-Vaya, lindo departamento -Comentó el rubio mientras la seguía a la cocina.

-D...donde fueron Alya y Nino? -Marinette comenzaba a sentirse incómoda estando a solas con Adrien.

-Oh no lo sé, dijeron que saldrían unos minutos para hablar y que pasará si quería -Se sentó en la pequeña mesa de la cocina donde habían pilas de revistas y recortes de tela que la peliazul comenzó a juntar avergonzada.

-Lo lamento, no esperaba visitas- Dijo sacando todo lo que sus brazos le permitieron

-Marinette, relajate -Se rió un poco mientras apoyaba una mano sobre su hombro.

-Y cuando volviste?- pregunto un poco más relajada.

-Hace poco, escuche que volvió ChatNoir y Ladybug -Hizo una mueca y se encogió de hombros y continuo- Creo que soy uno de sus mayores admiradores.

-Enserio? -pregunto sorprendida.
Claro! Quien no amaba a Ladybug durante la secundaria -Dijo riendo y ella sintió una ligera punzada -Seguramente tu estabas enamorada de Chat -Cuando dijo eso por lo visto recordó lo último que paso cuando estuvimos uno frente al otro.

-No realmente, no es que lo odie pero siempre me pareció muy engreído -Trató de sacar la tensión que se sentía pero una vez que llegaba se iría difícilmente.

-Si, lo sé Ladybug siempre fue la justa, la valiente, ella podía hacer de todo -Soltó un largo suspiro y miro sus manos sobre la mesa -Pero es muy fría.

En ese momento se dio cuenta que él la había rechazado con su otra identidad, é l estaba enamorado de Ladybug.

-Adrien...- Estaba por decirle todo, que ella había sido y es esa misma Ladybug pero las palabras se quedaron en su garganta- Q...quieres café?- pregunto finalmente a lo que el chico asintió.

-Harás algo luego Mari? -pregunto el rubio trayendole viejos recuerdos a la mente, cuando el solía tener la voz más aguda.

-Si, tengo que terminar un proyecto.

-Si quieres puedo ayudarte -Lo miro sorprendida -Mi padre me enseñó algunos trucos.

Que estaba pasando apenas había aparecido y ya planeaba formar un vínculo.

-No lo sé Adrien -Dijo dudosa -Aveces los modelos suelen ser medio...

-Torpes? -pregunto recordándole sobre la silla

-Noo, pero son un poco....exigentes!- dijo al pensar la palabra adecuada.

-Prometo que trabajaré bajo tus normas.

Miro a Marinette de una forma que le fue difícil decirle que no, por lo cual término aceptando (...)

--Marinette, nos vamos -Dijo Alya con su brazo entrelazado con el de Nino mientras juntaba sus cosas.

-De acuerdo, háblame al rato- Respondio mientras la acompañaba hasta la puerta.

-Otra vez quedaron Adrien y Marinette solos trayendo nuevamente la tensión.

-Y que fue de ti? -Pregunto Marinette sin mirarlo mientras cosa un chaleco púrpura apagado.

-Y tuve un poco de todo estos últimos años -Se aclaró la garganta -Hace dos años que me cansé de las giras y que me vivían vistiendo con cada atuendo ridículo -Se rió un poco -Prefiero descansar un poco de todo eso así que volví para dirigir la compañía de mi padre mientras el se ocupa de otras cosas en Londres.

-Tu vida es una aventura -Se rió la peliazul al compararla con su vida dentro de su cabeza.

-Si, eso creo...preferirá tu vida-Suspiro- Es más tranquila.

-Es tu manera de llamarme aburrida? -bromeó la chica.

-No, es que debe ser lindo vivir en un lugar que puedes recordar cada cuarto, poder salir sin que alguien te reconozca o te den todo por ser quien eres y no por lo que haces.

-Quieres más café? -le pregunto mirando la hora, ya eran las 23:30 y el pobre chico aún la seguía ayudando pero a ella no le daba el coraje para decirle que se fuera.

-No, no prefieres ir por algo de comer? -Pregunto mientras se estiraba en su lugar. La tomo por sorpresa sería como una cita?