— Espera, ¿Hay Reglas para eso?.— pregunto Jace que estaba sentado, acariciando a Iglesia.

— Claro que si!— contesto Simon con un bufido.

— Es fácil.— dijo Isabelle mientras jugueteaba con su pelo, negro.

— Es fácil crear un glamour solo para sus runas.— dijo Magnus, que estaba recargado en un rincón tratando de evitar a Alec.

— ¿Que se traen ustedes?— pregunto Jace mirándolos fijamente a Alec y Magnus. Se miraron entre ellos dos y bajaron la mirada.

— Se te olvida que tu también estas en esto.— dijo Clary, dirigiéndose a Magnus.

— Soy el gran brujo de Brooklyn, no una niñera de Demonios — pulió sus uñas.

— La Cónsul ordeno que...— dijo Alec pero Magnus lo interrumpió. — Por si no lo has notado, Garbanzito. No acostumbro a seguir ordenes.—

Alec saco un gruñido.

— Bien, entonces iremos solo nosotros cinco.— dijo Alec.

— La Universidad es cuando la mayoría de las chicas se vuelven atrevidas. En especial con los tipos como Alec y Jace.— dijo Simón dirigiéndose a Magnus.

— De acuerdo, iré chicos, basta de rogarme.— dijo Magnus con una mirada divertida.

— Bien, entonces ¿Cuales son las reglas?— preguntó Alec.

— La primera, es no verse como cazadores de sombras, ni como un brujo.— dijo Simon — La segunda es que siempre tienen que mantener un perfil bajo.— añadió Clary.

— Jia dijo que había una de las mejores Cazadoras de Sombras de Idris, en la universidad. Que era muy inteligente, y que nadie podía saber que es una cazadora de sombras, mucho menos nosotros.— dijo Jace bajando a Iglesia de su regazo.

— También dijo que ella nos protegería la espalda, si era necesario.— contestó Clary. Quien había dicho muy poco desde que habían llegado de Alacante.

— Una vez que estemos ahí, la buscaremos, mientras tanto, hay que ir a dormir, ya que mañana empieza nuestro primer día como mundanos.— dijo Alec, dejando la biblioteca del instituto, sin dirigirle una palabra o una mirada a Magnus.

.

.

.

¿Que estará pasando con el Malec?

Nos vemos hasta la próxima actualización.