¿Cuánto tiempo llevaba buscándolo? El sol había avanzado mucho desde que dejé atrás al resto de mis compañeros y todavía no tenia señal de Hiccup. Había que admitirlo, el renacuajo sabía como moverse en el bosque sin dejar rastro, quien diría que alguien tan descoordinado y enclenque pudiera hacerlo. Lamentablemente en esta ocasión sus habilidades de boy scout solo lograban confundirme y perderme más.

Estaba cansado, hambriento y comenzaba a sentir frio. No podía entrar en pánico, era lo último que podía hacer en un momento así. Tenía que encontrar al castaño a como diera lugar, pero el miedo y la frustración se estaban apoderando de mi evitando que pensara con claridad

-¡¡HICCUP!!-. Volví a gritarle al viento. Ya había perdido la cuenta de las veces que lo había hecho sin recibir respuesta. –SOY YO, JACK-. Pero no escuché más que el zumbido de los insectos y el viento soplando a mis espaldas.

Me senté en una roca doblándome sobre mi mismo para quedar hecho bolita, me acurrucó con la cabeza oculta. Podía darme el lujo de llorar, había perdido a mi hermano y ahora tampoco yo sabía cómo volver al campamento. Creí que este iba a ser el mejor campamento de todos... pero resulto siendo el peor día de mi vida. Si tan solo Hiccup estuviera aquí... el si sabría que hacer. O tal vez estaría más asustado que yo, pero si estuviera conmigo tendría una razón para ser fuerte.

-por favor vuelve... te necesito Hicc-. Dije en un susurro, casi como una oración, casi como una canción de cuna para calmarme a mí mismo. el flequillo me tapaba los ojos. Aunque no hubiera nadie ahí para verme, no quería mostrarme llorando.

-Dios Jack... deja de gritar, vas a espantar a todos los animales del bosque-. Su vocecita delicada e infantil me llegó de golpe, y tan rápido como pude me puse de pie para verlo. Había llegado desde atrás, lo vi asomarse por entre medio de unos arbustos tratando de pasar sin caerse. -¿Por qué tanto escándalo?

-Hiccup...

-solo me fui un segundo y estas llorando-. Me sonrió tan tiernamente que sentía que mi alma se rompía en mil pedazos.

-no estaba llorando...-. Fue lo único que se me ocurrió decirle. Él negó con la cabeza sin dejar de sonreír. Me había quedado cabizbajo sin poder creer lo que pasaba, y para cuando levante la vista para gritarle al castaño unas cuantas maldiciones, lo encontré frente a mí, tan cerca que podía ver a la perfección cada una de sus pecas. Tenía las manos a ambos lados de mi cara y me secaba las lagrimas que se habían quedado en mis mejillas

-todo está bien Jack... -. No aguanté mas y lo abracé por los hombros, el pasó los brazos por mi espalda.

-tenía miedo de no encontrarte jamás.

-nunca que iré tan lejos como para que no me encuentres-. Me separé de él.

-¿lo prometes?

-lo prometo

-¿Por qué te fuiste?-. Se sobre saltó, como si de pronto hubiera recordado algo muy importante. El menor se hizo hacia un lado para abrir su bolso. Jack se inclinó, alentado por la sonrisa del castaño, no esperaba encontrarse con lo que había en la bolsa.

-es... un pájaro...

-no solo es un pájaro, es un bebé. Es tan pequeño que seguramente salió del cascaron hace unas horas. Lo traje conmigo para llevárselo a su mamá en la cima de la montaña-. Lo miré incrédulo, mi cara debió de ser graciosísima. Solté una carcajada tan fuerte que incluso desperté al pequeño pajarillo. -¿y ahora qué te pasa?

-es que...jajá todo esto fue por un pájaro...-. Ahora estaba llorando, pero de la risa. Me agarraba el estomago a dos manos mientras Hiccup me miraba enojado.

-estaba solo, ¿que querías que hiciera?

-pudiste haberle dicho al guardabosques

-lo intenté, pero todos estaban muy ocupado conversando y riéndose. Nadie me escuchó-. Hizo un puchero con los labios. –tenía que hacer algo rápido. Esta haciendo frio y si el pequeño no pasa la noche con su madre... es probable que muera.

-está bien chico pájaro, llevaremos a ese bebé con su mamá.

-¡¡¿en serio me acompañaras?!!-. Daba saltitos en su lugar.

-no puedo dejarte solo. Los tigres te comerían

-no hay tigres en norte América... pero aprecio tus intenciones-. Hiccup cerró su bolso con el broche de seguridad y extendió la mano, ofreciéndomela. -¿vamos?

Sostuve su mano con la mía, entrelazando nuestros dedos para darle mayor seguridad. –no quiero que te pierdas mocoso

-pero no estaba perdido.

-shhhhhhhhh....- Hiccup se rindió, solo me apretó la mano mientras sonreía. Parece que por esta vez me dejaría ser su súper héroe.

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tataaaaaaan capitulo saliendo como pan caliente C: he sido responsable con mis fics estoy orgullosa.

gracias por leer no te olvides de comentar si te gustó, si lo odiaste (no please TwT) o si tienes alguna recomendación, cualquier cosa saben que amo leer todo lo que escriben.

por cada estrellita que le des, jack le dará un besito a hiccup. promueve el amor con tu voto C:

bye byeeee <3