N/A: Muchas gracias a todos por leer y comentar... Quedan unos 5 capítulos, por lo que nos acercamos al final... Esperemos que 2017 sea un gran año para todos!

CAPÍTULO 13: FELIZ AÑO NUEVO

Para la última noche del año, Hunter había decidido hacer una fiesta con sus amigos más cercanos. Sus padres, junto a la madre de Blaine, acudían a una cena de empresa y le habían dejado que sus amigos se reunieran allí para recibir juntos el año.

A pesar de que le habían permitido que estuvieran 50 personas, él decidió que lo mejor sería que fueran sólo sus amigos, por lo que sólo los miembros de New Directions fueron los que acudieron a la fiesta.

Sin embargo, él no esperaba que se convirtiera en una fiesta salvaje. Brittany, casi desnuda, bailaba sobre una mesa mientras Jeff caminaba alrededor, apartando a todo el que se osara a mirarla con algo de deseo.

Marley había sorprendido a todos y estaba totalmente desinhibida y en ese momento se encontraba sobre Ryder, con sus rodillas en ambos lados de la cadera del joven, sentada sobre las piernas de este y con su lengua en la garganta ajena. Parecía que el chico hacía un gran esfuerzo para no propasarse y aprovecharse de lo borracha que estaba su novia.

Hacía un buen rato que no veían a Rachel o Finn, por lo que deducían que estaban en alguna de las habitaciones. Mike apenas había bebido, pero estaba disfrutando con Tina mientras bailaban más juntos de lo que creían posible, como si estuvieran bailando una balada cuando en realidad estaba sonando uno de los últimos éxitos de David Guetta.

Kitty y Artie estaban jugando algún juego de beber que implicaba, además, besar partes del cuerpo del otro. En ese momento, el chico besaba uno de los pechos de su novia por encima de la ropa. Parecía claro que no tardarían en perderse de la misma manera que lo habían hecho Hudson y Berry.

Karofsky y Shane no habían podido ir a la fiesta (por decisión propia, Finn no era de New Directions pero había acudido junto a Rachel). Por ese motivo, Kurt y Mercedes estaban en el bando de los "solteros" junto a Unique. Parecía que estaban cotilleando, algo que a los tres les encantaba.

Sin embargo, Hunter, Sebastian, Sam y Blaine estaban preparando los gorros, gafas y demás adornos que habían comprado porque apenas faltaban 30 minutos para que comenzara el año nuevo.

–Tengo tantas ganas de que llegue medianoche. –El rubio comentó.

–¿Tanta prisa por acabar el año? ¿Tan mal te ha tratado? –El moreno preguntó algo molesto porque para él había sido un año especial porque se habían conocido y habían comenzado una relación.

–¡No! No es eso... Estoy ansioso por pasar un año entero junto a ti, no sólo unos meses. Vivir contigo San Valentín, las vacaciones de primavera, el 4 de julio... –Evans se sonrojó porque se dio cuenta de que eso había sido demasiado empalagoso.

–¡Eh! ¡Tú! –Smythe miró a su novio con una expresión algo severa. –¿Por qué no me dices esas cosas?

–¿En serio? –Clarington alzó la ceja mientras mantenía la mirada de su pareja. Sebastian no pudo aguantar esa mirada por mucho tiempo antes de reír. –Nosotros no somos así.

–¿Os estáis burlando de mí? –Sam preguntó con toda la cara y las orejas rojas.

–Para nada. –Sebastian se apresuró a tranquilizarlo. –Estamos muy contento de que Blaine haya encontrado alguien como tú... Cada relación es diferente y mientras vosotros necesitáis estos momentos, nosotros los evitamos a toda costa.

La cuenta atrás comenzó y las parejas se prepararon para el primer beso del año. Sam y Blaine no fueron diferentes y se abrazaron mientras esperaban el momento.

¡Cero! Todos gritaron y los enamorados juntaron sus labios. Cada beso era diferente, reflejo de cómo eran ellos (al menos en el estado de embriaguez en el que se encontraban). Evans se agachó para besar a su novio de manera dulce y suave, pero pronto fue aumentando la intensidad.

Se separaron sin casi respiración y Anderson susurró.

–Ven conmigo.

El moreno agarró a mano de su novio con suavidad y comenzaron su camino hacia la salida. Se pararon un segundo, lo justo para que el ojimiel intercambiara una mirada con Hunter, que afirmó a lo que fuera que le estaba preguntando con la mirada.

Recorrieron el pasillo hasta unas escaleras, que bajaron en silencio. Al final había un pasillo con estanterías llenas de cosas.

–¿Estás seguro de que podemos estar aquí? –El rubio preguntó algo sorprendido.

–No te preocupes, conozco esta casa casi como la mía.

Al final del pasillo había una puerta y cuando Blaine la abrió, entraron en una sala que era el sueño de cualquier adolescente. Había una mesa de billar, una gran televisión con varias consolas y muchas películas. Frente al televisor, dos grandes sofás.

–¿Y este sitio? –Sam preguntó alucinado.

–Cuando éramos niños, era la sala de jugar y estaba llena de juguetes. La niñera nos traía siempre que nuestros padres estaban reunidos para que no molestáramos. Cuando crecimos, Hunter les pidió a sus padres que le dejaran transformarla. –El moreno sonrió.

Los dos se sentaron en uno de los dos sofás, para comenzar con la sesión de besos más íntima de la noche. Empezaron como siempre, siendo muy dulces, pero pronto su pasión acabó tomando protagonismo.

Sam intentaba no mostrar demasiado su deseo, en un intento de no asustar a su amado. Todavía tenía muy presente lo que había pasado y lo último que quería era que volviera a revivir esa experiencia por su culpa.

Sin embargo, Blaine tenía otras intenciones. Se sentía tan cómodo y seguro entre los brazos de su novio que deseaba ir más allá. Por eso se sentó en el regazo del rubio, con sus rodillas a ambos lados de las caderas, de manera que podía besar a su pareja de frente y de manera cómoda.

Para sorpresa de Evans, la relación avanzó un poco en ese momento. Todavía no habían llegado a intimar de manera profunda, pero, dado el pasado de Anderson, era el mayor avance que podían tener. Para ambos significaba mucho lo que se habían atrevido a hacer, una muestra de lo que ambos sentían, aunque les costara reconocerlo.

Esa fue una noche llena de primeras veces, de primeras sensaciones, aunque sabían que podían haberla llevado más allá. Había muchas formas de llegar a conectar con una persona sin necesidad de sexo y esa noche descubrieron la manera de acercarse sin llegar demasiado lejos.

–La mejor manera de empezar el año. –Anderson susurró.

–Te amo. –Evans dijo sin darle importancia, aunque era la primera vez que lo decía. Sabía cuál sería la respuesta del otro, después de lo que había pasado, no había otra alternativa.

–Yo también te amo.