XLIII


—¡Oh, mira, allá están Verónica y Shikamaru! —Ino fue la primera en advertir nuestra presencia, mientras Hinata y Sakura voltearon hacia donde ella apuntaba. Yo quería meterme bajo la mesa.

Demasiadas personas.

O más bien, demasiadas personas con las que no hablaba, las suficientes para conseguir una conversación incómoda. No me malentiendan, con Ino y Shikamaru estaría perfectamente bien, salía con ellos incluso a solas, pero con Hinata y Sakura (oh, Sakura, ni quería hablar de ella), no hablaba casa en lo absoluto (¿Siquiera Hinata hablaba?) (Aunque estaba perfectamente bien sin hacerlo, nada como la comodidad de hablar-no-hablar con alguien tímido).

Entonces ellas tres se acercaron a nuestra mesa, Ino se sentó a un lado de Shikamaru y Hinata le siguió. Por consiguiente, al no quedar espacio de su lado de la mesa, Sakura se sentó a un lado de mí, con especial cuidado de que nuestros costados no se tocaran.

—Oye, Shikamaru —empezó Ino, y yo agradecí que no nos dejara en silencio—. Escuché que te asignaron ayudar con los exámenes Chunin. ¡Felicidades!

—¿Cómo? —me encliné al frente en la mesa—. Dime que vas a ser un instructor.

—Aún no estoy seguro de eso —Shikamaru se hundió en su asiento, incómodo por ser el centro de atención repentinamente—. No me han dicho casi nada acerca de eso, ya que voy a trabajar con un ninja de Suna, van a esperar a que llegue para explicarnos a ambos de una vez. Que fastidio.

—¡¿De Suna?! —me emocioné. Esperaba que fuera Temari.

—Ah, cierto, Verónica, ¿tú vas a tomar el examen?

—Bueno, aún no estoy segura —me alcé de hombros, ni siquiera había considerado que en serio llevarían a cabo el examen. Esperaba que antes Pain atacara la aldea, pero se estaba saliendo de tiempo.

—Bueno, no quieres ser genin para siempre, ¿verdad? —Sakura comentó.

—Pues no, pero... —moví mi cabeza de un lado a otro, no del todo conforme—. Aún no estoy segura de que este es el momento para que me concentre en eso. Pero si Shikamaru es un instructor, con gusto me apunto a los exámenes.

—No voy a dejarte aprobar solo porque eres mi amiga, Verónica.

—Dijiste que era tu amiga. Compermiso, ya puedo morir feliz —hice ademán de levantarme, pero Shikamaru se estiró desde el otro lado de la mesa para tomarme de la camisa y volverme a sentar. Ino se estaba riendo.

—Nadie se va a morir aquí por ahora. Sería un fastidio tener que hacer un reporte sobre eso.

—Ustedes hacen muy buena pareja —comentó Ino, entre risas.

—Claro, somos como un dúo dinámico. El flojo y la suicida, ¿cómo les suena? —bromeé, haciendo como que no sabía de lo que Ino hablaba.

—Suena a la combinación perfecta para un desastre —complementó Shikamaru.

—Ya, pero ¿no han pensado en salir ustedes dos?

Y aquí venía, señores, lo que quería evitar todo este tiempo, un momento incómodo.

—¿Salir a dónde? Si ya estamos afuera —reí incómodamente, intentando que capte la indirecta.

No era que no me agradara Shikamaru, pues realmente me caía bien y también era muy apuesto. Pero simplemente no podía verlo como un interés romántico por tres cosas: número uno, ¡obviamente él sentía atracción por Temari! Se le notaba hasta en el último de sus poros, desde pequeño, esperando y volteando siempre a verla cuando puede (lástima que ella vive en Suna); número dos, no sé qué estaba pasando con Kakashi y conmigo, pero estaba segura de que había algo, o al menos quería que lo hubiera, por lo que no podía ir e intentar salir con otra persona; por último, ¡él tenía 16 años y yo ya casi 23, por dios! La sola insinuación de que hagamos pareja debería considerarse ilegal (claro, si ellas superan mi edad), pero nosotros no solo podríamos ignorar ese hecho siendo que él me trata como una adulta desde que lo sabe, a pesar de mi apariencia e infantil comportamiento, entonces era inevitable que yo solo lo vea solo como un buen amigo menor que yo (aunque más inteligente), con el que podía hablar libremente.

Entonces, sí, era tremendamente incómodo.

—Vamos, Shikamaru, ¿no piensas invitarle a salir en algún momento? —le codeó.

—Sería un total fastidio, salir me da pereza —él hacía lo que podía para librarse de ello, pero no me volteaba a ver por la incomodidad.

—Ino, creo que... —murmuraba Hinata a su lado, haciendo que la rubia por fin advirtiera su presencia.

—¡Cierto! Kiba invitó a salir a Hinata la otra vez, ¿por qué no tomas la iniciativa como él, eh? Ese idiota te ha ganado.

—Vamos, tener pareja no es lo más importante —interrumpí—. Además, Shikamaru y yo somos amigos, así estamos bien —me alcé de hombros, esperando que ella dejara de insistir con el tema.

—Ay, los amigos siempre terminan siendo pareja, esa historia ya la conocen todos —sacudió la mano, como si de tratara de algo obvio.

—En ese caso, quiero recordarte que tú mejor amiga es Sakura —mencioné lentamente, casi sonriendo, antes de soltar la bomba—. Entonces, ¿estás pensando en salir con ella?

Ella se detuvo, quedando pasmada unos momentos, casi pálida. Fue entonces Shikamaru en soltar la primera carcajada.

—Eso fue la representación de "tomar de tu propia medicina" —bromeó él, y el ambiente estaba de vuelta más ligero. Me relajé.

—E-en todo caso —tartamudeó ella, roja por la vergüenza—. ¡Con quién yo quiero salir es Sasuke!

—Y aquí vamos de nuevo... —suspiró el perezoso.

—¡Cómete tus palabras, Ino-cerda, esa voy a ser yo! —Sakura se paró para inclinarse sobre la mesa.

—¡Ya quisieras, frente de marquesina! —Ino también se levantó de su asiento para enfrentarla.

—Uff, la tensión —me eché aire en la cara, para poner enfasis a mis palabras. Hinata estaba hundida en su asiento por la pelea. Volteé a ver a Shikamaru, a ella y después a la discusión de esas dos que no parecía querer parar—. Me retracto de todo lo que dije. Shikamaru, ¿no quieres salir conmigo? —me las arreglé para levantarme de la mesa entre todos los insultos de las kunoichis, y le extendí la mano.

Él repitió mi acción, observó la pelea, a Hinata hundida en su asiento y después mi mano.

—Estaría encantado —bromeó, mientras yo tiraba del brazo de Hinata para salir los tres de ahí.

Cuando esas dos se dieron cuenta de que se encontraban solas, ya era demasiado tarde.

(...)

—Tan intensas como siempre —comentó Shikamaru, cuando estábamos hablando sobre lo que pasó antes.

—No puedo creer que en serio se peleen por Sasuke —suspiré con una sonrisa—. ¿Tú qué piensas, Hinata?

—Creo que ellas se llevan muy bien —habló bajito.

—Eso es exactamente lo contrario a lo que yo ví —argumentó el castaño. Seguro para él eran dos demonios que habían salido del infierno en ese momento.

—Oh, vamos, no vas a negar que esas dos hacen bonita pareja —señalé. Él se me quedó mirando extraño.

—¿Pareja?

—Sí, ya sabes. ¿No te parece irónico que ahora peleen por Sasuke, pero que al final, bum, se hagan novias?

—Pero... ambas son mujeres —Hinata se miraba muy confundida, y mi sonrisa fue menguando poco a poco.

—Sí, lo son... ¿Pero qué tiene? —volteé a verla, mientras ella estaba entre avergonzada y confundida. Shikamaru puso esa cara que hace cuando está pensando en algo profundamente.

—Es que, ambas son mujeres, entonces no pueden...

—¿Por qué no? —pregunté, entonces ella no sabía que decir. Estaba entre confundida, pálida y avergonzada, y no conseguía formular palabras coherentes.

—Ah, Verónica, recuerdo que tenemos algo que hacer, ¿no se te olvida? —Shikamaru me jaló del brazo, mientras se despedía de Hinata.

(...)

Parecía que, después de pensarlo un poco, Shikamaru advirtió lo que estaba sucediendo.

—Significa que, no es que ella sea homofobica... ¿si no que ni siquiera se han planteado que puedan haber parejas del mismo sexo en este mundo?

—Sí, supongo que esa es la forma en la que mejor puedes explicarlo —afirmó él.

—¡Oh, vamos, no puedes decirme que allá afuera no hay ninguna persona gay! No puedo creerme esa tontería.

—No digo que no haya nadie, si no que no recibimos educación de ese tipo —lo pensó un poco antes de contestar—. Pienso que es porque en este mundo se pone el tener descendencia como una prioridad natural. ¿No es así en tu mundo? Si estás con una persona de tu mismo sexo, no van a poder tener niños.

—Vamos, no, ¿para qué quisieran tener hijos si ya hay un montón de gente? Para eso existe la adopción.

—¿Cuidan a niños de otras personas?

—Por supuesto que no, ellos los adoptaron, ellos los cuidan, son sus hijos —intentaba explicarle.

—Pero no tienen su genética...

—No, no la tienen, ¿pero qué importa?

—Que curioso —fue lo unicó que opinó—. ¿Y ellos también heredan los jutsus secretos y se hacen cabeza del clan?

—Shikamaru, en mi mundo no hay ni jutsus ni clanes.

—Eso hace más sentido —asintió, parecía haber descubierto algo realmente nuevo—. Parece que tu mundo es realmente diferente, ¿quién pensaría que ni siquiera hay clanes? —él seguía pensando, con una mano en la barbilla.

—Shikamaru...

—¿Hmm?

—He descubierto porqué Naruto y Sasuke no quedaron juntos.

—Disculpa, ¿qué? —tardó un momento en darse cuenta de lo que estaba diciendo—. ¿Qué? ¿Esos dos...?

—¡Vamos, no puedes mirarlos y decir que son 100% hetero!

—Pero, pero... —parecía no poder procesar toda la información de golpe.

—Les voy a decir.

—No, no puedes decirles —me detuvo, cuando yo estaba decidida a ir en este momento.

—¿Por qué no? Todos deberían de cuestionarse su sexualidad al menos una vez, y ya le he quitado la esposa a uno. Seguro por eso andaban bien acabados de adultos, ¡por dios! ¡Vivir en el armario por toda la vida!

—¿El arma-? ¿Qué? No, Verónica, no puedes solo llegar y soltar todo esto, estarías dejando en evidencia que eres de otro mundo.

—Oh, mierda —volví y me dejé caer en la banca—. No puedo decirles...

—No, no puedes.

—Pero podría hacer que se cuestionen sutilmente...

—¿Qué?

—Vamos, si ellos pueden entender que es posible que les guste una persona del mismo sexo está bien. Si son gay, todos felices, y si no, lo dejo por la paz y nadie lo recordará.

—Vas a matarme un día de estos.

—No si me mato primero. Ahora, ¿cómo podemos empezar? —tallé mis palmas, cuál villano apunto de planear maldades.

(...)

Siempre me pareció raro que nunca hicieran mención de personajes LGBT+ explícitamente en Naruto, entonces puedo hacer lo que se me da la gana, JA.

Lo que es más, este capítulo cae justo en el pride month, so...

Eso es todo por ahora, ¿qué les pareció?

Además, Sasuke y Naruto no son hetero, change my mind.

Esto es todo por ahora, bais~

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