Así son las cosas
Hiccup se había reído de mi por llevarla bajo el brazo en todo momento, pero yo sabía que una pelota de futbol siempre era necesaria hasta cuando se hacia un viaje a la otra punta del país. Fui a buscarla al auto para jugar un rato y si tenía suerte enseñarle a Hiccup un poco más. Íbamos progresando, ya casi no se caía cuando avanzaba hacia la portera.
El jugaría de arquero en medio de dos árboles. Estaba medio agachado con los brazos abiertos y listo para atrapar la pelota, le había enseñado la mejor posición para recibir el tiro pero en él seguía viéndose algo ridículo. Parecía más un patito bailando.
-¡dame tu mejor golpe Jack!
-solo trata de no caerte...-. Dejé la pelota en el suelo frente a mí, tomé impulso y pateé no muy fuerte hacia los arboles. Como había imaginado Hiccup no la atrapó, ni se cerca estuvo pero al menos seguía de pie y sin ningún golpe.
-oops...-. La pelota había caído detrás de unos arbustos casi al final del parque. –voy por ella.
-no, está bien hic, déjame a mi-. Fui trotando hasta el lugar, la pelota había quedado metida entre las ramas, estaba arrodillado con el brazo metido hasta el fondo, alcanzaba a tocarla con la punta de los dedos. Ya casi la tenía cuando me percaté de un par de zapatos rosados junto mi. Levante la vista poco a poco para encontrarme con una niña rubia y con ojos celestes muy claros. Llevaba un vestido rosa también y se retorcía la punta del cabello con el dedo.
-hola, me llamo Liz-. Me sonrió.
-soy Jack-. le correspondí el gesto, para ese entonces ya tenía la pelota entre mis manos, me puse de pie y me sacudí un poco la ropa. Ella era alta, tan alta como yo, pero la suya era más bien una altura de carácter que intimidaba un poco.
-no te había visto por aquí Jack-.
-mi familia acaba de llegar, esa es nuestra nueva casa-. Le apunté con el dedo y ella asintió
-entonces te voy a ver muy seguido Jack-. Tomo mi mano entre las suyas, era muy extraño, las niñas en san francisco nunca hacían cosas como esas. -¿Por qué no vienes a jugar conmigo y mis amigos? Estamos en el patio de mi casa.
¡Grandioso! Nuestro primer día aquí y ya teníamos una amiga
-suena genial, deja que vaya a buscar a mi hermano y vamos-.
-espera Jack, solo te invité a ti
-¿a qué te refieres?
-ya vi como es tu hermano y no nos gusta juntarnos con personas como él
-¿Cómo... él?-. Me había soltado de su agarre. -¿Qué tiene de malo Hiccup?
-no es lindo como tú, se nota que es un nerd y además es menor, no queremos estar cuidando a un bebé
-no lo entiendo-. Tenia es ceño fruncido y apretaba la pelota clavándole los dedos. –ustedes no lo conocen, ¿Cómo pueden hablar así de él?
--así son las cosas Jack-. Liz se cruzo de brazos y dio media vuelta empezando a caminar. –Si quieres tener amigos aquí en nueva york será mejor que te vayas alejando del bebé de tu hermano-. Me quedé parado en el lugar con la cabeza gacha y el ceño aun fruncido, ¿Cómo se atrevía ella a hablar así de Hiccup? es que no tenía sentido, el pecoso era el chico mas adorable, divertido y valiente que había conocido, ¿Por qué no querrían conocerlo?
Aunque... ella no se veía tan mal, y sus amigos deben ser geniales también... ¿pero que estoy diciendo?
Caminé desanimado hasta el lugar en el que había dejado a mi hermano, seguía ahí, acariciando a un perro tirado de espalda en la tierra. –ya llegué.
-¿Por qué tardaste tanto?-
-no podía encontrarla pelota-. Por suerte para mí me creyó, o al menos no le importó la mentira porque no siguió preguntando. –oye hic esto cansado, mejor vayamos a casa.
-bien-. se puso de pie y corrió hasta mi lado. Le desordené el cabello y dejé un beso en sus labios
La casa era aun más linda por dentro que por fuera, no podía compararse a nuestra casa en san francisco. Todo parecía como sacado de una película. La empresa para la que trabajaba papá la había comprado con algunos muebles incluidos, solo habíamos traído con nosotros nuestras comas y algunas cajoneras para sentirnos un poco más en casa. Era la hora del almuerzo y la falta de Molly se notaba demasiado. Almorzamos los sándwiches que compramos en el negocio de la esquina mientras mirábamos la televisión.
Papá estaba feliz, Hiccup estaba feliz, yo no tenía ninguna razón para no estarlo. Todo habría sido perfecto si me hubiese podido sacar de la cabeza las palabras de Liz.
"si quieres tener amigos aquí en nueva york será mejor que te vayas alejando del bebé de tu hermano".
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la razon de que las niñas de los arbustos sean personajes inventados es que no quiero que odien aun mas a personajes como astrid o elsa. (te amo elsa) ¿que les pareció el capítulo?
empecé a escribir emmm algo asi como un blog... si digamos que es eso. pueden pasarse por ahi si quieren conocer un pocquito mas a esta fujoshi soñadora C: C: C:
muchas gracias por leeeeeeeer, dejenme su comentario (recuerden que amo leerlos) y su voto >3< byeeeee
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