Para el casi algo del año pasado...

Lo admitiré. Quien tomó el primer papel de felino fui yo qué, como gato curioso, tomó las riendas y se ahondó a explorar en tu territorio hasta entonces, desconocido para mi.

Fue curiosidad. Interés. Por saber que tal estabas y qué era de ti desde tiempo de no hablarnos, incluso de las pocas veces que habíamos hablado.

Me sorprendió que te interesaste también en mi a pesar de no ser tan cercanos entonces. Fue reciprocidad y me sentí muy feliz. Por ello, aprecié mucho cada charla, cada intención pequeña.

Aunque cierta situación inusitada se hizo presente (yo sé que quiero decir aquí, tan solo me asusta hacerlo explícito y que se manifieste)... Aún así mantuviste tu cercanía en mi círculo.

Sé que te gustan los gatos, de hecho, eres bastante similar a uno. Uno que es de pocas palabras pero es un alma libre y de mente abierta supongo. Es una buena cualidad tuya que me supo impresionar. Y así se mantuvo hasta el evento fortuito. Vernos cara a cara, frente a frente.

En ese entonces me encontré con esa situación que me dió una corazonada de que algo pasaría luego, y así pasó, tu alejamiento.

Eso, me confundió muchísimo. ¿Dije o hice algo mal? No te imaginas cuántas veces pasó por mi mente esa pregunta. Es que si me pongo a pensarlo, fue un rato agradable. Lo que duró ese viaje fueron sonrisas y risas armoniosas y a su vez un gesto que tuviste para conmigo. Y luego desapareciste sin precio aviso.

¿Qué te pasó entonces? Aún no puedo entenderlo.

Así te mantuviste hasta este año que volviste por mi vecindario, ¿Buscando qué? ¿Con qué propósito? No llegó a nada lejos pero, todo lo hablado y su tonalidad, existió y allí se quedó.

O al menos así lo sentí.

Sin embargo, creo que es tarde para pensar que podrías siquiera, verme o pensar en mi otra vez como aquella vez. Creo que quedará como un recuerdo de una primera vez de algo que jamás saltó desde la nube de ilusiones. Y lamentablemente también, debo dejar pasar el viento y que se lleve consigo estos recuerdos.

☄️✨