III


-¡Que no es mi culpa! ¡Ella solo se desmayó solita, 'ttebayo, lo juro!

-Sí, claro. Y Shikamaru no es flojo.

-¡Cállate, Teme! ¡No te metas en lo que no te...!

-Silencio, Naruto -una tercera voz lo interrumpió. Yo lo reconocía, ese tono soberbio e inquebrantable no le podía pertenecer a nadie más que a Tsunade, con quien había discutido no hace mucho-. Ya se está despertando -terminó en voz baja, algo que agradecí ya que tenía una posible migraña.

Abrí lentamente mis ojos, cegándome en el proceso con la luz blanca y reluciente del hospital. Una vez me acostumbré, voltee a mis costados, encontrándome con el equipo siete reunido y a Tsunade a un lado mío, supongo me acababa de curar.

-¡Por fin despertaste, 'ttebayo! -Naruto alzó los brazos al techo, con alivio.

-Ya he terminado mi trabajo, me retiro -se despidió la rubia algo incomoda, intentando no llamar la atención.

-¡Verónica, ahora que has regresado tenemos que ir a Ichiraku lo más pronto posible! -comentó mi amigo cabeza hueca.

-Naruto, tienes que dejarla descansar -recalcó Kakashi, sin dejar de leer uno de sus libritos. Según reconocí, era el nuevo de la saga.

Tomé una respiración profunda, intentando aclarar mi mente.

-Oye... ¿Qué haces tú aquí? -pregunté finalmente, dirigiéndome a Sasuke.

Ellos guardaron silencio, intercalaron miradas y se removieron incómodos.

-Ja, ja... ¿Pero qué dices, Vero? Él siempre ha estado aquí -contestó el rubio, a la vez que Sasuke rehuyó mi mirada.

Entendí con eso que no iba a conseguir mi respuesta tan fácilmente, o en todo caso, era un tema sensible para ellos. Si no me equivocaba, Sasuke realmente tuvo la intención de huir hace tres años. Lo que no termina de encajar era la razón por la cual Sasuke seguía en este lugar, como si nada hubiese ocurrido (no es que me quejara, ya que era lo más positivo que había cambiado desde mi llegada).

Concluí que era mejor dejar de pensar en eso. Lo más probable es que esta vez Naruto sí lo había podido parar, y a fin de cuentas todos hicieron como si nada hubiese ocurrido.

-Hey, chicos -llamó la atención Kakashi después de unas risas nerviosas de Naruto-. Parece que Verónica aún sigue algo mareada, hay que dejarla descansar por hoy -planteó, y los otros aceptaron.

-Verónica, ¡mañana vendré para que podamos ir a comer a Ichiraku, así que más vale que te cures! -se despidió Naruto antes de salir por la puerta, seguido por un leve asentimiento de Sasuke.

Cerraron tras de sí, dejando un imponente estado de quietud por toda la habitación.

Me removí un poco, volviendome a acostar en las sábanas blancas. Exhalé calmandome, y terminé por relajarme por fin después de tanto tiempo.

Ya había oscurecido, por lo que intuí que había estado unas cuantas horas desmayada. Ahora, después de eso, realmente no tenía sueño.

Me di cuenta de que no había nadie vigilando, ni por fuera de la ventana ni dentro del hospital. Los "chakras" más fuertes eran los calmados de algunos ninjas médicos, que hacían su trabajo.

Tampoco estaba atada, o retenida de alguna forma. No identificaba ningún tipo de jutsu que me dejara salir de esta habitación y seguido huir (nuevamente) de la aldea.

¿En serio me dejaban aquí, sin retenerme de alguna forma, como si nada hubiera ocurrido? ¿Cómo si fuera incapaz de huir? ¿Cómo si hace poco no me hubieran impuesto la orden de quedarme aquí en la aldea con palabras toscas, en contra de mi voluntad?

Por otro lado, una extraña curiosidad creció en mí. Era cierto que las cosas habían cambiado bastante de la obra original, cosa que intuía que era por mi culpa. Pero, hasta ahora, ¿qué había hecho para evitar que Sasuke se fuera de la aldea?

Lo pensé un par de horas, algo afectada por la extraña normalidad que rondaba. No aguanté más y me levanté.
Seguido, salí por la ventana, saltando a un árbol que estaba, para mi comodidad, justo a un lado. Bajé de un brinco, llevándome algunas hojas conmigo al caer. Y empecé a caminar por las calles oscuras. Todavía había algo de gente, pero no se comparaba a la energía que despedía toda la aldea durante el día.

Algo incomoda, voltee varias veces para atrás para asesorarme de que nada ni nadie me estuviera siguiendo. Realmente... Nada.

¿Era en serio? ¿Podía irme, así sin más? ¿Nadie me iba a seguir? ¿Nadie iba a planear algo contra mí? ¿Nadie?

Era una extraña tranquilidad no propia de este mundo. Tal vez se me había olvidado como caminar con un asesino a tus espaldas, o sin compañeros presuntuosos.

Pero por fin tenía la tranquilidad de poder ordenar mis pensamientos. Mi prioridad por ahora: Gaara.

Llegué caminando a la entrada, donde me disculpé mentalmente de Naruto al partir. No íbamos a poder comer en Ichiraku al día siguiente.

(...)

A lo lejos, algo nostálgico, Kakashi pudo observar como su exalumna se retiraba lentamente de la aldea.

No estaba lo suficientemente cerca como para que ella se alertara de su presencia, tampoco planeaba acercarse. Estaba seguro de que ella tomaba esa decisión con la cabeza clara y, ahora, solo le quedaba respetar su elección.

Aunque le doliera.

El día siguiente todo parecía estar más claro. Los de la aldea ignoraban por completo la presencia de Verónica y, aún cuando la Quinta se estaba comportando más retraída de lo normal, Naruto había regresado, alegrando los corazones de muchas personas de la aldea.

-¡Entonces, abuela! ¿Cuál será mi primera misión ahora que regresé? -se plantó el rubio con decisión, no dejando su gran sonrisa de lado-. ¡Tiene que ser algo grande, 'ttebayo, ahora que el equipo 7 está de regreso!

-Ahora no, Naruto -respondió Tsunade sin titubear ni un poco.

-¡¿Ah?! ¿Y ahora por qué? ¡Te juro que soy mucho más fuerte que antes, de veras!

Ella se mantuvo con la vista firme, severa.

-El equipo 7 se encuentra incompleto, hasta que se les asigne el miembro que les falta, no podrán realizar misiones -Naruto no entendió sus palabras, mostrandolo inmediatamente en su rostro. Aún así Tsunade no hizo más aclaraciones sobre eso-. Y Kakashi... Te recomiendo no escuchar conversaciones a escondidas -habló, al darse cuenta que él se encontraba fuera de la ventada.

(...)

No hicieron falta más que un par de días para llegar a Suna, sin parar de avanzar más que para alguna urgencia.

Llegando a la entrada, un ninja me detuvo. El guardia.

-Identificate -fue lo único que dijo.

Así que aquí sí hacen su trabajo, ¿eh?

-Verónica Sarutobi, mucho gusto -le extendí la mano, marcando en mi rostro mi mejor sonrisa de negocios-. Embajadora de Konoha y nieta del tercer Hokage, me presento.

Él me miró con desconfianza y una ceja alzada. Sí, bien, parecía una niña de 14 años, pero eso no medía mi capacidad en combate. Él estaba a punto de dejarme pasar, hasta que se dio cuenta de que algo no andaba del todo bien.

-¿Dónde está tu cinta, en ese caso? -preguntó, poniéndose en guardia.

Demonios.

Por un momento pensé que no había más opción que entrar a la fuerza, así que me preparé para atacar con lo mejor que tenía.

-¿Verónica... ? -pero una voz femenina me interrumpió.

-¡Temari! -yo exclamé, alzando los brazos con alegría, observando como ella me miraba confundida al encontrarse conmigo al apenas llegar de una misión.

(...)

Jelo, it's me

¡He regresado, beibis! 7v7r

Perdón por ni haber actualizado;-;, pero, ¿qué les ha aparecido?

¿Qué piensan de Vero?¿O de lo que sucederá con Kakashi? ¿O DE POR QUÉ CHINGADOS SASUKI SIGUE AHÍ?

¡Hastaaaaa prontooooooo! (Y sí to también espero que sea pronto <3)

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