Ahora que mi mente se siente realizada, es cuando evoca todos esos momentos y los trae a colación. Aquello que me parecía inaudito de recordar, en estos instantes son insignificantes situaciones que llenaron de distintas emociones a mi mente.

No sé qué tan malo es seguir pensando en ellos, pero en los agradables más próximos a esta línea temporal, apareces ahí. Siempre estás ahí. 

¿Me recuerdas alguna vez? ¿Sueles tener algún indicio de mi nombre entre todos los pensamientos? No te voy a mentir, en mi caso es ambiguo ya que no suelo tener tu nombre entre el papeleo desorganizado que es mi mente, pero, si asocio algo, tiendo a recordarte. 

Es triste pensar en el hecho de que sólo somos una parte de un tiempo transcurrido y que dejamos de cobrar relevancia una vez todo ha terminado. Miro aquellos que tienen éxito en estas cuestiones, los envidio. Luego, se me pasa y vuelvo al círculo de mi vida.

Verte aparecer esporádicamente me evoca todos esos momentos y los trae a colación, solo recuerdo las cosas buenas para poder seguir adelante en los pendientes de mi vida, ya que las situaciones de negatividad en mi mente, duraron mucho más que esas ocasiones que me han dado felicidad.

Una banal y efímera felicidad.