deux.

La segunda, era:

«Número dos; le encanta dormir contigo.»

Usualmente el chico dormía en casi cualquier lugar. Qué bien que ya era noche, así sería más sencillo.

―Oye, ¡Hannie!

―No grites, estoy a la par tuya.

 DongMin solo rió.

― ¿Quieres dormir conmigo?

Sintió la mirada de SanHa fija en él.

―Ew, no. Tu olor asqueroso se me pegara, humano idiota.―Dicho ésto, SanHa se levantó y se fue a algún otro lugar de la casa.

―Pero... Pero... Pero si me acabo de bañar ―murmuró ya a la nada―, incluso me puse loción de baño―lloriqueó.

Sacó la lista, y tachó otro más.

Demonios, dos fallidos. Faltan 8, pensó suspirando después. 

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