Paso 89º.
"Paso 89º: No cruces el límite entre lo moral e inmoral. La división es difusa si de acoso se trata, pues la definición de "acoso" es "immoral".
~H.
Near.
—¿Cuánto pesabas antes de entrar a la universidad? —Cuestionó Viagel con mi examen médico en las manos, su ceja elevada y su tono interrogante.
—Creo que 64kg... —Traté de recordarlo.
—Mides 1.76 y bueno... —devolvió las hojas a su sobre, dejando escapar un fuerte suspiro—. Ahora pesas 51kg.
Desvié la mirada con una leve sonrisa irónica para no sentirme tan afectado por los resultados. Yo odiaba alimentarme en periodos de desánimo, sentía que era una perdida de alimento lo que entrara por mi boca porque no lo deseaba ni lo disfrutaba. Amaba cocinar pero odiaba comer lo que hacía. Y estaba mal, sentía el estómago cortado y náuseas todo el tiempo.
Muchas veces escuché "te gusta pasar hambre", "te gusta verte así", "no haces el esfuerzo" por parte de Amber. Ahora que ella no estaba allí para sermonearme los días en la universidad eran difíciles. No me gustaba verme así, no quería seguir perdiendo peso, pero quería dejar de comer porque nada sabía igual.
Y digo sabía porque recientemente las cosas saben bien.
—Mira, estás en proceso. Da igual cuanto peses ahora, no te preocupes. Ve a tu tiempo e infórmame por cualquier situación —trató de calmar mi actitud de persona abrumada con sus calmadas palabras—. Pero, Hiray, ¿por qué perdiste el apetito desde hace tiempo? Porque no te veo disfrutar nada.
—Si te lo digo será un retroceso, ¿no? —Me reí, llevando la mano a mi frente para que no me viera tan patético—. Todo me daba asco, saber que la persona que colgaba frente a mí pasaba horas tratando de aprender sobre cocina para hacerle de comer a mi madre, pero por mi culpa lucía un rostro morado y brazos incapaces de cocinar algo. No soportaba imaginarlo, todo lo que debía parecer delicioso quería hacerme llorar.
—Has estado comiendo estos días en mayor cantidad. ¿Cómo se siente?
—Es jodidamente delicioso —admití, elevando los brazos con emoción—. Aún siento dolor de intestinos por el estómago cortado, pero realmente me siento bien con las vitaminas. Ahora veo un bollo de carne, le clavo una mordida y le juro amor eterno como si fuera mi rostro.
—¿Qué tal la universidad? Ya volvieron a clases, ¿cierto? —Cambió de tema, dándome la espalda en su silla con ruedas un momento.
—Sí, ya estamos en eso...
Habían muchas cosas que quería preguntarle sobre su estancia en la universidad a pesar de no ser un estudiante. Estábamos todos pasando por momentos difíciles, debíamos afrontarlos y ayudar a otros porque era parte de la vida. Pero a pesar de mi mejoría habían cosas que me asustaban de este nuevo presente.
—¿Y qué ha pasado con tu amigo? El que te be... Bueno, se besaron. —Tocó el tema de forma pacífica.
—¿Por qué siguen con eso? Hasta las lectoras no paran de hablarlo, carajo —me reí porque en serio lo escuchaba en todas partes, y era irritante—. Solo fue un besito. A lo Virgen María. Está chiquito.
—Fue de lengua. La Virgen María no llegó a eso. —Debatió.
—¡¿Te callas?! Gracias.
Miré el reloj sobre él y me percaté de que ya habíamos terminado la consulta. Tomé mi mochila debajo de la silla y me preparé para salir. Viagel no me estaba corriendo pero cuando cuando sacaba temas casuales sabía que era hora de irme.
—Estás asustado, ¿verdad? Te gusta huir, Near. —Lo escuché decir antes de que cruzara la puerta.
—Mi nombre indica que estoy bien cerca. —Le guiñé el ojo sonriente.
Viagel yacía en su asiento, jugando con su cola de caballo baja. Sus ojos caídos y su piel bronceada acentuaban más la irritación que recibía al no poder ayudar más a sus pacientes.
—Cuando ya no quieras estar cerca llámame. Siempre responderé tus llamadas. —Elevó la mano para indicarme que cerrara la puerta al abandonar.
Viagel tenía aires de Curin, aunque el segundo vándalo era más violento y no sabía cómo tratar ciertas situaciones. Por otro lado Viagel era experimentado en el tema. Quería ser esa clase de adulto, no lo que significaba crecer y ser responsable, sino seguir siendo tú de una forma sana y prometedora.
Quería ser libre pero seguir siendo yo.
~•~•~•~
Volví al cubículo de la universidad tras un periodo de clases agotadoras. Todos lucían desvelados por el problema que nos había causado hacerle frente a Miyu, estudiante de lingüística. Fue un grave error haberme aparecido solo y no percatarme de las grabaciones que tomaban a escondidas algunos en la cafetería.
Los recuerdos me daban asco.
—¿Por qué demonios veo tu nombre repetidas veces en esta clase de tratos? —Mostré un par de hojas sobre la mesa, tratando de contener mi molestia con el calor del té.
Se inclinó en el asiento para observarlo. Llevaba un labial oscuro no muy bien aplicando, hacía más notorio su arco de cupido pronunciado. Tenía una nariz recta que tocaba cuando estaba nerviosa y sus ojos claros me vieron repetidas veces tratando de adivinar en qué pensaba.
—No sé que es esto. —Negó el contenido de inmediato.
—¿Sabes qué es la droga GHB?
Mi pregunta la aturdió un momento, obligándola a no soltar los papeles en sus manos. Claro que yo tenía respaldos de todo, pero el terror que sintió comenzaba a ponerla pálida. Su lengua estaba enroscada así que no me iba a dirigir la palabra.
—Ácido gamma-hidroxibutírico. Se produce en pequeñas cantidades dentro de las células del sistema nervioso central. Puede estar en bayas o en el alcohol también en el proceso de fermentación —recargué mis codos sobre la mesita, soltando un suspiro cerca de sus brazos—. Miyu, de verdad no quiero imaginar lo que has estado haciendo pero no sé cómo abogar por ti. Y ni siquiera debería hacerlo.
—Mira, paremos. No entiendo nada de lo que estás insinuando, nos conocimos hace tiempo en un trabajo conjunto y no quiero tener relación contigo o Tide de nuevo. —Bajó su bolso para hacerse una coleta alta en su cabello castaño.
—El GHB es una droga. Un fuerte sedante que a pesar de incapacitar a alguien se vuelve indetectable en el cuerpo tras unas horas. Las víctimas son muertos en vida. ¿Has visto una violación de cerca? ¿El cuerpo siendo sacudido como un muñeco sin vida, con poco aire, y los ojos en blanco?
Quería ponerme a llorar por tales imágenes. Era extraño, asqueroso, destructor. Pasaban tantas cosas en el mundo, y a pesar de todo lo asqueroso que nos rodeaba como personas debíamos crecer en medio de eso. Con amor, esperanzas, expectativas. Pero nunca demasiado ni poco. Era complicado, siempre debíamos nadar al frente y tragar el dolor como si fuera parte de nosotros para poder crecer y hacernos cargo de ello.
—Dejémoslo aquí. Tú eres quien no quiere ir más profundo, te lo advierto. —Recogió sus llaves de la mesa, dejó un billete y aunque sus movimientos eran desesperados su intención de huir era tan fuerte como la mía.
—Por favor —la tomé con ambas manos del brazo, suplicándole que permaneciera—. Tienes que detenerte. Tienes que detener todo lo que está pasando y darme nombres.
—¡¿Por qué demonios no me dejas en paz?! ¡Me lastimas, siempre me has lastimado! ¡Los moretones, los gritos, siempre me has hecho sentir culpable de cosas que tú hacías! —Miyu alzó la voz desesperada, tratando de soltarse de mi agarre con toda la fuerza que quedaba en sus piernas y su corazón—. ¡Estoy cansada de todo esto! ¡Cansada de vivir a tu lado y nunca recibir una disculpa por todo el daño que me has causado!
Permanecí con las manos en sus brazos, aferrándome a ella con dolor. Era como verme a mí mismo hace algunos años, era patético. Decepcionante, la combinación entre enojo, frustración y tristeza. Cuando alguien nos decepciona vemos todas sus acciones desde otro punto de vista, haciéndonos sentir más dolor. Y no entendemos, intentamos conectar todo eso, pero el sentimiento nos impide odiar, sólo nos decepcionamos.
Me decepcionas, desconocida. Y sé muy bien porque: Yo siento decepción de mí mismo, que a pesar de saber lo que debo hacer me gusta no sentir a los demás.
—Te vas a arrepentir. —Murmuré, entrecerrando los ojos para ver mejor su expresión.
Su rostro decía: "Quiero parar", pero de su boca no salió eso en ningún momento. Miyu quería dejar de vender "droga", quería dejar de vender "muertos", quería dejar de vender "cuerpos", pero no quería ir a prisión y aceptar que era una violadora de mierda por haber sostenido la pata de la vaca.
—¡Para de amenazarme, por favor! —Las lágrimas comenzaron a caer de su rostro hasta estrellarse contra el suelo.
Algunos de los clientes se levantaron y me apartaron con empujones. Los meseros también me pidieron que me retirara y escuché ofensas de desconocidos. El terror de Miyu me invadió a mí y no estaba seguro de si podía con la carga de involucrarme en estas cosas.
Tomé mi mochila y huí por no poder hacer más en ese momento. Quería defender lo que creía que era correcto, pero tampoco quería hacerlo porque ponía en juego mi estabilidad mental. Era una decisión aterradora, cargar en tu espalda la ideología de muchos pero no saber cómo hacerte cargo de ella por tus propios problemas personales.
—Hey, todo estará bien. Es cierto que los videos que se filtraron pueden dañarte pero nosotras nos haremos cargo de desmentir todo. —La jefa asiática sentada delante de mí en el club trató de calmarme para que no declinara en esto—. Y no queremos que de verdad creas que hiciste algo mal.
—En serio lamento meterte en todo esto. —Génesis apoyó su mano en mi espalda como consuelo.
—Estaré bien. —Les dije, aunque eso era para mí.
En serio que la vida se trataba de cerrar ciclos y comenzar nuevos. Situación tras situación, esto nunca terminaba. Pero un vándalo adulto me dijo una vez que no soy la misma persona que fui hace años, y si tomaba valor enfrentaría las cosas con más fuerza.
Las chicas se sentaron a mi alrededor para informarme lo que venía sucediendo desde hace días. Me pasaron imágenes, testimonios escritos e insinuaciones por las redes. Amber explicó su incomodidad al hablar con todos los profesores y se encargó de darme fechas de seminarios fuera de la ciudad. Incluso la loca Lea me dio información privada por la amistad que había entre nosotros, me advirtió que no fuera tras la segunda línea de las calles y que solo me entregaría de la primera pues no tenía buena relación con Miyu al percatarse de que aquella fiesta donde le habían puesto droga en el vaso fue de nadie menos que aquella mujer.
Vándalo se encontraba ocupado con sus estudios pero recurría a nosotros por cualquier cosa que escuchara en su carrera. Derecho comenzaba a interesarse en nuestro caso.
—Haremos que Miyu entregue todo lo que nos falta. Necesitamos a todos, nos vamos a llevar a todos. Solo con demasiado podemos hacer presión. —Tain animó a la chicas que daban el caso por perdido tras los videos.
Me habían pintando como agresor en la universidad. No quería sentirme de esa forma, la única vez que golpeé a una chica ella me devolvió la cachetada. Y sí, hablo de mi querida PitoPiérdete.
La asiática continuó en su charla, dándome la espalda para comunicarse con el resto. Either estaba sentado en los asientos del fondo con su amigo Luna, dejando que éste jugara con su cara como si fuera plastilina. Era un escenario extraño ver el juego entre ellos indiferentes a lo que sucedía allí dentro, pero al menos Either trataba de estar presente por mi petición.
Mostré el signo de amor y paz al ver que nos miramos unos segundos. Detuvo las manos de Luna sobre su cara y mostró con sus dedos el mismo signo. Me reí y devolví la vista hacia las chicas.
Quiero que las cosas estén bien para comenzar un nuevo ciclo.
—Saldré a hablar por teléfono. —Comenté, despegándome de la silla y quitándome los lentes.
—Que alguien te acompañe. —Me ordenó Gen.
—No, estoy bien. Hablaré con alguien y nos reuniremos afuera. No se preocupen. —Calmé los nervios y también le hice un ademán a Either para que permaneciera sentado.
No querían que anduviera sin cuidado por la universidad porque debido a las protestas habían algunos en contra de ellas que decidían atacar a quienes protestaban. No entendía cual era su molestia.
Abandoné el cubículo y salí al campus con Viagel en mi llamada. Le había enviado mensajes pidiéndole que me contara la verdadera razón del porqué estaba dentro de la universidad. Dijo que lo hablaríamos en persona así que lo cité aquí.
—En serio, te agradezco que hayas aceptado hablar conmigo. —Repetí una vez más al teléfono.
—No hay de qué. Te dije que respondería las llamadas cuando tuvieras una emergencia. Supongo que ahora lo es, y creo que ustedes pueden cambiar aunque sea una pequeña situación. No pueden detener a tantos, por eso todos debemos hacer nuestra parte. —Sus palabras me recordaron que hacía algo bien, aunque medio mundo lo llamara una exageración.
—Estás en la entrada C, ¿cierto? Sigue derecho y verás carteles que apunten al cubículo, yo te veré enseguida —di vueltas alrededor de los árboles en la espera por él—. Necesitamos actuar ya porque la administración quiere echarnos de las instalaciones la próxima semana.
—Creo que estoy perdido. —Se rió, alejando la boca de su teléfono para orientarse.
Rasqué mi cabeza mientras esperaba a que me repitiera la ubicación. Comencé a sentirme ansioso, tenía miedo de estar afuera. Sentirse en peligro constantemente no era nuevo para mí pero ya había pasado un tiempo en que no me sentía así. No sabía si mis acciones eran inmorales y por eso necesitaba un castigo o lo que estaba haciendo bien.
—Es él. El del video.
—Lo veo.
Escuché los pasos y murmullos detrás de mí. Yo no era un agresor, no quería serlo. Di media vuelta en mis talones para hacerle frente a quienes hablaban y aclarar la situación aunque bien sabía que no debía seguir hablando.
—¿Pueden...
El golpe en mi mejilla me tumbó al suelo. Era la fuerza de otro hombre, aunque uno cobarde pues llevaba el rostro cubierto por un pasamontañas al igual que las otras personas que murmuraban detrás de él.
Traté de arrastrarme por el suelo para tomar mi teléfono. Recibí patadas y escupitajos al igual que un sin fin de ofensas. Comencé a creer que en serio había acosado a alguien, no, no era una mentira. Yo fui, soy un acosador por dinero y eso estaba mal.
Igual peca el que mata a la vaca como el que le agarra la pata.
—Lo siento... —Sollocé al recibir el zapato sobre mis dedos al intentar alcanzar el móvil.
Era cierto que las cosas volvían a ti. Realmente no me sentía mal, ni sentía que merecía eso, pero debía dejarlo de esa forma. Estaba mal. Si iba a ser un acosador quería acosar por información para entregarle lo mismo a los agresores.
Un cambio después de recibir mi lección.
—Violador de mierda. —La patada en mi espalda revivió algún nervio que me hizo reaccionar.
—¡¿Sabías que soy de ascendencia Italiana?! —Lancé patadas desesperadas hacia arriba para evitar la mayoría de golpes—. ¡Creo que tengo Coronavirus desde hace una semana, así que no se quiten los pasamontañas!
Reverendo idiota Near, no hagas bromas con virus ahora porque también te puedes morir de eso. Ya llegó al país, amigos míos.
—¡Aún cubiertos... —rodé en el suelo hasta tomar la pierna más delgada que me rodeaba, tirando de su cuerpo para echarlo conmigo—...si los toco pueden ser contagiados!
Me dejé caer sobre los hombros de esta persona y le quité el pedazo de tela que cubría su rostro. Estaba realmente llena de desesperación como para recurrir a algo así.
—Y te voy a contagiar con la misma mierda que cargo, Miyu. —Pronuncié, tomándola de las mejillas—, detente ahora antes de que recibas cosas peores de las que eres capaz de soportar. Porque en serio las mereces.
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Han pasado dos semanas sin actualizar. Entré en modo resignación pero es hora de ponerle fin. ¿Si les dije que aunque falta un capítulo para que acabe todavía queda uno final? El Paso 90 es la culminación de esta tercera parte y el que le sigue es uno un tanto largo para acabar con los tres libros. En serio estoy nerviosa.
Guardaré mi cariño y agradecimientos para el epílogo. Por otro lado, a Near le acaban de dar una paliza bien merecida, HAHAHA. La verdad necesitaba que lo golpearan desde hace tiempo porque muchas cosas que hizo no estaban bien.
Creo que me había olvidado de subir estos precioso fanarts. 🥺💕
Este otro es la bella escena de un feliz Either en la cabina de fotos. 😍✨
Y por último un bello trabajo de vtllax.star por la dinámica de Amino. 😭💕
No tienen ni idea de cuanto los amo. Lamento a veces tardarme un poco o luego ser muy dramática por todo, hahaha. Espero que disfrutemos esto hasta el final.
~MMIvens.
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