Un mensaje de Jack

Había pasado demasiado tiempo y muchas cosas entre nosotros como para ganarme su confianza en un mes, pero tenía que seguir el plan para salvarles el pellejo a mis amigos y mantener mi relación más o menos estable con Liz. Aun quedaba mucho tiempo del almuerzo ¿Por qué no empezar ya?

Levanté la cabeza para buscarlo entre la multitud, nunca me había sido difícil ubicarlo solo tenia que buscar al chico pequeño y despeinado y bingo, ahí estaba Hic

Sentado en una de las ultimas mesas de la cafetería, estaba acompañado de una chica pelirroja que comía vorazmente y hablaba a la vez. El parecía ido, moviendo la comida en su plato de un lado a otro. Me levanté del asiento y caminé hasta ellos. Todas las miradas estaban en mí, luego terminaron posadas en el castaño una vez estuve frente a ellos.

-hola-. Le sonreí, el levanto la vista de su bandeja del almuerzo y al verme se quedo estático por unos segundos. Miró hacia ambos lados muy extrañado y luego se apuntó a si mismo

-¿me estás hablando... a mi?

-¿a quién más sino Hic?-. Escuchaba claramente los cuchicheos de todos a nuestro alrededor, como si no tuvieran nada mejor que hacer que meterse en lo que hiciéramos. La chica pelirroja sentada frente a Hiccup sonreía de oreja a oreja, ni idea de porque.

-será mejor que me vaya-. Dijo poniéndose de pie y tomando su bandeja ahora vacía. –Tengo que hablar con los del equipo de karate, nos vemos Hic-. Y se marcho dejándonos solos.

-¿puedo sentarme?-. Hiccup asintió aun más nervioso que antes, no sabía qué era lo incomodaba más; mi presencia o la mirada fija del resto de la escuela. –no has tocado nada de tu almuerzo.

-no tengo hambre-. Suspiró. Demonios, esto era más difícil de lo que pensé. -¿Jack?

-¿sí?-. Le robé una papa frita de su plato, no parecía importarle de todos modos

-¿Por qué me estás hablando? Y aquí en la escuela...

-pensaba que hace mucho que no lo hacíamos, quería estar un rato contigo-. Aunque no era del todo falso, el me miró con los ojos entrecerrados. Tengo que admitirlo, se veía adorable, hace mucho que no lo veía así.

-¿pero por qué ahora? Pensé que siempre almorzabas con tus amigos y... con Liz

-a veces me canso un poco de ellos-. Tal vez solo fuera una excusa para tranquilizar mi consciencia, pero nada de lo que le había dicho hasta ahora era mentira, a veces me cansaba lo superficiales que podían llegar a ser. –pero ahora come, si no nunca crecerás nada renacuajo.

-¿c-como me llamaste?-. un leve sonrojo tiño sus mejillas, seguían llenas de pecas a pesar de los años que habían pasado. El castaño entreabrió los labios para decir algo, pero lo detuve metiéndole un pedazo de pan a la boca. No se lo permitiría, tenía que evitar que dijera algo vergonzoso, alguna de esas cosas que ya habían quedado atrás. –hmhhhmanamsn!! Jasdcvck!!-

-no hables con la boca llena Hic-. Conseguí que comiera el pan y el resto del almuerzo, después de todo el primer encuentro no había salido tan mal.

~Hiccup~

¿Qué acababa de pasar? Era como uno de esos sueños en donde el chico que te gusta es lindo contigo, te besa y te pide que te cases con él. Nada tan perfecto podía pasarle a alguien como yo, pero por más que esperé el momento en el que todo se arruinara... nunca llegó. Jack y yo habíamos almorzado juntos en la escuela, luego de siete años de alejarme como a una peste, el se había sentado conmigo.

No voy a mentirles, estuve a punto de desmayarme al menos tres veces y es que, verlo de cerca, tenerlo frente a mi después de tanto tiempo se sentía mucho mejor que espiarlo escondido detrás del cabello de Merida.

El almuerzo había terminado y cada uno tuvo que partir a su clase. Yo seguía como en las nubes y solo escuchaba a lo lejos la voz de la profesora dando la clase de español, así estuve toda la hora y casi me quedo dentro de la sala cuando sonó el timbre del cambio de hora. Me hubiera quedado encerrado de no ser por Mérida que me jalaba del brazo para que la acompañara al pasillo. -¡Mérida vas a arrancarme el brazo!

-deja de lloriquear y cuéntame cómo fue todo, ¿te besó? ¿Está interesado en ti? ¿Quiere que seas su novio?

-woooooow ¡¿Qué?! No paso nada de eso-. Desvié la vista, aunque era realmente difícil escapar de su mirada inquisidora. –solo hablamos, también se comió mis papas fritas.

-¡¡¿se las comió?!! Eso es algo serio

-¿de qué estás hablando?

-si comió tus papas fritas significa que le gustas

-tal vez tenía hambre...

-hazme caso Hiccup, nunca me equivoco con estas cosas

-ahora eres Mérida la casamentera-. Rodé los ojos solo para molestarla. Ella iba a replicar algo pero fue interrumpida por el sonido del celular en mi bolsillo, era el tono de mensaje. Lo saqué y abrí la tapa para encontrarme con una sorpresa aun más desconcertante que la emboscada en el almuerzo. Jamás pensé que vería su número en mi celular. –ay... dios.

-¿Hic?

-tengo un mensaje-. Mérida levanto una ceja extrañada.

–¿y...?

-es un mensaje de Jack...


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ya saben, si se come sus papas fritas es porque le gustan. ¿que les pareció el capitulo? si?? no?? ahora vamos a vengarnos un poco de jack (jue jue jue un poco bastante >:3 )

saben, cuando a mi me hablaba el niño que me gustaba me quedaba congelada como 15 minutos despues de que se iba xDD

dejenme su comentario!!! y su voto (ya casi llegamos alos 5k!) bye >3<


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