Capítulo 29: Chat viaja a Milán

Luego de que Marinette se había ido, Adrien había vuelto a la mansión aburrido con la esperanza de que los días se pasarán rápido pero no fue así.

Habían pasado sólo dos semanas cuando porfin su novia lo había llamado para tener una conversación tranquila. Las últimas veces que hablaban ella estaba ocupada o cansada.

-Y bien? Que tal Italia? -pregunto dejándose caer en el sofá.

-Bien...es muy lindo y eso...-Noto que la voz de la chica ocultaba algo

-Mari, pasa algo? -pregunto preocupado

-Es Lila, vive compitiendo conmigo -Soltó velozmente -La semana pasada tu padre la encontró revisando mis cosas!.

-Lila se encuentra contigo? -Sintió unas nudo en el estómago.

Lila tal vez sabía su identidad y podría lastimar a Marinette con tal de entregarle su miraculous.

-Si, por lo visto llegó casi un mes antes que nosotros, solo volvio para tu fiesta -Eso podría explicar el porque de que las calles estuvieran tan tranquilas.

-No te le acerques- Dijo antes de que pudiera decir algo más.

-No te preocupes, no era mi intención acercarme a ella. -Adrien suspiro y escucho del otro lado de la línea la voz de su padre.- Me tengo que ir -Se sintió un poco molesto de saber que su padre la hacía colgar la llamada.

-De acuerdo, en la noche te llamó.

-Adiós...-Antes de que pudiera responder, ella colgó.

Plagg, te gustaría visitar Italia? -se estiró en su lugar.

-Y dejar a Ladybug sola? Claro! - respondió sarcástico.

-Ella puede hacerlo sin ayuda de ChatNoir, además Lila está en Italia -Su kwami no parecía muy convencido -Plagg, Ladybug me odia y Marinette podría estar en peligro si se trata de Lila. Si no quieres venir lo entenderé pero yo no me quedaré de brazos cruzados...

-Esta bien, esta bien- Lo interrumpió irritado -Vamos a ir a italia pero sólo como ChatNoir...no quiero tener que andar escondiendome.
(...)

Marinette se encontraba exhausta, había terminado los cuatro atuendos de hombre que resultaban ser los más difíciles y ahora quedaba por comenzar con los de mujer que eran vestidos cortos y uno largo.

-Marinette, necesito que escojas tus modelos- El Sr. Agreste la saco de sus pensamiento entrando con una carpeta negra en su mano. -Te ves fatal -Las palabras la atravesaron como una flecha.

-Gracias...-Respondió sarcasticamente--Tuve una larga noche de trabajo- Le recordó señalando su escritorio donde estaba lleno de vasos descartables de papel.

-Por que no vas y descansar un rato ? -Dejó la carpeta sobre la mesa y se acercó a ella para quitarle las telas de las manos. -No me serás muy útil cansada así que por favor retirate.

-Sr. Agreste, tengo muchas cosas que terminar...

-Dime Gabriel -Respondió riendo -Y si quieres progresar con tu trabajo por que no revisas esto -Le pasó la carpeta negras y la acompañó hasta la puerta -Le avisaré a mi chofer que te lleve hasta el hotel -Sin poder responder nada, le cerró la puerta casi en la cara y no tuvo otra que bajar y dirigirse a la puerta del edificio donde la esperaba el mismo auto de siempre.
(...)

Ya eran las nueve de la noche y se encontraba en la cama pasando las fotografías de cientos de chicas hermosas y chicos muy guapos. Le era difícil decidirse pero decidió rápidamente que serían cuatro hombres rubios altos con ojos verdes, al igual que dos chicas y una con pelo negro y ojos azules.
Apartó sus fotografías sobre la mesa y comenzó a buscar un peluquero y maquilladores para que arreglarán a sus modelos. Se sentía toda una diseñadora pero fue sacada de sus pensamientos cuando noto una silueta detrás de las cortinas en el balcón.

-Tikki! -dijo en voz baja pero su kwami no apareció.

Se acercó con cuidado y las corrió de golpe dejando a la vista a un joven alto y rubio con traje de gato que tenía la misma expresión de sorpresa que ella.

-Chat? -pregunto y el chico la saludo con la mano.

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