Solo vine a ver si estabas bien
La semana en el campamento se nos pasó volando, y tan pronto como desempacamos nuestras cosas, ya las estábamos volviendo a guardar para volver a casa. El regreso no estuvo mal, todo el mundo estaba cansado y ansioso de darse una buena ducha y comer algo que no sean malvaviscos y galletas.
Cuando llegamos a la escuela vimos una gran fila de autos esperando en la entrada, a nosotros nos habían ido a buscar Molly y papá. Corrimos hasta ellos a saludarlos, Hic salto a los brazos de Molly. Estaban todos mis compañeros mirándonos, yo no iba a hacer algo así, pero mi nana y yo teníamos nuestro lenguaje secreto de señas y gestos, no necesitaba decírselo, ella sabía lo mucho que la había extrañado.
-¿cómo les fue niños?
-fue genial-. Dijo el castaño echándome una mirada por el rabillo del ojo
-el mejor campamento de mi vida-. Lo secundé, ambos nos echamos a reír.
-vamos a casa-. Dijo papá. –tenemos mucho que hablar.
Nos subimos al auto y partimos a casa, solo habían sido siete días pero me parecía una eternidad, extrañaba las duchas calientes, los asquerosos vegetales de Molly y la privacidad me mi habitación, o más bien dicho... de nuestra habitación.
El almuerzo había quedado listo antes de que salieran de casa, Hiccup y yo nos sentamos a la mesa mientras papá bajaba nuestras maletas del auto y un par de cosas que llevábamos sueltas, ya que por más que tratáramos ni Hiccup ni yo habíamos podido volver a meter en su lugar todas las cosas que Molly había guardado en esas pequeñísimas maletas. Siempre he pensado que mi nana era una bruja y cosas como esta me hacían reafirmar mi opinión.
-¿les paso algo interesante este año?-. De nuevo nuestras miradas se juntaron, se buscaban una a la otra como si se necesitasen mutuamente para existir. Les contamos lo que había pasado, omitiendo la parte del beso y todo eso. Molly casi se desmayo cuando escuchó la parte en que nos perdimos en la montaña.
-todo suena increíble chicos-. Papá había dejado los cubiertos en la mesa para entrelazar las manos frente a su rostro. –yo también tengo algo interesante que contarles-. Se había puesto muy serio, haciendo que todos en la mesa lo imitáramos. Sentí la mano de mi hermano buscando la mía debajo del mantel, le di un apretón haciéndole saber que no pasaba nada.
-me ofrecieron un nuevo trabajo en nueva york. La paga es mucho mejor y tendré mas beneficios para mis investigaciones.
-pero... nueva york está muy lejos-. Le dije
-lo se Jack... por eso nos vamos a mudar hacia allá-. El silencio reinaba en el comedor, ya ni siquiera se escuchaba el ruido de los cubiertos chocando con el plato. Habíamos dejado de comer para pasar a mirarnos los unos a los otros. –terminaran este año en la escuela y nos iremos en el verano.
-pero y mis amigos... no los volveré a ver
-claro que si Jack, también vas a hacer nuevos amigos allá
-no lo sé...-. El castaño no había dicho una palabra, solo permanecía a mi lado con la cabeza gacha, pensativo. –Molly di algo! A puesto a que tu tampoco quieres irte.
-mi niño... yo no puedo ir con ustedes-. Dijo con una sonrisa triste, que más bien parecía una mueca dolorosa. En ese momento algo en mi se quebró, sentía en todo el cuerpo el movimiento de mi corazón. Apreté más fuerte la mano que sostenía.
-no Molly... ¿estás bromeando cierto?-
-tengo a mi familia aquí en San Francisco, no puedo dejarlos
-¡NOSOTROS SOMOS TU FAMILIA!-. Había dado un golpe con el puño en la mesa, estaba de pie y las lágrimas amenazaban con salirse de mis ojos. –NO PUEDES DEJARNOS!!... no... no puedes
-Jack... cielo, por favor entiende-. No quise escuchar más, sabía que si me quedaba viéndola un minuto más me pondría a llorar. Subí corriendo las escaleras hasta mi cuarto, le di un portazo a la puerta cuando la cerré y me tiré a la cama de abajo, ni siquiera tenía ganas de escalar para ir a la mía.
Pasaron un par de minutos o eso creo, cuando escuché golpes en la puerta
-no quiero hablar contigo Molly.
-soy yo, Hiccup-. su voz sonaba amortiguada y débil. No le respondí pero aun así abrió un poco mostrando parte de su cuerpo por una rendija. -¿puedo pasar?
-ya estas adentro-. Me senté abrazando una almohada, el se sentó a mi lado en la cama, muy cerca de mí. –¿vienes a decirme que tengo que entender a Molly?, ¿que debo ser fuerte y cooperar con papá?... ¿que deje de actuar como un mocoso malcriado y...-. Dejé de hablar cuando sentí sus manos en mis mejillas, tan frías comparadas con mis mejillas rojas y ardientes por las lagrimas reprimidas. Luego sus labios en mi frente, bajando por mi nariz para terminar en mi boca, los besos de Hiccup eran tan delicados como una mariposa posándose en las flores.
-solo vine a ver si estabas bien...
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Jack es una adolescente hormonal *0*
jack: no es cierto!! *corre a llorar al baño*
¿les gustó el cap? espero que siiiii, no se olviden de dejarme su comentario (no tienen idea de lo mucho que me encanta leerlos!). pasando a otro tema... con la pregunta pasada me di cuenta de que la mayria somos unos adictos al dulce <3, la pregunta de este cap es...
¿invierno o verano? ¿cual prefieren? Si han leido alguno de mis mensajes anteriores sabrán que yo prefiero mil veces el verano, porque soy un maldito cubo de hielo :C siempre SIEMPRE estoy fria y en invierno muero u.u.
eso es todo!! no se olviden de responderme en los comentarios yyyyy me dejo de hablar :D los amo
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