Título: Recoge líneas del infierno.

"Rukia, ¿cómo puede llevarte tanto tiempo vestirte?" Ichigo gritó a la puerta del baño.

"No tienes respeto por la belleza de una mujer, Ichigo!" Rukia regañó desde detrás de la puerta. "Estas cosas llevan tiempo!"

"Sí, bueno, el tiempo se acaba, como lo es mi paciencia." Ichigo frunció el ceño.

"Bueno, dame otro minuto o dos!" Ella respondió, ira evidente en su voz.

"Dijiste 'un minuto más' hace una hora, si sigues así, ¡llegaremos tarde!" Ichigo gritó.

Comenzó a golpear la puerta. Sonrió cuando escuchó que Rukia comenzó a tirar cosas. Le encantaba volverla loca..

"Ichigo, así que ayúdame, si golpeas la puerta una vez más!" Ella amenazó.

Se rió.

Era casi una rutina diaria para ellos. Las disputas interminables y los gritos incesantes. Pero la ocasión en la que ambos se preparaban no era la de una rutina diaria.

¡"Ichigo! La risa no afecta tu caso!" Ella gritó. "Cuando termine aquí voy a arrancarte esa cabeza de zanahoria naranja de los hombros y usarla como una pelota de béisbol!"

Ichigo sonrió. "No sabes cómo jugar al béisbol, por no mencionar que necesitarías una escalera para llegar a mi cabeza..¡eres tan corto!"

Juró que la puerta casi debe haber sido arrancada de sus bisagras porque voló a Rukia a un alboroto. Ichigo se encontró en el suelo sacándole la basura.

"NO SOY CORTO!" Ella gritó.

Ichigo la empujó y se puso de pie. "no es mi culpa tu corta y sensible." Murmuró, desempolvando su traje.

Miró a Rukia, que ahora estaba de pie y al menos tres pulgadas más alto de lo que recordaba. Pero nada de eso importaba, estaba demasiado sorprendido por su apariencia como para preocuparse realmente. Su cabello oscuro estaba ligeramente rizado y colgaba libremente alrededor de sus hombros, y su pequeño alfiler tirando hacia atrás, algo que se atrevía a bloquear su hermoso rostro. Llevaba un vestido negro sin tirantes de longitud de cóctel que estaba apretado hasta que se golpeó la cintura y luego fluyó libremente. Llevaba un collar de perlas blancas y un par de aretes a juego. La razón por la que parecía mucho más alta era el par de tacones negros que adornaban sus pequeños pies.

"Mira, me veo horrible, tu expresión de mandíbula floja lo confirma!" Ella hizo pucheros. "Ahora tendré que volver allí e intentarlo de nuevo."

Ella sintió que su mano se envolvía alrededor de la suya. "N-no te ves.. hermosa."

Rukia giró un profundo tono rosa y miró hacia otro lado.

Ichigo tosió y recuperó la compostura. "considerando."

Ella le disparó un resplandor. "Considerar qué!"

"Considerando tu y B. short." Dijo, soltando su mano y doblando sus brazos.

Ella le disparó miradas heridas y corrió escaleras abajo. Suspiró y se golpeó en la cabeza, estaba demasiado preocupado por su propia imagen. Corrió por las escaleras tras ella.

"Rukia, estaba bromeando!" Intentó discutir.

Ella le disparó más miradas.

"Te ves fabuloso." Dijo, golpeándose interiormente por usar una palabra tan gay.

Rukia se abalanzó sobre él mientras se reía interiormente de su elección de palabras. "Vamos antes de llegar tarde."

Ella pisoteó la puerta arrastrando a Ichigo junto con ella. Ichigo no tenía idea de por qué este estúpido baile escolar era tan importante para Rukia, pero no importaba, era para ella, y él haría cualquier cosa por ella. Demonios, casi muere por ella en más de una ocasión, cuán dolorosas podrían ser tres horas de baile.

"Ouch", gruñó. Cuando Rukia se puso de pie, de nuevo.

"lo siento, si no fueras tan alto." Ella declaró ira en su voz.

"no como si pudiera evitarlo." Mordía atrás.

"Consígueme una sierra y te mostraré cómo puedo ayudar." Ella murmuró, a propósito pisando su pie.

"Me estoy cansando mucho de esto... muy rápido." Él gruñó.

Rukia sonrió. "Oh Ichigo, te pensé mucho mejor que eso.. para estropear un baile de la primera escuela de chicas. tsk tsk."

Ichigo puso los ojos en blanco y dejó de bailar con ella. Agarró su pequeña mano en la suya y la arrancó de la habitación y subió las escaleras hasta el techo.

"Ichigo1 ¡Qué demonios te pasa! Sabes lo difícil que es correr en estas cosas!" Ella dijo, moviéndose a sus zapatos. "No entiendo por qué son tan incómodos." Ella murmuró.

Enrolló los ojos. "No me pasa nada. Te traje aquí porque es mucho mejor que un baile estúpido."

Suspiró y se sentó a quitarse los zapatos. "Realmente quería pasar por Ichigo."

Ichigo suspiró. "No se trata del baile, con quién vas, qué usas, dónde vas a bailar." Ichigo le tendió una mano. "Se trata de pasar un buen rato con alguien que te importa."

Rukia sonrió y agarró su mano. La metió en él y envolvió sus brazos a su alrededor. Ella sonrió y se apoyó contra su pecho. Poco a poco comenzaron a bailar con la débil música que se podía escuchar desde el primer piso. Ella bailó al ritmo no a la música sino al latido de sus corazones, y él también. La noche pasó lentamente mientras los dos continuaban su ballet en la azotea con la música de sus almas. El tiempo los pasó y ninguno notó el lento movimiento de los estudiantes del edificio. A medida que el tiempo se acercaba a la medianoche, los dos terminaron su baile y se miraron a los ojos. Rukia sonrió suavemente a Ichigo.

"Gracias Ichigo." Ella susurró antes de darle un ligero picoteo en los labios. "Por darme una noche maravillosa."

Ichigo se permitió una pequeña sonrisa. "No hay problema Rukia."

Ella cogió sus zapatos y agarró la mano de Ichigo. "Deberíamos irnos a casa ahora?"

Ichigo miró su reloj digital y juró. "Papá nos quiso en casa hace una hora."

Rukia hizo una mueca. "Bueno, ciertamente estás muerto."

Ichigo frunció el ceño. "Tú eres el que me hizo llegar tarde!"

¡"Ahora soy responsable! Sí, ahora mismo, ¡cómo sucedió eso!" Rukia gritó.

"Si no estuviera tan atrapado en tus ojos, no estaría en esta situación!" Ichigo gritó.

Rukia se sonrojó e Ichigo se unió a ella.

"Vamos a casa." Él declaró.

Rukia sonrió. "Sólo un minuto más." ella declaró. "No me he recuperado del todo", ella le dio un paso adelante. "Ya ves," Ella agarró su collar. "Me lastimé", ella lo llevó a su nivel. "Cuando me caí de cabeza por ti."

Rukia e Ichigo comenzaron a reírse.

"Esa tiene que ser una de las líneas de recogida más lamest en la historia del hombre." Él declaró.

"no puedo culpar a una chica por intentarlo." Sonrió dirigiéndose hacia la puerta que conducía al mundo abajo, donde el último equipo de limpieza se estaba preparando para regresar a casa.

Ichigo sonrió con una sonrisa genuina mientras se acercaba a ella y le unía el brazo en el suyo. "Tienes eso, ciertamente no puedo culparte."

Abrió la puerta y la llevó por las escaleras por la puerta y hacia el lugar al que ambos llamaron hogar.

"Papá, estoy en casa!" Ichigo llamó mientras abría la puerta. "Papá?" Se sorprendió de que aún no le hubieran pateado la cara.

Entró en la cocina para hacer Rukia y él mismo un poco de té tarde en la noche y vio una nota en la nevera. Lo recogió y lo examinó.

Ichigo, hijo mío,

tus hermanas y yo fuimos a ver una emisión nocturna de esta nueva película de zombis.

Estaremos en casa alrededor de las tres de la mañana.

Usa el tiempo sabiamente... insinuar insinuar empujar empujar.

Espero que haya un montón de X' y O'x entre tú y Rukia

Lo que sea que eso signifique.

Tu maravilloso padre

ISSHIN KUROSAKI

Ichigo arrugó la nota y la tiró a la basura. Su padre realmente estaba loco. Miró su reloj que decía que la hora era alrededor de la 1:30 am. Hizo los cálculos en su cabeza. "Hey Rukia!"

"Qué!" Ella gritó desde la sala de estar.

"Me he enamorado de ti y parece que no puedo levantarme!"