Saborearte
El tema era manejado con frialdad, los ojos del señor Miyuki se nublan, su alma se rompe al saber lo de su esposa, pero le llega un recuerdo a la mente "Si tuviera uno para dárselo, se lo daría para ver feliz a Kazuya".
Kagehisa y Hashimoto se casaron jóvenes en contra de la voluntad de sus padres, debido a que ella era hija de una familia humilde pero arribista y él, en ese entonces no tenía un prestigio alto, era simplemente un vendedor.
Los dos vivieron una vida llena de diversión en su primer año de casados, pero...
Al año, la mujer quedó embarazada, perdió a su primer bebé, el hermano mayor de Kazuya, ella quería seguir llevando su ritmo de vida como si no estuviera embarazada y a consecuencia tuvo un aborto a los 6 meses de embarazo.
Aún no estaban preparados para tener a su primer hijo, cuando Hashimoto se enteró, la culpó y comenzaron las peleas y disgustos entre ellos; poco después, trataron de reconciliarse, como consecuencia nació Kazuya, pero al sentir la culpabilidad de la muerte de su otro hijo, no tuvieron el valor de cuidarlo como se debía, ocultaron la verdad y se hirieron detrás de Miyuki.
Las discusiones fueron en aumento con el paso de los años y al final llegaron a las agresiones físicas.
Un mes antes del divorcio
-Hace mucho tiempo que no somos felices juntos
-¿Desde hace cuánto dejamos de respetarnos?
-No tengo idea, Hashimoto, separémonos, no tiene caso que sigamos juntos
-¿Qué será de Kazuya?
-En realidad, yo no soy la más adecuada para quedárselo
-Seguro que piensa que nosotros nos odiamos, hemos adoptado esa actitud porque éramos demasiado jóvenes para ser padres, al final, nunca entendimos nuestra tarea, quisimos llevar una vida como la que teníamos antes de casarnos, siendo irresponsables, lo hicimos a un lado
-Él no es un mal hijo, siempre nos ha dejado solos para que no nos sintamos avergonzados de nuestra actitud, somos inmaduros, y él, nuestro hijo es muy maduro
Esos momentos pasaron por la mente del señor Miyuki, porque recordaba que al menos había podido despedirse de ella.
"Kagehisa, lo siento, quisiera que me perdonaras por lo que voy a hacer, pero nuestro hijo le necesita y si para salvarlo tengo que hacerlo, al menos esta vez quiero ser un buen padre, cumplir con mi obligación, aquella que por cobarde y por haber matado a nuestro bebé, no cumplí"
-¿Qué hay de la donación de órganos?- su alma se rompía, tener que separar el cuerpo de su esposa era algo que no quería hacer, pero por salvar a su hijo, al menos esta vez podía cargar con ese dolor, sin remordimientos ni quejas
-¿Qué? ¿En serio va a donar los órganos de su esposa?
-si... lo haré
-en ese caso, podemos donar algunos, como los que tiene en la parte alta del cuerpo, tiene que firmar el permiso
-ya tengo a quien darle el corazón, por favor, haga lo necesario para llevarlo -bajó la mirada
-pero hay una lista muy grande de personas que...
-no va a decirme quien lo necesita, ella lo dejó para ellos, me lo dijo, y haré su voluntad -temblaba ante ese pensamiento.
El doctor estaba molesto de saber que se lo daría a alguien que quizá no estaba en la lista, sin embargo, no le quedaba más que aceptar la decisión del único familiar que la señora tenía.
Poco después se fue al área de estar para poder hablar por teléfono con su compañero, el que estaba cuidando del otro menor, aquel a quien le entregaría algo muy preciado de su esposa.
-¿Cómo está el chico?
-está muy grave, hoy les dijeron que está perdiendo la batalla, su condición está delicada
-ya voy en camino con el corazón que necesita, quiero que le hagan las pruebas y me digan si puede recibirlo o no
-¿Cómo que ya lo tiene?
-ocúpate de todo lo demás, no tengo cabeza para pensar
-si señor
Su amigo se dirigió a ver a la mujer para tratar de calmarla y contarle la noticia, sobre todo porque era urgente debido a que su hijo estaba muriendo.
La señora Sawamura se atormentaba recordando como inició todo su problema, mientras esperaba a que le dijeran que había un donador o la maquina sonara para anunciar la muerte de Eijun, lo que sucediera primero
-Doctor, a últimas fechas, mi hijo se siente muy cansado y mareado
-Le mandaremos a hacer unos estudios, para descartar algunas posibles enfermedades
-Entiendo
La mujer recibió las órdenes médicas, para leer los nombres y darse cuenta de que eran muy caros los estudios.
Cuando por fin juntó para mandarle a hacer los estudios, su padre enfermó y no pudieron realizarle las pruebas, así que se esperaron hasta mucho después.
Al realizar los estudios, resultó que tenía una valvuloplastia mitral percutánea, la insuficiencia se complicó debido a la cantidad de tiempo que había pasado sin atención médica, y los crecientes trabajos forzados provocaron en el menor una cantidad inimaginable de lesiones en su corazón, haciendo que su órgano vital fuera muriendo y disminuyendo su tiempo de vida.
La operación era demasiado costosa, necesitaban reconstruir la arteria que había sido la causante para alargar su tiempo de vida, sólo que, al no estar en sus posibilidades, el daño fue mayor y ahora se necesitaba un trasplante de órgano para darle una posibilidad a Eijun de sobrevivir.
-Señora Sawamura...
-¿Quién es usted?
-esto... mi amo quiere donar un corazón, y ha escogido dárselo a su hijo
-¿Qué? -la mujer estaba en shock por la noticia, el que pudieran regresarle la esperanza y la vida a su hijo era lo que más deseaba, le dolía saber que alguien había muerto para salvar a su pequeño, pero le daba las gracias a quien noblemente le cediera una oportunidad de vida a su niño.
Los trámites pertinentes se hicieron, la mujer miraba a través del vidrio el reflejo de su hijo con el oxígeno y las muchas máquinas rodeándolo, mientras esperaba con impaciencia los resultados para la cirugía.
El señor Hashimoto llevó al hospital urgentemente el órgano, que inesperadamente fue compatible con Sawamura, y lo dejó a cargo del doctor para que le salvaran la vida al menor mientras él iba a casa a ver a su hijo.
Miyuki se despertó para ver a su padre frente a su ventana, mientras miraba angustiado el lago
–Parece que estas preocupado
-Kazuya...
-no tienes que aparentar, puedes irte a trabajar
-encontré a Eijun -no sabía que era más doloroso, el ver a mi padre tratando de aparentar o escuchar su nombre
-¿Cómo está?
-estaba muy delicado de salud, se necesitaba un trasplante de corazón
Si ibas a morirte por falta de un corazón habría dado mi vida por salvarte porque no quiero perderte; los ojos se me nublan al imaginar que jamás volveré a verte –Ei...jun -pierdo la fuerza de mis manos al pensar que está lejos y delicado.
-Perdóname -sus palabras remueven dolorosamente mi vida, no estoy en condiciones de perdonar en este momento
–yo...
-sé que te hicimos mucho daño tanto tu madre como yo, por eso ambos llegamos a un acuerdo, y le dimos a Ejun la vida que necesitaba, porque eres nuestro hijo y queremos hacer algo por ti al menos una vez en la vida como padres
¿De verdad él va sobrevivir? ¿Cómo lo hizo? –no quiero... que el muera -no podré soportar... perderlo
-lo sabemos, sólo quiero que estés bien
-¿no vas a reprocharme el que sea un hombre la persona de la que me enamoré?
-no lo haré, no tengo derecho -al menos lo entendía, sabía que no podía recriminarme mis preferencias.
-Por favor... llévame a verlo
-espera a que recibamos noticias, si vas, podría ser complicado para él
-pero quiero verlo -al menos iba a comportarme como siempre, ser fuerte y no llorar imaginando lo peor.
-No insistas Kazuya, ahora mismo, está luchando por sobrevivir, así que debemos dejar que su familia llevé el proceso sin tener gente presionándolos
-pero...
-no creo que desees verlos sufrir
-eh... no
-entonces, esperemos aquí, además, ellos... no saben que he sido yo quien ha llevado lo que necesitaban
-¿Cómo lo conseguiste?
-mejor duérmete, después hablamos de eso
Eijun... la vida que he tenido alejada de la humanidad se terminó cuando te conocí; desde que vi tus hermosos ojos aquel día en que tomaste mi rostro, desde ese momento me enamoré, hiciste de mí no una mejor persona, sino alguien dependiente pero menos solitario.
Las heridas que tengo por lo que hice disminuyeron mucho cuando hablamos. Trato de no entrar en pánico y salir corriendo; ahora solo me duele saber que estas enfermo y que peleas por sobrevivir, me detengo porque lo que mi padre dijo es cierto, tu familia necesita su espacio, pero... deseo que te recuperes pronto para poder verte, decirte todo lo que ese día cobardemente me guarde y al final poder saborearte; te confundí con un hermano, pero a los hermanos no se les desea, fui un tonto al querer tapar la verdad con un dedo; peor aún, no quise darme cuenta de que todos mis arranques, deseos y sentimientos controversiales eran porque te amaba.
El sueño me vence mientras mi padre me mira, por primera vez siento que tengo un padre, una familia, ojala pueda compartir ese sentimiento que tengo por ti, lo más pronto posible.
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