Pocos meses antes de la elección en U.S.A. el Reino Unido decidió salirse de la Union Europea, ya saben, el famoso brexit. Este hecho dio mucho impulso a los encargados de campaña republicanos, quienes junto con Trump estaban a favor de que saliera victoriosa la desvinculación de la madre patria (para los gringos) del resto de Europa.

La psicología de las masas es interesante, los humanos somos como los míticos lemmings suicidas, con tan poco tiempo para las elecciones muchos votaron siguiendo la corriente. ¿Y que corriente era esta? Pues la que defendía el naranjo del copete imposible.

Hillary Clinton y compañía, sólo se lamentaron de la decisión que se tomó al otro lado del charco pero no propusieron una campaña psicológica cuyo fin sería convencer que seguir el mismo camino que el Reino Unido, sería catastrófico para Estados Unidos.

Países Bajos (Holanda) y Francia, contaron con mas tiempo en sus elecciones para que el efecto inglés no influyera tanto en ellos, vencieron al final los moderados y perdieron los partidos de extrema derecha.