Capítulo 24

Querido Ryan:

Quería que sepas que hoy es un día muy importante para mí. ¡Hoy es mi graduación!

Hoy tendré el famoso baile de graduación y, aunque no tengo muchas ganas de asistir, tendré que hacerlo ya que Amber me insistió. No sé si recuerdas a Amber, ella me dice que tengo que hacer mi mayor esfuerzo por olvidarte.

Aunque suene ridículo, muero de ganas de que tú seas quien me acompañe. Si, sé que eso no va a pasar.

Te quiero, como siempre:

-Olivia.

...

Querido Ryan:

No puedo dormir. Es de madrugada y una canción suena en mis oídos, a través de mis auriculares, haciendo que te recuerde.

"No creo que nadie sienta lo que yo siento por ti ahora" dice la canción y es inevitable no pensarte.

¿Tú aún piensas en mí? ¿Me recuerdas? ¿Piensas en los besos que nos dimos como yo lo hago, en lo que vivimos?

"Hay muchas cosas que me gustaría decirte, pero no sé cómo" Aún recuerdo como tanto esa frase, como todas las de esa canción me hacían sentirme identificada contigo.

Te quiero, como siempre:

-Olivia.

...

Querido Ryan:

Estaba decidida, lo iba a dejar. Tenía las maletas preparadas, pero cuando vi que se quiso tomar las pastillas con alcohol, no pude hacerlo.

Jamás me perdonaría si él se suicidara. Le daré otra oportunidad. Sé que él puede cambiar, porque me quiere.

Como siempre:

-Olivia.

...

Querido Ryan:

Aunque intente disimularlo, aunque haga de cuenta que ya te olvidé, ambos sabemos que eso no es así.

Te amo, te extraño, te necesito, Ryan. Anoche Javier volvió a lastimarme. Usa filosos chuchillos para cortar mi piel haciéndome llorar. Sé que tengo la culpa, sé que mi forma de actuar no es apropiada y que tengo que cambiar para que él no siga siendo así, pero simplemente no lo aguanto más, no quiero que me lastime más. Ya no sé qué hacer.

A veces pienso que la muerte es la mejor escapatoria que puedo tomar. ¿Tú me extrañarías si lo hiciera? A quien engaño... nadie me extrañaría, nadie pensaría en mí. Soy una inútil.

Te amo, como siempre:

-Olivia.

Ya se está amaneciendo cuando termino de leer un poco más de la mitad de las cartas. Las guardo en la caja y me levanto del sillón, acercándome a la camilla.

La observo y me siento una basura por haberla dejado todos estos años. Vivió un infierno por culpa de mi cobardía, de no animarme a hacer lo que quería, ella era lo que yo quería. Me siento sumamente culpable de las cosas que le dije, ella no se lo merecía, nadie se merece vivir algo así.

Como siempre: Olivia

Tomo la mascarilla para que ella respire y, antes de que se quede sin aire, beso suavemente sus labios y vuelvo a ponerlo en su cara. Me acuesto en el hueco a su lado y, sin darme cuenta, me quedo profundamente dormido.

...

Abro los ojos y me doy cuenta de que sigo acostado al lado de ella. Me incorporo en la cama y me doy vuelta para mirarla. Descubro que me observa y le sonrío.

Me pongo de pie de golpe al darme cuenta de que me está mirando.

—Olivia ¿estas despierta? —digo asombrado, pero ella no me responde, sino que sigue mirándome sin ninguna expresión en su rostro.

—Voy a llamar a alguien, no te muevas. —digo y ella sonríe de lado, claro que no podría moverse.

El doctor viene enseguida al escuchar mi llamado y empieza a revisarla, le pregunta cómo se siente, pero ella no responde, ni se inmuta. Con una pequeña linterna mira sus pupilas.

—Olivia ¿me puedes decir si estás bien? —le pregunta él, suavemente y ella continúa mirándome.

—Estoy bien. —dice ella lentamente y suspiro aliviado, sonriendo—. ¿Qué me sucedió?

—Tuviste un accidente, nada grave. —habla él y por su expresión mientras la revisa, intuyo que algo no anda bien.

—¿Estaré bien, doctor? —me mira a mí y alzo una ceja.

—Estarás bien. —le responde él.

—¿Por qué está usted aquí? —me habla a mí y me siento confundido. Sonrío nervioso y su próxima pregunta termina por destruirme—. ¿Usted quién es?

No puedo hablar, las palabras no me salen. El doctor me mira preocupado y sé que él seguramente se esperaba esto. Yo no.

Intento hablar, pero no puedo. El doctor se me adelanta. —Olivia, él es Ryan. ¿No te acuerdas absolutamente nada de él? —mis manos tiemblan y trago el nudo que tengo en la garganta. Ella mueve su cabeza en señal de negación.

—¿Podría salir afuera conmigo que necesito hablar con usted? —se dirige a mí y, dándole una última mirada a Olivia, salgo de su habitación.

—No entiendo que está pasando. —digo una vez que cierra la puerta.

—Veía venir esto, pero no quise adelantar nada. Debido al impacto del golpe de su cabeza contra el asfalto, algo pudo haber salido mal. —camino frustrado de un lado al otro.

—¿Cuándo volverá a la normalidad? —pregunto y él hace una mueca que no me gusta para nada.

—Lo más probable es que esté un tiempo así. Sabemos perfectamente que el que ella esté todavía con nosotros, es un milagro, había perdido demasiada sangre y llego casi sin signos vitales. Tenemos mucha suerte de que haya despertado y el que haya perdido la memoria, es una desgracia.

—Una desgracia muy grande. —murmuro, pero sé que me escuchó.

—Lo mejor es que ella intente hacer su vida de nuevo, que esté con los que siempre estuvieron a su lado. No hay que presionarla en hacer que recuerde las cosas porque lo único que conseguirán es marearla demasiado, y eso no es bueno. Ella estará todo el tiempo preguntando sobre su pasado y tú, como su novio, tienes que hacerla entender que tiene que ir de apoco.

Su novio.

—No soy su novio. —murmuro—. Era su jefe, soy su amigo.

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