16. No se hace llorar a un ángel parte II
Unas tres horas después los invitados se comienzan a ir, sólo quedamos la familia de Lana, la mía y nuestros amigos, es decir, Gwen, Phoebe y Alex, así está la situación: Christian, Alex y Alan están en un rincón sumamente borrachos, es bastante divertido, se la pasaron haciendo chistes y jugando.
Mis hermanas, las hermanas de Lana y sus amigas después de limpiar un poco se fueron a acostar, así que sólo estamos Lana y yo con nuestros padres y su tío en la sala, las pláticas de adultos nunca me agradan pero ya todos están algo ebrios así que es muy gracioso las cosas que dicen, poco a poco todos encuentran un cuarto y se van a dormir, observo a Lana subir, y aunque me gustaría subir con ella sé que es mejor buscar dónde se metieron Alex y Christian y quedarme con ellos. No fui tan sutil como creí porque el papá de Lana se da cuenta que la estaba observando, así que se me acerca.
— Lana no es una chica como las demás, es especial, es mi niña y no hay nada que no hiciera por ella, confío en ella y en sus decisiones porque sé que siempre hace lo correcto, pero cada lágrima que la hagas derramar será proporcional al número de dientes que te tumbe, piensa en ello, sólo una última advertencia, si decides quedarte con mi Lana y la haces feliz te estarás amarrando a la vida más maravillosa que puedas imaginar, el mundo no volverá a ser como antes después de ella.
Me quedé mudo y el señor subió a su habitación, hice lo mismo y encontré a los borrachos, me acosté de forma algo incómoda, mas sin embargo me quedé dormido inmediatamente.
~~~•~~~ Miércoles ~~~•~~~
— Kyle despierta, ya tenemos que irnos a casa, Lana dice que hoy en la noche es el baile de su escuela y que el tema va a ser disfraz en pareja, pensamos que sería bonito que vayan de Cenicienta y el príncipe.
— ¡¿Qué?! Lana y yo no vamos a ir juntos, Sara no me digas que les dijiste a los demás, ya te había dicho que Lana y yo somos sólo amigos.
— Claro que no le dije a nadie, era algo que se nos ocurrió a Eli y a mí, pensé que después de que esa chica te botara ibas a darte cuenta que Lana es la que vale la pena, pero los hombres jamás entienden— salió hecha una furia azotando la puerta y ocasionando que todos se despierten.
— Cristian ya oíste a Sara, vámonos.
— También te oímos siendo un idiota pero eso no lo mencionas.
— No empiecen ustedes también.
Bajamos y me sorprendió ver la mesa preparada para el desayuno, no me gusta desayunar en casa ajena, usualmente quieren desayunar tocino o algo así, pero en la mesa había fruta, cereal, pan tostado, mermelada, yogurt, jugo y leche, todo libre de carne.
— Lana nos recordó que eres vegetariano así que preparamos esto para tí, espero que les guste— me dijo la mamá de Lana, sin que los demás escucharan, lo cual agradezco.
Lana lo recordó, eso sí fue muy tierno, son esos pequeños detalles que la hacen especial. Tras un desayuno muy agradable, en el que me dí cuenta que todos se llevan muy bien, nos fuimos, aunque nadie quería hacerlo.
Astrid me mandó un mensaje diciendo que fuéramos de Barbie y Ken al baile, me contengo las ganas de decir todo lo que pienso de esa muñeca y lo que engloba, así que acepto. Mis hermanas de muy mala gana me ayudan, por lo que al final del día, por suerte, termino siendo el Ken menos gay en la historia.
Casi tengo que suplicarle a mi padre que me preste el carro, a regañadientes acepta y al fin puedo pasar por Astrid, quien trae una peluca y uno de esos característicos mini vestidos rosa brillante, ignorando lo que pienso me dedico a disfrutar de la vista, Astrid es muy sensual.
Al llegar nos topamos con Alex, Alan, Gwen y Phoebe, con sus respectivas parejas, quienes al parecer decidieron hacer disfraz en grupo, porque todos traen una versión diferente de ángel, cuando les pregunté dijeron que cada quien representó cómo piensan que se vería uno.
Lana está al fondo sentada en una especie de trono, está vestida de Cenicienta, pero muy al estilo antiguo, no tan mágico como en la película, y es la única vez que la he visto con el cabello amarrado, luce como una auténtica princesa del siglo XV.
Me distraigo tanto con Astrid que no me he dado cuenta que aún nadie baila, reacciono cuando Alex me pega en las costillas.
— Imbécil no recuerdas que el baile lo empieza la reina, y que ella no viene con pareja— lo dice susurrando para que Astrid no escuche.
— A sí ya lo recuerdo pero no entiendo ¿por qué me pegas?
— ¿Tú a quién crees que está esperando Lana para que vaya a bailar con ella?
Diablos ahora entiendo, no puede ser que la haya abandonado. Empieza una canción lenta y todos se hacen a un lado para que Lana se ponga en medio de la pista, la noto algo asustada me temo que en cualquier momento va a salir corriendo, pero la razón por la cual la canción sonó y la gente se hizo a un lado, aparece inmediatamente, un hombre de unos 25 años vestido de príncipe, que igual como Lana luce muy real y antiguo, se pone a unos metros enfrente de ella y comienza a caminar hasta que se para donde está Lana y hace una reverencia como si le estuviera pidiendo permiso para bailar. La cara de Lana al principio es de incredulidad, después se le ilumina, sonríe y contesta la reverencia, comienzan a bailar y todos observamos el baile, hasta que poco a poco parejas se les unen y yo sigo a Astrid.
Bailamos por mucho tiempo, hasta que Astrid va al baño, a lo lejos veo que Lana va a donde mismo, y que su pareja viene directo hacia mí.
— Me parece que no me he presentado, soy Marco el novio de Lana, y quiero que te alejes de ella, sé que se está ilusionando demasiado contigo y eso no lo puedo permitir.
— ¿Vas a estar bien sabiendo que siempre serás su segunda opción?
— Te habló a tí cuando yo no le hice caso, ¿Quién es la segunda opción? Debo de agradecerte, no me había dado cuenta que la estaba perdiendo hasta que tú apareciste, pero no es esa la razón por la cual te lo digo, no hay nada que me importe más que su felicidad, si supiera que esa felicidad es a tu lado me iría, aunque me duela como nunca haría lo necesario para saber que ella está bien, pero tú no le ofreces nada ni una vida juntos, ni amor, ni nada, lo menos que se merece Lana es una oferta de amor eterno, no voy a permitir que juegues con ella. Porque yo sí la amo.
Un desastre proveniente del baño hace que olvidemos nuestra discusión. Los dos corremos a ver que nuestras parejas estén bien, por suerte Astrid corre hacia mí y sé que ella está bien, luego todos se hacen a un lado y veo que Lana sale muy lentamente y que un hombre le apunta con un arma, sostengo a Astrid para evitar que alguien la lastime, fue la misma reacción de Marco, con todo y el peligro que representaba se interpuso entre Lana y el hombre que le apuntaba.
Ahí descubrí que Lana sí tiene a su príncipe con brillante armadura, y que sí, el que estorba soy yo.
Lana intenta usar sus palabras para controlar al tipo con el arma, me temo que no va a poder hacer nada, estoy seguro que sólo es un loco que encontró un arma y fue a llamar la atención.
Llamo a emergencias y dicen que estarán ahí en un momento, no creo que Lana lo tenga, el hombre grita exasperado, levanta el arma y oprime el gatillo.
Un ruido ensordecedor se escucha y yo veo todo en cámara lenta.
No sé cómo fue tan rápido, no sé cómo fue tan preciso, pero Seth se interpone en el disparo y le da a él.
El grito de agonía que da Lana me hace sentir tantos sentimientos encontrados, ella grita, llora y jamás algo me dolió tanto. Marco intenta sostenerla, pero ella le hace señas de que vaya con Seth, así que Marco se quita su camisa y hace presión intentando que no salga tanta sangre.
Lana ve con tanto odio al hombre, ella aún está llorando y él aún está apuntando, con su caminar seguro y erguido se acerca al hombre, tengo tanto miedo, él también debe sentirlo porque titubea y dispara, le roza a Lana en el hombro, esperaba que ella cayera, pero no, sigue caminando sin mostrar ningún signo de dolor.
Está a unos pasos de él, y entonces de atrás salta una loba blanca, muerde el hombro del tipo, Lana aprovecha la distracción para arrebatarle el arma al hombre y sin esperar ni un segundo le dispara en el pecho.
Veo borroso y escuchó lejano, en partes veo la policía llegar, toman el arma y alejan a todos, llegan los paramédicos y quieren atender a Lana.
— Salven a Seth primero.
— Es más importante una vida humana te debemos curar.
— ¡He dicho que lo salven a él!— lo dice apuntando a donde está Seth que sigue sangrado, el grito de Lana y su llanto es tan desgarrador, que no tuvieron otra opción que obedecerla.
Se acercan los paramédicos y hacen a un lado a Marco que todo esté tiempo estuvo protegiendo al híbrido, mientras Kira se acuesta a su lado.
Marco abraza a Lana que no deja de llorar, ni se deja curar hasta que ve que están atendiendo a su amigo.
Los paramédicos dicen algo acerca de que han detenido la hemorragia, y que lo llevarán a un veterinario donde lo podrán curar, se acercan a Lana y la revisan, para alivio de todos dicen que estará bien sólo deben de llevarla a que le hagan unas puntadas.
Marco sube con ella a la ambulancia, y todos debemos salir ya, veo una última vez el bulto oculto por una sábana, quiero asegurarme que no se va a levantar a hacer daño de nuevo.
Alex tiene razón no se debe hacer llorar a un ángel si no estás dispuesto a afrontar las consecuencias.
Isa
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