Mi corazón palpitaba tan fuerte que casi sentía que se me saldría del pecho, ya sea por la corrida hasta el baño o haber encontrado a mi hermano a mi lado al despertar, algo así no podía ser normal. Me di unas palmadas en la cara frente al lavado y comencé a cepillarme los dientes. En el espejo estaba mi rostro sonrojado y mi cabello revuelto dándome los buenos días, aun era temprano y yo ya estaba en pie, todo por culpa de Hiccup, de no haberme asustado podría seguir durmiendo.

Una vez estuve limpio, Salí del baño sin hacer ruido tratando de pasar desapercibido. El aroma del café en la cocina inundaba la casa y mi estomago reclamaba por algo de comida. Llegué hasta mi dormitorio y por suerte no había nadie ahí. Seguramente el mocoso estaría abajo desayunando con papá y Molly. Me puse los pantalones y mi camiseta de Batman para bajar a desayunar.

Con sigilo avancé por la escalera de puntillas, cuidando de no hacer rechinar los escalones con mi peso, pero... ¿Qué se supone que estoy haciendo? Esta es MI casa y no voy a esconderme, mucho menos de un renacuajo como Hiccup.

Ya con un drástico cambio de actitud, avancé dando zancadas hasta tomar mi lugar en la mesa del comedor. Fui recibido por los tres pares de ojos posándose sobre mí. Me limité a decirles "buenos días" en voz alta para comenzar a beber el vaso de leche ya servido.

-parece que te levantaste con el pie izquierdo-. Dijo Molly

-tuve un mal despertar-. Le respondí y luego incliné el vaso sin quitar el ceño fruncido que iba dirigido sin ningún disimulo hasta el castaño sentado frente a mí. Este al darse cuenta de que lo estaba mirando solo me sonrió, ¿Qué pasa con esa actitud de "amo a todo el mundo"?, es irritante. Dejé a un lado la leche y el mocoso comenzó a reírse de repente.

"¿Ahora que diablos le pasaba?" pensé, cuando sentí algo húmedo sobre mis labios. Tenía un bigote de leche...genial, si alguna vez quise parecer rudo, mis intentos habían fracasado.

-Hiccup-. Papá le habló mientras yo aprovechaba de limpiarme la cara. –el lunes empezaremos con el trabajo de laboratorio, por hoy puedes jugar junto a Jack todo lo que quieras.

-¡me encantaría!-. Dio un saltito en su puesto

-¿y yo qué culpa tengo?

-no digas eso hijo, seguramente se divertirán mucho. El día está muy lindo afuera, podrían jugar futbol-. Papá me sonreía. Eso podia sonar como una petición, pero en el fondo yo sabía que aquello era una orden y si no cumplía a pies juntillas con lo que decía iba a pagar las consecuencias.

-bueno, supongo que no puede ser tan malo.

Luego de terminar el desayuno y haber arreglado la habitación bajamos al patio trasero, era mi parte favorita de toda la casa incluso más que el sótano donde papá tenía su laboratorio personal. Teníamos un enorme roble en una de las esquinas junto a muchos arbustos y las flores de Molly, tenía suficiente espacio para jugar un partido.

-bien enano, ¿sabes jugar futbol?-. Afirmaba el balón con una de las manos mientras apoyaba en la cadera la otra,

-¡sí! Bueno... algo así

-¿sabes o no?

-una vez leí un libro que explicaba las reglas del juego, pero nunca he jugado.

-¿Qué acaso los genios no se divierten?-. Él se sonrojó desviando la mirada hacia el pasto. –bueno, empecemos con algo simple. Vas a patearla hacia mí y trataré de atraparla, ¿estás listo?-. Deje la pelota cerca de sus pies y me puse a unos metros de él.

-si-.Hiccup tomo impulso y pateo el balón hacia mi... o al menos eso intento, porque además de ser totalmente descoordinado, el mocoso no tenía nada de fuerza en las piernas... y creo que tampoco en ninguna parte del cuerpo. No sé cómo, pero la pelota termino entre sus piernas haciéndolo caer en la hierba. –auch...

Suspiré cansado y negué con la cabeza, el chico era torpe como un pato. Pero no podía dejar las cosas así, tenía que mantenerlo ocupado durante el día o papá se enojaría. Pensaba en qué hacer con el chiquillo cuando recordé el árbol. Sería mi salvación para pasar mi tarde tranquilo lejos de él. –hey hic, ya me aburrió el futbol, juguemos a trepar el árbol

-claro-. Se paro del suelo sacudiéndose la ropa y a empujoncitos lo guié hasta la base del roble. –solo haz lo mismo que yo, no es difícil-. Comencé a subir por la corteza seguido del castaño quien iba tambaleándose seguramente asustado por la altura en la que estábamos.

-Jack... ¿podremos bajar después?

-yo si puedo, no se tú-. Le dije cuando estuvimos en una de las ramas más altas. –esa es la gracia del juego, descubre como bajar de aquí tu solo Hic.

Rápidamente salté por las ramas hasta llegar al piso, podía escucharlo gritar mi nombre y que estaba asustado, ¿pero qué mas da? No quería a un bebé llorón detrás de mi todo el día

-búscame cuando bajes Hic

-¡Jack, esto no es divertido, quiero bajar!... ¡Jack! ¡JAAAAAAACK!

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hola C: criaturillas, he estado leyendo sus comentarios que son mi motivación para escribir. hacerlas felices es mi trabajo <3 muchisimas gracias por todo su apoyo.

y si... jack es muy infeliz en este capítulo, pero supongo que ya se le pasará :C pobre chiquillo, esta en la edad.

jack: no le crean :(( no soy tan mala persona.

las quiero con todo mi corazon de fujoshi <3