Décimo Séptima Semana De Gestación

1



El viento era el único que podía hacer que las ramas de los arboles no se mantuviesen estables en su sitio, y al igual que aquellas ramas danzaban conforme el viento pasaba por ellas para moverlas, los cabellos del chico sentado en el césped lo hacían de igual forma, Hoseok no dejaba de pensar en lo que había visto hace pocos días, por más que quería borrar aquel recuerdo le era imposible, pero su cerebro parecía querer torturarlo una y otra vez con esa secuencia de imágenes.

El como Taehyung en un impulso había acorralado a Yoongi, recordó su impulso de querer proteger al omega, en verdad quería hacerlo, pero sus pasos se detuvieron al observar como los labios de Yoongi eran aprisionados por los de Taehyung, en un beso, se quedó parado, como si sus pies no quisieran responder a sus acciones, estático, como cualquier estatua situada en un parque nacional, y apenas y podía darse cuenta de que estaba reteniendo el aire.

No había sido una escena tan fuerte, pero de verdad le había dejado sorprendido, aquel omega está en cinta, lo sabe, pero a pesar de ello no le importo llevar a cabo un pequeño cortejo para poder estar con él, Yoongi es especial, sabe de los rumores, sabe que él es un omega con carácter fuerte y que no se deja tan fácilmente por los alfas, aunque también le había sorprendido el hecho de escuchar que ahora estaba esperando un hijo, eso si que había sido una sorpresa en su momento, pero ahora aquella escena se había convertido en una de las más impactantes que había visto en toda su vida.

Hoseok sabe que Taehyung se encontraba molesto con él debido a que se había arrepentido por completo de haber realizado aquel dibujo, pero no pensó que inclusive estuviera enamorado de Yoongi.

- Todo esto es una mierda -menciono para después dejarse caer de espaldas sobre el césped, cerro los ojos despacio, bajo la atenta mirada del cielo azul, y soltó el aire que estaba reteniendo, demasiados pensamientos para un sólo día, tiene que relajarse, y dejar de pensar en lo acontecido.


2



Dejo de prestar atención a la película que estaba viendo, ni siquiera podía recordar el título del filme, tal vez tenía que dejar de pensar en todo lo que estaba pasandole, llevo sus manos hacía su vientre que apenas y lograba resaltar, parecía que había tenido una buena comida, rodó los ojos, sigue pensando que la posibilidad de sentirse tan emocional es debido a las hormonas alborotadas, pero definitivamente no sabía lo que le pasaba, tal vez ni siquiera de las hormonas se trataba.

Antes de que pudieses tomar el control remoto del televisor para disponerse a apagarlo, pudo escuchar el timbre de la casa sonar, alguien le estaba buscando, inhalo profundamente mientras cerraba los ojos, tranquilizando a su pobre corazón que había comenzado a latir rápido, debe tranquilizarse, no podía ser alguno de esos tontos alfas, no, ellos no serían capaces de molestarle en ese instante, aunque lo duda mucho, conociendo a Jungkook, sería capaz de traerle los apuntes de las clases de ese día, pues había decidido faltar debido a que no sabía como demonios escapar de esos tres alfas, primero Jimin, luego Jungkook y ahora Taehyung, ¿quién más sería? 

Se incorporo perezosamente apagando el televisor y tirando el control sobre el sofá, para después dirigirse hacía la puerta, rezaba a lo que fuese que estuviera escuchándolo para que le diese la oportunidad de no poder ver a esos tres, o siquiera a cualquier otro alfa, no se sentía para nada de humor, no ahora, no para soportar excusas o explicaciones de sus acciones, nada, no quería nada.

Cuando posiciono su mano en el pomo de la puerta, y la abrió, sus facciones pudieron relajarse un poco, detrás de la puerta se encontraba Lee Minah, aquella chica a la que entregaría al bebé después de que esté naciera.

La chica esta vez tenía el cabello suelto, dejando ver su cabello levemente rizado haciendo que su rostro con aquella amable sonrisa resaltase.

- ¡Yoongi! -saludo ella-. Espero no estar interrumpiéndote en algo.

- No, descuida, Minah -sonrió hacía la omega-, ¿qué te trae por aquí?

- No te mentiré -mostró su celular-, acabo de llamar a tu madre, y le pregunte si te encontrabas en casa, lo que me sorprendió bastante, ¿no se supone que estudias en la universidad?

Bien, lo había pillado, pero no era algo que pudiera negar de todas formas, él estudia, pero ahora esta escapando un poco, sabe que ahora se vienen los exámenes, así que tendría que estudiar un poco más para poder pasarlos, nada del otro mundo, y de todas formas se sentía nervioso al respecto.

- Estudio -asintió Yoongi-, pero por el momento... sólo quise darme un descanso.

- ¿Está todo bien? -Minah puede leer los rostros de las personas, y sabe que Yoongi no se encuentra de maravilla, hace unas semanas se veía radiante, inclusive podía decir que podía encontrarlo muy alegre al respecto con todo lo que estaba aconteciendo, Yoongi es una persona expresiva, Minah puede leerlo fácilmente por el momento, pero ahora la expresión un tanto seria que mantenía aquel omega, le indicaba que no todo se encontraba tan perfecto como debería de estarlo.

- Sí, bueno -mostró una leve mueca-, no todo está tan bien como me gustaría -soltó un resoplido-, ¿gustas pasar? Perdona que no te lo haya dicho.

- No, no de hecho -la chica sonrió hacía Yoongi-, ¿quieres venir a comer algo conmigo? Mi esposo salio de viaje en esta semana, y he terminado de limpiar la casa desde ayer, y no sé que hacer -soltó una suave risa, aquel gesto hizo que Yoongi sonriera apenas-, así que me dije: Minah, deberías ir a invitar a ese omega a que te haga compañía por un rato -miro a Yoongi sin dejar de sonreír-. No sé si quieras, no te obligaré.

- ¡Vamos! -se animo Yoongi, de todas formas no tenía a nadie que quisiera ir a buscarle en ese momento.


3



Comer comidas picantes no se trataba de una buena opción en ese momento, y mucho menos para Yoongi, las agruras estarían muy próximas, y era mejor evitarlas a toda costa antes de tiempo, Yoongi había pedido algo sencillo, un poco de carne y arroz además de vegetales al vapor, mientras que Minah se había dedicado a pedir una ensalada con pollo al por mayor y una bebida carbonatada.

- No te imaginas lo que es estar tan sola en casa -menciono Minah para después llevar otro bocado a su boca-, mi esposo viaja mucho, fue un milagro que inclusive estuviera en casa para realizar aquella reunión entre todos.

- Es comprensible -menciono Yoongi-, pero al menos puedes decir que estás con él, es tu compañía a distancia -la chica soltó una suave risa por el comentario de Yoongi.

Dejo los palillos a un lado de su plato para después darle un sorbo a su refresco, y mirar a Yoongi, quien masticaba despacio un trozo pequeño de carne.

- Yoongi -el mencionado la miro-, sé que no nos conocemos del todo y esas cosas -hizo un ademán con la mano-, pero me gustaría saber qué fue lo que paso para que hiciera que inclusive no fueras a la universidad.

Para Yoongi no se trataba de un tema tan delicado, después de todo había sido un problema pequeño, ni siquiera sabía si podía considerarlo como un problema en sí, todo había sucedido en tan poco tiempo que inclusive él estaba sorprendido de todo lo que le estaba sucediendo, trago el bocado para después relamerse los labios, ese restaurante si que tiene buena comida.

- Es algo... extraño -Yoongi dijo aquello mientras se distraía con los vegetales al vapor en su plato-, no me molestaría decírtelo -se encogió de hombros-, después de todo creo que necesito decírselo a alguien.

Hubo una pequeña pausa, el sonido de los cubiertos golpeando los platos, además de las otras conversaciones de los comensales a su alrededor, hizo que aquella pausa no se sintiera tan dramática.

- No sé por dónde empezar -soltó un resoplido, casi como una risa, burlándose de él mismo por ni siquiera saber el momento perfecto para comenzar a relatar todo lo que estaba pasandole.

- Pues -Minah le regalo una sonrisa sin dientes-, puedes comenzar desde que todo se volvió una locura para ti.

Una locura...

- Antes de entrar a la universidad, me había quedado con un sobrenombre, el rechaza alfas -soltó una risa-, mi madre decía que ese era el mejor de los sobrenombres que me pudieron haber dado, me lo había ganado con honores -la chica permanecía atenta a las palabras de Yoongi-, cuando salí del bachillerato y entre a la universidad, pocos sabían de aquello, pero no tardaron mucho en volver a considerarme eso, un rechaza alfas. Los alfas no son discretos a la hora de sus coqueteos, y eso lo tuve más que claro cuando uno se me insinuó, Park Jimin, es lindo pero -negó lentamente-, no necesitaba de ese tipo de coqueteos, termine dándole una patada en los testículos.

Minah no pudo evitar reírse al igual que Yoongi al escuchar aquella pequeña anécdota, cuando las risas disminuyeron, entonces Yoongi se aclaro la garganta para poder continuar.

- Después de eso, conocí a Jeon Jungkook, le ayude, ese chico siempre decían que se metía en problemas, pero cuando le conocí pude ver que todos esos rumores tan exagerados, resultaron ser más que falsos, él y yo nos hicimos amigos, unos muy inseparables...

Y así siguió, Yoongi le fue diciendo todo lo que había ocurrido en todas las semanas anteriores, diciéndole el como cada uno de los alfas que habían aparecido en su vida tan repentinamente le hacían a veces sacarlo de su propio juicio, hablo de como Seokjin se había decidido a cocinar el menú perfecto para que llevase una dieta saludable durante su embarazo, hablo de como Hoseok, un alfa del cual desconocía casi todo hecho, le hacía cargar una iguana que para él resultaba muy extraña y algo simpática. Hablo de la doble declaración que tuvo por parte de Jimin y Jungkook, y su platica culmino con el relato del beso tan repentino que le había dado Taehyung.

Para Yoongi poder decir todo aquello había resultado ser un hecho muy aliviante, podía sentir que el peso en sus hombros se había ido por completo. 

-... supongo que no debería de ocultarme de ese modo, pero -bajo la mirada-, no sé que hacer al respecto.

Minah, quien había permanecido tan atenta a sus palabras, soltó un suspiro, la vida de Yoongi si que parecía ser muy interesante.

- Esos cinco están interesados en ti -menciono-, puedo notarlo en todos esos actos que han hecho por ti -sonrió hacía Yoongi quien le miraba un tanto sorprendido-, no deberías de preocuparte tanto por eso -se encogió de hombros-, a tu edad -sonrió al recordar su imagen pasada, no es tan grande, pero tampoco tan pequeña, le lleva casi diez años más a Yoongi-, todavía no conocía a quien sería mi esposo ahora -sonrió antes sus palabras-, a diferencia de ti, a mí los alfas me seguían por pocas semanas, se hartaban de mí en un instante.

Yoongi frunció el ceño al escuchar eso, ¿en verdad eso le llago a pasar? Para él es extraño, a chica es muy agradable, más que otras omegas que ha conocido, usualmente son más coquetas y se la pasaban alrededor de alfas y betas para ver si llamaban su atención.

- Y los hacía irse más rápido el hecho de que yo soy estéril -se acomodo el su respectivo asiento-, un alfa siempre que intenta darte cortejo es para tener algo serio contigo -miro a Yoongi a los ojos-, tienes suerte.

- ¿Suerte? -la chica dio un asentimiento.

- He escuchado de omegas que son perseguidos por varios alfas y que el omega los acepta -Yoongi también escuchaba de eso, había muchas historias sobre aquellos omegas, un hecho que simplemente Yoongi no podía dejar pasar a la ligera-, eres uno de ellos.

- No -negó-, te equivocas, no puedo ser uno de ellos.

- Yoongi, sólo -sonrió hacía el omega-, velo de esté modo, ellos están allí, a pesar de que los haz rechazado, ellos siguen allí, eso es algo que no se ve todos los días. Tenía una amiga omega que era igual a ti, rechazaba a todo alfa que se le acercaba, inclusive llego a pegarle a uno, pero a diferencia de ti, aquellos alfas entendían que no debían acercarse a mi amiga, porque saldrían heridos de por medio y ellos se iban, se alejaban dejándola tranquila, y tú -llevo sus manos hacía las de Yoongi tomándolas y acunándolas con las suyas-, no los alejas, pareciera que les das motivos para que sigan detrás de ti... 


4



- Tu padre quiere, bueno me ha dicho que deberías de ir a esos centros de yoga para omegas en cinta, pero le he dicho que no sé si sería buena idea, después de todo no es como si a ti te gustase hacer algún deporte -Yoongi escuchaba a su madre hablar, pero definitivamente no le prestaba tanta atención como debería hacer.

Estaba más concentrado en las palabras de Minah, ser un omega con varios alfas le parecía una tontería, a pesar de ello, después de terminar con aquella comida y pasear un poco por el lugar, había regresado a casa y buscado a aquellos dichosos omegas que parecían haber obtenido varios alfas.

Había una historia vieja, ni siquiera se fijo en el año en que había sido, pero había sido uno de los primeros omegas en conseguir tener varias marcas, y que se había metido en diferentes problemas debido a hechos que habían acontecido para que conociese a sus parejas, pero según allí estaba escrito, el omega había vivido feliz por tener a sus parejas, las cuales le cuidaban a más no poder y que siempre le demostraron cariño.

También había encontrado otra historia, también de hace algunos años, era de un grupo de ídolos, lo cual también le había parecido un hecho demasiado extraño, los ídolos que se trataban de alfas se habían quedado con el único omega del grupo, simplemente Yoongi no sabía como era posible que aquellos omegas hayan sido capaces de tener a tantos alfas, él no es como ellos, y jamás lo sería.

- Cariño -el omega dejo de mirar hacía un punto fijo detrás del televisor para ver a su madre-, ¿está todo bien? Te hice una pregunta y no haz hecho más que mirar a la nada, ¿todo bien?

- L-lo siento, mamá -se avergonzó por sus actos, debía dejar de lado todos sus pensamientos al respecto por las palabras dichas por Minah, aunque... tal vez, su madre pueda ayudarle un poco-, ¿sabes? -su madre le miro atenta-. Lee Minah me dijo que quizás sea uno de esos omegas que puedan tener muchos alfas.

Con ese simple hecho había hecho que su madre se quedase sin palabras.

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