Confesiones // Yoonmin

Yoongi finalmente estaba listo para dar el siguiente paso, dentro de poco sería la graduación y él se había decidido por decir la verdad que quería gritar desde hace casi 3 años a sus padres y amigos cercanos, pues tenía muchos proyectos a futuro que deseaba cumplir al lado de su alfita y por eso se había comunicado con sus padres, con el consentimiento de Jimin quien estuvo de acuerdo y por eso tenía reunida a su familia completa en el despacho de la casa de su padre alfa.

—Soy homosexual —dijo directo al grano cuando estuvo frente a sus padres alfa y Omega y a su hermanito, los tres mostraron varias facetas tanto de expresiones faciales como de actitud.

—¿Co-Como? —pregunto su padre Omega con una expresión preocupada, para luego pasar a retener gruesas lágrimas en sus ojos.

—¿Qué? —preguntaron su padre alfa y hermano menor con sorpresa, para que luego su padre fuera frunciendo poco a poco su ceño en una mueca de molestia que ya le iba dando miedo.

—E-este chico que ven aquí —no pudo evitar tartamudear un poco ante el evidente rechazo de su familia —, es mi pareja. Es mi destino.

—Mi nombre es Park Jimin — se presentó Jimin ante la atenta mirada de la familia del lobo,  quien sentía  miedo pero a la vez reunía la fuerza necesaria de la mano de su leoncito.

—¡¿Un maldito gato?!

Ante ese grito, Yoongi bajo su cabeza, no por vergüenza del gran amor que le tenía a Jimin, simplemente su padre era un lobo alfa líder que desprendía una potente aura de dominancia que hacía a cualquier lobo de menor rango bajar la cabeza y sentir miedo.

—Nuestra madre luna lo escogió para mí —dijo para defender el honor y el amor que ambos se tenían —.  Es mío tanto como yo soy suyo.

La mueca de sus padres iba siendo peor de lo que él esperaba, pues, nunca le habían puesto demasiada atención a como lo hacían en ese momento en el cual le veían como un completo fenómeno.

—¿Un asqueroso alfa de gato? —volvió a decir su padre con asco —. Me niego a pensar en que nuestra sagrada madre y el Dios que todo lo provee, hayan creado una unión tan aberrante y asquerosa como está.

—Señor —por segunda vez, la voz de Jimin volvió a escucharse tan clara como nunca lo había estado, su alfa. Su Yoongi. Su novio y lo más importante, su destino, estaba sufriendo y es que aunque tuviera la misma expresión de poker de siempre, la presión que tenía al estar tomado de su mano iba bajando de apoco en una seña de debilidad y no podía dejar ver a su alfa de esa manera, él había jurado que así como su Yoonie le protegía, él haría lo mismo y por esa férrea convicción arraigada a su mente, alma y corazón, decidió confesarse ante los padres de su amado novio —. Amo a Min Yoongi tanto como él me ama, si el destino de su madre luna es que estemos juntos, tomaré fuertemente está mano —dijo tomando la mano de Yoongi ante la dulce y preocupada mirada de este y continuó —,  y nunca lo dejaré ir, lo amaré y le daré toda la felicidad que en este mundo pueda existir.

—¿Cómo estás tan seguro de ello? —Pregunto está vez el hermanito Omega con su voz insegura pero a la vez exigente.

—Porque puedo sentirlo cada vez que nuestras pieles se tocan —Yoongi se sintió sonrojar ante las palabras y viendo el claro rojizo en las mejillas de su chico, las suyas imitaron el mismo intenso color —. El nació para mí y yo para él.

Yoongi se sentía muy feliz por tener semejante confesión de su leoncito, ya que, a Jimin siempre le daba mucha pena expresarse y decir la magnitud de su amor, mientras él se la vivía amandole y demostrandoselo con acciones y palabras 24/7 pues, habían comenzado a vivir juntos desde hace unos 9 meses atrás en donde acordaron estar en un solo departamento para no estar viajando de un lado a otro y eso lo había hecho inmensamente feliz.

—Fuera —Yoongi salió de su ensimismamiento al escuchar la voz suave de su padre.

—¿Qué? —pregunto incrédulo y dolido Yoongi al ver tan serio y al sentir el aura peligrosa de su padre.

—Sí tienes pensado seguir con esta unión tan vil y vomitiva, no eres bienvenido en esta casa —Yoongi sintió su corazón romperse en miles de pedazos ante esas palabras, Jimin le había enseñado que el amor era algo tan hermoso que merecía totalmente la pena ser vivido en lo que queda de vida en este mundo, pero al parecer su padre, su familia no sentía lo mismo y le menospreciaban por eso —. Yo no he criado a ningún hijo marica. Me avergüenzo de ser tu padre.

Y Yoongi lo recordó.

Marica.

Había utilizado tantas veces esa palabra tan asquerosa para referirse a tantas personas, que ahora le daba mucha vergüenza al escucharla de su padre, quien con eso le había creado un enorme hueco en su corazón.

—Con Jimin soy feliz y me siento completo —dijo, apretando débilmente el agarre con la mano más pequeña —. Siento si te avergüenza que sea tu hijo. Lo siento por nunca ser lo que tu querías que fuera, pero seguiré mi camino y perseguire los pasos de mi destino. Perdóname por no haber sido bueno.

—Hijo —hablo su padre omega —. Te quiero mucho, pero tu relación con este joven... nunca habíamos escuchado de algo así.

—Esto paso porque tu lo malcriaste —escuchó a su padre alfa regañar a su papi —. Los gatos no se quedan con una sola pareja para toda la vida como nosotros, ¿Qué harás cuando se canse de vivir una vida contigo? ¿regresará a casa con la cola entre el rabo? Pues, no pienso recibirte.

—¡Papá! —gritó su hermanito Hueningkai  —. Yoongi tiene derecho de estar con el destino que la madre luna envió para él, ni tu ni nadie puede hacer nada para que está Unión no se de.

—Pues, yo no pienso dejar que la gente se entere de esto —su testarudo padre no dejaba de hablar con desprecio y con eso hundir su corazón en profunda desesperación.

Le alegraba tanto que su hermano estuviera dispuesto a apoyar algo que incluso él antes de su nueva realidad nunca habría hecho, ese era un nuevo paso en su relación entre hermano mayor y menor que le hacía inmensamente feliz.

—No voy a arrepentirme de nada en esta vida, papá —dejó que su voz saliera una vez más y aunque dolía incluso hablar, lo hizo de nuevo —. Jimin es mi pareja, mi destino y eso nadie me lo puede negar. Voy a luchar por él asi como el lo hace conmigo y vamos a salir adelante.

—Muy bien —dijo su padre alfa y por algún motivo, el lobo en su interior movía su cola emocionado de lado a lado muy feliz como si se tratase de un cachorro —. Pero no te quiero volver a ver en mi casa.

Su lobo lentamente dejo de mover la cola y la escondió entre sus patas, emitiendo al final un doloroso chillido que salió a relucir por su garganta, sorprendiendo a todos los presentes.

Jimin le sostenía y estaba muy agradecido por ello, pero el hueco profundo de su alma al ser rechazado, desterrado de su hogar y manada, nunca desaparecería y se sentía mal por el simple hecho de que su leoncito  tendría que vivir con un inútil toda su vida.

El profundo hueco en su alma, no podría ser llenado nunca, ¿cierto?

—Entonces, yo le daré un hogar al cual regresar siempre y la compañía que necesitará para sobreponerse de esto —Jimin sin titubear se acercó a él y le abrazo con mucha fuerza, se separó de el luego de unos segundos, le miro a los ojos, sonrió y dejo un casto besito en sus labios —. Te amo y no te dejaré solo nunca.

Entonces, llegó a una conclusión, el hueco en el alma puede ser llenado poco a poco con nuevas experiencias, emociones y amor y Jimin estaba dispuesto a ser lo que necesitaba para ser feliz.

—Y yo te amo a ti.

Frente a la mirada atónita de su familia, Jimin y Yoongi salieron del despacho y la casa Min y se dirigieron a su pequeño pero gran departamento en donde ambos eran felices juntos.

Unos días después, Jimin estaba frente a sus padres y a su lado se encontraba Yoongi irradiando como siempre, un calor que le reconfortaba por lo que estaba a punto de confesar.

—¿Que pasa, hijo? —le preguntó su padre Heechul y los nervios incrementaron comenzando a hacer que su aroma se volviera amargo y apestoso.

Sintió a su lado, como Yoongi soltaba un poco de su cítrico aroma e instantáneamente, su leon interno se relajó.

—Yo tengo algo que decirles —dijo con nervios y comenzando a arañar su pantalón —.  A mi —Jimin no sabía como continuar y en ese momento deseaba ser tan valiente como lo era Yoongi, pero él simplemente no podía serlo; lamentaba ser tan diferente que su amado alfa.

—Tranquilo cachorro —le tranquilizó Siwoon, la pareja de su padre —. Todo esta bien.

Pero no, no todo estaba bien.

¿Y si su padre y padre adoptivo también lo odiaban por lo que iba a confesar, que haría?

—¡Yoongi es mi pareja y yo soy su alfa como él es el mío! —gritó con los ojos cerrados, sintió el tacto de la mano de Yoongi en una de sus manos y despacio fue abriendo los ojos hasta que los abrió por completo y se sorprendió de lo que veía en ese momento.

Su padre sonreía en su dirección y su padre adoptivo lo hacía por igual.

—Estábamos esperando a que lo dijeras.

Las palabras de Siwoon lo sacaron de onda, ¿Ellos sabían de su relación con Yoongi?

—Somos cambiaforma y la magia que los dioses protectores nos han regalado nos hacen participes de algo maravilloso en esta vida. No somos lobos, Jimin, pero nosotros los leones también tenemos derecho a ser felices con quienes queramos y se que has pasado por mucho y te hice pasar por cosas horribles, pero mi niño, te amo y no me importa si eres homosexual, no soy quien para juzgarte —Jimin para ese momento estaba llorando, su padre lo sabía. Sabia por todo lo que sufría y todo lo que había pasado —. Eres mi hijo y te amo y perdon por no haber estado contigo en tus momentos dificiles, se que no es excusa, pero, no sabía como acercarme a ti y me centre en mi relación, perdón.

Las lágrimas de su padre lo trajeron de nuevo al presente, donde este se disculpas por todo lo que había pasado cuando Jimkn era solo un niño.

Jimin también  lloro y a su lado Siwoon tambien lo hacía y Yoongi por igual.

—Desearía haber hablado de esto hace muchos años atrás —dijo Jimin.

—Desearía haber sido mas un padre para ti, te deje solo y soportaste mucho daño, no volveré a dejarte solo, tienes todo mi apoyo, Jimin.

—Cuidaré muy bien de Jimin, lo prometo —escuchó decir a Yoongi y el sonrojo en su rostro delató lo feliz que estaba por haber tenido un buen resultado con los padres de Jimin.

—Sabemos que lo harás muy bien.

Ciertamente confesar que era homosexual habia sido muy difícil, pero Jimin agradecía a la diosa Luna por no dejarlo solo en esta vida, por tener buenos padres y un alfa que lo amaba con la misma intensidad con la que él lo amaba.



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