N/A: Muchas gracias a todos por leer y comentar... Penúltimo capítulo...

CAPÍTULO 18: SALIR DEL ARMARIO

Sam llegó a casa sintiendo un gran nudo en su estómago. Estaba totalmente decidido a dar ese paso, era algo necesario para poder recuperar el amor de Blaine. Sin embargo, eso no significaba que asustara menos.

Sus padres eran muy religiosos y no sabía cuál era su opinión sobre la homosexualidad porque jamás habían hablado sobre ese tema en profundidad. Era cierto que nunca había escuchado a sus padres hablar mal de un gay y que siempre habían dicho que lo apoyarían sin importar nada, pero era muy diferente el vivir algo así que el hablar hipotéticamente.

Sus padres estaban en la cocina, preparando la cena. Era una imagen que se repetía habitualmente. Los niños estaban haciendo los deberes en su habitación y la casa estaba tranquila. Sabía que ese momento era el mejor que podía tener para hablar con ellos.

–Papá, mamá, ¿podemos hablar? –El joven se sentó en la mesa y los miró.

–Claro... ¿De qué quieres hablar? –Mary se sentó junto a él y poco después la imitó su esposo. Los dos siempre estaban dispuestos a escuchar los problemas de sus hijos, por muy ocupados que estuvieran y por muy insignificantes que fueran esos problemas.

–He hecho algo y... No me siento orgulloso y... Bueno, creo que debería haber hablado con vosotros hace tiempo, pero tenía miedo... –El adolescente confesó.

–Te amamos, no importa lo que hayas hecho o lo que tengas que decirnos. –Dwight dio unas palmadas en la espalda de su hijo para mostrarle su apoyo.

–Soy bisexual. –Tal vez no había planeado en ser tan directo y contundente, pero no encontraba otra manera de expresar lo que necesitaba expresar.

–Cielo, lo sabíamos desde hacía mucho... Pero me alegra que por fin hayas confiado lo suficiente en nosotros para contárnoslo. –La mujer sonrió.

–¿Lo sabíais? –El menor los miró sorprendido.

–¿Crees que eres capaz de disimular lo que sientes por tu amigo Blaine? ¿O debo decir novio? –El padre se rio despreocupado, sin darle importancia.

–La verdad es que deberías decir exnovio. –El más joven murmuró.

–¿Qué ha pasado? –La madre preguntó.

–Yo... Cuando empecé el curso, estuve esforzándome mucho para ser popular. En el McKinley hay bullying y no quería ser otro más de los acosados, por lo que hice una lista con las cosas que debía conseguir para ser popular. Una de esas cosas era salir con la capitana de las animadoras. La verdad es que cuando llegué el primer día, me enteré que no había capitana, que era capitán. Estuve observando el entrenamiento, con la esperanza de encontrar alguna chica, pero un compañero del equipo me dijo que todas y todos tenían pareja excepto uno, el capitán, Blaine. Nunca he sido homófobo y... Bueno, decidí fingir que era bisexual e intenté acercarme a él. Me lo puso muy difícil, no confiaba en mí y no le importaba mostrarlo. Conseguí que accediera ser mi amigo y así nos acercamos más hasta que comenzamos a salir.

–Hijo, ¿querías jugar con los sentimientos de una persona? ¡Eso no está bien! –Mary estaba decepcionada.

–Lo sé... Pero créeme, estoy pagando por ese error... Al principio comencé a salir con Blaine porque me ayudaría a ser popular, pero llegó un momento en el que empecé a sentir por él algo real. Antes de darme cuenta, me había enamorado. Blaine ha sido un gran apoyo y ha sufrido mucho en el pasado y yo he jugado con sus sentimientos... Hace unos días descubrió la lista que había hecho con las cosas que había planeado para ser popular y no tardó en comprender lo que significaba. Me dejó y, aunque he intentado explicarle la situación, no me cree. –Sam dejó que una lágrima cayera por su mejilla. Estaba realmente triste y no tenía sentido ocultárselo a sus padres.

–Cometiste un error y espero que hayas aprendido... Aunque crees que estás pagando por ese error, comprenderás que como padres no podemos obviar lo que has hecho. Vas a estar castigado por engañar y jugar así con los sentimientos de una persona. –Dwight comentó seriamente.

–¿Tiene esto algo que ver con lo que te ha pasado en el labio? –La madre quiso saber.

–Un amigo de Blaine me ha pegado. No he dicho nada en el instituto, piensan que ha sido un accidente durante el entrenamiento. Entiendo que Sebastian quiera proteger a su amigo... No soy la primera persona que engaña de esta manera a Blaine. Su anterior ex fingió que lo amaba para acabar abusando de él junto a varios amigos. –El joven explicó.

–Y tú, sabiendo eso, no decidiste contarle la verdad. Estoy decepcionada. –Mary insistió.

–Lo sé, mamá, pero no sabía que vosotros apoyaríais que fuera bisexual y temía que se enfadaría conmigo...

–Pero se ha enfadado contigo por no habérselo contado... ¿Qué vas a hacer ahora? –Dwight intentó calmar las cosas, tenía que apoyar a su hijo y ayudarle a enmendar ese error.

–Voy a demostrarle que lo amo.

–Si necesitas nuestro apoyo, puedes contar con nosotros. No vuelvas a ocultarnos cosas así... Ahora, ¿quieres hablar con tus hermanos o prefieres esperar a volver a estar con Blaine? –La mujer decidió informar a su hijo que lo apoyaba. Sabía que debía ser dura y mostrar su decepción, pero también sabía que debía apoyarlo para que siguiera confiando en ellos.

–Quiero hablar con ellos, que vayan haciéndose a la idea.

La familia subió las escaleras para hablar con los niños.

–Ya tengo los deberes hechos. –Stacey mostró orgullosa su libro para certificar que acababa de realizar los ejercicios de matemáticas.

–Muy bien, cariño... ¿Por qué no vas a buscar a Stevie y le dices que venga, tenemos que hablar con vosotros? –Mary pidió con una sonrisa. La pequeña salió corriendo y volvió poco después acompañada de su hermano.

–Stacey dice que queréis hablar. –El pequeño miró a todos.

–Vuestro hermano tiene que contaros algo y nosotros estamos aquí para ayudarlo y explicar cualquier duda que tengáis. –Dwight aclaró y todos se sentaron. Los niños acompañaron a su hermano en la cama, sentados a cada lado del mayor. El padre se apoyó en el escritorio de su hija mientras su esposa se sentó en la silla.

–Bueno... –Sam estaba nervioso, no sabía cómo contárselo... –Sabéis que los mayores se enamoran, se dan besos, se casan y luego tienen hijos, ¿verdad? –Los niños asintieron, para su hermano estaba siendo difícil explicar algo a dos niños de seis años, pero era importante que lo entendieran porque esperaba que, en un futuro no muy lejano, pudiera llevar a Blaine a su casa como su novio. –Bueno, no siempre es entre un hombre y una mujer. Hay veces que son dos hombres y otras...

–Dos mujeres, como las mamás de Zac McTrain, un chico de mi clase. Eso ya lo sabemos, nos lo explicó él... –Stacey aclaró con una sonrisa.

Los padres se sorprendieron porque sus hijos nunca les habían dicho que tenían un compañero de clase con dos madres, pero suponía que tanto el niño como los profesores habrían abordado ese problema de manera que no tuvieran dudas y por eso no les habían preguntado a ellos.

–Bueno... A mí me gustan los chicos y también me gustan las chicas... Os lo quería contar por si un día os traigo a un novio para que lo conozcáis. –Sam explicó con una sonrisa, aliviado por la aceptación de su familia.

–¿Puede ser Blaine? –La niña preguntó.

–¿Qué? –Su hermano la miró confundido.

–Si puede ser Blaine tu novio, me cae bien y juega con nosotros. –Ella aclaró.

–Ojalá sea Blaine. –Sam susurró antes de besar la frente de sus hermanos. Esperaba poder recuperar la confianza de las personas que más amaba, además de Anderson.