IX
Esa cicatriz que te marcó,
te esta transformando
en alguien
mejor.
— No encontré el autor :(
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Realmente podría decir que su vida era buena. Sus viejos tenían dinero, gracias a su "empresa", sabía que él en algún momento tendría que tomar el mando de ese negocio, cosa por la que siempre se esforzó, y jamás se permitió tener "distracciones".
O así él les llamaba a las relaciones amorosas.
Realmente todo estaba bien en su vida, no había nada ni nadie que jodiera su paz. Tal vez cuidar a el "débil" de Deku, pero podía manejarlo. Era una buena manera de liberar estrés golpear a los bastardos que le quería hacer bullying a Deku.
Siempre fue así, adulado, creyéndose mejor que todos, y no teniendo distracciones, hasta que llego a la universidad.
Decidió estudiar en el departamento de moda. Realmente no lo necesitaba, pero quería seguir siendo mejor que todos, para algunos fue sorpresa, como una persona como él y su actitud estudiaría eso, pero realmente a él le valía una mierda.
Era el mejor de su departamento, hasta qué un día, todo cambio, todo su esfuerzo, las barreras que había creado, se fueron, pero directito al carajo, (según él)
Fue mientras iba en busca del inútil de Deku, mientras esperaba a que saliera de su aula, jura por lo que mas quiera, que vio destellos, y una luz ilumino a ese pelirrojo que salía del aula de a lado y saludaba a un rubio que lo esperaba, como él con Deku.
— Kacchan... — llama un peliverde, no obtiene respuesta.
Se quedó hipnotizado, se lo quedo viendo tanto, que observo como el tipo se volteaba y lo saludaba con una sonrisa.
"Tiene dientes de tiburón"
— Kacchan — sigue sin obtener respuesta, en cambio el rubio cenizo se sonroja por la sonrisa y voltea hacia otro lado, el pelirrojo lo mira confundido, se encoje de hombros y es arrastrado por su amigo.
— ¡Katsuki Bakugo hazme caso! — con eso volteo a ver al peliverde, bueno, no solo él, todos los alumnos que se encontraban cerca.
— ¡Perdón!, ¡Perdón!, No era mi intención molestar — se inclinaba una y otra vez, sin cesar.
— ¡Deja de disculparte nerd de mierda!, ¡Vámonos! — y desde ahí, fue como si hubiera desbloqueado un nuevo personaje en un maldito libro, que veías siempre.
Lo empezaba a encontrar casi siempre, donde fuera, y eso lo estaba jodiendo, y más porque la mayoría del tiempo lo veía con un rubio de mechón negro, o una pelirrosa.
Un día tuvo cojones y fue a hablarle a ese tipo, creía que con eso se libraría de pensarlo tanto. Pero joder, se equivocó.
El tipo se llamaba Eijiro Kirishima, estaba estudiando contabilidad. Él tipo rubio que andaba con él, no era su novio (por suerte), era uno de sus mejores amigos, Kaminari Denki, quien andaba en su momento depresivo, porque el tipo que le gustaba andaba con alguien más.
Ridiculeces, según él.
Y con el tiempo, simplemente el pelo pincho, (como le empezó a decir por su característico peinado), se le empezó a colar en él corazón, y sucedió.
Termino besando al pelirrojo bajo un árbol de cerezo, y fue correspondido, desde ese día, supo que Eijiro sería la excepción siempre para él.
Eran jóvenes, y las hormonas siempre se alocaban, y fue cuando le confeso a Eijiro que tenían que usar condón siempre, si no, podía embarazarse.
Si, era un doncel.
Jura haber visto que al muy bastardo le brillaron los ojos con ilusión, tanto, que hasta una sonrisa de tiburón se hizo presente.
Pero lo reitero, eran jóvenes, con las hormonas alocadas. Un día, por una fiesta donde las copas fueron de mas, y estaban lo suficientemente furra de sus 5 sentidos; terminaron haciéndolo sin protección, y Katsuki casi mata a Eijiro.
A escondidas fueron al doctor, ya que a veces las pruebas de embarazo no eran tan confiables, si estaba embarazado, la vieja bruja lo mataría, después de dar a luz a su nieto, claro.
Estaba sentado en la camilla, con una de esas blusas que les dan a los pacientes, estaba sosteniendo la mano de Eijiro, pero aun quería matarlo.
Su corazón empezó a latir más rápido, cuando vio entrar al doctor con un semblante preocupado. ¿Tan malo era?, ¿No era una bendición estar embarazado?
— ¿Qué ocurre doctor? — estaba asustado, mínimo no quería que al mocoso le faltara un ojo, no estaba pensando correctamente por el miedo.
— Como decirlo... — les dio una mirada de lastima — usted no está embarazado.
Con eso Katsuki por fin pudo respirar en paz, y Eijiro sentía que se desmayaría, pero antes de que preguntara porque les daba esa maldita mirada de lastima, el doctor prosiguió.
— Y me temo, que jamás podrá estarlo — dejo de respirar, mientras sentía su corazón comprimirse y Eijiro veía incrédulo al doctor. ¿Por qué?
— Debido a los análisis principales, le realice otros. Usted es infértil, y si para un doncel le es difícil sobrellevar un embarazo, para usted lo sería aún más, hay una gran probabilidad de que aborte si es que llegara a embarazarse, lo cual, le reitero, es muy difícil. Su útero es un poco inestable, y lo mejor sería no internarlo, pues también podría morir.
No dijeron nada, Katsuki aún no salía de su asombro, al igual que Eijiro, el doctor se retiró para darles unos momentos a solas y que asimilaran la noticia.
— Blasty... — Eijiro quiso abrazar a Bakugo, pero este lo aparto, se sentía mal, se sentía inútil, recuerda cuando le dijo que era un doncel a Kirishima, esa mirada de ilusión que le dio, esperanzado de que, si seguían juntos a futuro, podrían formar una familia.
— Soy un inútil — susurro y a Eijiro se le rompió el corazón, abrazo a Katsuki, aun con toda la oposición que puso este, y le repitió una y otra vez: "Te amo", pues no importaba si no podían tener hijos bilógicos, encontrarían la manera.
Después de eso, fue algo tenso todo, casi terminan, pero encontraron la manera de sobrellevarlo.
Se graduaron, y decidieron casarse. Hubo obstáculos, claro, pero siempre supieron atravesarlos juntos.
Después de casarse, Bakugo supo que ahora también tendría que obedecerle a los Todoroki, el precio de casarse con un Kirishima.
Se mudaron a Corea del Sur, porque repentinamente, Todoroki lo hizo y los solicitaba allá por un tiempo indefinido, realmente nada los ataba a quedarse en Japón y se mudaron.
Hablaron sobre la adopción, y llegaron a un acuerdo, verían como darle la vida más tranquila. Sabían cómo funcionaba su mundo, y entre más alejado, mejor.
Por todo lo que han vivido, por eso y más. Debía de confiar en Bakugo, en volver a Japón después de 4 años fuera, era lo mejor para el niño, no era alocado. No se arrepentiría, aun con las miradas de Shoto e Izuku sobre ellos dos.
— ¿Volverán a Japón? — la mirada de Shoto mostraba algo de molestia, al igual que su tono de voz. Sus mejores trabajadores volverían a Japón, les complicarían las cosas.
Estaba a nada de decirles que no, que se quedarían en corea, les gustara o no... hasta que vio la mirada de Izuku, empatía, sabía que Izuku quería que sus amigos fueran felices, a veces pensaba.
"Ellos debieron tener la bendición de tener un hijo, no nosotros"
Suspiro, dejo caer su cabeza hacia atrás.
— Mierda, les gusta complicar las cosas siempre. Está bien, veremos cómo trabajaremos de ahora en adelante.
Su cuerpo tanto como el de Bakugo se relajaron, esto era bueno, les permitirían dejar que fueran felices.
— Si eso es todo, me retiro. Necesito que me cambien las vendas — comento Iida, para después irse, y los demás al igual lo hicieron.
Ni bien Izuku y Shoto se quedaron solos, asomaron su cabeza por la puerta, verificando que nadie conocido estuviera cerca, y volvieron a emprender marcha hacia el laboratorio.
Cuando llegaron, la laboratorista jura que casi se desmaya. Pues los tipos casi sacaban sus armas en busca de respuestas.
— ¿¡Qué dio la prueba!? — una pistola siendo cargada por Shoto mientras el peliverde estaba con el corazón al mil.
— ¡Ne-negativo!, ¡Di-dio negativo!, ¡N-no e-era su hijo! — grito por los nervios, mientras les extendida la hoja de los análisis realizados, los dos se fijaron claramente que decía "Negativo".
— Que alegría — dijo el peliverde llorando, mientras se dejaba caer recargado en la pared, mientras Shoto relajo todo su cuerpo y suspiro aliviado, tranquilo.
— Gracias, me encargare de mejorar la economía de tú familia — fue lo último que dijo el bicolor, antes de dispararle a la laboratorista. No debían quedar testigos, el disparo no se escuchó mucho, gracias al silenciador que le puso a su arma.
"Nuestro ángel... sigue vivo"
— ¿Entonces me llamo Daiki? — El cenizo asiente ante la pregunta del niño, mientras el pelirrojo tiene una de sus características sonrisas de tiburón. Le estaba mintiendo descaradamente al pequeño, eso no era nada varonil, pero a la vez, si lo era.
— Así es, Daiki, Daiki Kirishima, grábatelo bien, otra vez mocoso — le da un pellizco a esas mejillas algo regordetas del pequeño, este soltó un quejido bajo y se sobo la mejilla.
El nombre, cuando mencionaron si era un niño o niña al que adoptarian hace un tiempo, comentaron nombres, y llegaron a un acuerdo, si era niño, le pondrían Daiki.
— No le hagas caso — comenta con gracia el pelirrojo, mientras se sienta a un lado del peliblanco, en la camilla, ya lo darían de alta en un momento.
Habían llegado a un acuerdo con el doctor al final, dinero a cambio de su silencio. Al final descartaron la idea de que una trabajadora social llevara el caso de ma adopción, mucho papeleo para su gusto.
Sería la adopción más ilegal que podrían hacer, sería prácticamente robarse al niño.
Buscarían a un viejo conocido que sacara los papeles y demás.
— Entonces... eres mi papá ¿verdad? — el pelirrojo asiente nerviosamente, mientras se rasca la nuca, la pregunta lo puso nervioso.
El pelinegro voltea a ver al rubio cenizo ahora, lo está pensando, si el pelirrojo es su papá, entonces el rubio es su...
— ¿Mamá? — Kirishima se queda paralizado un momento contieniendo la risa, y Katsuki... Katsuki se puso rojo como el cabello de Kirishima, estaba conteniéndose para no soltarle mil maldiciones al pequeño.
— Perdón por interrumpir — se disculpa el doctor, mientras ingresaba a la habitación.
— Hola pequeño
— Hola doctor
— Vengo a revisarte una última vez, después, podrás volver a casa con tus padres, ¿De acuerdo? — Daiki asiente con una sonrisa. El doctor le hace una revisión general, cuando confirma que todo está bien, se lleva a los "padres", para que firmen unos papeles.
Se queda solo en la habitación, moviendo sus piernas, pero es un pequeño, y tiene curiosidad por salir ya, solo ha estado ahí encerrado desde que despertó y vio a sus padres a su lado.
Da un pequeño brinco y aterriza en el piso, casi pierde el equilibrio, pero se logran estabilizar.
Sale de la habitación, siendo cauteloso, buscando a sus padres, ya quiere irse de ahí, no le gustan los hospitales, de eso se dio cuenta ni bien le dijeron dónde estaba.
Odiaba los hospitales, se sentía muy mal estar ahí, no sabe porque, y solo quería estar en los brazos de mamá o papá.
Buscando y buscando, choco con un cuerpo mucho más grande que el suyo y cayo de trasero, alzo la cabeza, observando al hombre, era grande, mucho más grande que él, no sabe porque, pero sentía como si ya hubiera vivido algo así.
— ¿Por qué lloras pequeño? — ¿Estaba llorando?, Toco sus mejillas, y efectivamente por estas resbalaban lágrimas de sus ojitos.
El hombre era de cabello verde, con ojos del mismo color y pecas, le estaba dando una sonrisa, parecía que quería tranquilizarlo, pero solo lo altero más, y más cuando vio al tipo a lado del peliverde, cabello bicolor y ojos igual, con una cicatriz, esos hombres le daban un profundo miedo...
– Per-perdón... — susurro asustado, mientras retrocedía antes de que el otro hombre lo tocara, le daban miedo, mucho miedo. ¿Dónde estaba-
Antes de que pudiera seguir cuestionándose, sintió como unos fuertes brazos lo tomaban y lo cargaban, estuvo a nada de llamar a sus papás, si no fuera porque vio que quien lo cargaba era su mamá.
— ¿¡Estas bien!?, ¿Te lastimaste?, ¿Te duele algo?, ¿Te hicieron algo? — una ola de preguntas lo bombardeo, mientras veía a su papá revisarlo de pies a cabeza.
— Ma... ¡Mamá! — se soltó a llorar más fuerte el pequeño, mientras abrazaba con fuerza a Katsuki.
— ¡Te-tenía miedo!
Tanto el bicolor como el peliverde se quedaron sorprendidos, el pequeño le había dicho ¿mamá a Katsuki?, si no fuera por la emotiva situación, se hubieran reído.
Ellos se sentían raros, ver a ese pequeño alejarse de ellos asustados, fue como una apuñalada su corazón, no saben por qué.
— Él niño choco con Midoriya, debió ser la reacción por no conocerlo — dijo tranquilo el bicolor, se sentía de un buen humor hoy.
— Asuste al niño... — si, Izuku aún era un chillón en toda la extensión de la palabra, mientras sentía la mirada asesina de Katsuki sobre él, por hacer llorar a "su hijo".
— ¡No te atrevas a llorar nerd de mierda! — reclamo Katsuki, mientras sobaba la espalda del pequeño, que había dejado de llorar, pero le daban pequeños espasmos.
Dejando eso de lado, a Kirishima le brillaban los ojos, cargados de amor. Ver como el pequeño se aferraba a Katsuki, y el cenizo lo defendia y trataba de protegerlo con sus brazos.
"Qué varonil" — pensó, mientras le sonreía a Daiki, y este aun con un poco de miedo le devolvía la sonrisa.
Todo iba a estar bien ahora.
Shinso, ni bien lo dieron de alta, fue en dirección al aeropuerto.
Tardo dos días en volver a su casa, pero realmente todo valió la pena, cuando llego era de madrugada, por lo que silencioso procuro entrar en su casa.
Se dirigió a su habitación, y entro en total silencio, ni bien puso un pie dentro de la habitación, sintió como alguien lo derribaba, se montaba en su regazo y amenazaba su garganta con un cuchillo.
— ¿Qué haces en mi casa idi- antes de que Denki siguiera, se percató que era su esposo .
— ¿Toshi?, ¡Toshi! — dijo feliz, aventando el cuchillo a cualquier parte de la habitación y abrazando a el de ojos morado.
— Den — correspondió el abrazo, procurando no aplastar la panza de Denki.
— Ya estoy aquí Den, ya volví.
— Lo sé, estas aquí, aquí conmigo. — comento mientras esparcía besos por toda la cara de Shinso, y le repetía "te amo", mientras el de ojos morados disfrutabas los besos y reía.
— ¿Aun embarazado puedes patearle el trasero a alguien? — pregunto con gracia Shinso, él había bajado su guardia, porque vería a su rubio, pero debió predecir que el rubio siempre se mantenía atento... casí siempre.
— No me subestimes cariño, te escuche desde que entraste. — comento el rubio, orgulloso de sí mismo, realmente había tenido algo de miedo, no por él, sino por su bebé.
— Te amo
— Yo también te amo
Los dos se sonrieron, el rubio se levanta primero y ayuda a su esposo a levantarse de igual manera, Denki se sienta en la cama, mientras ve como su esposo se cambia la ropa, por algo mas cómodo.
Quiere preguntar, saber que paso... pero esta noche no, no quiere mortificar a su esposo con esas preguntas, seguramente ha de estar agotado por todo el viaje que hizo para volver con él.
— Mañana agendare cita con la ginecóloga, me he estado aguantando para no ir a ver si el bebé es niño o niña — se acomoda en la cama, esperando a su esposo.
— Lo sé amor, agradezco que me hayas esperado rayito — Shinso se sube a la cama y se acomoda a lado de Denki.
— Si
Se dan un beso, cargado de amor, y se disponen a dormir.
A la mañana siguiente, los dos se encuentran desayunando. Denki tiene las mejillas manchadas de glaseado, pero su esposo no le dice nada, se ve tierno.
— ¿Hace falta algo en la casa? — Denki piensa, y asiente, la verdad es que si hacen falta muchas cosas en la casa. Shinso se ofrece a ir por ellas, después de una "mini discusión" por ver quién iría, gana Hitoshi.
Mínimo el rubio decide hacer una lista con las cosas que son útiles e indispensables en su hogar, se la entrega a Hitoshi, le da un beso de despedida, para después ver como este se sube en su auto y se marcha, volviendo a estar solo, peor será solo por un rato.
Se dispone a recoger el comedor y lavar los trastes, le ha dado la semana libre a la señora que lo viene a ayudar con las tareas del hogar, pues quiere estar con Hitoshi toda la semana, solo él y Hitoshi.
Cuando termina de lavar los trates, ve que todo esté bien acomodado, y se dirige a la sala, quiere ver una película, se le antojo ver una infantil, pero a medio camino es interrumpido por el tono de una llamada.
Se dirige a la mesa del comedor, donde se encuentra su celular, y contesta con algo de cansancio, seguro es uno de los hombres de Todoroki.
— Por estos momentos sigo retirado y-
— ¿Retirado?, ¿De qué?, ¿De ser un idiota que se elctrocuta hasta con una cortina? — Esa voz...
— Jirou... cristo, ¿De verdad eres tú? — su voz apenas es audible, se tiene que sentar en una silla, si no se desmayara.
— Si Den, soy yo — dice al final un poco apagada la mujer, cosa que a Denki no le agrada, para nada en realidad.
— Oh dios mio.... eres tú, dios mío, mo me lo creo. ¿Estás bien?, ¿Dónde estás?, ¿Por qué has desaparecido por años? — cuestiona preocupado, algo asustado y demasiado alterado.
— Denki... ya no puedo más — dice con la voz rota, está llorando, Denki aún se preocupa más, ¿por qué le dice que ya no puede más?, ¿Está bien?, ¿Dónde ha estado todos estos años?
— ¿Qué paso?, ¿Estas bien?, Jirou... 7 años, 7 malditos años donde jamás deje de buscarte, dime que te pasó, por favor — tantas preguntas, pero no obtiene respuesta, de ninguna de ellas de hecho.
— Te lo dire todo cuando te vea, te lo prometo. Se que te encuentras en corea... ¿puedo ir allá contigo? — una tristeza, impotencia y hasta ansiedad irracional invade a Denki con solo escuchar lo primero, pero se tranquiliza, primero tiene que ver que su amiga este con él.
— Este siempre será tú hogar, Jirou, por favor, necesito saber que te paso... — dice con voz dulce, escucha a su amiga de cabellos decir gracias por el teléfono, para después colgar.
¿Por qué Jirou le marca después de 7 años?
Shinso está tranquilo en su automóvil, aun se sigue riendo por la imagen tan linda que le dio su rubio en la madrugada, aun embarazado, le es fácil el moverse y procurar el bien de su embarazo.
"Admirable" — piensa, mientras pone canciones en la radio, no se sorprende cuando empiezan a reproducirse esas canciones de k-pop o de Disney, seguramente el rubio estuvo usando mucho su auto, aun cuando tuviera uno propio.
Pero su sonrisa es borrada, cuando recuerda la mirada de curiosa que le dedico el rubio, al ver una nueva cicatriz en uno de sus brazos, sabe que es cuestión de tiempo para que el rubio energético empiece a cuestionar.
No le puede decir nada, se lo prometió a Todoroki, y aunque le duela mentirle a su rubio, así funciona su trabajo.
Debe de inventar algo ingenioso y creíble, para que su rubio se trague la mentira, porque sabe que Denki no se enfurecería con él por mentirle, se sentiría más que nada dolido, y Denki embarazado + dolido por mentirle= igual a catástrofe, y amenazas de muerte por Shoto.
Tan atrapado en sus pensamientos, que cuando se da cuenta, ya está en el supermercado. Suelta un suspiro y aparta esos pensamientos, hoy es solo para su rubio de rayo negro y él, nadie debe arruinarlo.
Ingresa al supermercado y va al área de frutas, a Denki se le antojo un melón, y él lo va a complacer.
Justo cuando va a tomar la fruta, su mano choca con otra que también iba a tomar el melón.
— Oh, perdón — dice sin fijarse en la persona, realmente no es como que le interese.
— No te preocupes, "toshi" — esa voz... rápidamente se voltea y lo ve... Monoma Neito con una expresión de burla en su rostro.
"Genial"
— Monoma... — retrocede un poco, realmente ahora solo quiere irse de ahí.
— Shinso...
— ¿Cómo has estado? — ¿¡Por qué no explotaba el centro comercial ahora!?, incluso si caía un meteorito, eso era mucho mejor que estar con ese rubio.
— Bien. ¿Y tú? — responde de igual manera, que está bien, un silencio incomodo reina entre ellos dos, Shinso decide empezar a retirarse, le dirá a Denki que no encontró melón o algo por el estilo.
— ¿Sigues eligiéndolo a él? — la voz de Monoma lo detiene, antes de que siga huyendo, se rasca la nuca, esta incomodo por tal pregunta.
— Si... lo sigo eligiendo a él, lo siento Monoma, de verdad que lo siento — el de ojos azules aprieta sus puños, pero no se permite llorar, debe de ser fuerte.
— Pero, nosotros-
— Ya no hay un nosotros, Neito — siente su cuerpo temblar, al escuchar su nombre salir de los labios del de cabello morado.
— Es que, ¿por qué?, en la universidad estábamos bien...
— Tal vez, pero ahora, solo eres mi ex.
Dicho eso, se retira del área de frutas, pues ya no quiere estar en ese ambiente tan incómodo.
Porque él siempre va a elegir a Denki, pues Monoma solo fue alguien pasajero en su vida.
Y aquí con otro nuevo capitulo, este si es mas largo que el anterior, pero como dijera alguien, "Hay que dejar a las masas deseosas de más"... o eso recuerdo.
Realmente adoro, amo, y le rindo tributo a mi libro, me encanta como esta quedando, quitando de lado todos los traumas, sangre y dolor que tiene, es realmente lindo.
Cabe aclarar que no odio a ningún personaje, tal vez solo a Endeavor, solo es necesario para la trama y así, pero amo a todos los personajes de BNH.
Habiendo aclarado todo eso, Ami_Ely los vera en el siguiente capitulo, coman mucho e hidrátense bien.
Ami_Ely, fuera.
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