando en mi relación con SeungMin y me di cuenta que siempre hablábamos de él y yo, y nuestra última conversación como si fuera tu psicólogo fue cuando... 

-Cuando tuve la idea de usar a JeongIn para olvidarme de Yujin. Sí, lo sé. Todo va bien -se limitó a responder. 

Chan era consciente que, por parte de SeungMin quien le contaba todo, como JeongIn sufría a causa de él y la comparación que solía hacer. 

Yujin esto, Yujin aquello. Ella lo hacía así... 

Esas palabras salieron de la boca del pelimorado quién derramó algunas lágrimas al notar lo destruido que estaba su mejor amigo. Chan, quien siempre tuvo ese lado consolador, como si fuese el psicólogo del grupo, no lo podía creer. 

HyunJin estaba siendo un idiota. 

Más que uno. 

Más que todos. 

¿Cómo no podía darse cuenta de lo que hacía? Esas palabras salían de su boca y no las entendía. Así como no entendía como él, como mejor de aquel idiota más grande de todos los idiotas, en donde el insulto idiota le quedaba corto, no se lo hacía saber. 

Así como no podia darse cuenta que un par de oídos escuchaban detrás de la puerta, con lágrimas rodando por sus mejillas. Yang JeongIn, quien vió desde la bandeja de mensajes que su novio no podia ir por él, decidió llevarle su sorpresa, lo buscó por toda la escuela hasta que lo encontró en la biblioteca.  

Su sorpresa era el almuerzo que le había preparado la noche anterior. Se había quedado despierto hasta las tres de la mañana, porque él no sabia cocinar y había intentado la receta una y otra vez, hasta que por fin se dio. Iba a darle un beso y desearle buena suerte en aquel trabajo. 

Le iba a decir cuanto lo amaba desde el primer día en el que estuvieron juntos. 

Cuando él solo lo había usado. 

No me ama. Jamás me amó. 

Se dijo así mismo tirando aquel tupper con la comida, mientras que cada paso que daba, todo se volvía pesado. 

¿Qué es el amor si no sirve para dañarte?



Adaptación autorizada

Maratón 1/?

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