Título: Lo que vale

Rukia apretó el brazo de Ichgo y comenzó a correr. Ichigo miró a su familia con una mirada apologética. Su padre le sonrió diabólicamente y Yuzu se rió. Karin mantuvo su yo habitual desinteresado y enfocó sus ojos de nuevo en el cielo.

Tan pronto como los dos estaban fuera del camino de las orejas indiscretas, se detuvieron.

"Hollow?" Preguntó ichigo.

Rukia sacudió la cabeza. "No puede una chica sacar a su amiga solo para hablar?"

"no hueco?" Preguntó Ichigo, dejando que su tensión se deslizara.

"No hay hueco." Rukia declaró que dirigió su atención a los cielos.

Ichigo hizo lo mismo. "Entonces por qué me alejaste de mi familia?" Volvió los ojos a la niña pequeña.

Ella lo miró y sus ojos se cerraron.

"Porque." Rukia dijo, acercándose a él.

"Porque por qué?" Preguntó ichigo.

Ella sonrió suavemente. "Quiero que me enseñes algo."

Ichigo puso los ojos en blanco.

"Enséñame a desear una estrella." Ella dijo, sus ojos violetas brillando.

Suspiró. "Cuando una estrella dispara por el cielo cierras los ojos y pides un deseo, lo que quieras."

Ella sonrió. "Se hará realidad?"

"Tal vez, entonces de nuevo todo se deja al azar." Ichigo dijo, dejando que sus ojos regresen a los cielos de arriba.

Las estrellas brillaron con gloria sobre los dos. Se pararon en una exuberante hierba en el claro de un pequeño matorral de árboles. Un viento suave sopló entre ellos, revolviendo el vestido rosa claro de Rukia. Su cabello soplaba descuidadamente con el viento y la escena parecía completamente perfecta. Una estrella pasó junto a los dos y ambos cerraron los ojos. Sopló otra brisa cálida. Los ojos de Rukia se abrieron de golpe y ella se sentó en la exuberante hierba. Ichigo siguió sus acciones. Rukia se deslizó de sus pisos rosados y dejó que sus pies se deleitaran con la sensación de la hierba.

"Entonces, ¿qué deseabas, Ichigo?" Preguntó rukia.

Ichigo suspiró y cayó sobre su espalda, obteniendo una mejor vista de las estrellas. "No puedo decirte eso."

Rukia se arrodilló y se arrastró hasta Ichigo. Ella se inclinó sobre él y estudió su rostro con interés. "Por qué, es vergonzoso?"

"No." Ichigo declaró. "Porque si le dices a alguien tu deseo, no se hará realidad."

Rukia se mordió el labio en sus pensamientos. "Hmmm, esa es una superstición extraña."

Ichigo suspiró y sacó su cabeza de su vista. Ella lo devolvió, más cerca que nunca.

"Puedo decirte mi deseo?" Preguntó rukia.

"No se hará realidad." Ichigo declaró.

"Qué vale un deseo si no eliges actuar en consecuencia?" Preguntó rukia. "Enfréntalo a Ichigo, no hay tal cosa como magia."

Ichigo puso sus manos sobre sus mejillas. Ella se congeló bajo su toque. La bajó suavemente y le puso un cálido beso en los labios. Se soltó y ella retrocedió, cara roja. Tosió y se sentó, devolviendo su mirada a las estrellas. Ichigo sonrió y dejó que sus ojos se centraran en la chica que acababa de besar. En silencio se preguntó por qué había hecho eso. Una sonrisa adornó sus rasgos mientras sus palabras se repetían en su mente: "Qué vale un deseo si no actúas en consecuencia?".