Capitulo 6
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
—¿Estás seguro del paso que vas a dar?—Izuna veía a su hermano eligiendo un anillo de poco valor en una pequeña joyería ubicada en los corredores del centro comercial. Su hermano podía adquirir una pieza mas acorde con la altura de las circunstancias, pero al parecer, quería demostrar silenciosamente que ella no era digna de algo mas costoso. Cualquier mujer se sentiría ofendida al ver uno de esos anillos, sobre todo, sabiendo que Madara era un experto en piedras preciosas.
—Por supuesto que estoy seguro—respondió encarándolo—¿porque no habría de estarlo?
—Me parece que estás yendo demasiado lejos, Madara, incluso engañaste a su familia y fingiste un golpe financiero—una mujer se acercó a ambos hombres para atenderlos.
—¿Esta buscando algo en especial?—Izuna miró a su hermano.
—Buscó un anillo de compromiso—la fémina asintió y se dispuso a mostrar los de mayor valor, no obstante, el Uchiha se adelantó—quiero el mas barato que tenga.
—Ya veo—ella le fue mostrando los mas económicos y el Uchiha continuaba queriendo algo con menos valor, después de todo, ella no merecía ser portadora de una joya creada por él mismo y tampoco tenía la intención de enaltecerla.
—¿Tendrá algo de imitación? Algo que parezca tener valor, pero que en realidad, sólo se trate de bisutería barata—la mujer suspiró y le mostró los de imitación. Ella pensó que vendería algo muy costoso, sobre todo por el porte de ambos azabaches, pero aparentemente, la sortija era para alguien sin importancia.
—¿En serio le pedirás matrimonio con esa baratija?—cuestionó Izuna cuando se alejaron de la joyería.
—Esto es apenas el inicio de lo que obtendrá cuando acepte casarse conmigo—respondió hosco—Ella lamentará haber despreciado a Sasuke—sonrió con amargura, puesto que pensarla entregándose a su sobrino, le ocasionaba no solo molestia por el resultado, sino también celos... los malditos celos que sentía cada vez que la pensaba en brazos de otros hombres—quizás de haberlo hecho, él si la trataría como a una princesa y no como...—como lo haré yo. Lo último no lo dijo en voz alta, dado que su hermano era muy suspicaz y podría entender de manera errónea su proceder. Ya en otras ocasiones,mIzuna le dijo que estaba perdidamente enamorado de ella, cosa que se rehusaba a creer. Posiblemente le atraía sexualmente y no podían culparlo, pero de ahí a enamorarse había un gran trecho. Él no podía amar a la responsable de lo ocurrido con Sasuke.
—Sigo creyendo que deberías irte con cuidado... aún no tienes la certeza de que ella es la mujer que amó Sasuke—Izuna también odiaba a quien orilló a su sobrino a tomar esa decisión, pero no era partidario de tomar la justicia en sus propias manos. A veces debemos tener cuidado con lo que deseamos y en ese caso, Madara estaba empeñado en torcer el destino para atrapar a esa chica y poca poco, su deseó se estaba haciendo realidad. La joven caía en la telaraña sin imaginar el peligro que la rodeaba, sin embargo, aunque se negara a admitirlo, Madara también se enredaba lentamente en esa despiadada trampa.
—Estoy casi seguro que fue ella, además, todas las pruebas apuntan en su dirección... sólo me falta una cosa para tener completa seguridad de su identidad—afirmó subiendo al coche.
—¿Y cuál es?—preguntó con curiosidad.
—A su tiempo lo sabrás—el menor de los hermanos ya no quiso insistir en cuestionar a Madara, porque lo conocía bien y por ende, sabía que no diría nada.
[...]
—¿En serio?—Hanabi sonrió al escuchar lo dicho por Shizune—Es una excelente noticia—se alegró momentáneamente hasta que miró el afligido rostro de su tía—¿Pasa algo tía?
—No lo se, cariño... es sólo que, ese hombre no me da confianza, hay algo en él, no lo sé, es algo que no termina de gustarme—confesó sin rodeos.
—Vaya, creí que te sentirías feliz, después de todo, un hombre como Madara Uchiha es justo lo que necesita mi hermana para dejar atrás su aberrante pasado—Shizune la miró con duda.
—¿A que pasado te refieres?—el comportamiento coqueto y rebelde de Hinata la hicieron renegar de ella, pero no eran motivos suficientes para querer lanzarla en las redes de un hombre prácticamente desconocido para ellos.
—¿A que va ser tía?—lo pregunto molesta por la indecisión de Shizune—A lo sucedido con Sasuke y a como lo dejó después de robarle descaradamente todo su patrimonio—inmediatamente se tapó la boca fingiendo haber hablado de más, mientras Shizune se palpó el pecho sin dar crédito a lo que escuchó—El pobre se rompió el lomo trabajando para estar a su altura y ella no se tentó el corazón al momento de mandarlo al diablo.
—¿Ella y Sasuke?—Hanabi asintió—¿Pero porque no lo supimos? ¿Como que ella le robó su patrimonio?—la castaña le contó todo lo sucedido, omitiendo su nombre y colocando el de su hermana como la protagonista—No lo puedo creer ¿hasta donde es capaz de llegar esta niña? Pobre muchacho... que vergüenza—la empatía que Shizune llegó a sentir por la ojiluna mayor, terminó esfumándose con la revelación que soltó Hanabi.
—Lo se tía, pero no le digas nada porque luego lo negara y me acusara de mentirosa—de inmediato tomó las manos de su tía en busca de una respuesta y ella estuvo de acuerdo—¿Ahora me entiendes cuando digo que ese hombre la meterá en cintura?
—Tienes razón, pero aún sigo sin poder creer hasta donde fue capaz de llegar Hinata. Robarle su dinero a ese pobre muchacho y después dejarlo sin pensar en sus sentimientos—la mayor negó con la cabeza.
—¿Tienes pruebas de las acusaciones que acabas de lanzar en contra de tu hermana?—ambas féminas giraron en dirección a la puerta de la habitación donde se hallaban hablando y se encontraron con Hizashi y Neji.
—Tíos por favor, por favor olviden lo que dije, no quise hacerlo, se suponía que debía guardar silencio...—Hanabi empezó a llorar y mentalmente sonrió. No contaba con que Hizashi y Neji escucharían todo, pero ahora estaba hecho, sólo tenía que manipularlos para salir bien librada dejando a su hermana como la peor de las mujeres frente a ellos.
—Shizune, déjame hablar con Hanabi... a solas.
—Pero yo...—el patriarca la silenció de nuevo.
—Neji, asegúrate de que nadie nos interrumpa—ordenó a su hijo y el castaño obedeció llevándose con él a su madre—Volveré a preguntar ¿tienes pruebas de lo que estás diciendo?
—Si las tengo—se abrazó a si misma para consolarse y no dejaba de llorar—pero no quiero mostrarlas, ademas, mi hermana confió en mí y yo terminé defraudando su confianza por un descuido—le dijo entre sollozos—es sólo que no soportaba que los engañara de esa manera, especialmente a Neji y a ti—le confesó con tristeza.
—¿Que clase de pruebas?—Hizashi se conmovió con lo afligidla que estaba su sobrina, pero debía llegar al fondo de esa calumnia.
—Bueno, yo conservo un expedienté médico del día que se practicó un aborto—ya había empezado a hablar y si su tío quería pruebas, ella se las daría.
—¡Por Dios! ¿Que barbaridad acabas de decir?—la tomó de ambos brazos para que lo mirara a los ojos—Hinata es incapaz de hacer esa monstruosidad. No, mi Hina nunca lo haría—lo dijo mas para sí, que para Hanabi.
—Hinata no sabe que yo lo tengo, pero luego de verla tan desmejorada, la convencí de llevarla al médico y ella me dijo exactamente a quien debíamos ver—continuó sollozando pero se encargaba de relatar los hechos a la perfección—Llegamos a una clínica de mala monta, una alejada de nuestro círculo y cuando el médico la examinó, le confirmó que tenía una hemorragia, producto del legrado que le practicó días atrás. Ella estuvo muy mal y no era para menos, ese lugar era insalubre, ademas, ya tenía mas de dos meses de embarazo—continuó con la narración—Yo acusé al médico y él me tuvo que dar su expediente para que la pudiera llevar a un verdadero hospital donde le salvaron la vida.
—Mi niña—Hizashi se sentó en un sillón. Su Hinata no podía haber hecho eso, debía haber un error.
—Lamentó mucho ser yo quien te lo rebele y créeme, también a mí me tomó por sorpresa, pero en ese momento, lo mas importante era salvarla de la infección que le ocasionó ese aborto mal realizado. Afortunadamente, mi hermana se recuperó y me hizo prometer no decirles nada, ella no supo lo mal que estuvo por sus acciones y lo mucho que sufrí en silencio sin poder contar con tu apoyo y el de mi tía—Hanabi salió de la habitación dejando solo a Hizashi y momentos después, regresó con el expediente—Aquí están las pruebas, pero sólo te las mostraré si prometes no decirle nada a ella, de lo contrario, nunca volverá a confiar en mí y quizás ya no pueda ayudarla cuando cometa otra de sus locuras—pensar en perderla para siempre, era mas doloroso que saberla una mala mujer, capaz de semejantes bajezas, así que lo prometió.
Apenas abrió el expediente y se llevó la mano al pecho, no había dudas, el nombre y la edad de Hinata estaba en ese expediente—¿Sasuke era el padre de esa criatura?—cuestionó lo obvio.
—Si, él se esforzó mucho por ella y mi hermana simplemente lo desechó con la llegada de Neji.
—Pero esto no se puede quedar así, de ser cierto lo que dices, eso significa que ella cometió fraude y lo menos que puedo hacer por ese muchacho es regresarle sus ahorros—afirmó desconsolado por toda esa información.
—Ya no tiene sentido hacerlo tío, escuché que desde su rompimiento con mi hermana, nadie mas ha vuelto a ver a Sasuke—mirar las lágrimas de su tío, causó molestia en la castaña—Lamentó tanto abrirte los ojos de esta manera—Hizashi era una persona muy preciada y no le gustaba hacerlo sufrir, pero al mismo tiempo, dejaba claro cuanto adoraba a Hinata, incluso él, la prefería a ella.
—Está bien cariño—le dio un beso en la frente—ahora ¿me podrías prometer que no le dirás nada a nadie? Esto sólo quedará entre nosotros dos y Neji, por ningún motivo tus otros tíos incluyendo a mi esposa deben saber sobre esto ¿de acuerdo?
—Por supuesto y no olvides que yo te quiero mucho, eres como mi padre y no soporto verte así—le dijo antes de salir. La idea de no decirle nada a su tía no le gustaba, pero de todos modos, Neji si lo iba a saber y con eso le bastaba por el momento.
...
Mas tardé, Neji tocó la puerta del estudio donde se había encerrado su padre. Algo muy grave debió suceder para que él estuviera recluido a solas. No recibió respuesta, así que abrió la puerta.
—¿Se puede?—el estudio estaba casi a oscuras y tras el escritorio encontró a su padre sentado bebiendo—¡Papá!—lo llamó preocupado.
—Siento que mi corazón se partió, incluso recordé los días en los que perdí a tú madre y a mi hermano—el patriarca le indicó que se sentara frente a él y Neji obedeció.
—¿Que pasó papá? ¿Que hablaste con Hanabi?
—Míralo por ti mismo—sin más, le lanzó el expediente y aún con la poca luz existente, Neji logró leer lo que decía.
—Esto tiene que tratarse de un error, Hinata no pudo ser capaz de algo así—Neji se veía muy consternado y se resistía a creer lo que acababa de leer.
—¿Cómo pude estar tan ciego con ella?—Hizashi pensó detenidamente en el proceder entre su sobrina y Sasuke. Seguramente a eso se debía la repentina ausencia del pobre muchacho ¿que hizo mal cuando educó a esa niña? ¿En que falló?
—Papá ¿no creerás en esta infamia?—Neji miró el brillo dejado por las lágrimas en las mejillas de su padre y guardó silencio, era claro lo mucho que le estaba doliendo, pero no debían dejarse llevar por las calumnias, sobre todo su padre, que amaba tanto a Hinata.
—¿Sabes? Yo siempre la defendí de todos, incluso de Shizune, ella trataba de meterla en el buen camino y yo erróneamente le quitaba autoridad—se llevó la mano al puente de la nariz—¡Que equivocado estuve todo este tiempo!—los lamentos del mayor no cesaban y ahora unía las supuestas pruebas, las cuales parecían encajar a la perfección.
—¿Puedo quedarme con este expediente?—cuestionó Neji y su padre asintió—Me encargaré personalmente de confrontar a este sujeto. Aparentemente es alguien sin moral y sin ética profesional, según esta información, Hinata sufrió una infección que casi le cuesta la vida y él debe responder por sus actos—tras la puerta del estudio, Hanabi escuchaba la conversación y una vez escuchó lo que le interesaba, se marchó antes de que alguien la pillara.
Subió a su habitación y se aseguró de que nadie la estuviera siguiendo. Había sido una suerte calcular todo anticipándose a lo que vendría. Cambiarse el nombre cuando se practicó aquel legrado fue el primer paso para inculpar a su hermana, ademas, mientras fue atendida por ese medicucho, se colocó la peluca de cabello oscuro que la asemejaba a su hermana mayor. Había sólo un cabo suelto y debía encargarse de ajustarlo antes que Neji diera con la falla.
—Necesitó un favor—informó a la persona que respondió su llamada telefónica.
—¿Y que se le ofrece a mi alumna favorita?—cuestionó el varón que respondió la llamada—Esperó que se trate de darte mantenimiento preciosa.
—No digas estupideces Sasori, se trata de algo serio—la castaña conoció a Sasori en un intercambio estudiantil que realizó antes de graduarse. El pelirrojo era uno de los profesores encargados de impartir la materia y con el paso del tiempo se fueron haciendo cercanos, compartiendo apasionados encuentros sexuales, incluso fue el mismo profesor quien desvirgo a la Hyuga menor. Pronto descubrieron que ninguno de los dos titubeaba para lograr sus metas y ese hecho los acercó mas.
Sasori se mudó a Tokio y el contacto entre ambos se hizo mas frecuente hasta que terminaron como amantes. El pelirrojo era la persona a quien Hanabi acudía cuando tenía un problema y fue este quien la llevó a la clínica clandestina que tenía Haku, un antiguo compañero de Sasori.
—Está bien ¿que necesita su alteza?—amaba provocarla, ya que él era uno de los pocos que conocían la verdadera naturaleza malvada que poseía esa chica con rostro de ángel.
—Neji y mi tío se enteraron del aborto—soltó de pronto—y tal como lo planeé, les entregué el expediente que le robamos a Haku, el problema es que Neji piensa ir a verlo y si lo presiona con denunciarlo por mala práctica, Haku podría hablar—ahí estaba de nuevo la chica con rostro de ángel pidiendo que hiciera una de sus bajezas para salir bien librada de todo.
—Entiendo, pero sabes que deberás agradecerme adecuadamente ¿verdad?
—¿Que deseas ahora?
—De sobra sabes cuanto me gustaría inmortalizar a tu bella hermana en una muñeca—así era desde que conoció a la hermana mayor de Hanabi. Hinata Hyuga era tan perfecta en todos los sentidos que su retorcido cerebro soñaba con convertirla en una muñeca, una que perdurara para siempre.
—Te he dicho que si tú, o uno de tus raros colegas, tocan un solo cabello de mi hermana, yo misma me encargaré de sacarles el corazón—ese era el único motivo por el que Sasori no se acercaba mas de la cuenta a Hinata. Había un retorcido sentimiento en Hanabi, dado que parecía odiar a su hermana, pero al mismo tiempo, estaba dispuesta a matar a quien la dañara. Era como si sólo ella y nadie más, pudiera perjudicarla.
—Esta bien, en ese caso, necesito a nuevos vendedores que distribuyan el producto por toda la cuidad—además de trabajar como profesor de arte en la universidad, Sasori era un traficante de drogas y con ayuda de Hanabi, logró darse a conocer en los círculos mas altos de la sociedad.
—Hecho—la llamada finalizó y la castaña se relajó sabiendo que su amante se encargaría de todo.
[...]
Con el paso del tiempo, Hinata fue viendo cómo poco a poco, su familia mas cercana la iba dejando de lado, incluso su tío, una de las personas que mas amaba en el mundo. Ko y Natsu, le pidieron no preocuparse, pero ella sentía que los desplantes de su tía eran mas fuertes y al no tener un poco de apoyo por parte de Hizashi, todo resultaba mas pesado.
—¿Y ahora que te hizo esa bruja?—Ino se acostó sobre la cama y comenzó con el interrogatorio.
—Esta vez no sólo es ella—murmuro Hinata. La joven llamó a su mejor amiga, necesitaba hablar con alguien, aunque fuera por teléfono. Quedo muy deprimida, luego de una discusión con Shizune, quien le exigió no avergonzarlos durante la reunión que tendrían esa noche con unos socios y amigos de la familia, tales como los padres de Naruto, Tsunade, Jiraya, Inoichi y por supuesto, Ino. Exigencias como esas no eran raras, pero lo que mas le dolió a Hinata, fue la fría indiferencia que mostró su tío al escuchar todo y pasar de largo como si de verdad mereciera esa reprimenda.
—¿Que quieres decir?
—Tío Hizashi me está tratando diferente y Neji parece evitarme de nuevo—la rubia se atragantó con las galletas que comía y prestó toda su atención en la conversación de Hinata.
—Lo de Neji lo puedo entender, dado que se puso muy triste con la visita de Madara a Hizashi, pero lo de este último, eso si me resulta extraño ¿estás segura que no es tu imaginación?
—Eso quisiera, pero su cambio ha sido muy evidente y no se que pensar—la ojiperla llegó a imaginar que quizás algo de lo dicho por Madara le molestó a su tío y terminó decepcionado de ella, pero fuera, lo que fuera, le dolía mucho su indiferencia y sobre todo, le dolía que no la confrontaran para aclarar cualquier duda.
—¿Será que teme perderte por Madara?—a Ino no se le ocurría nada para dar luz a las dudas de su amiga—Quizás si le demuestras que no dejarás de quererlo por tu Uchiha—la rubia sonrió al imaginar que el gran patriarca Hyuga estuviera celoso de perder a su preciada sobrina.
—Créeme, también llegue a pensarlo, pero en su lugar, parece sentir pena por él, como si yo fuera una especie de demonio que lo dañara—las carcajadas de Ino, terminaron contagiando a Hinata.
—¿Que cosas dices Hinata? ¿Tu un demonio?
—Así me han hecho sentir—las dos volvieron a reírse—incluso Hanabi parece empeñada en provocarme. Es muy extraño.
—Sin ofender, pero si ella fuera mi hermana, hace mucho que yo hubiera perdido la paciencia—Hinata negó con la cabeza y continuó sonriendo—Y dejando de lado a tu "angelical" hermana, supongo que tu galán asistirá esta noche ¿no es cierto?—cuestionó Ino luego de limpiar una lagrima que derramó por tanto reír.
—Supones mal... Hanabi me restregó en la cara que no lo invitaron.
—Pero, él es tu pareja ¿porque lo están dejando de lado?
—No se que pensar—respondió la ojiperla volviendo a desanimarse. Luego de unos minutos, la llamada finalizó y ella se dirigió a la habitación de su hermana, ya que le envió un mensaje pidiendo ir a verla.
—Pasa—la castaña debía sembrar mas dudas en sus tíos, especialmente en Hizashi.
—¿Necesitas algo?—preguntó Hinata.
—Estoy al tanto de tú plan y estoy muy decepcionada de ti, realmente creí que tu lealtad estaba conmigo, pero me doy cuenta que tú sólo te quieres a ti misma—soltó dejándola atónita.
—¿De que estás hablando? No entiendo nada—de nuevo la estaban acusando de algo que ni siquiera sabía.
—¿A no?—pregunto la menor—Entonces me puedes explicar ¿porque te empeñas deliberadamente en alejar a Neji de mi lado? ¿Crees que no me enteró de tu interés en unirlo a tu mejor amiga? Seguramente quieres que lo mantenga entretenido mientras tu le sacas todo lo que puedes al Uchiha tal como lo hiciste con Sasuke.
—¿Que rayos dices? ¿Porque me hablas así?—Hinata trataba de ser paciente, pero su hermana la desestabilizó con sus acusaciones infundadas—Que sabes tú de Sasuke ¿eh? ¿Porque me estás acusando de algo tan mezquino?
—Eres una hipócrita, finges amarme y lo único que haces es apartarme de todo lo que amo... mi tía tiene razón en sentirse avergonzada de ti—ese comentario enfureció mas a la ojiluna mayor. Los gritos de ambas llamaron la atención del matrimonio Hyuga y al estar la puerta entre abierta, lograron ver lo que estaba sucediendo—y no es para menos, porque eres una cualquiera—la castaña sonrió mentalmente al recibir una fuerte bofetada por parte de su hermana mayor. Ella ya se había percatado de la presencia de sus tíos y presionó lo mas pudo a Hinata.
—¡HINATA!—la ojiperla de inmediato se estremeció con la voz de Shizune—¿Te has vuelto loca? ¿Porque le pegas a Hana?—Hanabi de inmediato corrió a los brazos de su tía y obviamente estaba llorando.
—Yo...—la joven no logró responder.
—¿Que son esos gritos?—Hizashi quien se quedó atrás, también entró, encontrándose con la menor de las hermanas llorando en los brazos de su esposa.
—Hinata le pegó a Hanabi?—la ojiluna encaró a su tío para explicar.
—¿Es eso cierto Hinata?—ella asintió.
—Eres insufrible, encima de tu mal comportamiento, ahora también te portas como una salvaje en contra de tu hermana—le gritó Shizune, mientras la joven buscaba la mirada de su tío, lamentablemente para ella, al momento de encontrarla, sintió un frío atravesando su anatomía.
—Estoy muy decepcionado de ti Hinata—la joven pensaba hablar pero él no se lo permitió—En esta casa hay reglas y te guste o no, tienes que acatarlas... Mientras vivas aquí, no puedes continuar defraudándonos con tus actos ¿queda claro?
—Lo siento mucho tío, pero perdí el control con lo que ella me dijo.
—No intentes culpar a Hanabi, aquí la única descarriada eres tú—le gritó Shizune.
—Escúchame Hinata, no me importa el motivo que te llevó a levantar la mano en contra de tu hermana, como el de hacer todo lo demás, pero ya te lo dije, no toleraré ni una sola falta de respeto que venga de ti ¿Te quedó claro?
—Si... tío—le costó responder, sobre todo por el nudo en su garganta.
—Ahora vete a tu habitación, en este momento no soporto tu presencia—la joven salió corriendo y se encerró en su recámara ¿que había pasado? ¿Porque la estaban tratando diferente? ¿Porque nadie le decía nada para comprender que hizo mal? Las lágrimas salieron una tras otra y de pronto sintió que alguien le palpaba el cabello.
—¿Estas bien?—levantó el rostro y miró a Neji.
—Ah ¿ahora si me hablas?—se limpió las lágrimas y le dio la espalda—Y respondiendo a tu pregunta, si, estoy bien.
—Hinata... debiste confiar en mi, debiste llamarme si necesitabas dinero, tu sabes que yo jamás te daría la espalda—ella frunció el,ceño y se giró a verlo.
—¿De que hablas Neji? Quiero decir ¿de que me están acusando? ¿Que fue lo que supuestamente hice?
—¡Mi Hina!—Neji no podía mostrarse indiferente ante ella. Estaba investigando sobre la clínica clandestina, pero, aparentemente un incendio destruyó todo tipo de pruebas, incluso el médico murió al quedar atrapado. Buscó el expediente en el hospital y encontró uno con el nombre de Hinata y esté a su vez, confirmaba todo lo que les dijo Hanabi. También comprobó que lo de Sasuke era cierto, ella lo dejó sin absolutamente nada, luego lo abandonó y nadie mas había vuelto a saber nada de él. A pesar de todas esas barbaridades, Neji seguía dispuesto a dar la vida por ella de ser necesario y viendo como lloraba sintió la necesidad de protegerla. Sin responder a sus cuestionamientos, la abrazó con fuerza.
—No—ella se resistió y lo empujó—suéltame Neji, si tampoco tú me hablaras claro, es mejor que ni siquiera me hables, ahora déjame sola—el chico salió sin poder consolarla como había sido su intención, pero no podía decirle nada, dado que Hanabi les hizo jurar no hacerlo, pues según ella, era Hinata la que debía confesar sus malas acciones, ademas, dijo que ella ya había amenazado anteriormente con suicidarse si sus tíos se enteraban. Ni Hizashi, ni Neji, lo dudaron, Hinata era una mujer decidida y si lanzaba una amenaza como esa, debían prestar atención.
De nuevo lloró, pero esta vez con mas tristeza. Se sentía igual que cuando Sasuke la acusó de algo que realmente nunca entendió. Ya había molestado a Ino y sus otros tíos debían estar ocupados arreglándose para la reunión, por otro lado, no podía escaparse a la finca para buscar consuelo en su caballo. Se sentía sola y como una ráfaga de viento en un día caluroso, el nombre de Madara apareció en su celular.
—¿Cómo está la mujer de mi vida?—ahí estaba, justo en el momento en que mas lo necesitaba y encima, su frase la derritió por completo.
—M-Madara—lo nombró intentando no mostrar que lloraba, pero él de inmediato se percató del hecho.
—¿Que te pasa bonita? ¿Estas llorando?—lo único que el Uchiha logró escuchar fueron mas sollozos y sin pensarlo, tomó sus llaves—Hinata, escúchame voy para allá.
—No no, espera—le dijo en pánico—mis tíos tienen una reunión esta noche y no querrán recibirte, ademas...—el azabache no la dejó continuar.
—No me importa si quieren o no, tendrán que recibirme, de lo contrario, entraré a la fuerza para buscarte—ella sabía que su novio no mentía y sintió miedo, pero todo quedaba sin valor al saberlo tan preocupado por ella. Madara se asemejaba ante sus ojos, como el valiente caballero dispuesto a pelear con el dragón por salvarla.
—Entonces llámame y saldré afuera para verte ¿de acuerdo?—el Uchiha estuvo de acuerdo—En este momento, tu eres el único que quiero ver—el pecho de Madara se calentó. Primero se sintió extasiado al escucharla, pero de inmediato, recordó que seguramente era una de sus múltiples actuaciones y era muy fácil caer rendido a sus píes, tal como cayó Sasuke.
...
Los invitados habían llegado y la Hyuga mayor logró saludar a todos con amabilidad, especialmente a Kushina y a Minato, al menos ellos no parecían haber cambiado con ella. Naruto la abrazo sin reservas y sin notar la analítica mirada del patriarca Hyuga sobre ellos. Ino fue la única en notarlo y fue entonces que entendió a que se refería su amiga.
—¿Como estás pequeña?—Inoichi la estrechó entre sus brazos y ella estuvo a punto de llorar. El padre de Ino, siempre la trataba como a su propia familia y ahora que su tío estaba tan distante, ese abrazo la tranquilizó.
—Gracias por quererme—Inoichi se sorprendió con lo dicho por Hinata y de inmediato buscó la mirada de Hizashi. Algo andaba mal y el ambiente pesado se lo confirmó.
La ojiperla miró a Lee, con Neji y acudió a Naruto, quien se ocuparía de cubrirla junto a Ino, para que pudiera salir a encontrarse con Madara. El rubio no entendía nada, pero Ino le prometió explicarle mas tarde.
—Vete ya—murmuró Ino, para que sólo ella pudiera escuchar y disculpándose para mostrar algo a sus amigos salieron de la sala donde se encontraban reunidos antes de la cena.
Hinata salió y miró a Madara con los brazos cruzados sobre su pecho y recargado sobre el auto. Se veía tan apuesto y apenas la notó abrió sus brazos para recibirla—Estoy muy feliz de verte—ella no pudo evitar los sollozos que salieron al sentirse tan bien entre sus brazos.
—Shhh, ya no llores—le levantó el rostro para que lo mirara y se estremeció al apreciar los hermosos ojos enrojecidos por el llanto. Era evidente que había estado llorando por mucho tiempo y a pesar de odiarse a si mismo, sintió ganar de asesinar a quienes la hubieran puesto en ese estado.
—¡Buenas noches!—ambos se giraron y miraron a Hizashi—Me dijeron que estaba usted aquí señor Uchiha—Hinata miró a Ino disculpándose junto a Naruto y ambos apuntaron a Hanabi.
—Así es, vine a ver a Hinata ¿hay algún problema?—preguntó con amabilidad, aunque notó cierto disgusto en el comportamiento del Hyuga.
—Hinata, entra y ve a ayudar con la cena—Madara arqueo una ceja y miró a la chica.
—Espérame aquí, en cuanto termine de ayudar a servir, regresaré a verte.
—¡Hinata!—la reprendió Hizashi, pero ella no le prestó atención y se fue dejándolos a solas.
—Señor Uchiha, que gusto tenerlo aquí—Shizune salió y se acercó a los varones—la cena está lista ¿porque no nos acompaña?—el azabache frunció el ceño con el extraño comportamiento de la fémina, pues la última vez que se vieron, ella parecía desaprobarlo.
—Se lo agradezco, pero sólo viene a ver a Hinata.
—Mejor aún, ella también estará en la cena y que mejor ocasión para que conviva con nuestros amigos ¿no es así cariño?—el Hyuga lanzó un suspiro de frustración.
—Ya escuchó a mi esposa, acompáñenos a cenar—sin más, Madara entró y fue presentado con todos los presentes como el novio de la ojiluna mayor.
La cena transcurrió animada, entre Hinata y los socios de la empresa Hyuga, quienes se mostraban muy interesados en su forma de explicar el trabajo que realizaba. Madara estuvo incómodo con los elogios que lanzaban sobre ella, pero no pasó desapercibida la desaprobación de Hizashi mientras ella les sonreía al explicar. Lee, Ino y Naruto aligeraban el ambiente y ni hablar de Tsunade, que ya había bebido mas de la cuenta y hablaba sin pudor.
Terminando la cena, los caballeros pasaron al despacho de Hizashi para conversar por un rato, mientras las mujeres se quedaron en la sala disfrutando un postre.
—Esto está delicioso y ya se a quien debo darle el crédito—Kushina le sonrió a Hinata luego de probar el pastel de chocolate con helado de vainilla. A pesar de toda la tristeza, la ojiperla se dedicó a preparar parte de la cena incluyendo el postre, después de todo, se había estado sintiendo mas cómoda con la compañía de los empleados que de su propia familia.
—Gracias—le dijo sonriendo, mientras Ino se unía a las adulaciones, especialmente disfrutaba tanto como Kushina ver la cara de Shizune.
—Ese grandulón quedará fascinado cuando se casen—Hinata se sonrojó con sólo imaginarlo comiendo su comida.
—Entonces no lo hagamos esperar Hina—repuso Natsu—vamos a preparar postre para ellos, estoy seguro que esos extranjeros quedarán muy complacidos al igual que tu novio—ambas mujeres se dirigieron a la cocina y justo en ese momento, salieron los varones del despacho para unirse a ellas en la sala.
—¿Donde está Hinata?—le preguntó Madara a Ino y Shizune dijo que iría a buscarla, no obstante, Madara también fue a buscarla, después de todo, los extranjeros y Neji, ya lo tenían fastidiado y prefería estar con ella a solas.
Antes de llegar a la cocina se encontró con Natsu quien le sonrió y le indicó que Hinata se quedó atrás, así que continuó avanzando hasta que una discusión lo detuvo y prefirió no interrumpir.
—¿Acaso no tienes pudor? ¿No te basta con haber engañado a ese pobre muchacho? ¿Pretendes hacerle al Uchiha lo mismo que le hiciste a Sasuke?—apenas escuchó el nombre de su sobrino en la voz de Shizune, Madara se tensó.
—¿Ahora de que me están acusando? ¿Que tiene que ver Sasuke en todo esto? Por favor tia, no estoy entendiendo nada—francamente Hinata se frustró.
—Te parece correcto la coquetería que tenías con esos hombres—la joven negó con la cabeza—siempre te comportas así y el resultado es el mismo... los hombres decentes que tenían buenas intenciones contigo, terminan arruinados y prácticamente desterrados, lo mismo que le ocurrió a Sasuke, también le ocurrió a Toneri.
—Yo no hice nada para alejar a Sasuke y en cuanto a Toneri, fueron ustedes quienes prácticamente me prohibieron acercarme a él por lo que le hizo a Hanabi.
—¿Entonces cómo explicas que Toneri la esté pasando muy mal por querer que lo escuches? Y en cuanto a Sasuke... niégame que se alejó de ti diciendo que eras de lo peor—Hinata se quedó pasmada, ya que nadie además de Ino conocía esa información y obviamente, su amiga no diría nada.
—¿Como sabes eso?—Shizune sonrió y Madara obtuvo una prueba mas en su contra.
—En momentos como esté, me arrepiento tanto de haber aceptado tu presencia en esta casa—Shizune salió de la cocina y no logró mirar a Madara, ya que se ocultó cuando escuchó los pasos, por otro lado, Hinata se quedó sorprendida. Su tía no la quería y eso lo supo desde años atrás, pero lo que le acababa de decir, la dejó con el corazón mas oprimido. Su mundo nunca fue perfecto, pero ahora parecía que todo colapsaba y se quedaba sin nadie. Quizás era hora de marcharse a vivir sola y así dejar de ser una carga para sus tíos.
Madara se paró en la entrada de la cocina y escuchó los sollozos de la joven. Lo que esa mujer le acababa de decir fue algo cruel y sintió pena al verla así, sin embargo, ella casi aceptó lo que sucedió con Sasuke y no conforme, ahora resultaba que el tal Toneri también sufría por ella.
Lentamente retrocedió sin hacer ruido y aún cuando se alejaba, sintió como si un puñal atravesara su corazón al escucharla llorando. Suspiro y continuó su camino hasta quedarse cerca de la sala, justo donde la esperaría antes de marcharse, no obstante, la precisión en su pecho por la conversación acerca de su sobrino, ya no lo dejó concentrarse y con un escueto mensaje de texto, se despidió de ella pidiendo que lo disculpara con los demás invitados. Contrario a lo que creyó, ella ni siquiera respondió a ese, ni a los otros mensajes que le envió mas tarde.
Ino la encontró y después de escucharla llorando por las crueles acusaciones de Shizune, se la llevó a su auto y les informó a todos que su mejor amiga tenía cólicos debido al periodo y se la llevaría con ella a su hogar. Inoichi se atragantó al igual que Ko y Minato, no obstante, ya conocían la naturaleza despreocupada de Ino.
—Espera Ino—la rubia se detuvo tras escuchar a Hizashi—¿Ella de verdad ira contigo? ¿No es esto un plan para irse con Madara? Después de todo, él tampoco volvió a mostrarse.
—¿Que pasa con usted Hizashi? Francamente me desconcierta que piense algo así de Hinata—el Hyuga se sintió culpable—pero si continúa desconfiando, puede verlo por usted mismo—dentro del auto de ino, la ojiperla se encontraba recargada con los ojos cerrados—y en cuanto a Madara, se despidió de ella con un mensaje de texto... Es tarde y Hina necesita descansar, con permiso—la Yamanaka le tenía mucho respeto al castaño, por lo tanto, optó por ya no decir nada.
[...]
—¿Te sucede algo? Desde que llegaste has estado muy extraño—Obito buscó la mirada de Izuna y esté se encogió de hombros, dejando ver que tampoco él sabía nada. Madara partió a Konoha apenas amaneció, no sabía porque lo había hecho, ni si estaba huyendo, lo cierto era, que luego de escuchar a la ojiluna llorando, sus emociones se mezclaron y se sintió perdido. Necesitaba distancia para aclarar sus ideas y el rancho era la mejor opción.
—Creó que está dudando en continuar con su plan—le aclaró Izuna a Obito alejándose de Madara.
—Eso sería lo mas prudente—el menor suspiro aliviado—¿Sabes? Creo que se está enamorando de ella.
—No—declaró Izuna con plena seguridad—mi hermano ya está enamorado de ella y por eso se debate entre continuar o dejarla ir.
—Ya veo—murmuro Obito.
—Algo sucedió anoche, ya que su intención era pedirle matrimonio y mira donde terminamos—los dos miraron al mayor adentrándose en la finca, la cual se veía muy bonita con los trabajos de remodelación.
Madara revisó su celular y comprobó que no había ni un solo mensaje de Hinata. Pensó que ella lo llamaría para saber el porqué de su ausencia, sin embargo, no lo hizo y ahora se sentía como una basura por abandonarla. Se animaba a si mismo pensando que se merecía el trato que estaba recibiendo, pero de nuevo los dolorosos sollozos de su llanto lo quebraban.
Dejando a su hermano y sobrino atónitos, le pidió preparar todo para regresar el día siguiente. No era un niño para estar dudando, así que debía continuar con lo que prometió.
[...]
Tres días después de la cena, Hinata salió al encuentro de Madara. Él la invitó a cenar y ella no dudó en aceptar. Le explicó su ausencia luego de la cena y lejos de molestarse, agradeció mentalmente por que no hubiera presenciado su lamentable y patético aspecto luego del regaño de su tía.
Ir a casa de Ino fue la mejor decisión, dado que Inoichi le ofreció quedarse con ellos si decidía marcharse de la mansión Hyuga y tal como se veía el panorama, estaba segura de dar ese paso, incluso comenzó a buscar otro empleo. Si se iba a independizar, lo haría de todos lados.
—¿Sucede algo bonita? Estás muy callada—Madara la notó distante y aunque se odió a si mismo por preocuparse por ella, no pudo evitarlo—¿Hinata me estás escuchando?—la joven finalmente reaccionó cuando él le tomó la mano.
—Lo siento, creo que no seré una buena acompañante esta noche—fingió una sonrisa y trató de recomponerse hasta que llegaron al restaurante donde Madara reservo para ellos.
—¿No confías en mí? ¿No se supone que somos una pareja?—inquirió sentándose junto a ella en una mesa alejada de las otras—¿No me amas lo suficiente para confiarme tus problemas?—Hinata cerró los ojos dejándose abrazar por él.
—Lo lamentó mucho, es sólo que todo ha sido muy extraño estos últimos días.
—¿A que te refieres?
—No lo se pero creo que comienzo a ser una carga para mi familia... estoy pensando seriamente en marcharme de la mansión y ya estoy buscando otro trabajo—el Uchiha quiso sentirse feliz al verla derramar gruesas lágrimas, pero de nueva cuenta, se ablandó y la abrazó contra su pecho tratando de tranquilizarla.
—Tranquila mi niña, ya verás que todo estará bien—casi de inmediato, ella se tranquilizó y se aventuró a besarlo. Madara respondió al beso que en un principio fue lento y después se tornó muy pasional. La mesera se sonrojó al presenciar tan candente escena, no obstante, debía entregarles el menú, por lo tanto se vio obligada a aclarar su garganta. La pareja se separó dejando a un frustrado Uchiha y a una avergonzada Hyuga.
—En seguida regresó con sus órdenes—la chica se marchó y minutos mas tarde, regresó con una botella de champán y dos copas. Madara la pidió para brindar y a pesar de no estar acostumbrada a beber, en ese momento, Hinata aceptó de buena gana.
—Hinata—la chica lo encaró sonriendo, dado que a su lado se olvidaba de todos sus problemas—¿tu me amas?—ella sonrió con dulzura.
—Por supuesto que te amo ¿porque lo preguntas? Creí que ya había sido muy clara sobre mis sentimientos.
—Yo, necesitaba estar seguro porque quiero saber si estás dispuesta a pasar el resto de tu vida a mi lado—la joven lo miró consternada ¿acaso le estaba pidiendo matrimonio?—¿Te quieres casar conmigo?—ella estaba tan impresionada, que pasó por alto la falta de romanticismo en la petición, ya que pareció tratarse de una simple invitación a cenar. Madara ni siquiera se hincó frente a ella y no hizo nada especial cuando le mostró el anillo. No obstante, la ingenua Hyuga pensó que era el momento mas hermoso de toda su vida y dejó caer lágrimas de felicidad por saberse amada.
—Si, aceptó casarme contigo... te amo Madara—lo abrazó feliz y al momento de ponerle el anillo, ella lo miró como si fuera la joya mas costosa que hubiera en el mundo. Madara tuvo que admitir lo buena actriz que era, dado que esa sortija era una baratija y ella debía estar decepcionada.
—Escúchame Hinata, hay algo que debes saber antes de continuar—ella frunció el ceño y asintió—Le comenté a tu tío que en los últimos meses hice unas inversiones mal calculadas, lo que me llevó a tener grandes pérdidas, por lo tanto, estoy en números rojos y la única manera de recuperarme un poco, es vivir en Konoha, donde compré una propiedad cerca de las minas—la joven le tomó las manos con las suyas y trataba de darle ánimos—Se que soy egoísta al proponerte matrimonio aún sin nada que ofrecerte, pero me resisto a perderte—le confesó con la mirada triste—por otro lado, tampoco quiero ser el motivo de tu tristeza y entenderé que no aceptes mi propuesta, no debe ser fácil para alguien como tú, dejar todo esto para mudarte a un lugar remoto y de difícil acceso para llegar—Madara le xplicó que sólo las personas que contaban con suficiente capital, podían acceder a una avioneta o helicóptero para llegar sin complicaciones, de lo contrario, el trayecto era de doce horas en un bus y una hora en un bote anticuado.
—¿Estás insinuando que yo podría rechazarte por no contar con millones para gastar?—inquirió ofendida por la insinuación—¿Piensas que yo estaba enamorada de tus bienes y no de ti?—el Uchiha pensaba hablar pero ella continuó—Por el amor de Dios, yo ni siquiera sé si tienes fortuna o no ¿acaso tú me dejarías si fuera yo quien estuviera en problemas económicos?—la joven se veía muy molesta y Madara pensó que se le había ido la mano con las insinuaciones.
—No—la silencio tomándola de ambos hombros—Hinata estás entendiendo mal, yo nunca creería eso de ti, es sólo que es mi obligación hablar con la verdad, por eso te entregué el anillo y te pedí matrimonio antes de confesarte mi verdadera situación económica, si hubiese creído lo contrario, no me aventuraría a hacerlo—la Hyuga se tranquilizó y admitió que tenía razón.
—Bien, pues mi respuesta sigue siendo la misma, ademas ¿que clase de persona renunciaría al hombre que ama sólo por saberlo en la ruina?
—Créeme, las hay y muchas—Hinata sintió que su mirada se endureció, como si lo dicho, fuera dirigido especialmente a ella.
—Pues ese no es mi caso—replicó con la misma frialdad que él lo hizo. Madara se relajó antes de arruinar las cosas, no debía dejarse llevar por sus emociones.
—¿Entonces no te importa que pasemos carencias económicas? ¿Me amas lo suficiente para seguirme a un lugar tan hostil?—le pregunto volviendo a abrazarla y dándole la misma seguridad que le dio cuando llegaron a cenar.
—Te amo tanto, que te seguiría hasta el fin del mundo—le respondió uniendo su frente a la de el Uchiha.
Cenaron entre pláticas sobre la boda y como se lo dirían a Hizashi y cuando llegó la cuenta, ella intentó pagar, pero fue retenida por Madara.
—No me hagas quedar en ridículo bonita, no soy tan pobre como para no poder pagar por la cena de nuestro compromiso.
—No veo que tiene de malo, después de todo, una vez que nos casemos, todo lo que poseo también será tuyo y podrás disponer de lo que desees—el azabache apretó los puños interpretando la oferta como falsa. Seguramente le estaba ofreciendo el dinero que obtuvo por robarle a Sasuke la patente de las joyas.
—De ninguna manera Hinata, yo no aceptaría tocar tu dinero y espero que puedas entenderlo... nunca he sido un vividor mantenido y no pretendo hacerlo ahora—la ojiperla sonrió negando con la cabeza. Madara era muy orgulloso para aceptar que una mujer lo ayudara, pero en cuanto se casaran, ella le ayudaría a recuperar su fortuna.
—Esta bien, será como tú digas—el azabache sonrió complacido y condujo hasta la mansión Hyuga.
—Mañana vendré aquí para decirle a tu tío que nos casaremos antes de un mes—soltó el Uchiha cuando bajó del auto y la abrazó de la cintura. Ella se veía bellísima con ese sencillo vestido azul y cada vez le costaba mas contenerse para no llevársela a la cama.
—¿Un mes?— no acordaron una fecha y se sorprendió por la afirmación. Era muy pronto para arreglar todo antes de irse con él.
—¿No estás de acuerdo?—le pregunto con un dejé de molestia.
—No se trata de eso, es solo que no lo hablamos antes y me sorprendió un poco—la verdad, haría lo que él le pidiera sin dudarlo. Lo amaba tanto, que no veía las múltiples señales le alerta.
—Entonces ya estamos de acuerdo ¿verdad?—ella asintió sonriendo y era esa deslumbrante sonrisa era la que ocasionaba que el juicio del azabache se nublara y no pudiera contenerse—Ven aquí mi niña—sediento de ella la besó de manera dominante, al mismo tiempo que sus varoniles manos la acariciaban por todas sus curvas. Sólo la necesitaba una vez, con una le bastaría para poder saciarse de ella.
—¡HINATA!—ambos se separaron abruptamente—¿Que manera de comportarte es esa? ¿Acaso es así como te comportas cuando sales con hombres?—los ojos luna de la chica se abrieron como platos al escuchar los severos reproches de su tío. Él también la creía una cualquiera y eso le dolió en lo mas profundo.
—Perdón Hizashi, todo es culpa mía—Madara se colocó frente a ella siendo él quien diera la cara.
—Esta es una casa decente y el proceder de ambos deja mucho que desear—el patriarca Hyuga trataba de negarse a lo que descubrió días atrás, sin embargo, al verla así con el Uchiha, no se pudo contener.
—Tío... lo lamento mucho, te aseguro que no volverá a pasar—la chica se atrevió a avanzar para encararlo, pero la mirada desaprobadora del castaño, la hizo detenerse.
—Por supuesto que no volverá a suceder... ambos son adultos y saben perfectamente lo que hacen, pero si piensan comportarse así, es mejor que busquen un hotel—lo dicho por Hanabi sobre las visitas de Sasuke en la madrugada, ademas de Toneri y otros tipos que estuvieron enamorados de ella, lo dejó muy decepcionado y con el corazón hecho añicos. Estuvo segado por ella, por el inmenso amor que le tenía y no fue capaz de educarla adecuadamente. Hiashi y Hikari estarían muy decepcionados de él por no criarla, como su esposa crio a Hanabi.
—¡Tío!—la chica se tapó la boca y sintió que su corazón se comprimía de dolor. Su tía siempre le hablaba de ese modo, incluso peor, pero él, el hombre a quien consideraba como su padre—Yo nunca he hecho... creí que me conocías—ya no pudo evitar las lágrimas y el nudo en la garganta le impedía hablar con claridad—con permiso—sin siquiera despedirse del Uchiha, entró en la casa dejando atrás a los dos varones. Eran muy pocas las personas que dudaban sobre los chismes en su contra y su tío siempre fue alguien que la defendió a capa y espada y ahora le había insinuado que era capaz de irse a un hotel para tener sexo con Madara—¡Madara!—recordó que lo dejó afuera sin despedirse, sin embargo, esperaba que él pudiera entender su descortés comportamiento. Ahora mas que nunca debía marcharse de esa casa, su presencia ya no era grata y prefería guardar los buenos recuerdos y no llenarse el corazón con los malos.
—Con todo respeto Hizashi, no creo que Hinata se mereciera ser tratada así, total, como usted mismo lo dijo, somos adultos y en un menos de un mes nos casaremos—el Hyuga se sorprendió y retrocedió unos pasos—Hinata aceptó casarse conmigo, incluso aceptó irse a vivir conmigo a Konoha, aún sabiendo que ya no cuento con el mismo capital que contaba anteriormente—verdaderamente disfrutó apreciar el semblante desconcertado del castaño. No tenía nada en contra de Hizashi, pero al escuchar como le habló a Hinata, lo dejó muy molesto y sin pensarlo, salió en su defensa. Nunca volvería a permitir que nadie la tratara mal, solamente él se había ganado ese derecho y nadie más.
—¿Se casarán?—murmuró sintiéndose fatal por haberse portado así con ella los últimos días.
—Así es, de hecho le estaba diciendo a Hinata que mañana vendría aquí para darles la noticia, pero aprovechando su presencia, no me queda mas que hacerlo aquí mismo.
—Pero es muy pronto, no nos dará tiempo para nada—el Hyuga pareció envejecer al saber la noticia.
—Es suficiente tiempo, incluso es mucho, considerando que mi prometida ya no se siente cómoda viviendo aquí—Hizashi se sorprendió de sobre manera cuando lo escuchó—¿le sorprende? No debería, especialmente por la forma en que usted y su esposa la han tratado estos últimos días, no es de extrañarse que ella se sienta como una arrimada—de nuevo Madara disfrutó ver la sorpresa en el antes rígido rostro del castaño—Bien, ya le dije sobre nuestros planes y sólo por respeto a ella y a lo mucho que los quiere, vendré pasado mañana a pedir su mano ¡Buenas noches!—Hizashi dejó caer gruesas lágrimas de arrepentimiento. Independientemente de sus errores, Hinata era como su propia hija y aún si ella se convertía en asesina, su amor no disminuiría.
—¿Que te pasa?—Shizune se asustó al ver a su marido tan descompuesto. No lo había visto llorar desde la muerte de Hikari y Hiashi, por lo tanto, debía tratarse de algo muy grave.
—Lastime tanto a mi niña, que pensaba irse de la casa, por lo tanto, no dudó en aceptar la propuesta de Madara.
—¿Que propuesta?
—Madara viene pasado mañana a pedir su mano y se casarán en menos de un mes.
—¿Que? Pero eso es muy poco tiempo para preparar la ceremonia, ademas las invitaciones, la lista de invitados, el vestido—la mujer continuó enumerando la larga lista mientras que el castaño la veía con incredulidad.
—¿En verdad es todo lo que te preocupa? Ella estaba tan dolida que se iba a marchar, ademas, ese hombre se la llevará lejos—Shizune sintió el peso de la culpa, por lo mismo trató de evadirla pensando en los preparativos de la boda. Nunca debió hablarle como le habló la noche de la cena.
Continuara.
Lamento la demora, pero he estado escribiendo un poco de cada historia y cuando llegue a esta, no la solté hasta terminar el,capítulo, aunque me quedo un poco largo.
También me disculpo por las posibles faltas de ortografía que seguramente se me quedaron sin que las notara, apenas las encuentre y las iré corrigiendo. Trataré de actualizar, Acorralada y La esposa del héroe, pero no lo den por hecho porque a esta le dejé el siguiente capítulo avanzando también😊💕
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