Treinta y cuatro
Con todas las personas dentro de la misma habitación, el ambiente estaba por demás tenso.
—Ni se te ocurra —tomé a Sasuke de la camisa, pues de inmediato se había abalanzado hacía su hermano. Él me miró molesto por mi acción—. No seas estúpido y compliques más las cosas, deja que el viejo se encargue de esto —él en respuesta apretó los puños, prepotente.
—Es hora de retirarnos —le ordenó Itachi a Kisame, que no nos apartaba la mirada de encima. Él soltó una gran carcajada.
—¿Oh? ¿El gran Itachi se está retirando? —comentó con ironía, pasando su lengua por sus dientes—. ¿Es esta la grandeza de la que te jactas?
—Nuestra misión se vio obstaculizada, es momento de retirarnos —le repitió entre dientes, con su Sharingan activado. Estaba intentando controlarlo para que no causara un desastre incluso mayor. De todas formas, Kisame no se podía enfrentar a él, por lo que no le quedó más que chasquear la lengua y seguir sus ordenes.
—¡Oh, no! ¡Ustedes no escaparan ante la presencia de...!
—Sí, sí, ya entendimos —interrumpí a Jiraiya. La verdad es que su manera de presentarse me parecía un poco... ridícula, opacaba el verdadero genio que supuestamente él era. Por eso mismo lo suelo interrumpir—. ¿Van a pelear o qué?
(...)
Cuando ambos intrusos ya no estaban, Sasuke se tiró al suelo, exhalando.
—¡Hey, hey, Sasuke! ¿Que sucede? ¡Parece que hubieras estado peleando tú, 'ttebayo!
—¡Cállate, dobe! Eso no te incumbe —le contestó con molestia.
Por otro lado, quien sí había quedado exhausto es Jiraiya. Protegernos al mismo tiempo que se encargaba de aquellos dos no debió ser fácil, sin olvidar la decepción que se llevó cuando lograron escapar.
—Necesitamos movernos —fue lo primero que dijo, demasiado decidido para alguien que acababa de ser parcialmente vencido.
—Tiene razón. Si ellos ya saben nuestra ubicación, tenemos que estar preparados para que traigan refuerzos. Lo más sensato sería movernos —le contestó Kakashi, analizando la situación.
—No creo que regresen —les contesté.
—¿Por qué lo dices? —me contestó Jiraiya, entrecerrando los ojos.
Antes de contestar, mandé una mirada hacía Naruto y Sasuke, asegurándome de que no escuchen. Ellos ya estaban discutiendo sobre alguna tontería.
—Simplemente porque así sucedió la primera vez —me alcé de hombros—. Además de que ellos no trabajan de esa forma. Los integrantes de Akatsuki son fuertes individualmente, si se dividen en pareja es porque ellos mismos son los refuerzos. Sin olvidar que Itachi ya cometió un descuido al encontrarse con Sasuke... ¿o ese siempre fue su motivo? —fruncí el ceño, intentando recordar. Con el tiempo que había pasado en este lugar, por supuesto que algunos detalles se me habían ido olvidando.
—¿No has pensado en apuntar todo lo que ocurre? —propuso Kakashi, entendiendo de inmediato qué es lo que sucedía.
—No creo que esa sea muy buena idea —suspiró Jiraiya—. Donde sea que lo anote, tiene el peligro que alguien lo lea; si esto sucediera no solo ella misma estaría en peligro, sino toda la historia como la conoce —me dio unas palmadas en la cabeza, un poco preocupado—. Es mejor que se concentre en recordar lo que ya sabe. Y aunque se le olvide, no hay problema, porque podemos pasar por ello incluso sin ayuda de sus recuerdos, ¿no es así? —me sonrió con confianza, seguro que de alguna forma u otra los "buenos" ganarían.
Pero, anciano... tú también mueres.
(...)
—Hey, Verónica... —me llamó Kakashi, sentándose en el césped a un lado de mí.
El viaje se había alargado más de lo que creí. Y aunque cambiábamos de posada diariamente, no encontrábamos (y con esto me refiero a Jiraiya) rastro de Tsunade en ninguno de los pueblos.
—¿Qué sucede? —le respondí.
En este momento Naruto estaba con Jiraiya; y yo, al no tener nada que hacer, estaba observando como Kakashi entrenaba a Sasuke.
—¿Cómo era tu mundo anterior? —me preguntó tranquilamente, sin apartar la mirada de Sasuke que tiraba algunos golpes al aire como parte de su entrenamiento.
—Pues... —lo pensé un poco—. Es muy diferente a este... Ahí solo hay personas normales, los ninja no son más que una fantasía—no pude evitar mover mis manos intentando expresar lo que quería decir—. Pero somos mucho más avanzados en tecnología; hay cosas con los que te puedes transportar, por lo que no necesitamos saltar por los arboles. Tenemos fuentes de información sumamente extensas al alcance de la mano de cualquiera, entre otro montón de cosas. Es inexplicable.
—¿Y las personas...? ¿Cómo son las personas de allá? —se mantuvo sereno.
—Creo que no son muy diferentes a las de aquí. Claro, aunque menos exageradas —sonreí un poco.
—Debe ser un mundo maravilloso...
—Lo es. Tiene sus aspectos negativos, claro, pero... yo nací allí, ¿entiendes? No puedo simplemente dejar a mis seres queridos atrás y olvidarlo todo.
—¿Quieres... regresar ahí? —dudó un poco en preguntar.
—Por supuesto.
—No lo dudaste ni un poco, eh... —suspiró—. Puede que yo también quisiera estar allá —lo último que dijo me llamó la atención.
—¿Por qué?
—Este lugar, a diferencia de donde tu vienes, es cruel y peligroso.
—No te equivoques —reí un poco, aunque no había nada gracioso—. Mi mundo también es cruel y las personas de allá no tienen superpoderes. Existe el hambre, la pobreza y los asesinos; eso no cambiará en ningún lugar. Pero aquí tienes a tus seres queridos, no deberías siquiera pensar en abandonarlos; ¡no te lo permito!
Él regresó su vista a Sasuke y sonrió un poco. Me gustaría pensar que se había dado cuenta de que en realidad no está solo.
—Verónica... ¿Qué eras antes en tu otro mundo?
—¿Qué era...? Nada importante. Estaba a punto de entrar a la universidad, pero no tenía ni siquiera idea de qué iba a estudiar —reí nerviosa—. Allá era un poco patética.
—¿Patética? Pero lo que haz hecho aquí no demuestra lo mismo...
—Sí, bueno... allá solo me la pasaba mirando "monitos con cabello de colores", o así le decía mi mamá.
—¿Cabello de colores? —ladeó la cabeza confundido.
—Sí, bueno, allá no era normal tener el cabello plateado, ¿sabes? —apunté a su cabello, riendo un poco—. A menos que te lo hayas pintado, claro.
—¿Hay quién pinta su cabello?
—Claro, es algo bastante normal, ¿sabes?¿Aquí no lo hacen?
—No hay necesidad, solo necesitas hacer un jutsu de transformación. Pero pensé que como allá no existían los ninjas...
—No, no, allá no existen. Pero existen muchas formas de modificar tu aspecto, por motivos estéticos, ya sabes. Y no solo se pintan el cabello, existen las operaciones, que modifican su aspecto de forma más... ¿Cómo decirlo? Podrían convenirse en personas completamente diferentes con eso.
Kakashi me mandó una mirada asombrada, haciendo destacar mi aspecto de niña.
—No me digas que tú...
—¡No, por supuesto que no! ¡Esto solo fue un efecto secundario de traerme acá!
—Yo no dije nada —se alzó de hombros, sacudiéndose la culpa.
—¡Pero lo pensaste!
—¿Qué está sucediendo aquí? —Sasuke se aproximó cuando me escuchó alzar la voz.
—Ugh, no te acerques, estás sudado —retrocedí cuando él se puso a un lado de mí, aprovechando para cambiar de tema. Pude observar como una vena saltó de su frente.
—¡Tú y Kakashi también están sudados!
—¡Por supuesto que no! ¡Yo no he hecho absolutamente nada para sudar! —le contesté.
—Claro, porque eres una inútil —cruzó los brazos, orgulloso.
Seguido, Kakashi hizo un gesto de asombro, cubriendo su mascara con ambas manos.
—No sabía que tenías esos gustos, Verónica —suspiró de forma bastante exagerada, para terminar murmurando—: Y pensar que mi alumna es una pedófila...
—¡¿Pero qué?!
—Claro, no te preocupes. Yo no te juzgo —llevó una mano a su corazón, en una falsa seña de comprensión.
—¡¿Cómo demonios llegaste a esa conclusión?!
—¿De qué están hablando ustedes dos? —Sasuke alzó una ceja al no entender.
—Por supuesto, porque Sasuke te interesó desde el el principio —me respondió de forma simple, ignorando la pregunta de su otro alumno.
—¡Eso no es cierto en lo absoluto! —contesté casi histérica. Sasuke frunció el ceño.
—¡¿Qué?! ¡Por supuesto que es cierto, no quieras engañarme! —el cabello de pato se unió a la conversación.
—¡¿Por qué mierda creen eso?!
—Bueno, cuando se presentaron no le quitabas los ojos de encima, además de que en la prueba de los cascabeles no parabas de perseguirlo; y desde entonces te la pasabas discutiendo con él. Creí que era una forma para llamar su atención, pero supongo que me equivoqué —Kakashi se encogió de hombros.
—¡No todo gira al torno de eso, sabes! —grité para después marcharme, dando grandes pasos. Pude escuchar como se reía a la lejanía.
Maldito.
(...)
Hello, vine para recordarles que sigo viva ;v
¿Y qué les pareció este rellenazo, eh?
(No puede ser Naruto sin relleno, creo yo xD)
Ahora vengo a contarles un dilema. Nada importante, no tienen ni porqué leerlo.
Y es sobre la palabra "ceño". ¡Resultase que siempre creí que se escribía con S, como "seño". También he visto que muchos lo escriben así. Pero Google-san me iluminó (con una linterna :v), y descubrí todos los secretos del universo.
Me sentí estafada. Toda mi vida fue una mentira. ¡Nunca fue "seño", era "ceño"!
También en las actualizaciones pasadas (cuando actualizaba prácticamente diario), engordé un poco porque soy terca y floja, además de que no puedo escribir sin estar comiendo algún tipo de snack. Después terminé adelgazando de más :'v.
Así que vuelvo a escribir para engordar de nuevo 6v9r.
Muchas gracias por sus comentarios -inserte corazón que no puedo poner porque no le sé al teclado-. Jajsjajs, me enfermé, pero nada muuuuy grave. No duró más que unos días y ni me sentía mal (solo era estar en el seguro, odio ese lugar). Puro pancho del doctor.
Yo todavía no entiendo como es que puede haber gente tan leeenda. Síp, como tú que estás leyendo esto xD.
Well, nos vemos prontooooooooo (o leemos, en todo caso (?)).
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