No eres bienvenido

No llegué a casa sino hasta las ocho. Papá seguía trabajando en el laboratorio y probablemente seguiría ahí toda la noche. Estaba muy cansado pero feliz, me la había pasado genial jugando con todos, no podía esperar a que fuera de mañana para salir otra vez,

Al entrar escuché ruido de platos, fui a la cocina a ver qué pasaba y si podía sacar una galleta del frasco. Ahí estaba Hiccup encima de un piso tratando de alcanzar un vaso de la repisa.- estoy en casa

-¿cómo te fue?-. me acerque para tomarlo por la cintura y ayudarlo a subir más alto. –gracias...

-fue muy divertido, estar con ellos es genial

-qué bueno que te la hayas pasado bien-. Sacó de refrigerador la caja de leche y se sirvió. –oye Jack, estaba pensando que tal vez mañana podríamos salir. Escuché que hay una feria cerca

-ohhh... lo siento Hic, ya les dije a los chicos que saldría con ellos mañana.

-bien, ¿entonces pasado mañana?

-también vamos a estar ocupados... toda la semana de hecho. ¿No te importa cierto?

-no, no... estoy feliz por ti y tus nuevos amigos es que...

-genial!! Sabía que ibas a entender-. Le sonreí-. Estoy cansado, voy a dormir primero

-ok... te acompaño en un rato-. y subí las escaleras hasta nuestro cuarto. Estaba quieto, solitario pero muy agradable, me puse el pijama y m tire a la cama pensando en todo lo que había pasado, y en todas las cosas que haría mañana. –creo que nueva york me está gustando...

***Hiccup***

Jack estaba actuando tan raro conmigo, el nunca se iba a dormir sin darme un beso de buenas noches, pero esta vez... solo se fue por las escaleras sin darse cuenta de que yo seguía ahí. Esperando, siempre esperando por él.

La mañana siguiente fue aun peor. Se había despertado primero, no sabía porque tenía tanto frio, había perdido la costumbre de estar solo al despertar. Esa mañana no nos quedamos abrazados entre las sabanas, tampoco pude dibujar círculos con mi dedo en su pecho ni lo había visto con el cabello revuelto y los ojos apenas abiertos. Ahora solo estaba el frio espacio vacío y una horrible sensación en el estomago. Me vestí para bajar a tomar desayuno con unos shorts, una polera y la sudadera de Jack, a él nunca le importaba que tomara su ropa después de todo.

Papá estaba en la cocina preparando unos huevos revueltos. Me paré de puntillas a su lado para ver mejor. –eso se ve delicioso.

-gracias Hic, al menos uno de mis hijos aprecia mi comida...

-¿Dónde está Jack?

-acaba de salir a jugar con los vecinos, no lleva ni una semana aquí y ya conoce a medio mundo.

-así es Jack, supongo-. Me senté en la mesa de la cocina con la cabeza apoyada entre las manos y la vista perdida en el vapor de la taza de café a un lado. Papá termino de poner la mesa y se sentó, dándome una taza de leche y pan tostado. –¿Qué experimento nos toca?

-de hecho, vamos a dejar el laboratorio por hoy. Tenemos muchas cosas que hacer en la casa.-. tomo un sorbo de la oscura bebida. –¿cómo se te da limpiar?

Yo me encogí de hombros divertido. –puedo hacer el esfuerzo.

Y en eso consistió nuestra mañana y parte de la tarde, si bien la casa era enorme y muy bonita necesitaba trabajo, mucho trabajo. Si Molly estuviera aquí ya la tendría impecable, pero papá y yo nos valíamos a duras penas animándonos entre nosotros. Éramos un desastre...

A eso de las dos y media nos dimos un descanso, ambos preparamos el almuerzo y no quiero presumir pero nos había quedado bastante bien. –ve a buscar a tu hermano hic, debe estar en el parque.

Me saqué el delantal fui hasta la entrada. Papá tenía razón, Jack estaba sentado a la sombra de un árbol, rodeado de otros chicos, algunos se golpeaban, otros se reían. Por suerte el peliblanco era de estos últimos. Nunca entenderé porque a algunas personas les divierte hacerse daño... -¡Jaaaaaaaack!-. lo llamé desde la puerta, pero no hizo caso. Estaba muy lejos como para escucharme y el ruido de los autos y las bocinas no ayudaban en nada. Crucé la calle trotando para llegar a su lado. una vez ahí todos en el grupo se detuvieron a mirarme, algunos con curiosidad y otros molestos, entre ellos una chica rubia me veía como si fuera un insecto.

-Hiccup... ¿Qué haces aquí?-. Jack estaba avergonzado, se había puesto de pie tomándome del brazo para alejarme del resto de los chicos.

-el almuerzo ya está listo...

-ahora estoy ocupado, iré después-

-¿Quién es Jack?-. Dijo uno de los chicos más altos de ahí

-no es nadie... el ya se iba ¿cierto Hiccup?-. quería contestarle, gritarle en la cara que era un idiota o cualquier cosa, ¿pero cómo podría hacerlo? Era Jack... solo atiné a morderme el labio y apretar los puños.

-sí, mejor vete idiota, no queremos estar cerca de tontos como tú-

-¿Qué te pasa? ¿Te comió la lengua el gato?-. dijo la chica rubia de coletas, sin quitarme de encima sus ojos tan fríos. Todos teníamos un lugar en el mundo, Jack había encontrado el suyo y no cabía duda de que en el no era bienvenido.

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ya era tiempo de que hablara nuestro vikingo favorito. Jack es un maldito bastardo, lo sé lo sé. pero ya haremos que sufra. He estado muy aplicada con el fic ^w^ me he portado bien ¿no creen?

jack: ¿puedo decir algo?

yo: no jack >:C estas en nuestra lista negra

dejame tu comentario para saber si te gustó!!! (¿si? siiiiiii?) y tu estrellita, sus votos son mi sueldo (no es cierto, ojalá e pagaran :C) jeje -w- bueno eso. los quiero demasiado. byeeee <3


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