Veintiocho

El mes que nos dieron para mejorarnos a nosotros mismos, se deslizaron rápidamente cual riachuelo. Y ahora, sin darme cuenta, ya era tiempo de la tercera etapa.

Todo el lugar estaba extasiado por tener la oportunidad de ver a los genin pelearse entre sí. Claro, mucho de los espectadores tenían a sus favoritos, se decía que había dos prodigios entre todos los participantes; Sasuke Uchiha y Hyuga Neji. Las peles prometían ser emocionantes.

Por mi parte, llegué al lugar mucho más temprano que la hora en la que la tercera etapa iniciaba, ansiosa. Creía tener mucho tiempo de sobra para el momento en el que comenzara mi combate, pero cuando concluyó la primera pelea (Naruto contra Neji, cabe aclarar), me di cuenta de que en realidad el tiempo era por mucho, relativo. La pelea duró bastante, pero para mí no había durado más que unos segundos.

Por supuesto, me mantuve atenta de cada movimiento que hacían, tanto los luchadores como los espectadores. Estaba consciente de que en cualquier momento podía empezar la invasión y, al mismo tiempo, me preparaba mentalmente para enfrentar a mi contrincante.

El segundo combate se anunció cuando Naruto se declaró vencedor. Toda la audiencia se mantenía aún consternada. Pero, sin embargo, este no dio inicio. 

Kankuro se retiró, sin estar dispuesto a luchar contra su hermana. Por lo que, sin perder mucho tiempo,  anunciaron el tercer combate.

—¡Verónica, aquí estás! —se acercó alegremente Lee, sentándose a un lado de mí.  

—La misma —le contesté, saludándole—. Oye, Lee, ¿sabes por qué no ha comenzado el tercer combate? —le pregunté, pues aunque lo habían anunciado, solo Shino había bajado a la arena. Y como me había sentado en primera fila, un poco alejada de todos, quienes se habían sentado más atrás, no me enteraba de mucho de lo que decían, aunque sí parecían armar un poco de revuelo. 

—Shino se enfrenta contra Sasuke, pero él aún no ha llegado —se alzó de hombros.

Y como si Lee lo hubiera invocado, Sasuke hizo su gran aparición junto a Kakashi. Yo no pude evitar gruñir.

—¿Por qué te ves enojada de repente?

—No llegaron a tiempo —le contesté, cruzándome de brazos.

—¿Ah? —dio señal de no entender mi respuesta, pero de todas formas ambos le pusimos más atención a la pelea.

Las reacciones del público eran maravillosas, le daban sazón a cada una de las peleas con sus comentarios. El mismo público narraba todo lo que sucedía en la arena, destacaban las fortalezas y debilidades de los oponentes, nombraban y describían cada una de las técnicas que usaban. Simplemente increíble.

Pero aún así, Sasuke resultó ganador, como se había previsto.

Lastima. 

—¡Combate cuatro: Shikamaru Nara y Verónica! —el presentador anunció nuestros nombres, extrañamente omitiendo mi apellido.

—¡Suerte, Verónica! —me deseó Rock Lee, alzándome el pulgar y guiñándome un ojo—. ¡Demuestra el poder de tu juventud! —yo le mandé una sonrisa mientras me dirigí al campo de pelea.

Dentro de la arena, tienes una perspectiva completamente diferente. Sientes las miradas de todos y ahora quien juzgan es a ti. 

—¿Otra mujer? —suspiró Shikamaru, llegando al frente de mí—. ¿Por qué soy el único que se tiene que enfrentar contra una mujer? —siguió quejándose.

—¿Este enclenque? ¿No puedo luchar contra alguien que sí sepa luchar? —le regresé el insulto.

—¡Comiencen! —escuché, mientras Shikamaru todavía me observaba cansado.

—Que fastidio... —rápidamente, tomé varios kunai y se los lancé. No con la intensión de darle, sino de al menos hacer que se mueva un poco. Pronto él salió de mi vista, cubriéndose detrás del seco tronco de alguno de los árboles—. No me importa si no puedo convertirme en Chuunin... pero un hombre no puede perder contra una mujer. Bueno, supongo que lucharé. 

Intenté mantenerme tranquila por sus comentarios. Ahora mi objetivo era vencerlo, pero sin quitarle la oportunidad de convertirse en Chuunin y a la vez asegurarme de estar pendiente de Orochimaru. Me encargué de enviar constantemente chakra a mis oídos, ya que, al tener mis ojos sobre Shikamaru, era la mejor manera de no perderme de nada lo que sucedía. 

—Para luchar, deberías salir de tu agujero, ratoncito —le volví a insultar. Él chasqueó la lengua en un gesto de fastidio.

—¿Tan apurada estás por luchar conmigo...? 

—Quiero terminar esto lo más pronto posible.  Vamos, solo haz una de tus malditas estrategias para intentar vencerme, yo te la hecho a perder y gano, y ambos nos largamos de la vista de todos. ¿Qué dices?

—Joder... tú seguro tienes el ego por las nubes, ¿eh?

—Si lo quieres ver así. Pero ambos sabemos que soy más fuerte y resistente que tú, así que deberías de demostrar para lo que eres bueno frente a la audiencia. ¿No lo ibas a hacer por Chouji? Tu cerebro es lo único bueno que tienes, aprovéchalo.

—Pero también es cierto que un hombre no le puede pegar a una mujer... —esta vez murmuró a lo bajo, solamente para sí mismo, pero por el chakra en mis oídos logré escucharlo perfectamente. 

—Demonios, ¿qué tienes tú con las mujeres? —aparecí a un lado de él, lanzándole más kunai. Él por supuesto lo esquivó, ubicándose al frente de mí—. Ahora soy tu enemigo, independientemente de mi genero. Si vienes con la mierda de que no me vas a golpear porque soy mujer, te arrastraré por el suelo —ambos nos pusimos alertas, esperando el primer movimiento del otro.

—¿Y así me quieres vencer? ¿Por qué no muestras lo que puedes hacer? 

—Te estoy dando la oportunidad —le sonreí confiada. Él, extrañamente, me regresó la sonrisa. 

—Yo ya empecé —declaró, indicándome la ausencia de su sombra, la cual se extendía por la sombra de los arboles hasta mi posición. 

—Demasiado obvio. Puedes hacerlo mejor, Shikamaru —no dejé atrás mi confianza. Con la vista, dada mi inmovilidad, le indiqué una pequeña esfera no muy lejos de nosotros. 

Una granada de luz.

Esta explotó para la sorpresa de Shikamaru. Normalmente estas se utilizan para aturdir a tu contrincante, pero dada la naturaleza de la técnica de Shikamaru, me era útil. Conseguí tres al enterarme que lucharía contra él, aunque no estaba segura de si funcionarían. 

Shikamaru me mandó una mirada seria.

Pronto, me aproximé a él para intercambiar unos golpes. Su estado físico no era tan bueno, por lo que yo tenía clara ventaja. 

Pero el ataque cuerpo a cuerpo tampoco es mi fuerte. En cambio, preferí mejor usar una técnica. Junté energía en mi mano, escuchando como comenzaba a producir un sonido muy conocido. 

Un millar de aves, Chidori.

—Kakashi, eso es... —a pesar del bajo volumen que Gai usó por su asombro, lo pude escuchar perfectamente—. ¿Tú le enseñaste el Chidori...?

Mantuve la energía en mi mano, corriendo directamente hacia mi oponente, que también se encontraba en asombro. Extendí mi mano para impactarlo en su hombro, pero, antes de que eso sucediera, la energía se disolvió en contra de mi voluntad. 

—No —le contestó seriamente Kakashi.

Maldición.

(...)

—¡Felicidades, Verónica! —me recibió Lee al salir de la arena. Mi ropa se encontraba un poco sucia, pero había logrado mi objetivo de hacer más corta la pelea, asegurando de que Shikamaru aún consiga su titulo de Chuunin—. ¡Estuviste genial!

—¡Combate cinco: Rock Lee y Sabaku no Gaara! —no pude evitar expandir mis ojos.

—¡Es mi turno! ¡Deséame suerte, Verónica! 

—Hey, Lee... No te fuerces, ¿vale? Si crees que no vas a vencer...

—¡No te preocupes, Verónica! ¡Voy a demostrarte mi fuerza! Entonces después podremos enfrentarnos tú y yo, y... —hablaba con emoción, haciendo gestos exagerados para cada cosa que decía. Personalmente, me dolía verlo así, sin saber lo que le esperaba—. E-entonces —volví a ponerle atención al escucharle bajar la voz—... por eso quería decirte que, después de esto, ¡si te gano en un enfrentamiento, serás mi novia! —declaró con la cara roja, echando humo por las orejas. 

Sentí mi alma caerse hasta el suelo y regresarse, dejando a mi mandíbula en su camino. No cabía en mi impresión, pero Lee ni siquiera me dejó contestar cuando se dirigió velozmente a la arena, sacudiendo su mano en despedida. 

No jodas.

(...)

¿Qué les pareció? ;)

Ahora no tengo mucho que decir. No tengo carga y quiero publicar esto antes de que se apague este aparatejo, jejejeje

Hasta luegooooo


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top