Muchas compañías dedicadas a la fundición de acero en el centro de la unión americana, cerraron sus puertas debido a que ya no eran rentables, dejando sin trabajo a millones de personas que vivían directa e indirectamente de esos centros de fundición.

No sólo el nivel de desempleo se disparó, sino que hubo un desplazamiento muy fuerte en un importante sector de la población, la cual antes era de clase media, tenían casa propia y hacían parrilladas en el jardín; después pasaron a ser pobres y vivir en remolques y ya no compartir con los amigos.

En cuanto a la región de los grandes lagos, donde se centra la industria automovilística de USA, cerraron las fabricas. Ciudades como Detroit, Chicago y otras sintieron el golpe como ningún otro grupo de ciudades importantes.

La respuesta de Hillary ya la dije en un apartado anterior: la relocalización con base a una política de educación laboral para que puedan optar (ojo, no conseguir) por una fuente laboral distinta a la que tenían antes en otras regiones del país, es decir, los estados y ciudades que ya estaban en crisis económica, seguirían en crisis económica.

Mientras que la de Trump fue: cerrar compañías norteamericanas en China y el extranjero para traerlas de vuelta al país, es decir, regresarían a trabajar.

Lo curioso es que Trump tiene junto a su hija Ivanka, fabricas en China, incluso, pese a su discurso de odio hacia China, su propia nieta es un fenómeno viral en las redes sociales al cantar una canción !en mandarín!

Fue por esto que TRump ganó tantos votos: la gente confió en las promesas de Trump en vez de el plan de Hillary, y los que sabían del doble discurso del naranjo, igual votaron por el hombre, ¡porque era la única rosca salvavidas que había!