Soñar y desear
No sé cómo empezar, tengo tanto que contar pero no sé el cómo... soñaba y deseaba, soñaba con el chico perfecto, con mi príncipe azul, soñaba con esa cena romántica donde me declaraba su amor, con ese primer beso que encendiera fuegos artificiales en mi interior, soñaba con esa historia de cuento de hadas que me hiciera flotar sobre las nubes, pero al pasar de los años mi burbuja se rompió y entendí la cruda realidad, la vida no es un libro, aquel príncipe azul que rescata a la damisela en peligro ¡no existe!, pero sin importar cuantas veces nos lo repitan nos aferramos a ese sueño de tener nuestro propio cuento de hadas, nos aferramos tanto que cuando llega un sapo disfrazado de príncipe caemos rendidos a sus pies y aunque todo indique que no se trata más que de una farsa, no queremos ver la verdad, nos negamos a aceptarlo, tratamos de mantener viva aquella ilusión ¿y qué conseguimos a cambio de aquella inocencia? Dolor, tristeza y depresión, resumiendolo en palabras concretas aquel primer corazón roto...
Así pues, para iniciar esta historia, creo que debo empezar por el principio, les contare de aquel alfiler que rompió mi burbuja, aquel chico que me enseño que la vida y sobre todo el amor, no es una historia de ensueño...
Su nombre era André, el fue el primero en una larga lista, fue el que rompió mis sueños e ilusiones, el que me enseñó a no confiar ciegamente , cuando lo conocí tenía tal vez unos doce o trece años, la forma en la que nos topamos fue mera coincidencia, recuerdo bien aquel día...
Yo había ido a jugar baloncesto con unos amigos, estaba eufórica debido a que íbamos ganando, corría velozmente hacía la canasta preparada para anotar cuando de pronto me distraje y golpee fuertemente el balón, mandándolo a una jardinera a un par de metros, podía sentir las miradas molestas de mis compañeros sobre mi, me encogí de hombros un poco apenada y me dispuse a ir a recoger el balón, estaba por agacharme a por el cuando de pronto un chico no muy alto, de tez morena y ojos color miel se me adelanto, tomo el balón y lo lanzó hacia mí, yo atrapé el balón y sonreí, sentí una sensación extraña instalarse en mi pecho, pero decidí no darle mucha importancia, me di la vuelta y lance el balón hacia mis amigos, así el juego continuo y yo seguí jugando como si nada, ignorando el hecho de que aquel chico me observaba...
El juego termino ¡¡habíamos ganado!! mis amigas y yo pegábamos brincos de la emoción, cuando en ello una de mis amigas, Aixa una castaña delgada, de pelo largo y ojos verdes como los de un gato, señaló al otro lado de la cancha, mire hacia dónde ella me indico, mis ojos se encontraron con un par de ojos miel, el brillo en sus ojos consiguió cautivarme, pero enseguida aparte esos pensamientos y deje de mirarle, el gusto no me duro mucho pues al parecer no había sido la única que había notado aquello.
-¡Tienes un admirador, no a dejado de mirarte en todo el rato!.-me sonroje de inmediato al escuchar aquello
-¡No es así!
-¡Claro que sí, mira ahí viene!.-mis amigas chillaron divertidas y salieron corriendo, trate de huir pero ya era demasiado tarde
-Hola, no pude evitar mirarte, juegas muy bien, por cierto soy André.-dijo con una sonrisa de lado
-Oh gracias.-musite con las mejillas coloradas-Mucho gusto André, soy Micaela pero puedes decirme Mica
-Encantado ¿Vienes aquí a menudo?
-Solo a veces, cuando no tengo mucha tarea ni pendientes, ¿Tu?
-Mmm, un par de veces por semana
De pronto unos gritos a lo lejos terminaron por romper aquel casual encuentro.
-¡André, te estamos esperando!.-grito un chico castaño de tez clara
-¡Voy en seguida!.-respondió él
-Bueno debo irme mis amigos esperan, fue genial conocerte Mica, eres muy linda, espero verte por aquí.-me dio un beso en la mejilla y se fue, dejándome sola y completamente colorada.
Mis amigas vinieron corriendo y comenzaron a bombardearme con preguntas
-¿Qué te dijo?
-¿Cómo se llama?
-¿Crees que quiera presentarnos a sus amigos?
-Tranquilas chicas dejen que conteste.-respondió Aixa intentando calmar su euforia
-Su nombre es André, dijo que juego muy bien y que esperaba volver a verme.-todas gritaron eufóricas
-¡Es tan lindo!
-¡Tienes que verlo otra vez!
-No lo sé chicas, no creo, es muy poco probable, aunque me encantaría.
Después de eso fuimos a casa de Adriana a ver películas, pero mi cabeza no dejaba de pensar en aquel chico de ojos miel y encantadora sonrisa, suspire, realmente esperaba volver a verlo...
¿Qué les pareció? ¿Creen que vuelva a ver a André? Comenten
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top