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Tanto Tokoyami Fumikage como Yawara Bruna, conocida como la próxima promesa juvenil a heroína, –noticia por la cual tan solo era un caos para ella misma– y eso lo sabía el cuervo negro, por ende, cuando caminaban juntos la dejaba estar como deseaba, el peso sobre sus hombros se le había salido de las manos y aunque pareciera extraño a veces la veía vomitar nubes negras al recordar tan noticia, sin duda alguna su crush era la mas peculiar entre toda la población general.

—Estas muy silenciosa hoy.

No se resistió en aguardar más, este silencio en las ultimas semanas lo estaba abrumando, no era muy común en ella.

—¿Ah?

—Humm... Brunchi.

Había deleitado su paladar con su tono de voz más suave y taciturna, una vez llegaron a la azotea que por lo general siempre se encontraban con parejitas que se declaraban, pero esta vez se notaba el ambiente tranquilo, y aquello relajaba los hombros tensos de ambos.

—Solo estoy pensativa. Ya se me pasará, cuervito.

—Si..

Seguía siendo de pocas palabras, y se reservaba las palabras para un momento mas indicado, no era tan impulsivo como ella. Pero esta vez le pesaba su estado emocional tal cual lo mostraba.

—¿Quieres hablar de ello, Bru? —preguntó, mini Dark Shadow.

—Me aturde tanta atención de los periodistas, de la población en si y esas cosas de popularidad. —admite después de unos largos minutos en silencio.

—Se nota, ¿pero igual sigue caminando para adelante, no? —pregunta Dark Shadow, mientras se acerca y toma la delicada mano de la chica, quien la aprieta levemente.

—No me gusta la popularidad, la detesto desde pequeña... Estoy... —respira hondo para luego suspirar lentamente—, pensando darme de baja.

Aquello había dejado estático a Tokoyami, sabía que esto no lo hacía tanto por ser heroína para todos como algunos de sus compañeros, pero aquello era una gran decisión. Que pese a que no la quería obligar había causado un peso en su corazón, egoístamente no la quería lejos suyo. No verla entre recesos, o al regresar a sus hogares sería un martirio para él. La soledad le sabía vacía, ya no era como antes que no le molestaba estar solo.

—¿Porqué dejarías esto después de tanto esfuerzo puesto en tantos años? No entiendo.

Admitió, ese día ya no le sorprendía a si mismo el no poderse callar, esta situación lo inquietaba y el silencio de Dark lo había dejado en claro, que también estaba sorprendido.

—Cierto, creo que aun no te conté mi meta al estar aquí. No del todo. —dice con una sonrisa amarga, parecía que tambien le pesaba aquello—, ser héroe se convirtió en mi permiso de libertad para ser yo misma en esta comunidad de habitantes con superpoderes. De pequeña fui juzgada por villana al inflingir una ley, el uso de quirk sin licencia, aun era pequeña pero me había dolido las palabras de los niños. Esta sociedad donde vives es oscura, y no por el término como tal, sino que está enferma.

—Lo dices porque vienes de aquel lugar, ¿no?

—Tokoyami en todas partes hay humo negro en la sociedad, crecí de pequeña hasta los 7-8 con población fantasmal, y el Dios de la montaña. ¿Crees que podría ver donde has crecido con tus mismos ojos? Soy su atraccion turistica, n-no me gusta, lo detesto, hoy... Sucedió otra situación mas, ya estoy saturada —su voz sonaba ahogada, como si quisiera llorar.

Tokoyami al conectar con la mirada de su mejor amiga supo que en realidad estaba reteniendo sus ganas de llorar, sus ojos estaban cristalizadas. Hasta hace poco había descubierto que solo con estar cerca suyo ella lloraba, Tiger le había mencionado que desde el momento en que había empezado a enfocarse en los estudios esa emoción de llanto había desaparecido en ella.

—Bru... —Dark Shadows solo se acerca y acuna el rostro de su amiga entre sus manos, ya siendo de un tamaño promedio y normal.

—Es cierto, no lo puedes ver. Pero tu supiste ver hacia donde esta tu destino. Y algo aun te retiene aquí, ¿no es asi?

Dark Shadow lo mira frustrado por seriedad sin compasión de sus palabras.

—Dinos que pasó hoy...

Pidió, sin embargo, al intentar ella respirar un hipeo la hizo temblar mas no se derrumbó.

—Hoy... Haruki...

—Ah, ese chico que siempre anda tras de ti en tu clase. ¿que pasa con el? —pregunta Tokoyami algo receloso.

—Me declaró sus sentimientos por mi, no supo aguardarse. P-pero no pude corresponder.

—Pero... ¿porqué? —pregunta Tokoyami con los brazos cruzados y ojos fruncidos por la extrañeza de la situación.

—Y despues me dices tonto a mi—se mofa Dark Shadows.

—Fumikage, eres tu, tu eres quien me retiene aquí. Te amo y.. Y no quiero alejarme de ti.

Las palabras directas con aquella mirada cargadas de emociones que estaban siendo retenidas, tal vez para no ahogarlo, pero lo dejaban sediento. Sentía que se estaba volviendo loco e inclusive había escuchado mal.

—¿Que?

—Te amo Tokoyami Fumikage —admitió una vez más con una suave sonrisa inclinarse a un lado, mientras un sonrojo empezaba a presenciarse en sus mejillas pálidas.

Una vez que ella se acercó mas a él, no pudo ser ella la que se sorprendió, Tokoyami la estaba abrazando, por lo que se dejó abrazar y llevar por ese momento íntimo que estaban viviendo juntos.

—No estoy soñando despierto, ¿no? Porqué también siento eso por ti, Bru.

Las palabras suaves y susurrantes a su oído derecho lograron estremecerla, desatando sus fuerzas de ahogar sus lagrimas, empezando a sentir como estas se iban deslizando por sus mejillas hasta llegar al cuello del joven, quien se estremeció.

—¿Bru?

—¿S-sabes cómo sería nuestro primer beso? —pregunta entre un tartamudeo por el llanto, pero una sonrisa estaba plasmada en todo su rostro, iluminandolos.

—¿C-como?

Preguntó absorto ante la luz y tranquilidad que le empezaba a abrazar el corazón y el cuerpo.

—Así...

Observó como se iba dibujando en ella una forma casi identica a él pero de la forma de un cuervo blanco con pico color rosa pálido. Por lo que con un sutil y delicado movimiento, siente las manos delicadas y suaves en sus mejillas, queriendo sucumbir al deseo de cerrar sus ojos y disfrutar de esa caricia que lo hizo temblar por completo.

Este amor, cariño y tranquilidad le encantaba percibir pero solo de ella.

En unos breves momentos sintió otro roce pero esta vez de la frente de la cuervita blanca y el roce de sus picos chocar tenuemente, cual si fuera un beso dulce de una pareja de pajaritos.

Sonrojandolo al instante, y se estremeció de gozo al ver que le pasaba lo mismo a ella.

—También te amo, mi Kokochiyoi hikari (tranquilizante luz)

Quedandose ambos en un reconfortante silencio, donde las lagrimas y leves sonrisas eran compartidas al estar tan cercanos y perdidos en ese ambiente tan cálido. Siendo así como Dark Shadows fue pasando a segundo plano llorando de felicidad al verlos declararse y calmarse mutuamente, realmente ella les daba sorpresas inimaginables para ambos. ¿quien podría haber dicho que así sería el primer beso de Tokoyami Fumikage?

La pequeña sombra ya se encontraba con un pañuelito llorando de la emoción.

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—Cuervito~

—¿Que p-...?

Empezó a decir pero fue interrumpirlo de nuevo, asustando a muchas chicas en el trayecto pero sabía que eso era lo de menos para ambos.

Ya la encontraba viendola frente a él, con ambos picos rozandose, el calor rapidamente subió a sus mejillas, dejándolo en shock.

—Te amo.

Sus muestras afectuosas habían empezado a ser muy pasionales y frecuentes, pero muy impredecibles sin lugar a dudas.

El libro que estaba entre sus manos había caído al suelo, la actividad de leer historia se había ido al garete.

—Awww, que adorables son, ¿no te parece Tsuyu-chan? —preguntó Mina Ashido al verlos, enternecida por el sonrojo de su compañero mas callado.

—Si, Mina-san, gerop.

—Aunque creo que Tokoyami-kun no respira..—comenta alarmada Uraraka.

—Tks... Lo que nos faltaba un cuervo blanco matando al cuervo negro. ¡Vayanse a otra parte, malditas mierdas!

Bakugo sin duda era experto en romper momentos como estos, sin embargo, solo había logrado hacer que Yawara se separase de Tokoyami.

—Cierto, cierto. Solo habia venido para desearte un: "¡Buen día, hasta pronto!" —admite algo avergonzada siempre se dejaba llevar por el arranque de ganas de dejarlo en shock.

Cosa que sin duda, le encantaba.
Una vez dicho aquello se fue, dejando a Tokoyami Fumikage ido al otro mundo, con un sonrojo y mirada perdida.

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Era un sabado por la mañana, había quedado en ver una película juntos, dark shadow ayudaba con las palomitas de maiz. Brunchi se encontraba ya eligiendo alguna pelicula que ver, emocionandose por comenzar con la tercera cita por vivir a lo largo de sus cuatro meses juntos como novios.

Tokoyami llegó con la palomitas preparadas y humeantes, mientras dark le tiraba algunas pizcas de sal, no se fiaban de la pelinegra, la ultima vez se le había ido la mano con la sal.

—¿Porque siento que me siguen fulmimando por aquella vez?

—¿Será porque casi nos matas?, si serás torpe —suspira sentándose en sofa.

—Si, mejor nos cuidamos todos juntos —apoya Dark Shadow.

El pucherito de frustración y vergüenza por tal error. Sonrojandose pero enseguida encontrando la excusa de hagar el control remoto y poner ya lo que verían siendo de "Betty boop movie Mystery", una película era muy vieja, pero era curioso que esta tuviera color, las anteriores eran en blanco y negro.

Curiosamente parecía ser una de las tantas peculiares peliculas que encontraba Yawara Bruna. Esta siempre se encargaba de rescatar reliquias para ver con él, ya que decía que ahora las cosas eran demasiadas raras para su gusto, pero lo que no sabía era que ella tendría gustos tan raros. Pero así la quería y mucho.

—¡Wow! Que figuras tiene una mujercita, ¿no crees que es simpática? —pregunta Dark shadows bastante inocente.

Al momento en que la chica de ojos saltones,  cabellos de rulos, y vestido diminuto, con pequeños detalles mas sensuales. Lo que llevó a una idea curiosa en ella.

Por lo que Tokoyami al sentirla muy callada la miró y enseguida se sintió intimidado, con calor tal vez de nunca imaginarse verla así, demasiado sexy.

Llevaba la misma ropa de Betty boop, con unas medias de nailon resaltando sus piernas con los toques negros.

—¿Q-que haces Bru?

—¿No ves acaso?, ¡estoy bailando como Betty!

Brunchi emocionada bailaba pero tambien mostraba ciertas partes que de vez en cuando embobaban al chico. Tanto que empezó a escuchar los vitoreos de Dark Shadow.

Logrando que este se enojara, y lo mandara a dormir. Mientras Tokoyami la agarraba para taparla con una sabana oscura, pero ambos habían caído al sofa, él encima de ella.

Una pose muy embarazosa.

—¿Q-que? —era el turno de verla tartamudear.

—Eres una tonta.. —suspira cansado, era un chico virgen, pero esta mujer lo mataría primero.

—Ahora yo no te entiendo.

—¿Como vas a vestirte asi frente a mi? ¿que no tienes verguenza? —dice muy avergonzado, pero serio Tokoyami.

Sin embargo, ella se mueve sin querer, rozando su rodilla contra esa parte baja y débil hombría.

—Ngh~…

—Eres mi novio, no se porque te exaltas, ya me has visto antes en vestido. Hmp. —se queja aunque al escuchar aquello se sonroja—¿T-te hice daño?

—Bah... Si serás.

Se queja nervioso y tímido al sentir como algo en el despierta.

—Fu-fumikage...

—¿Q-que?

Ambos se pierden entre miradas avergonzadas, y ella evita mirar mucho hacia abajo.

—E-eso despertó...

—Tks... Por tu culpa.

—¿Po-...?

Antes de poder quejarse Tokoyami la silencia con roce con su pico, rozando su cuello con su lengua suavemente, logrando tambien estremecerla y ponerla de nuevos.

—Ngh~

Pero antes de que pudiera hacer algo mas, o sentir Tokoyami se aparta, con un brillo malicioso y picaro, mirándola victorioso.

—¿Ahora el cuervo te comió la lengua?—al no escuchar respuesta y notar la mirada dilatada con las mejillas sonrosadas de su novia, sonríe—, bien, esperame iré a prepararnos, saldremos a comer fuera, nos vemos.

Se dirige escaleras arriba dejandola en shock y con la sangre caliente. La sensación era nueva y sin duda, allí había muerto de verguenza su mente durante el tiempo que Tokoyami se tardó en el baño.

Sin dudas algunas ambos tenían sus mejores momentos en la intimidad, menos mal y Dark Shadows no los había visto, si no la verguenza sería mas grande. Ambos estaban felices por como eran y se trataban, pero sabía que encontraría un momento para vengarse tambien.

Fin