Princesa

Toda la feria estaba llena de colores brillantes, ruidos por todas partes y la mezcla del olor a palomitas con algodón de azúcar, eran el escenario perfecto para pasar una tarde junto al castaño. No sé cuál de los dos estaba más emocionado, corríamos de un lado para otro queriendo jugar en todos los puestos, pasando por alto el hecho de que teníamos quince y diez y siete años. Nos estaba yendo bastante bien, eran pasados de las doce y ya había ganado un osito de peluche para Hic disparándole a unos patos de goma.

Nos sentamos a descansar en una banca alejada de todo el movimiento. Habíamos comprado conos de helado gigantes y ahora veíamos el espectáculo que estaba dando una señora muy muy grande porque el encargado de seguridad no la dejaba subirse a la rueda de la fortuna.

-te apuesto diez dólares a que la señora le da un puñetazo al tipo-

-te apuesto veinte a que él se pone a llorar antes de que eso pase-. Lo miré de costado con una sonrisa en los labios. -¿me das de tu helado?

-¡¡noooo!! Tu elegiste el de vainilla Jack, déjame comer el mío en paz

-es que ahora que lo pienso, el de chocolate era mejor

-lástima-. Le dio otra lamida a su helado pasando de mí-.

-eres un ser cruel Hiccup...

-bien...-. Rodó los ojos-. Solo una probada ¿ok?-. Me acercó el cono a la cara, iba a probarlo cuando me di cuenta de que en la comisura de sus labios había quedado parte del chocolate, pidiendo a gritos que alguien lo limpiara. Lo tomé del mentón y pasé el pulgar por la esquina de su boca. Hiccup se había quedado pasmado con los ojos muy abiertos y atento a cada uno de mis movimientos. No le quité la vista de encima en ningún momento, ni siquiera cuando me llevé el dedo a la boca y probé por fin el helado, nunca antes el chocolate había sabido tan dulce.

-delicioso...-. Me acerqué hasta casi tocar nuestras frentes. –la próxima vez voy a elegir el de chocolate-. Hiccup solo me sonreía, no le había molestado, por el contrario, estaba cada vez más cerca de mí. No podía creerlo ¡¿en serio íbamos a besarnos?! Tantas preguntas dándome vueltas por la cabeza y todo concluiría en eso. El y yo juntos.

De pronto el silencio que se había formado a nuestro alrededor fue interrumpido por un llanto delicado e infantil. Ambos nos giramos para quedar mirando a lo lejos una niñita llorando desconsolada junto a la pileta de agua.

-vengo en seguida-. Le dije a Hiccup cuando me puse de pie, el asintió con la cabeza. Fui trotando hasta la pequeña y me puse en cuclillas a su lado. Llevaba un vestidito amarillo y el cabello castaño y suelto hasta los hombros. Tenía el rostro tapado con las manos así que solo podía ver la punta de su nariz enrojecida por el llanto. –hola preciosa, ¿Por qué tan triste? -. La niña se sobresalto al escucharme y de inmediato levanto el rostro dejando ver unos enormes ojos cafés. –una princesa tan bonita como tú no debería estar llorando

-no... yo no soy una princesa

-claro que si, a mi no me engañas-. Le pues una mano en la cabeza para acariciarle el cabello. –puedo reconocer a una princesa cuando la veo porque yo soy un príncipe-. Sus mejillas estaban rojas y ahora me miraba confundida. -¿quieres contarle al príncipe Jack que pasa?

-es que... mi helado se cayó y... ya se acabaron los de vainilla...-.

-podemos solucionar eso-. Le tendí mi helado, ella abrió la boca sorprendida. –puedes tomar el mío

-g-gracias...-. Entonces le sonreí y me puse de pie, iba a devolverme por donde vine cuando fui detenido por su agarre. -¡J-Jack!

-¿sí?

-¿tú eres... mi príncipe azul?

-sería un honor, pero no puedo hermosa-. Volví a arrodillarme junto a la pequeña, esta vez a su lado. –¿ves a ese chico sentado allá en la banca?-. Estaba apuntando a Hiccup, quien nos miraba con curiosidad y saludaba con la mano. –yo ya tengo a mi princesa

La niña se sonrojo y me miró sonriente. –es un niño muy lindo.

-lo es. Es el mejor-. Ella asintió y me dio un largo abrazo, se fue corriendo con su nuevo helado de vainilla hasta que la perdí de vista. Hiccup no me sacaba la mirada de encima en lo que iba acercándome a él. Una vez estuve a su lado me sonrió grande y mordiéndose el labio inferior. -¿Qué pasa?

-eres increíble Jack...

-lo sé-. Me dejé caer a su lado y apoyé la cabeza en su hombro, tenía los ojos cerrado hasta que sentí algo frio sobre los labios, el castaño que me ofrecía de su cono. No se me en qué momento habíamos entrelazado nuestras manos.

-puedes comer del mío.

-muchas gracias, princesa-


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NECESITABA escribir esto!!!! dioooossss jack es taaaaaan lindo *¬* jeje hoy ando inspirada asi que tal vez escriba otro cap a la noche.

dos preguntas en un dia... se que los molesto pero me vale, esta pregunta es de vital importancia para mi y para ustedes. cuando termine este fic ya tengo otros dos pensados, asi que quiero saber si les gustaria leer el que es mas de comedia ooooo el que es de drama. los dos son de esta hermosa pareja :D

el de comedia/romance me gusta mucho y creo que a ustedes tambien les puede gustar. con el de drama/romance estoy segura de que se van a identificar (por que quien no ha sufrido un poco no?)

si ustedes quieren puedo subir los dos, pero diganme cual les gustaria leer primero. por favor contesten >3< eso es todo BYEEEE <3


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