Estaba sentado en la silla giratoria del escritorio dando vueltas, tenía la teoría de que la fuerza centrifuga sacaría de mi cabeza todo lo que había pasado en la tarde. Papá había subido varias veces a preguntar como estaba. Creo que debo conseguirle un amigo, el pobre no conoce la vida social fuera de su laboratorio. Aun que miren quien lo dice...

Tenía las persianas abajo oscureciendo la habitación entera. Si iba a estar escuchando como esos idiotas y esa arpía rubia se robaba a mi hermano en frente a mis narices... al menos podía evitar verlos. Ya me lo imaginaba perfectamente, su hermosa y perfecta sonrisa que ya no era solo para mí. Me preguntaba una y otra vez ¿por qué ellos eran mejores que yo?

La puerta se abrió a mis espaldas, y cuando me volteé a ver me quedé de una pieza. Hablando del rey de roma. Jack respiraba más rápido y tenía las mejillas rojas seguramente de tanto correr. Al verme levantó la mano para saludarme, yo le respondí con una mueca.

-¿Por qué tan serio Hic?

"ohh...no es nada, solo que el chico que amo acaba de cambiarme por un montón de idiotas que apenas conoce"

-no es... nada Jack-. Me giré en la silla para quedar viendo los cuadernos sobre el escritorio, llevaba mas de una hora garabateando su nombre por todas partes. –estoy cansado de tanto ordenar la casa, eso es todo.

-papá es un explotador ¿no crees?-. Subió a la cama de arriba para luego tirarlos zapatos al aire. Tenía los brazos detrás de la cabeza como almohada y sonreía, se veía muy feliz

-está bien, no podía hacerlo solo-. se acomodó en la cama, yo aun seguía de espaldas porque... bueno así era más fácil, no tendría que verlo a los ojos

-oye Hiccup, estaba pensando que en unos meses vamos a empezar la escuela y... ambos necesitamos más espacio-.

-¿mas... espacio?

-ya sabes, esta casa es más grande que a anterior, ya no es necesario que compartamos el cuarto.

-pero estamos bien así, pensé que te gustaba que durmiéramos juntos-. Le dije a duras penas, se me había formado un nudo en la garganta y dolía. Dolía demasiado.

-y me encanta, pero ambos estamos creciendo. Además si estás aquí no podré invitar a mis otros amigos a quedarse a dormir. Sería muy incomodo y....

-bien-. Dije seco y cortante

-¿bien? ¿en serio?-. Él sonaba tan feliz, quien era yo para ir en contra de esa felicidad. No podía destruir la fantasía de sus nuevos amigos. No cuando lo amaba tanto, tal vez demasiado, llegando al punto de dejarme a un lado solo por asegurar su sonrisa. –¡qué bueno que lo entiendas Hic!

Me puse de pie tan rápido que casi voto la silla. Las lagrimas, ya no podía controlar las malditas lagrimas que corrían por mis mejillas, tenía que salir de ahí cuanto antes. Jack se había sobresaltado, y mientras bajaba corriendo por las escaleras gritaba mi nombre, pero aunque me hubiera gustado ir corriendo hacia el y decirle que era un idiota, no lo haría. Aunque mi mundo se estaba viniendo abajo no dejaría jamás que me viera asi.

Esa noche me quedé dormido llorando oculto en el sótano, muriendo de frio y de impotencia por no ser más que un niño que llora patéticamente por no tener lo que quiere. No tenía sus brazos a mi alrededor ni su respiración en mi nuca. No habíamos dormido juntos ni esa noche ni las que siguieron.

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por favor no me odien por escribir esto! >.< para que vean que soy buena les tengo dos capitulos escritos :D les dejo el otro al tiro

no se olviden de comentaaaaaaaaaar (siiii? si? me dejarian su comentario???) y su estrellita.

los amo! <3