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Este libro se encuentra disponible en las
librerías de Argentina, en España por e-book,
en mercado libre por los demás países y ahora, 
por ser que estamos en cuarentena, también
lo van a poder leer acá en wattpad con sus capítulos completos.
¡Espero que les guste!
Tengan consideración de que este libro lo escribí
a los 15 años, ahora tengo casi 20.
aclaro por si llegan encontrar algún que otro error.
¡Feliz cuarentena! ojalá se encuentren bien de salud.
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A la mañana siguiente, abro lentamente los ojos y me siento sofocada, no me puedo mover. Giro mi cabeza y me encuentro a Ryan abrazándome, sonrío sin poder evitarlo.

Me doy vuelta como puedo y me quedó observando su rostro. No hace mueca alguna, está más que relajado y me siento afortunada de poder verlo así. Todavía siento que estoy en un sueño del que en cualquier momento me voy a despertar. Y no quiero. Si es un sueño, quiero estar durmiendo y seguir viendo su rostro por un rato más.

Desde su pelo todo despeinado, voy bajando y acaricio su mejilla, la mandíbula, hasta llegar al cuello. Subo nuevamente y acaricio su nariz. Poco a poco va abriendo los ojos y cuando enfoca la vista hacía mí, sonríe.

—Buenos días. —digo, y sin responderme ataca mis labios. Los besa suavemente y es una buena forma de empezar la mañana.

...

Llego al trabajo y me cruzo con James.

—Hola, Olivia. Necesito pedirte un favor. —me habla, pero mirando atentamente su celular.

—Buenos días. —lo saludo—. Sí, claro. ¿Qué sucede?

—Necesito que vayas a las computadoras e imprimas lo que dice en las carpetas. Las vas a reconocer, están a la vista. Las carpetas tienen mi nombre. Después tráemelas a mi oficina.

—De acuerdo. —me encamino hasta la sala de computadoras e imprimo todo lo que dicen las carpetas. Salgo de ahí y una vez que llego a su oficina, me adentro viéndolo sentado en su escritorio.

—Aquí está todo lo que me pediste. —él asiente, se pone de pie y se acerca a mí. Toma las hojas rozando sus dedos con los míos. Giro para irme, pero antes de poder salir, me detiene y pega sus labios fuertemente a los míos.

Logro apartarlo enseguida y estampo mi mano en su mejilla. Es la primera vez que me defiendo de esa forma, nunca antes lo había hecho con nadie. Lo miro y las palabras no salen de mi boca. Nunca esperé que hiciera eso.

—¡¿Estás loco?! —le grito.

—No te hagas la difícil que yo sé que te gusto. ¿Te la vives insinuando y ahora te haces la desentendida? —se acerca a mi nuevamente y lo aparto. ¿En qué momento yo me le habré insinuando? Definitivamente tengo un imán para los cínicos.

—¡Te vuelves a acercar a mí y habló con Ryan! —digo decidida y él se ríe.

—Claro, lo tenía que suponer. A ti te gusta el idiota de Ryan. Déjame decirte que, si él intentó algo contigo, fue de pura lastima. Y aunque hables con él, es obvio que no confiara en ti.

Tengo miles de cosas para decirle, pero mi cuerpo se queda estático frente a él. Me encierra entre la puerta y su cuerpo e intenta besarme, pero no se lo permito. Hago todo lo posible para que me deje.

—¡Suéltame! —me retuerzo entre sus brazos. Mi rodilla termina en su entrepierna logrando que caiga al suelo. Aprovecho para salir prácticamente corriendo.

Una vez fuera de la oficina de ese idiota, suspiro. La rabia aumenta en mi interior y las ganas de volver a entrar, gritarle y golpearlo me superan. Pero no lo haré. No vale la pena.

No quiero seguir dejando que las personas se piensen que pueden hacer conmigo lo que quieran.

...

El día está por terminar cuando Claire entra a mi oficina. Oigo sus tacos chocar contra el suelo. Está seria y sé que no tiene buenas noticias para traerme.

—¿Buenas o malas? —me adelanto y ella se sienta en la silla frente a mí.

—Ambas. Descubrí quien fue el que te estuvo engañando. Más bien "la" que te estuvo engañando. —frunzo el ceño y ella se levanta de su asiento para ponerse a mi lado. Teclea unas cosas en mi computadora y un vídeo de Olivia en la oficina de computación aparece. Se ve claramente como ella está tecleando algo y de golpe, se pone de pie con unas hojas dentro de un sobre y sale de ahí.

El otro vídeo que aparece termina con todo. Ella entregándole las hojas a James para luego ser besada por él. Ella no hace movimiento alguno por apartarlo.

—Sabía que ambos no eran de confiar. Escuché una conversación que James tenía con alguien por teléfono y hablaban sobre esos documentos, son los de esta empresa.James es el que entrega nuestra información a la empresa Sean y Olivia es la que lo ayuda. Ambos están juntos en esto. Lo siento, Ryan.