Entre sus garras
"no más chicos"era una promesa...
Cuatro meses, cuatro meses fue el tiempo que fui capaz de mantener esa promesa, cuatro meses y volví a caer en sus garras, creí que seria capaz de resistir a ello, creí que seria capaz de mantenerme alejada de todo ese lio de estar enamorado, que equivocada estaba; todo iba de maravilla, había pasado tiempo de calidad con mis amigas, mis notas habían subido en un par de materias y había logrado entrar a la pre selección de baloncesto, todo iba genial, pero tenía que llegar él a arruinarlo todo, tenía que llegar ese tonto chico nuevo y volver a engatusarme, no puedo creer que volví a caer en sus garras, ag malditos chicos...
Todo empezó un jueves temprano, había salido de clases y me disponía a ir a entrenar, en el pasillo me topé con Bianca, quién no paraba de cuchichear acerca de un chico nuevo que según ella estaba para morirse, al parecer sus padres se habían mudado por trabajo, por desgracia para el estábamos a mitad de curso y un chico nuevo a estas alturas no es algo muy común motivo por el cual estaría un buen rato bajo reflectores, aveces detestaba a mis compañeros, siempre buscando de que armar el chisme.
-¡Mira aquí viene!.-chillo Bianca
Volteo hacia dónde ella me señala, un chico alto, de pelo y ojos negros pasa junto a nosotras, en cuanto desaparece por el pasillo Bianca suspira-¡Es tan lindo!
-No está mal, pero tampoco es la gran cosa.-digo encogiéndome de hombros
-Di lo que quieras, pero para mí sigue siendo perfecto
Gire los ojos, me despedí de Bianca y me fui, se me había hecho tardísimo, el entrenador se pondría furioso, corrí tan rápido como pude, llegue al gimnasio y abrí la puerta, entonces escuche un quejido, me lleve las manos a la cara avergonzado, acababa de golpear al chico nuevo.
-Enserió lo siento, se me ha hecho tarde y no me he fijado, a sido un accidente.-dije muerta de vergüenza.
El me miro y negó con la cabeza a la par que continúa sobándose la frente-Lo entiendo, pero mi cabeza no piensa lo mismo, creo que me quedara marca.-dijo mientras tocaba su frente y hacia una mueca.
-¡Rosheri, Morgan, basta de charla y vayan en este mismo instante a cambiarse!.-Utilizo la orden del entrenador para escapar de esta bochornosa situación, musito un "hasta luego", seguido de ello y sin darle tiempo a responder cojo mi mochila y corro hacia los vestidores, me cambio a prisa, meto la mochila en mi locker y corro hacia la cancha, pero para mí desgracia término chocando con el chico que minutos antes he golpeado, ambos caemos al suelo por el impacto, el se levanta y me tiende la mano para ayudarme a parar, la tomo y me pongo de pie, luego tallo mi mejilla
-Espero que no se vuelva costumbre, eso de golpearme cada que nos vemos no es muy sano que digamos, a este paso vas a volverme loco...
Note un cierto atisbo de picardia en su rostro la cual me hizo sonrojar, respire tratando de controlar el calor en mis mejillas -Enserió lo siento
-Descuida no hay problema.-se queda pensando un momento-Aun que una orden de restricción no sería mala idea
Me pongo pálida, el estalla en risas-Solo bromeó por cierto soy Charly y ¿tú eres?
-Yo soy Micaela
-Lindo nombre
-Gracias
-¡Morgan, Rosheri muévanse no tenemos todo el día!
Los dos empezamos a correr con el resto de nuestros compañeros
-¡Rápido, rápido, mi abuela corre más aprisa!.-gritaba el entrenador, después de correr por unos veinte minutos comenzamos a practicar algunos tiros, inconscientemente comencé a mirar de reojo a Charly, la forma en la que sus músculos se contraían al arrojar la pelota, el como sus ojos brillaban al encestar, no puede ser, por qué rayos estaba pensando en eso, no, no, no, ¡no otra vez!...
¿Qué les pareció?¿Creen que surja algo entre Charly y Micaela? Comenten
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top