Prólogo

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento
al lector.

Mamá solía decir que no sabías lo que tenías hasta que lo pierdes. Un refrán que seguro han escuchado antes. Suele repetirse en un clásico cliché.

La primera vez que escuché que me lo decía, fue cunado papá regaló la bicicleta que yo siempre dije que odiaba. Fue gracias a esa bicicleta que la conocí. Hinata Hyūga. Una niña de lindos ojos perla, piel de porcelana y cabello azabache. A pesar de que mi padre le regaló mi bicicleta para darme una lección, Hinata solía prestarme lo que antes fue mío. Que mal que no entendí bien esa lección.

Hinata demostró su interés en mi, primero como admiración, le siguió la amistad y terminó en un sincero amor que no supe valorar. 

Soy hijo de un maestro de secundaria y una antigua trapecista de un circo reconocido por no dar los mejores tratos a sus trabajadores. Papá sacó a mi madre del circo, desde entonces decidieron huir con quién se convertiría en mi padrino, con mi llegada terminaron de formar una familia. Yo soy un chico de cabello rubio y ojos azules, dicen que mi piel es bronceada y me hace ver atractivo, al menos eso es lo que dice mamá. 

1. No la valores. 

El día del cumpleaños número doce de mi mejor amigo Sasuke había llegado. Aunque él no parecía tan feliz como lo estábamos los demás por él. 

Yo estaba sentado en una mesa donde estaban algunos primos de Sasuke, ellos no dejaban de burlarse de mi por no traer un regalo. Tenía que hacer un esfuerzo por no iniciar una pelea, no era mi culpa que el trabajo de papá a penas alcanzara para mantenernos. 

La familia de Sasuke era reconocida por ser una de las más importantes de la ciudad, sus integrantes formaban parte de la policía municipal o realizaban inversiones que beneficiaban a la familia. A veces pensaba que no pertenecía a esa clase de amistades, pero a Sasuke no parecía importarle el dinero, ¿Por qué debería importarme a mi?

Sus primos se alejaron cuando Mikoto, la mamá de Sasuke, los llamó para que le ayudarán a repartir la comida. A lado de Sasuke miré a Shisui e Itachi, ellos eran parte de la familia de mi mejor amigo con quien me llevaba bien, también estaba Sakura, la niña que me gustaba.

—Na-naruto-kun— dejé mi cara de mal humor para ver a Hinata, sus mejillas estaban rojas, como la mayor parte del tiempo. Hinata extendía un pequeño arreglo de flores prensadas.

—¿Eso es para mi Hinata-chan?— pregunté confundido, ella negó de inmediato.

—Era el regalo que traje para Sasuke-kun— seguía sin entender lo que Hinata quería decirme, por eso me esforcé por prestar más atención —Te lo puedo dar para que se lo regales a Sasuke-kun. Así ya no se burlaran de ti.

—¿Quieres que le regale flores a Sasuke?— no pretendía ofender al rechazar su buen gesto, pero si le regalaba flores a Sasuke, Shisui no me dejaría en paz por un buen tiempo.

—A a él le gustan las flores prensadas porque puede hacer regalos con ellas para su madre.

—Oh entiendo— sonreí y tomé el regaló que Hinata me extendía, el color en su cara aumentó —Gracias Hinata-chan.

Me apresuré a ir con Sasuke, el regalo de Hinata era lindo, planeaba dárselo a alguien más que mi mejor amigo. Shisui Uchiha pasó por mi lado, dijo algo que no logré escuchar bien debido a la velocidad que llevaba, supuse que me pedía que no corriera cerca de las mesas. 

Sakura estaba a lado de Sasuke, ayudándolo acomodar sus regalos y haciéndole compañía. Sasuke sonrió ligeramente al verme.

—Pensé que no vendrías con nosotros— dijo Sakura sonriendo, le mostré el regalo de flores prensadas que Hinata me dió para Sasuke. Ella me observó sin comprender —¿Tú lo hiciste?

—No, pero lo escogí para ti Sakura-chan.

Sakura volvió a sonreír y tomó el pequeño arreglo —Gracias Naruto.

—Es un arreglo lindo, a Okasan le gustan mucho esas flores— comentó Sasuke viendo el regalo, Sakura dejó de prestarme atención. Si Sasuke hablaba se olvidaba de que los demás existían.

Yo no me había dado cuenta, pero un poco lejos de ese lugar Hinata estaba observando. Ella se dió cuenta de que no valore el regalo que me dió para Sasuke, para que algunos de sus primos dejarán de burlarse de mi. 

—¿Qué haces aquí sola pequeña?— Hinata levantó su mirada, Shisui la observaba fijamente. Con una sonrisa que derretía hasta el más frío corazón.

—U-uchiha-san.

—No seas tan formal conmigo Hinata-chan.

Hinata jugaba con su dedos, la presencia del chico que era cuatro años más grande que la pequeña de diez años era agradable, pero también intimidante.

—Solo pla-planeaba re-regresar a casa Shisui-kun.

—No puedes irte a casa aún— anunció con un tono de voz más fuerte —Itachi y yo planeamos hacer una pequeña travesura. Créeme, fue difícil convencer a Itachi.

—¿Travesura?

Shisui asintió —Vamos a robar un poco del pastel de Sasuke, nos hace falta alguien para poder llevar a cabo el plan. ¿Te unes a nosotros?

—Si— Hinata tomó la mano que Shisui le extendía —¿Por qué es amable conmigo?

—Porque no me gusta ver a las niñas lindas llorar.

—¿Cree que soy linda?

—Todas las mujeres son lindas Hinata-chan, cada una es una estrella que brilla con luz propia. Nadie debe apagar esa luz que las hace únicas.

—Es un bonito pensamiento Shisui-kun.

—Igual que tú.

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A Sakura no la volvimos a ver después del siguiente año, su familia se había mudado debido al trabajo de su padre. Sin embargo, seguíamos teniendo contacto. Sasuke, Hinata y yo le escribíamos cartas que ella respondía en cuanto le llegaban. Había ocasiones en que los padres de Sakura regresaban a la parte de la ciudad donde vivían antes para pasar las vacaciones. Era ese momento cuando aprovechamos al máximo el tiempo en que Sakura estaría con nosotros.

2. Enfócate en el pasado.

Mamá enfermó cuando tenía dieciséis años. Nadie me decía que pasaba en realidad, mi madre cada vez se miraba más enferma. Yo no podía hacer nada para ayudarla. 

Fue en ese momento en que me aproveché de los sentimientos que Sasuke decía que Hinata sentía por mi. Mamá me pidió que encontrará una mujer como ella, que fuera buena conmigo y me amará como ella amaba a mi padre. Hinata era lo más cercano que tenía a una amiga, inicié una relación con ella para cumplir la última voluntad de mi madre. Aunque siempre solía pensar que si Sakura siguiera viviendo por nuestra casa, la habría escogido a ella.

Mi madre murió a los siguientes meses, su velorio fue ese mismo día por la noche. Parecía que mi padre y mi padrino ya habían previsto su muerte, tenían todo preparado. Por sus semblantes tristes, me dí cuenta de que mamá ya tenía los días contados, ellos lo sabían y no me dijeron nada. 

Hinata era amable y atenta conmigo, debo decir que gracias a ella la perdida de mi madre fue un poco más llevadera. Su padre no estaba de acuerdo con nuestra relación, Hinata era hija del dueño de un banco muy reconocido en el estado, para Hiashi el hecho de que su primogénita saliera con el hijo de una "cirquera" era denigrante. Su esposa, muy al contrario del padre de Hinata, pensaba que su hija merecía escoger a las personas con quien se relacionaba, convenció a Hiashi de nuestra relación argumentando que solo era una ilusión pasajera de Hinata.

Discutir con mi padre se estaba volviendo algo más frecuente, tenía resentimiento por haberme ocultando que mamá no tenía esperanza de vivir. Yo me había hecho a la idea de que ella estaría bien, no a que un día despertaría solo para recibir la noticia de que murió mientras dormía. 

—No me gusta lo que estás haciendo Naruto— murmuró mi padre cuándo terminamos la comida.

—Era la voluntad de mamá.

—No es correcto que le hagas creer que estás enamorado de ella, Kushina no quería eso.

—Mi madre ya no esta— grité, había llegado a mi límite, no quería seguir escuchando a mi padre —Si estoy con Hinata es porque mamá lo quería, si Sakura estuviera aquí tal vez sería diferente.

—Deja el pasado Naruto, Kushina se fue hace dos años. Si lo que querías era verla feliz en sus últimos días lo lograste. Ya no es necesario que sigas lastimando a Hinata.

—¿Crees que estoy con ella porque en verdad lo quiero?

Los ojos azules de mi padre se agrandaron. Pasó saliva fuertemente antes de hablar —Hinata.

En ese momento me di la vuelta, Hinata estaba de pie en el marco de la puerta, temblaba e intentaba contener su llanto.

—L-lo siento, Jiraiya-san me dejó pa-pasar, yo n-no quería interrumpir.

Me sentí muy culpable, había dicho algo en un momento de enojo que no creía del todo. Sin darme cuenta, volvía a lastimar a Hinata, la persona que me entregaba su amor de la manera más sincera.

—¿Qué sucede aquí?— mi padrino llegó al comedor, Hinata se disculpó nuevamente y se fué sin despedirse de mi. 

3. No cumplas con tu palabra.

La busqué al día siguiente. Me disculpé en repetidas ocasiones diciendo que solo estaba molesto con papá, pero que no mentía cuando le decía que la quería. Hinata aceptó mis disculpas, volvió a confiar en mi.

Sasuke me confesó al pasar los años, que uno de sus primos estaba interesado en Hinata, que siempre lo había estado, y como yo solo lastime a la chica que consideraba una hermana menor, él se encargaría de apoyar a su primo para que Hinata terminara su relación conmigo y comenzará algo que no le haría daño. 

—Kushina-san jamás habría querido esto— me dijo antes de irse para dejarme perdido en mis pensamientos.

Si te hubiera dejado ir en ese entonces, tal vez nuestra historia sería diferente. Me rehúse a aceptar que te alejaran de mi lado, la voluntad de mamá es que estuvieras conmigo, no podía fallarle. A mis diecinueve años tomé una decisión precipitada, le propuse matrimonio a Hinata cuando solo tenía dieciocho. 

—Te prometo que te haré feliz Hinata-chan, acepta, por favor.

—¿Estas seguro Naruto-kun?

—Si, quiero formar una familia contigo.

—Acepto, si quiero ser tu esposa Naruto-kun.

Sasuke y su familia se mudaron antes de que anunciará la fecha de mi boda con Hinata. El padre de Hinata desaprobó nuestro compromiso, mi prometida acepto mudarse a otra parte para no tener problemas con su familia. Renunció a todo por mi, y yo no fui capaz de cumplir la promesa de hacerla feliz. 

La ceremonia fue sencilla, nos casamos por lo civil. Nos mudamos a un pequeño departamento, yo trabajaba y estudiaba, Hinata seguía estudiando y por la tarde tomaba un trabajo que consistía en ayudar a una anciana con las labores de su casa. 

4. Deja de ser detallista.

Al principio intentaba que todo funcionara. Le entregaba pequeños detalles, Hinata me amaba tanto que aceptaba aunque sea una rosa o un simple chocolate con mucho agrado. Ella era simple de complacer, el tamaño de los regalos realmente no le importaba. 

Pasaron dos meses y mi actitud de buen esposo desapareció. Culpaba al trabajo que me estresaba y no permitía que siguiera mis estudios como era debido, siempre solía usar un pretexto para alejarte.

—Naruto-kun, me alegra que llegues— era de noche, el trabajo me había agotado una vez más. Hinata vestía un lindo vestido y unas zapatillas bajas.

—¿Planeas salir algún lugar?

Dejé mi gorra y mis llaves en el perchero que teníamos a la entrada. Tu sonrisa se desvaneció. 

—¿No recuerdas que día es hoy?

—¿Acaso es importante?

Hinata mordió sus labios. La conocía lo suficiente para saber que intentaba no llorar. Tu sonrisa fue forzada, aún así no intente hacer algo para que te sintieras mejor.

—No es importante, solo teníamos una cena con Neji-niisan y Hanabi— tu primo y tu hermana menor eran los únicos integrantes de tu familia con los que seguías interactuando —Si estás muy cansado puedo ir sola.

—Esta bien, saluda a Neji y a Hanabi de mi parte.

Hinata tomó sus llaves y salió del departamento. Revisé mi celular para ver la hora antes de dormir, la fecha me hizo darme cuenta del motivo de las acciones de Hinata. Veintisiete de diciembre. Era el cumpleaños número diecinueve de Hinata. 

Otra vez lo estropeaba, la había vuelto a lastimar.


5. No agradezcas lo que hace por ti.

El olor a comida recién hecha lleno mis fosas nasales cuando llegué a casa. Estaba realmente cansado, Hinata me dió la bienvenida con una sonrisa. 

—¿Quieres cenar Naruto-kun?

—Estoy muy cansado, lo siento Hinata.

—Pe-pero preparé esto para ti, te estaba esperando.

—Dije que estoy cansado— murmuré con amargura. Hinata bajó la mirada.

Esa noche no fuiste a dormir conmigo. Preferiste quedarte en el sofá.

La rutina se siguió repitiendo hasta que simplemente te cansaste. Ahora cuando llegaba la comida estaba fría y Hinata permanecía dormida en la habitación. La verdad era que no me sentía con derecho de reclamar por su comportamiento.

6. No le des importancia.

—Naruto-kun, pronto vamos a cumplir nuestro primer aniversario. Quería que fuéramos a visitar a tu padre y a tu padrino, yo podría preparar una deliciosa comida y...

—Ese día tengo examen.

Hinata frunció el ceño, no me daba cuenta que poco a poco se iba cansando de mi.

—¿Eso es más importante?

—Es un examen que vale el cincuenta por ciento de mi calificación. Es más importante que una cena de aniversario.

—De acuerdo. No te molestaré más.

7. Déjala por alguien más.

Esa noche una gran tormenta se desató, el clima había presentido la mala decisión que estaba por tomar. Hinata había ido a visitar a Neji, la tormenta la había atrapado en la casa de su primo así que llamó para avisar que se quedaría a pasar la noche con él. 

Yo estaba un poco preocupado por ella, no me gustaba que estuviera fuera de casa cuando había una tormenta cómo esa. Mi celular volvió a sonar, corrí al lugar donde lo estaba cargando y lo desconecté. Pensé que sería Hinata y eso me alegro, tal vez me iba avisar que regresaba al departamento. El número era desconocido, no era Hinata quien llamaba.

—¿Naruto?

—Si.

—Soy Sakura, que bueno que contestas. Tenía miedo de que hubieras cambiado de número, hace tiempo que no sé nada de ti y de Hinata, ambos dejaron de escribirme. 

—Me da gusto oír tu voz Sakura, si no escribíamos es porque los estudios nos han consumido.

—Te entiendo, también llamé a casa de Hinata pero me dijeron que ya no vive allí. Estoy preocupada por ella, no sé nada de mi amiga desde hace unos años.

—Ella está bien Sakura.

Comprendí que Sakura no sabía de mi matrimonio con Hinata. No estaba seguro de decirle, tal vez así dejaba de preocuparse por nosotros.

—Necesito un favor Naruto, no sé a quién recurrir. Esta bien si no aceptas, lo comprendería.

—¿Cuál favor?

—Estoy embarazada— me quedé sin habla, la noticia me había impactado —El padre de mi bebé no va a regresar y no encuentro una forma de localizarlo para darle la noticia.

—Sakura.

Mi amiga comenzó a sollozar. Le tomó varios minutos tranquilizarse para volver a hablar —Mi padre estará muy molesto conmigo, le voy a causar vergüenza y es lo que menos quiero. Mi padre está enfermo del corazón, temo que si le doy la noticia de que tendré un bebé fuera de matrimonio... No sé si lo soporte.

—Lo siento mucho Sakura. ¿En qué te puedo ayudar?

—¿Aceptarías fingir que estamos casados?— me sorprendí una vez más en la noche —No te sientas comprometido a aceptar. Eres mi amigo y tampoco quiero obligarte a ser infeliz a mi lado y con un bebé que no es tuyo.

Esa era mi oportunidad de conseguir el amor de Sakura. Era probable que con el tiempo podría hacer que me viera como algo más que su amigo. Eso significaba que debía dejar a Hinata, la idea no me agradaba, pero era consciente de que no le estaba dando la vida que ella merecía. Si yo me iba, Hinata también podría ser feliz. 

—Esta bien Sakura, te ayudaré.

Sakura no contuvo su llanto —Gracias Naruto, muchas gracias. 

—¿Qué necesito hacer?

—¿Puedes venir a verme cuando pase la tormenta?, Necesito un amigo.

—Está bien, iré a la dirección que mandaba las cartas. ¿Te parece?

—Mejor en la cafetería que está en el centro de la ciudad, el lugar donde me dijiste que trabajabas antes.

—De acuerdo, allí estaré.

Ese día hice mis maletas y me fuí a la casa de mi padre para después partir y ver a Sakura. No quería quedarme en el departamento, no creía ser lo suficientemente valiente para ver a Hinata después de la decisión que tomé. En los siguientes días me mudé a un departamento más pequeño junto con Sakura. 

Mandé a un abogado con los papeles de divorcio al departamento que compartía con Hinata. Me sorprendió que ella los firmara. Mi abogado dijo que ella no había demostrado inconformidad con la decisión del divorcio. 

Hinata solo mandó un mensaje de texto a mi celular para pedirme que no la buscara de nuevo, que no quería volver a verme. Intenté llamarla para pedir disculpas, mis llamadas no fueron respondidas y después de unas semanas ya no entraban. Hinata cambió de número y yo le perdí la pista.

Sin darme cuenta, había perdido al amor de mi vida.

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Nos vemos en la próxima actualización 💕

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