Capítulo 51 : El Almacén
Desde la oscuridad observaban a la mujer de larga melena negra, quien por más que intentarán una y mil veces siempre se les escapaba.
Ya hacia un mes y medio que Ladybug se había unido al grupo de "rescate", según ella lo llamaba, y todavía no podía tomar ninguna decisión importante. Cada vez que ella opinaba sobre sorprender a la mujer o acorralarla siempre alguien le decía lo mala idea que era ya que si llegaba a ser la persona correcta, quien los guiará hasta la madre de Adrien, tal vez jamás volviera a aparecer o simplemente podría ser una mujer comun y corriente que le gusta juntarse con unos matones durante la madrugada...poco probable.
Ladybug bostezo silenciosamente a las espaldas de ChatNoir, pero él se volteó rápidamente.
-Tal vez deberíamos volver, My Lady.
-Estoy bien, sólo un poco aburrida- susurro sonriendo.
Él asintió y volvió a mirar a las tres personas que hablaban en el mismo callejón donde se juntaban cada viernes a las 3:30 de la mañana hasta que el sol comenzaba a aparecer...la rutina era algo agotadora.
Al fin se empezaban a mover, todos se pusieron en alerta y comenzaron a seguirla de cerca.
Cada uno se separó poniéndose a la izquierda, derecha y por detrás. Pero como siempre la mujer se subió a un auto negro con ventanas polarizadas y, como si estuvieran en una carrera, el auto aceleró casi haciendo que lo perdieran de vista.
-No lo alcanzaremos- Advirtió el rubio observando a sus costados para ver a su padre o a Chloe, pero nada.
-Todavía los tengo- Sonrió la peliazul mirando en el radar de su arma.
-Cuando...
-Les dije que tenía una idea.
Sin darle tiempo a responder salió disparada en dirección del pequeño punto que indicaba dónde se dirigía el diminuto localizador magnético que lanzó sobre el auto antes de que se detuviera frente a la morocha.
El localizador los guió hasta un almacén oscuro.
-Espera, deberíamos esperar a mi padre...
-No hay tiempo, se podría marchar.
El gato se iba a oponer pero su prometida ya estaba lanzándose dentro del almacén. No le quedó otra que mandarle un mensaje a los demás y seguirla.
-Quédate cerca- Susurro a espaldas de Marinette.
Se adelantó para asegurarse de que estaba todo bien pero en cuanto se volteó Ladybug ya se estaba alejando por un pasillo.
-Dios! Mari...Ladybug!
Podía oír unas voces en la habitación que se encontraba a unos metros de ella y estaba segura de que la tenían atrapada así que sin pensarlo dos veces se metió ahí dentro.
-Oye...-se quedó muda al ver que no había nadie dentro del oscuro cuarto.
Habia comenzado a caminar sigilosamente para buscarla en cada rincón cuando la puerta se cerró con un fuerte estruendo haciéndola retroceder varios pasos. Ahora no lograba ver nada y podía escuchar los golpes fuertes en la puerta que estaba dando su prometido.
-Ladybug! -llamó asustado- abre la puerta!
-Quédate ahí -advirtió una voz fémina.
-Qu...quien es? -pregunto nerviosa.
Se cubrió el vientre con ambos brazos, ahora había crecido unos pocos centímetros más y con el traje de Ladybug, que era como una segunda piel, se notaba perfectamente. Aunque parece que Gabriel todavía no noto la presencia de su futuro nieto...
-La pregunta sería que quieren de mi?.
Era una voz tan fría y filosa como la hoja de la navaja que había apoyado sobre la piel desnuda de su cuello.
-Que quieren de mi? -repitió amenazante -Se que me persiguen desde hace tiempo.
-No...nosotros...solo...-trago duramente, sentía el sudor frío que comenzaba a bajar por su espalda- Bus...buscamos a...
-Habla de una vez niña. Pierdo la paciencia.
-Buscamos a la esposa de Gabriel Agreste...
La habitación quedó en silencio unos cuantos minutos.
-Por que?
-Su hijo y él...ellos la quieren devuelta.
Trataba de sonar firme y valiente pero la situación la aterraba, aún no había despegado la navaja ni un milímetro.
-Ella no volverá, niña.
-Por favor...no sabes como los está afectando a ellos. -Sintió que se le escapaban unas lágrimas- Su hijo va a ser padre y realmente la necesita...
Antes de que pudiera responder la puerta se volvió de un color oxidado y comenzó a temblar, para finalmente caer haciendo un gran estruendo.
-Mari!-corrió hasta ella y la abrazo- Estas bien?.
Ella solo escondió su cara en el cuello de ChatNoir y lo abrazo fuertemente.
Él analizó la habitación con la mirada buscando a alguien pero estaba vacío.
-Si- murmuró.
-Vámonos, no me queda mucho tiempo.
Le tomo la mano y comenzaron a marcharse.
-Chicos- La voz de Chloe los hizo voltear- están bien?
Ella también tenía un poco sobresalido el vientre, pero era apenas notable tenía solo dos meses. Aunque a diferencia de Marinette, Gabriel si se había enterado de que la rubia estaba embarazada.
-Luego hablamos- Chat sólo levantó una mano en advertencia a su padre que lo analizó a él y a Marinette mientras caminaban en lados contrarios. -Volvemos a la casa.
(...)
-Mari, que sucedió ahí dentro?
-No lo sé, fue esa mujer...ella sabe algo- pudo ver un destello de esperanza en los ojos del rubio, pero se extinguió rápidamente.
-Creo...creo que deberíamos volver a casa.
-No, no ahora. Estamos cerca de encontrarla.
-No puedo ver que te pongas en tal riesgo. Los primeros meses del embarazo son los más riesgosos no deberías estar poniéndote en tal posición. Debes descansar.
-Adrien, yo se que puedo hacerlo y no pienso rendirme todavía.
-Estas segura de que quieres continuar con esto?
-Muy segura- respondió tomándole las manos.
Unos golpes en la puerta los interrumpieron.
-Debe ser mi padre -Se peino el cabello hacia atrás mientras suspiraba.
Se encaminó a la puerta y cuando abrió se llevó una gran sorpresa.
-Hola Adrien...
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