Epílogo
No había pasado ni una semana del robo en la escuela cuando los oficiales de policía encontraron evidencia dentro de una de las salas de clases. Uno de los tipos de la pandilla de Tony había sido tan idiota como para dejar caer su celular antes de salir huyendo del lugar. Luego de la investigación se descubrió su paradero, los había estado buscando desde hace mucho tiempo y por fin habían logrado ponerlos tras las rejas. No pudimos salvarnos del juicio y por supuesto tuvimos que testificar contra los estudiantes que habían ayudado a que el robo se llevara a cabo. Los muchachos, Hiccup y yo tuvimos que cumplir un par de semanas de detención en la escuela, pero nada grave, todos estábamos aliviados de que el asunto un hubiera pasado a mayores... no podíamos decir lo mismo de Liz, ella no había corrido con la misma suerte.
Fue internada en un reformatorio para chicas donde pasaría una temporada lejos que cualquier "tentación criminal",
En comparación a lo que habíamos pasado, el resto del año fue bastante tranquilo. Todos en la escuela se enteraron de mi relación con Hiccup, pero por extraño que parezca, nadie parecía sorprendido o extrañado. Ahora sin Liz rondando por todas partes el ambiente era menos intimidante y me di cuenta, de que mis amigos no eran tan idiotas como creía. Habían aceptado a Hiccup como uno más e incluso diría que lo querían más que a mí. Todo era como se suponía que debía ser.
Ese fue mi último año en la preparatoria, y con la llegada del 2000, también vino mi entrada a la universidad. Había estado estudiando mucho y luego de dar los exámenes resultó que podía postular a la universidad que quería.
-Hic... no quiero ir a Florida... ¿no podemos traer la universidad hasta Nueva York?
-sabes que no se puede... pensé que te gustaba Florida
-me gusta, pero te echaré de menos
-vamos a estar a un par de horas de viaje, además podemos hablar por correo. –cada vez que salía el tema en la conversación terminaba haciendo pucheros y enojándome. No quería dejar a Hiccup, de haber sido por mi hubiera buscado otra opción en Nueva York, pero el jamás me dejaría desaprovechar la oportunidad de estudiar ahí, sobre todo cuando me había esforzado tanto en conseguirla.
Cuando estuvieron todos los papeles listos y mis cosas empacadas en las maletas, subí al primer avión del día con destino a Florida. Hiccup y yo habíamos tenido una gran noche como despedida, no iba a verlo en mucho tiempo y tenía que asegurarme de que me extrañara.
Llegar hasta a jodida universidad había sido una odisea, si no eres un extranjero con mucho dinero para despilfarrar, ningún taxista te toma en cuenta. Tuve que tomar un auto bus hasta la sede que me correspondía y que sería mi hogar durante el próximo año.
A penas eran las doce y ya estaba cansado, hambriento y con una horrible sensación en el estomago, no tenía ganas de hablar con mi nuevo compañero de habitación. No me molesté en tocar la puerta, más bien la empujé con el hombro mientras llevaba a rastras mis maletas. De todas las cosas desconcertantes que me habían pasado en la vida... lo que vi en ese momento se llevaba el premio mayor.
-por fin llegas, Jack. Ya me estaba aburriendo de esperarte. –ahí estaba Hiccup, con los brazos apoyados en el escritorio y su hermosa sonrisa pintada en los labios, radiante bajo la luz que entraba por la ventana
-¿Qué estás haciendo aquí? –dejé todo tirado y fui hasta el, aun confundido lo abracé
-dijiste que no querías dejarme, así que vine a estudiar aquí.
-pero apenas tienes dieciséis,
-al decano le gustaron mis investigaciones, me propuso entrar aquí hace mucho tiempo. –tomó mi rostro entre sus manos. –no vas a librarte de mí en un tiempo.
-es increíble...
-¿no creías que te iba a dejar solo con un montón de chicas universitarias o sí?
-entonces parece que volvemos a ser compañeros de camarote
-no podía ser de otra forma. –entonces miré por la ventana, la mañana pintaba mucho más prometedora de lo que había comenzado, sentí el agarre de la mano de Hiccup sobre la mía y luego su voz muy despacio. -¿No te molesta?
-¿molestarme? –lo tomé por la cintura pegándolo a mi cuerpo para levantarlo y tirarlo a la cama, se había sobre saltado y ahora me miraba con sus ojos expectantes y el labio inferior aprisionado entre los dientes. Una vez estuve sobre su cuerpo, le sonreí sin quitarle la mirada de encima. –no podría ser más perfecto.
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Aqui termina esta historia C: si la disfrutaron yo me doy por satisfecha para siempre jamás, que pasaran un buen rato era todo lo que me motivaba a escribir. no se como agradecerles a todos los que leyeron, votaron, comentaron... no tienen idea de lo feliz que me hicieron. (y que me harán, porque pienso seguir ecsribiendo... jeje no se van a librar de mi tan fácilmente)
No me gustan las despedidas... me gustaria darle un abrazo y un beso gigante a cada uno de ustedes!! >3<
jack: adiooooooossss >3< gracias gracias graciassssss por todo (aunque quisieron matarme en algún momento... no hay rencor -w-)
nos vemos en mi próximo fic C: BYE!! <3
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