los sirvientes, contemplaban con gran sorpresa, como Imperio Ruso cargaba en sus brazos a Chile, ella estaba inconsciente, mientras el se dirigía a los aposentos de la joven, un sirviente dijo:

-su majestad, disculpe mi curiosidad, ¿por qué saco a esta traidora de su celda? 

-llama a un medico y a quienes se atrevieron a golpearla. -dijo el imperio

-per su majestad... -dijo el sirviente

-has lo que te ordeno! -grito iracundo el ruso

el sirviente acató su orden de inmediato.

mas tarde, en los aposentos de Chile, una sirvienta se encontraba tratando las heridas de la joven, mientras Imperio Ruso se encontraba reunido con los que castigaron a la chilena.

-como se atrevieron a tocarla?! -grito el imperio

-su majestad, por favor perdone nuestra imprudencia. -decía el sirviente

el imperio lo garro del cuello de su camisa diciendo:

-no hay perdón, pagaran un alto precio por atreverse a tocar a mi mujer!

mientras tanto aquella sirvienta que trataba las heridas de Chile, esta le dijo:

-señorita Chile, despertar, ya te salvaste, te sacaron del calabozo.

de repente Chile empezó a volver en si, susurrando:

-"padre"... 

la sirvienta se sorprendió, termino con su trabajo y salió de inmediato de la habitación.

esta llego a donde se encontraba Imperio Ruso y le contó lo ocurrido, este al oír que Chile había vuelto en sí fue rápidamente a verla.

mientras tanto la chilena, se encontraba ya despierta, estaba sentada en la cama mirando la nada, había revivido su peor pesadilla. le fue inevitable recordar a otro imperio, un imperio muy cruel con ella.

Imperio Español.

Chile se sentía mal, no físicamente, si no que anímicamente, no debió aceptar la misión de Prusia, se puso se enojo al oír que alguien abría la puerta.

al ver que Imperio Ruso entro, ella giro su mirada a un lado, este al verla hacer aquello, se enfadó un poco, se acercó y le giró el rostro hacía él y le dijo:

-mírame. 

ella le aparto la mano de su rostro, los sirvientes que presenciaban todo, miraban asustados. el ruso le miró sorprendido.

-no lo volveré a permitir. -dijo Chile- no permitiré que ni usted ni nadie ose poner sus manos sobre mi! quemare las manos a todos aquellos que lo intenten hacerlo! 

-pero como se atreve...? -dijo una sirvienta.

-no! -dijo Chile- como se atreven ustedes?! no tienen a una mera criada frente suyo, soy la hija del reino de Prusia. 

el ruso miraba sorprendido, no conocía ese lado violento de la chilena, pero le gustaba aún más que ese lado amable y sumiso. 

-Chile. -dijo Imperio Ruso. -olvidas que tu eres mi regalo por parte de tu propio padre? 

-regalo que usted despreció, no tiene sentido que yo siga en este lugar. -dijo Chile.

-yo no te desprecié. fuiste tu quien me despreció a mi. -dijo Imperio Ruso

-y en verdad creyó que me tendría así de fácil? solo por ser regalada a usted? -dijo Chile enojada

los sirvientes estaban aún más asustados. Imperio ardía en ira, así que ordenó a los sirvientes que se retirasen, y estos hicieron caso de inmediato.

-Chile, entra en razón. -dijo él acercando su mano al rostro de la chica.

-exijo ser devuelta al reino de mi padre. -dijo Chile

Imperio Ruso se sorprendió ante ello.

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Continuará.