Treinta y tres

—¿Aquí nos vamos a quedar? —preguntó Sasuke, analizando la fachada de las aguas termales. 

—¡Por supuesto, mocoso! Este es el lugar perfecto para seguir con mi investi- Digo, para descansar por hoy —afirmó Jiraiya. 

—Viejo pervertido... 

—Bien, aquí están las llaves de las habitaciones —Kakashi regresó, mostrándonos tres llaves. 

—¿Eh? Pero solo son tres habitaciones, 'ttebayo —se quejó Naruto. 

—Por supuesto, ya que son habitaciones dobles —le explicó—. Tú compartirás habitación con Jiraiya, y yo me quedaré con Sasuke. Y como Verónica es la única mujer, ella tendrá una habitación individual —no pude evitar sonreír ante sus palabras, arrebatandole rápidamente la llave al sentarme en sus hombros. 

—¡Eso no es justo, dattebayo! ¡Yo también quiero una habitación individual!

—¡Suerte para la próxima! —le saqué la lengua, burlona, dado que él no me iba a poder atacar al estar sobre Kakashi—. ¡Entonces, a la marcha! —apunté al frente, esperando a que Kakashi avanzara, cosa que él no hizo. Todos me miraron con un poco de preocupación—. ¡Se supone que tienes que avanzar!

Él soltó un suspiró y me tomó del cuello de la camisa para bajarme de sus hombros, llevándome así hasta la entrada de mi habitación, que quedaba a un lado de las demás. 

Maldito.

(...)

Sentí el pánico recorrer mis venas. Naruto inclinó su cabeza sin entender mi reacción. 

—Dijo que iba a seguir con su investigación, ¡pero seguro que solo fue a hacer cosas pervertidas, dattebayo!

Y ese era el principal problema, Jiraiya se había ido. ¡Se supone que todos estábamos aquí para que no nos atacaran! Itachi y Kisame nos habían estado siguiendo desde hace tiempo, no nos habían atacado solamente por la presencia de uno de los Sannin. Ahora no tenían nada que les detuviera. 

¿Lo peor? Es que yo sobrara. ¿Creen que se van a tentar el corazón para no asesinar a una completa desconocida? Y tampoco podía dejar a Naruto en esto, se lo llevarían lo más rápido posible para no encontrarse con Sasuke, que está en la habitación contigua. 

Estaba jodida. 

—Naruto, tenemos que conseguir un lugar para escondernos —le susurré. ¿Ellos podían sentir el chakra? No lo recordaba, pero esa era mi única alternativa. 

Alguien tocó la puerta. 

Naruto iba a exclamar algo, pero rápidamente le tapé la boca. Ese no era Jiraiya, ni nadie conocido, estaba segura. Le indiqué con una seña que guardara silencio y busqué un lugar donde Naruto se pudiera esconder. 

Con más tiempo, él podría hacer un justsu de transformación. Pero ahora el ruido les avisaría que estamos aquí. 

Lo guié hasta un mueble, donde él se metió en una de sus puertas, aprovechando su pequeño tamaño. Le hice sostener unos libros frente a él para que, en caso de que abrieran la puerta, no lo vieran. 

Volvieron a tocar la puerta, ahora más fuerte. Ya no tenía tiempo. 

Antes de que la entrada fuera destruida, pude reaccionar y meterme al baño, tal vez ahí encuentre un lugar para esconderme antes de que lo revisen. 

—¿Dónde está el mocoso? —oí que gruñó Kisame. Mis oídos se han vuelto más agudos desde que concentro chakra en ellos continuamente. 

—No pudo haber huido, tiene que estar aquí en cualquier lugar. 

—¡Bien, entonces solo destruyamos todo y listo!

—Guarda silencio, no podemos hacer escándalo esta vez. 

—¿Oh? ¿Es que no quieres alertar a tu hermanito que estás aquí? —le contestó con tonó burlón, seguido de un largo silencio. Después chasqueó la lengua—. Bien, entonces empecemos a buscar. 

Analicé el baño en busca de donde esconderme, y déjenme decirle que aquí no encuentras muchas opciones; de hecho, ninguna. Podría transformarme en algo más pequeño para salir por la ventanilla e ir a avisar a Kakashi, pero no podía dejar a Naruto solo. De todas formas, tenía que hacer algo rápido. 

Hice unos sellos, transformándome en un objeto de baño, una toalla para ser más especifica. Se me ocurrió algo, pero no sabía si funcionaría. 

Pronto ambos ninja entraron al baño al escuchar el sonido. 

—¡Joder, seguro que se escapó por la ventana! —exclamó Kisame. Habló en singular, ¿eso quería decir que no sabía sobre mí?

—La ventana es demasiado pequeña como para que se haya escapado por ahí —Itachi se mantuvo sereno. 

—¿Ah? ¿Estás diciendo que él todavía está en este lugar? —preguntó, mas Itachi no contestó.

 Por el contrario, activó su Sharingan por un pequeño momento y pronto me atrapó. Aunque no iba a dejar que mi plan se fuera por el caño tan fácilmente, mínimo tenía que ganar un poco de tiempo hasta que Jiraiya regrese, que debería ser dentro de poco. 

Para sus ojos, "deshice" mi transformación, lo que no fue más que una transformación más en una mujer al azar. Itachi aún se mantuvo sosteniéndome fuertemente del cuello. 

—¿Dónde está el nueve colas, zorra? —Kisame se dirigió hostilmente hacía mí, desde atrás de Itachi. 

—¿A-ah? ¿De qué estás hablando? —me costaba hablar por la presión en mi cuello, lo que favorecía en mi papel de victima. 

—No necesitas fingir. Si realizaste un jutsu de transformación significa que eres un ninja, ¿eres su compañera? —preguntó Itachi, analizando rápidamente la situación. Mierda.

Solté un largo suspiro y fruncí el ceño. 

—¿Ah? ¿De ese mocoso? Por supuesto que no —le contesté hostil, intentando hacer parecer que no me interesaba—. Vine a este lugar porque me pagaron una gran suma por capturarlo, no sé nada de él. 

Sentí que, por un momento, apretó con incluso más fuera mi cuello. Después, como cualquier muñeca de trapo, simplemente me tiró hacia un lado. No dolió tanto como pensé cuando mi cuerpo impactó contra la pared. 

—Me lo debí imaginar, nosotros no somos los únicos que están tras el nueve colas —me miró sobre el hombro, como si fuera la peor basura que existiera en este mundo—. ¿Quién te contrató?

—Por supuesto, no puedo decírselo a ustedes. Ya saben, privacidad del cliente —le contesté irónica. me tenía que ver como un ninja por encargo, capaz de hacer lo que sea solo por dinero. 

Solo necesitaba un poco más de tiempo para que Jiraiya vuelva, eso espero. 

Itachi volvió a activar su sharingan, estoy segura de que en busca de inducirme en un genjutsu, pero no sucedió nada. Él frunció levemente el ceño, aunque Kisame no lo notó. 

Los Genjutsu se crean cuando un ninja extiende su flujo de chakra a través del sistema nervioso cerebral de su adversario llegando a controlar el chakra de su mente, de tal modo que afecte a sus cinco sentidos. Sin embargo, mi sistema absorbe ese chakra antes de que pueda afectarme, por lo tanto los genjutsus no hacen efecto en mí;  por el contrario, dependiendo de que tan fuerte es el genjutsu, me proporcionan más chakra. 

—Kisame, encárgate de ella —no titubeó ni un poco al decirlo. Claro, aunque en realidad tenga una razón para haber asesinado a todo su clan, ahora pertenece a Akatsuki, seguramente ha hecho cosas peores que matar a una completa desconocida.

Su compañero rió y sin pereza se dirigió a mí. Yo me puse en guardia, mínimo iba a poder ganar un poco más de tiempo, aunque sabía que no iba a poder ganar. 

—¡Buen trabajo, Verónica! —se escuchó una estridente voz desde la entrada, interrumpiendolos—. Has hecho bien en ganar tiempo, pero desde ahora me encargo yo. Puedes relajarte. 

De inmediato reaccioné y salí del baño, parándome detrás de Jiraiya.

De la que me salvé. 

—¡¿Qué se supone que estabas haciendo?! ¡Se supone que estabas aquí para protegernos, e incluso así te fuiste! —le regañé. Por supuesto, no se lo iba a dejar ir tan fácil. El se rascó la nuca con molestia al no poder excusarse—. ¡Sabes que esto pudo haber terminado peor! ¡Pudieron haberse llevado a Naruto!

—Ya, tranquila —me acarició el cabello al ver que me estaba alterando—. Por supuesto que no iba a dejar que les pasara nada. Ahora saca a Naruto de donde sea que esté y pónganse detrás de mí, yo los protegeré. 

Solté un suspiro deshaciendo mi transformación, y me dirigí hacia donde estaba Naruto todavía escondido. De hecho, parecía que estaba durmiendo. 

—¿E-eh? ¿Qué pasó, 'ttebayo? ¿Ya se fueron? —preguntó desorientado. Le iba a contestar, pero una gran carcajada de Kisame me interrumpió. 

—¡¿Una niña?! —preguntó divertido, con los ojos muy abiertos. Su rostro daba miedo—. ¡Una niña engañó al gran Itachi! —se siguió carcajeando, con la mirada fija en mí. Yo tragué saliva. 

—Luego te explico —le contesté a Naruto, jalándolo hasta quedar detrás de Jiraiya. 

—¡¿Qué sucede aquí?! —llegó Kakashi al escuchar tanto ruido, seguido de Sasuke, que de inmediato frunció el ceño al ver a su hermano. 

—¡Genial, genial! ¡Más personas se unen a la fiesta! —paró repentinamente sus carcajadas, pero conservó una gran sonrisa desproporcional en su rostro—. Los mataré a todos ustedes. 

(...)

Lo sientooooooo, tardé más de lo que pensé en actualizar ;-;

(Ya había actualizado muy seguido, algo tenía que pasar xD)

La verdad es que me enfermé, entonces estuve pasando gran parte de tiempo en el hospital, lo que en verdad me quitaba las ganas de escribir. 

So, ¿qué les pareció el capitulo?

En lo personal creo que la actitud de Kisame me salió bien ;)

Hasta luegooooooooooooo

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