Capitulo 5

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Los días habían transcurrido con rapidez y la relación entre Hinata y Madara, cada vez se hacía mas cercana. La insistencia del Uchiha para dar el siguiente paso e ir a hablar con Hizashi, mantenía a la chica en completa zozobra, ya que ella aún no les mencionaba la relación que llevaba con él y tampoco Neji dijo nada.

—¿A que le temes Hina? ¿No crees que te sentirás mas tranquila cuando los hagas partícipes de todo?—Ino seguía sin entender a su mejor amiga, ademas, por lo que conocía del Uchiha, el hombre no gozaba de mucha paciencia. A pesar de mostrarse comprensivo con ella, era obvio que comenzaba a frustrarse.

—No lo se—la ojiluna se hallaba insegura y todo se debía a la rapidez con la que se aferraba a Madara—es sólo que me siento muy extraña, yo nunca había sentido lo que siento cuando estoy con Madara... incluso, he estado a punto de entregarme a él en mas de una ocasión—Hinata recordó apenada que apenas dos semanas atrás, se dejó seducir dentro del auto del azabache y de no ser por su celular que anunciaba una llamada, hubiera terminado de desvestirla por completo, como logró hacerlo con la blusa y el sostén.

—Estas enamorada y no tiene nada de malo que lo desees al grado de hacer el amor, ademas, Madara está dispuesto a ir con todo por ti y el hecho de que quiera hablar con tu familia lo deja en claro—la Hyuga sabía que Ino tenía razón, pero aún así, se sentía temerosa. A pesar de ser muy paciente y caballeroso con ella, había ciertos detalles en la conducta del azabache, que la hacían pensar en las decisiones que estaba tomando.

—¿Lo vez? A eso es a lo que le temo, a lo rápido que me enamore y a lo mucho que estoy dispuesta hacer por él—aclaró preocupada—¿y si pasa lo mismo que ocurrió con Sasuke? Quisiera creer que él es el adecuado, pero...—el mesero llegó a preguntar lo que pedirían y ambas eligieron, dejando de lado lo que hablaban. Las dos chicas se reunieron en un tranquilo bar para beber y donde también podían cenar algo ligero.

—¡Chicas!—ambas levantaron la mirada al escuchar la inconfundible voz de Naruto—Que coincidencia—el rubio no estaba solo y junto a él, se encontraban Kiba, Neji, Shino y Rock Lee. El Hyuga sonrió con amargura, gesto que no pasó desapercibido por su prima. Desde la conversación que tuvieron acerca de Madara, Neji evitaba estar mucho tiempo junto a ella, ya que le dolía saberla tan enamorada de ese tipo.

—¿Nos permiten sentarnos con ustedes?—antes de recibir una respuesta, Kiba ya se había acomodado en una silla en seguida Hinata y el resto lo imitó, dejando a Neji junto a Ino. No era extraño reunirse en ese sitio, dado que en el pasado solían hacerlo, incluso Sasuke los acompañaba muy a menudo.

El mesero regresó y anotó los pedidos de los recién llegados, mientras escuchaban las tonterías de Kiba, Naruto y Lee. El ambiente se hizo mas ligero para los dos Hyuga. Neji ya había decidido mantener distancia, sin embargo, al verla afectada por su distanciamiento se sintió culpable, después de todo, ella no tenía la culpa de haberse enamorado de alguien mas. Le sonrió con cariño y de inmediato vio como sus ojos volvieron a brillar, incluso su sonrisa fue espontánea. Mas tardé, Shino inicio una conversación con ella y él enfocó sus orbes en la delicada mano que sostenía una copa.

—¿Cómo estás Ino?—lo cierto era que ellos casi no se habían vuelto a ver y como no eran muy cercanos, el castaño inició la conversación con una pregunta básica. Sin embargo, lo que para él fue sólo una pregunta, para ella fue motivo de grandes emociones.

—Muy bien... gracias por preguntar—se alegró de no tartamudear, ya que incluso sus manos temblaban—¿y que hay de ti?—logró cuestionar un tanto sonrojada. Neji sonrió al verla y sin notarlo, pasó gran parte de la noche conversando con ella. Hinata sonrió complacida. Ella sabía que Neji no amaba a Hanabi y tardé o temprano encontraría a alguien especial para él, ademas, ya había notado la manera en que su amiga lo veía y pensar en la posibilidad de verlos juntos, le hizo sentir gran felicidad.

—Tu celular no ha dejado de estar brillando y dada la insistencia, quizás se trate de algo importante—Shino realmente se preocupó al ver como el bolso de su amiga se iluminaba constantemente. Hinata no lo veía, pues el bolso se encontraba colgado en su silla.

—¿En serio?—sin demora tomó su teléfono y se sorprendió al ver la cantidad de mensajes que tenia—Madara—murmuró con sorpresa, ya que todos habían sido enviados por él.

—Supongo que tu enamorado se puso ansioso... será mejor que le respondas, o se preocupara—Shino le sonrió y se giró para mirar a sus amigos, dándole privacidad a la ojiluna.

[...]

El sonido de cristales rompiéndose contra el concreto, llamó la atención de dos Uchiha. Izuna y Obito, se miraron entre sí luego de ver el comportamiento del mayor, quien no había dejado de lado su celular. Los tres se hallaban en Konoha, dado que Madara se dispuso a restaurar la propiedad de Sasuke. Durante el día, los obreros avanzaron mucho y cuando anocheció, se reunieron con el resto de la familia. Apenas regresaron a dormir, Madara comenzó a beber, luego realizó la primer llamada, misma que no fue respondida. Su estado de ánimo se tornó mas sombrío y con los tragos afectando su estado de ánimo, se fue poniendo cada vez mas furioso, sobre todo, al continuar llamando y enviándole mensajes, que ella no respondió.

—¿Se puede saber que demonios te pasa?—cuestionó Izuna, recibiendo un codazo de Obito, ya que el mayor se veía muy molesto y cuando estaba en ese estado, lo mejor era dejarlo a solas, no obstante, Izuna ya había perdido la paciencia con los constantes arrebatos de su hermano—¿Acaso es por ella?—tras ver su reacción, dejó clara la respuesta—Será mejor que pienses detenidamente las cosas Madara... lo mas sensato es que avandones ese plan, de lo contrario terminarás cometiendo una locura—sin mas que decir, Izuna se marchó a dormir.

—¡Buenas noches tío!—Obito no lo reprendió, pero pensaba lo mismo que Izuna. Madara se veía cada vez mas afectando por la cercanía de esa chica, era evidente que se estaba enamorando, aunque se negaba a admitirlo. Imitando a Izuna, Obito también se retiró a su dormitorio, dejando sólo al mayor.

—Maldita mocosa ¿porque diablos no responde?—se puso furioso por la falta de respuesta y aunque se negaba a admitirlo, los celos lo carcomían. La imaginaba con el Hyuga, dejándolo tocarla y entregándole a él, lo que se negaba a darle, ya que aún no había conseguido poseerla. Esa mujer sabía bien como jugar, le gustaba provocar, llegar casi al final y después, huir fingiendo desconcierto. En todas las salidas que tenían, él terminaba dándose un baño con agua fría.

Cerca de la media noche, le envió un mensaje y minutos mas tardé recibió la llamada que había estado esperando.

¡Madara!—toda la intención de gritarle para desquitarse por el mal momento que lo hizo pasar, quedó olvidado apenas escuchó su nombre siendo llamado con esa dulce voz—Perdón por no responder antes, lo que pasa es que salí a cenar con Ino y mi celular estaba en silencio—bueno, la explicación era convincente y no entendió porque no pensó en algo así, en lugar de enfurecerse pensándola con otro.

Me preocupe por ti... deberías ser mas considerada conmigo—ella notó la molestia en su voz y se sintió culpable—Estoy lejos y si algo te sucede, no podré ir con rapidez a tu encuentro—ella sonrió con dulzura. Madara llevaba dos semanas en Konoha y hablaban todos los días por videollamada. Él siempre le decía que la llamaba para saberla a salvo, sin embargo, había algo advirtiéndole que ese no era el principal motivo. Ella ya había notado que Madaera era muy posesivo, incluso, en un par de ocasiones, se mostró territorial con quienes ella había hecho negocios y sólo querían saludarla.

Lo se, fue mi culpa—escuchó un suspiro del otro lado de la línea y su piel se erizó al recordar lo mucho que le gustaba escucharlo jadeando cerca de su oído en los momentos en que casi sucumbieron a la pasión—¿Cuando estará de regreso? Lo extraño mucho—aunque Madara ya se lo había pedido, ella aún no lograba tutearlo.

—¿Quieres verme ya? ¿Extrañas mis besos? ¿Tanta falta te hago bonita?—apenas soltó las preguntas y se reprendió por volver a caer en sus encantos, pero ella tenía algo, que le hacía imposible mantenerse frío y distante. Se sorprendía con todas las actitudes que mostraba frente a ella. Si sonreía, él sentía que un agradable calor le recorría todo el cuerpo y cuando la notaba triste, su corazón daba una punzada, esa mujer lo estaba afectando mucho más de lo que hubiese querido admitir.

S-si—respondió sin pensarlo y Madara lo tomó como uno mas de sus trucos seductores, dejando de lado la sinceridad y la vergüenza con la que ella respondió.

En ese caso, apresuraré los pendientes que tengo y pronto estaré contigo—le había pedido a Mikoto ayuda para conseguir trabajadores y ella quedó de enviarle algunos al día siguiente. Necesitaba que alguien se encargara del mantenimiento de la propiedad en su ausencia, como de la casa, misma que ya estaba casi restaurada en su totalidad. Las pequeñas casas para los trabajadores aún necesitaban arreglos y no podía pedirle a la familia de su hermana que se hicieran cargo, dado que ellos preferían no acercarse a ese sitio. Mikoto y Fugaku, por la gran culpa que los torturaba y en cuanto a Itachi, por los amargos recuerdos de esa noche, por lo tanto, optaron por ayudarlo consiguiendo empleados.

Entonces me despido para que pueda dormir... que descanse—estaba por concluir la llamada sintiéndose feliz.

Yo aún quiero continuar escuchándote, de todos modos, no tengo sueño—el azabache se negaba a terminar la llamada y se molestó por la sugerencia.

Créame, yo también quisiera continuar, pero mañana debo levantarme temprano. Mi tío saldrá de la cuidad y yo estaré a cargo de la empresa—era cierto y la joven pretendía hacer un buen trabajo.

¿Estás segura que es para eso? ¿No será mas bien que piensas divertirte con tu primo?—aún estaba molesto por las llamadas no respondidas y encima ella quería concluir la llamada argumentando tonterías. Sin que pudiera hacer nada por evitarlo, dejó que los celos tomaron el control.

Si eso es lo que piensa de mí, es mejor que no volvamos a tener ningún tipo de contacto...¡Bunas noches!—la llamada terminó y la furia del azabache se disparó. Sin pensarlo, volvió a llamar una y otra vez, sin embargó, ella ya no le respondió. Su plan estaba en riesgo por ser tan impulsivo, pero no sólo eso le molestó ¿porque demonios se sentía culpable de haberla escuchado con la voz quebrada? Toda la alegría que había percibido se esfumó y ahora le dolía pensarla llorando.

—¿Pero que diablos?—se dijo a si mismo. Ella sólo fingió estar ofendida, no debía sucumbir a sus tretas. Sasuke, no debía olvidar lo sucedido con el muchacho, ese era el único objetivo, los falsos sentimientos de esa mujer, valían muy poco, después de todo, ella no se tentó el corazón cuando lo destrozó.

...

La mañana siguiente, los tres Uchihas recibieron a los enviados de Mikoto, entre ellos se encontraba Ima, a quien conocían desde niños. A ella la colocó para supervisar a las otras empleadas dentro y fuera de la mansión.

Poco a poco se fue colocando a cada empleado en su nuevo puesto y Madara estaba por regresar a la cuidad. Obito lo acompañaría y su hermano se quedaría en Konoha.

—Señor Uchiha—Madara se giró para ver a la persona que lo llamó y frente a él, estaba parada una atractiva rubia usando prendas muy provocativas.

—¿En que puedo ayudarte?—cuestionó con suspicacia y evaluándola de arriba abajo.

—Me enteré por unos conocidos, que está contratando personal, mi nombre es Samui y estoy aquí para solicitar un puesto—la noticia sobre el millonario empresario que adquirió la vieja propiedad cerca de las minas, corrió como pólvora y Samui no quiso perder la oportunidad de acercarse a él, después de todo, ella necesitaba mucho de un empleo, luego, el apuesto hombre aún estaba soltero ¿y quien sabe? Quizás con un poco de suerte, podría fijarse en ella. Escuchó por casualidad a Jugo y Suigetsu, sobre solicitar trabajo en las minas, fue entonces que se le ocurrió ir a hacer lo mismo, aunque no exactamente de minera.

—Lo siento, pero ya no hay vacantes, los pocos puestos disponibles ya fueron ocupados—no mentía, era cierto que ya no pensaba contratar a nadie.

—Oh vamos, tengo conocimiento en contabilidad, quizás podría ayudarle con los libros de administración, o puede colocarme como ama de llaves, lo que usted decida, ademas, conozco esta propiedad a la perfección, porque yo trabajé aquí con el otro dueño... con Sasuke Izuka—Madara se sorprendió al escucharla.

—¿Conociste a Sasuke?—la rubia asintió, aunque sólo decía parte de la verdad, ya que no trabajó para él. El muchacho le resultaba muy atractivo y varias veces compartió su compañía en el bar de las afueras, donde ella trabajaba como administradora. El azabache le tomó confianza y le contó sobre su vida, incluso le mostró las fotografías de esa traidora chica, la misma que lo visitó antes de lo ocurrido. Fue en esas ocasiones, que también conoció a sus dos amigos, el peli blanco con extraños dientes y el fortachón amante de los animales.

—Esta bien, buscaré algo en que acomodarte, pero debes saber que estarás bajo el mando de Ima, ella sera quien se encargue del manejo de la mansión—la chica hizo una mueca de disgusto, sin embargo, no estaba en posición de negarse, ya que luego de su despido en el bar, los ahorros estaban por agotarse.

—Se lo agradezco mucho, ya vera que no se va arrepentir—sin reparo alguno, se lanzó a sus brazos, dejando al Uchiha algo incómodo, sobre todo, cuando ella deliberadamente frotó sus grandes senos sobre su fornido pecho.

—Eso esperó—siendo un caballero, la alejó lentamente de él y le dio la espalda—Busca a Ima, ella te dirá que debes hacer—Madara se fue camino al vehículo donde ya lo esperaba Obito para ir al aeropuerto. En unas horas estaría frente a frente con la Hyuga y tenía que pensar como arreglar el desastre que causó la noche anterior, después de todo, ya había averiguado todos sus movimientos e iría a encontrarla apenas bajaron del avión.

[...]

—¿Que otras reuniones hay para hoy?—Hinata se encontraba sumergida en el trabajo y pasó la mañana en reuniones. La noche anterior apenas pudo dormir y optó por llegar temprano a la empresa. Tenía dos motivos para hacerlo, el primero, era la ausencia de Neji y su tío, quienes ya habían salido de la cuidad para concretar un negocio y el otro, se trataba de Madara. Ella no quería pensar más en él y la mejor manera de lograrlo, era ocupando su mente en los asuntos importantes.

—A las cuatro en punto tiene la última cita con uno de los hermanos Senju—respondió la secretaria y ella revisó su reloj de muñeca... sólo faltaba media hora.

—Creí que ya se habían reunido con mi tío—días atrás escuchó a Neji mencionar dicha reunión.

—Se canceló y fue re programada para hoy.

—Bien, entonces avísale al tío Ko, para que se encargue de cualquier cosa que surja en mi ausencia, también dile a Rock Lee que esté listo, él me acompañará—la fémina asintió y ella regresó a su oficina. Nunca había tenido trato con ninguno de los dos hermanos Senju, por lo tanto, prefería que Lee estuviera junto a ella.

...

—Hizashi no se equivoco, es usted muy buena a la hora de hacer negocios—Hinata se sonrojó con la adulación del apuesto castaño. El Senju que se presentó fue Hashirama, el mayor de los dos y resultó ser una agradable compañía, inclusive, tanto Lee, como ella, se habían reído durante gran parte de la comida que compartieron los tres—además eres muy hermosa... Te puedo tutear ¿verdad? Me refiero a tutearlos a ambos—se corrigió rápidamente al percatarse de su error, ya que estaba dejando de lado al muchacho por quedarse prendado de esa joven tan encantadora.

—Claro, por mí, todo bien—Lee levantó el pulgar y mostró su perfecta dentadura. Hashirama sonrió y se enfocó en la ojiluna esperando una respuesta.

—Si, igual a mí—la Hyuga también sonrió mientras lo decía y pronto las risas regresaron, llamando la atención de los otros clientes, mismos que sonreían contagiados de la alegría que mostraba Hashirama.

Cerca de las ocho estuvieron listos para retirarse. Según Hashirama, el gerente los echaría por alterar el orden y por las quejas de clientes amargados.

—Hasta luego señor Senju, fue un placer conocerlo—Lee, se había despedido desde antes, ya que tuvo que salir al estacionamiento para responder una llamada sobre las cotizaciones en seguros. Por lo tanto, Hinata se despidió mientras regresaba su compañero a recogerla.

—Nada de Senju, soy Hashirama y tú, puedes llamarme Hashi—ella asintió contenta—además, no será la última vez que nos reunamos—sin dejar de verla a las encantadoras orbes perladas, el castaño le tomó la pequeña mano y la llevó a sus labios dejando en ella un casto beso. Hinata pensó que iba desmayarse y justo antes de hacer ese ridiculo, Lee sonó el claxon para que subiera al auto.

Con torpeza se fue hacia el vehículo y para su tranquilidad, Rock Lee no pareció notar su nerviosismo.

Mas tardé se despidieron en la empresa, dado que ambos fueron a la reunión en el auto del chico.

—Gracias por acompañarme, te veré mañana—la ojiperla se despidió del chico antes de regresar a su oficina para recoger sus cosas. No pensó que tardaría tanto en ese reunión.

—Al contrario, gracias a ti por llevarme... Hashirama Senju si que tiene encendida la llama de la juventud—ambos se rieron y finalmente cada uno se fue por diferentes direcciones.

...

La ojiperla salió de la empresa poco antes de las diez. Dejó adelantado algo de trabajo y se despidió del guardia antes se ir a su auto.

—Hasta que sales bonita—la ojiperla saltó del susto y su bolso cayó al suelo—Llevó horas buscándote y encima no respondes mis llamadas—recuperandose de la impresión, se agachó en busca de su bolso, sin embargo, el Uchiha fue mas rápido y lo sostuvo al igual que lo hizo con su mano.

—¿Que desea?—la joven intentaba mostrarse firme e indiferente, pero en realidad, estaba muy inquieta.

—¿No es obvio?—sin importarle la resistencia de la joven, la acercó a su cuerpo quedando juntos—Te deseó a ti—ambas bocas estaban a escasos centímetros de distancia.

—¡Suélteme!—Hinata trataba de alejarlo, de lo contrario, sucumbiría ante él—Anoche dejó claro su opinión sobre mí—forcejeó para soltarse, pero el corpulento azabache ni siquiera se movió.

—Perdóname... estaba celoso—la Hyuga quedó sorprendida y su ingenuidad no la dejó apreciar las intenciones del varón—Desde anoche no he dejado de pensar en ti, en lo mucho que te amo—el corazón de la ojiluna latió irregularmente y antes de lograr comprender con exactitud lo dicho por Madara, él se apresuró a besarla.

El beso fue lento, dulce, tierno y lleno de sentimientos, luego fue subiendo de nivel hasta dejarlos jadeando por aire. Madara se maldijo por reconocer lo mucho que la había extrañado y lo rápido que su corazón se aceleró teniéndola entre sus brazos.

—¡Madara!—lo llamó entre besos. El Uchiha la acariciaba descaradamente frente a su auto, sin importarle que estaban en el estacionamiento.

—¿Mmm?—ronroneó, aspirando el embriagador aroma femenino en el cuello de la joven.

—Yo... yo también lo amo—el Uchiha detuvo sus movimientos y le tomó la mejillas para verla a los ojos. A pesar de haberse esforzado por lograr esa confesión, no podía describir lo que sintió ahora que la escuchó y lo que era aún peor, ella realmente se esforzaba para parecer sincera.

—Quédate conmigo hoy—la abrazó posesivamente—Duerme conmigo... quiero hacerte el amor toda la noche y así demostrarte todo lo que siento—el rostro de Hinata se puso rojo, e inevitablemente, sintió calor en su bajo vientre—Amaneceremos abrazados, desnudos y con ganas de continuar amándonos—lo cierto era que la propuesta hecha con esas frases, calentó la sangre de la Hyuga como nunca antes le había sucedido, incluso se vio tentada a acceder, sin embargo, la cordura regresó a ella y pensó en lo sucedido la noche anterior. No podía apresurarse a tomar una decisión tan importante en un momento de pasión.

—No puedo—se sintió fatal al verlo confundido—trate de entenderme, ese es un paso muy importante y no quiero apresurarme—la pasión del Uchiha se desapareció apenas escuchó el falso discurso. Ella era peor de lo que pensaba, ahora resultaba que era una recatada señorita. Seguramente esa era su táctica para enloquecer a los hombres y vaya que debía funcionar con la mayoría de ellos, pero no con él. Madara Uchiha, no era un ingenuo, él ya conocía su podredumbre. Se portaba como virgen y no era mas que una zorra.

—Ya veo—ella percibió burla en el tono que empleó el azabache y frunció el ceño para encararlo ¿acaso era un problema para él? ¿La juzgaba porque no había tenido relaciones sexuales?

—¿Pasa algo?—cuestionó insegura y el azabache cambió su postura. No podía volver a comer errores.

—Por supuesto que no mi bonita... es sólo que ya no concibo mi vida sin tenerte a mi lado—la volvió a besar—No pienso esperar por más tiempo, hablaré con tú tío—ella se dejó envolver por sus besos y llegó a su hogar pasada la media noche. Estaba feliz, Madara la amaba, sus sentimientos eran correspondidos y ese hecho la hizo soñar.

...

Dos días mas tardé, Hinata se sentía muy nerviosa, Madara pidió hablar con su tío y ya llevaban mas de una hora dentro del despacho. No sabía que tanto hablaban, pero por la demora, supuso que debía ser algo serio ¿quizás su tío se estaba negando? ¿Quizás se decepcionaría por dejar de lado a Neji? No sabía que pensar y la espera la estaba poniendo mucho mas ansiosa.

Madara llegó sin confirmarle, sin embargo, su tío si estaba al tanto, dado que lo recibió con cordialidad y le dijo que lo estaba esperando. Ella se quedó pasmada y el azabache le guiñó un ojo cuando la encaró, logrando que sus piernas temblaran. Aún no podía creer lo que le estaba pasando. Nunca se imaginó estar en esa situación con un hombre como Madara Uchiha. Él era tan apuesto, tan perfectamente sensual y su aire atrevido la dejaban vulnerable.

—Tranquila cariño, verás que todo va salir bien—Ko se acercó a ella y le ofreció una taza de té que le había preparado Natsu. El Hyuga sabía que Hizashi se encontraba hablando con Madara. Ella creía que mantenía su relación oculta de todos, pero sólo bastaba ver lo mucho que ese tipo visitaba el rancho, los mismos días en lo que ella también estaba ahí, los innumerables arreglos florales que llegaban y ni hablar de las constantes salidas nocturnas que daba supuestamente con Ino. Todo eso había comenzado semanas atrás y pronto tuvieron una idea clara sobre el tema a tratar, no obstante, ese hombre tenía mucha experiencia, no era un joven y le preocupaba que no fuera la persona adecuada para ella.

—Están tardando mucho—murmuró apenada. Para Hizashi, Hinata era como la luz de sus ojos y no estaba seguro de cómo iba terminar ese encuentro entre esos dos imponentes hombres y a decir verdad, Ko, incluso con toda su tranquilidad, también estaba dispuesto a castigar a cualquiera que dañara a esas niñas. Ambas hermanas lo eran todo para ellos y sólo deseaban verlas felices—no quiero que mi tío se altere por mí culpa... yo no quería ir tan rápido, pero Madara me pidió hacer las cosas de manera correcta—mientras hablaba, bebía sorbos del relajante té.

—¿Entonces tú aún no te sentías lista para dar este paso? Dime ¿Madara te esta obligando a estar con él?—la actitud calma de Ko, cambio drásticamente al imaginar que ese tipo pudiese estarla forzando—No temas cariño, puedes decirme todo lo que te preocupé, yo siempre estaré aquí para ti—la ojiperla se percató del error que cometió al hablar y ahora su tío estaba pensando algo incorrecto.

—No, no, claro que no... Madara no me está obligando a nada—se apresuró a aclarar—yo acepté, porque esta es la primera vez que me siento así. No se como explicarlo, pero cuando lo veo, cuando lo pienso, mi corazón late de manera irregular. Lo admiro y la mayor parte del día estoy pensando en él, yo...—el Hyuga mayor la interrumpió.

—Estas enamorada mi niña—Ko sonrió con ternura y la estrechó entre sus brazos—no se como no lo noté desde antes... es evidente, todas las señales están ahí, sólo basta ver el brillo en tus ojos cada vez que escuchas su nombre, ademas, tu radiante sonrisa no se borra, ni siquiera con la hostilidad de quienes te juzgan—no lo dijo abiertamente, pero era obvio que se refería a Shizune. Hinata estaba muy sonrojada, pero no podía negarlo, ella estaba muy enamorada de ese hombre y su único objetivo era formar una familia, haciéndolo tan feliz como lo era ella—Espero que ese Uchiha esté a la altura de mis expectativas, de lo contrario, comprobará de primera mano la furia de un Hyuga—la joven se estremeció.

—Él me ama tío, Madara me ama tanto como yo lo amo a él—Hinata no era tonta y obviamente tuvo muchas dudas sobre dar el paso que estaba dando, sin embargo, los meses que llevaban saliendo, Madara no había hecho más que demostrarle cuán importante era para él. Bueno, lo sucedido cuando estuvo ausente, fue la única discrepancia que tuvieron y desde esa noche, él fue mas amoroso, por lo tanto, ya no pudo atrasar el encuentro entre él y su tío. Él le advirtió que iría a verlo, pero ella no esperaba que lo hiciera sin su aprobación, no obstante, ya debía saber que cuando Madara se propone algo, no desiste hasta conseguirlo.

[...]

—¿En que puedo servirle Madara?—cuestionó Hizashi una vez que ambos tomaron asiento dentro su oficina—Le confieso que me sorprendió su petición sobre reunirse conmigo—el castaño ya sabía sobre el acercamiento con Hinata y por más que trataba de ser imparcial, temía que pudiera lastimarla.

—Bien, iré directamente al grano—el azabache no se iba andar con rodeos, ya tenía mucho tiempo dejándose enredar por las peticiones de la ojiperla sobre esperar un poco mas. No sabía como conseguía hacerlo, pero ella siempre lograba convencerlo de hacer lo que decía y de no ser por la llamada que tuvo con Mikoto esa misma mañana, hubiera continuado obedeciendo los pedidos de esa embaucadora chiquilla. Su hermana trajo el nombre de Sasuke a la conversación y fue como recibir una puñalada. Se había estado olvidando del objetivo principal—estoy enamorado de Hinata y quiero tener su aprobación para formalizar nuestra relación. Se lo importante que es usted para ella y ese hecho me impulsó a venir hasta aquí—el Hyuga sabía que ese día llegaría, sin embargo, tenía dudas sobre el hombre frente a él. Si bien es cierto que Madara contaba con todo su respeto y admiración, también era cierto que había mucha diferencia entre ambos, comenzando por las edades, hasta lo mas importante, la gran diferencia entre las personalidades. Hinata era la personificación de la dulzura, la luz, ella era como un ángel, mientras que él era todo lo contrario. Madara era arrogante, déspota y asemejaba a la oscuridad. Su amor de padre lo hizo verlo como un demonio oscuro queriendo robarse la luz de su pequeña perla.

—Hinata es como una hija para mi y no estoy seguro de que usted sea el hombre adecuado para ella—al igual que el Uchiha, Hizashi habló sin rodeos—No me malinterprete, no estoy diciendo que usted sea una mala persona, es sólo que entre ustedes dos hay muchas diferencias y me temo que con el tiempo, lleguen a pesar agrietando su relación—Madara ya estaba preparado para la respuesta de Hizashi, por lo tanto, no se inmutó en lo absoluto y continuó con sus argumentos.

—Lo entiendo perfectamente, se que es usted como su padre y como tal, se preocupa por su bienestar—trataba de mostrarse comprensivo.

—Usted cree que me comprende—el Hyuga le ofreció un trago y Madara lo aceptó—Dígame Madara ¿usted ya tiene hijos?—¿pero que le pasaba a ese hombre? ¿Porque hacia tal pregunta? Pensaba el azabache ya molestó.

—Por supuesto que no—respondió con rapidez, creyendo que lo estaba acusando de dejar hijos atrás.

—¿Lo ve?—cuestionó Hizashi—Usted no puede comprenderme... sólo un padre puede comprender la preocupación de otro—bien, debía admitir que no estaba preparado para ese cuestionamiento. El Hyuga fue mas astuto y eso le lastimó el ego—Créame cuando le digo, que he pasado noches sin lograr dormir, pensando en que alguien pueda dañar a mis niñas, especialmente a Hinata. Quizás le parezca exagerado, pero si algún día tiene la dicha de ser padre, recordara esta conversación en el primer momento que sostenga a su bebé en brazos—de nuevo se quedó atónito, eso jamas lo había pensado y ahora se preguntaba si estaba haciendo lo correcto, no obstante, todo lo hacía por Sasuke, ya que su pecho dolía con sólo pensarlo y llegó a la conclusión de que su sobrino le había dado el mismo sentimiento de paternidad del que hablaba Hizashi.

—Usted tiene razón y no puedo objetar sobre ese punto, sin embargo, amo a Hinata y ella me ama a mí. A mi lado, ella estará segura, yo jamás dejaría que nada malo le sucediera, eso se lo juro—por supuesto que podía jurarlo, dado que no pensaba dañarla, al menos no físicamente y tampoco permitiría que alguien mas la pusiera en peligro. Sólo él podía hacerle pagar por lo que hizo, sólo él podía destruirla, después de todo, la haría parte de su propiedad, ya fuera para bien, o para mal.

—Si lo que dice es cierto, no tengo motivos para negarme, lo mas importante para mí es su felicidad—el azabache se sintió victorioso por unos momentos, ya que el Hyuga volvió a tomar la palabra—pero tenga en cuenta una cosa... si usted de alguna manera daña a mi niña, si la hace llorar o la hace infeliz, le demostraré personalmente, cuan grande es el amor que siento por ella y podrá apreciar de primera mano lo que un padre está dispuesto hacer cuando alguien daña sus hijos—la euforia del Uchiha terminó tan rápido como comenzó, sin embargo, a pesar de esa clara amenaza, había logrado su objetivo y ni siquiera si su vida estaba en peligro de muerte daría marcha atrás, Hinata Hyuga estaba mas cerca de pagar por sus repugnantes actos.

—Descuide, ella no podrá estar en mejores manos—Hizashi arqueo una ceja al notar sarcasmo en la voz, pero luego pensó que sólo lo había imaginado—y cómo ya se lo dije a ella, se lo diré a usted también, yo no soy una persona de andar perdiendo el tiempo, por lo tanto, mi siguiente paso es casarme con Hinata y llevármela a vivir en Konoha—el castaño palideció, no sólo le estaba diciendo que se quería casar con ella, sino que también la alejaría de él, se la llevaría lejos, a donde no podrían estar al pendiente de lo que pudiera necesitar.

—¿No cree que va muy rápido?

—Quizás si, pero aunque esperemos uno, o dos años, el resultado será el mismo. La amó y quiero convertirla en mi esposa, Hinata es la mujer perfecta—sonrió mentalmente al percibir la confusión en el Hyuga, era claro que si había creído todas y cada una de sus mentiras.

—Tal vez pueda entender ese punto, pero ¿es necesario marcharse de la cuidad?—no quería pensar en no verla cerca, ademas, aún no estaba convencido de las intenciones de Madara.

—Este es otro tema que me tiene inquieto—el azabache mostraba seriedad y preocupación, incluso se bebió de golpe el trago que tenía servido frente a él—realicé unas inversiones y no me dieron el resultado esperando... las pérdidas fueron considerables—Hizashi se sorprendió mucho, ya que el azabache era uno de los hombres mas ricos del país.

—No puede ser—soltó preocupado y al mismo tiempo, incrédulo.

—Desgraciadamente esas fueron las últimas noticias que me llegaron y antes de continuar invirtiendo al azar, opté por adquirir una propiedad minera cerca de mi familia, aunque necesita de mucho trabajo, ahí podré continuar con el negocio de las joyas, al menos mientras me recupero de este golpe financiero que acabo de sufrir—el plan de Madara estaba tan bien elaborando, que incluso se encargó de hacerlo ver real ante cualquiera que quisiera investigar al respecto, comenzando con Hizashi, dado que debía persuadirlo de dejar que su sobrina se fuera con él. Debía alejarla de ellos, ella viviría en el mismo lugar que se encargó de despreciar a Sasuke.

—Pero habrá algo que se pueda hacer para que recupere lo que perdió—el castaño aún no salía de la impresión.

—Créame, he hecho todo lo que está a mi alcance y no hay nada para revertir mi situación actual... supongo que por primera vez en mi vida, baje la guardia y no presté atención cuando mas debería haberlo hecho—sus palabras iban con la intención de dejar claro que por estar perdidamente enamorado de la chica, se descuido en los negocios. Los rumores no tardarían en llegar ya que él mismo se encargó de que así sucediera y dejó todo perfectamente maquillado para demostrar las cuantiosas pérdidas.

—Lamentó mucho su situación y si hay algo en lo que pueda ayudar, estaré a su disposición—el Uchiha asintió—y a pesar de sentir mucho su situación, no puedo pasar por alto sus planes ¿que futuro le espera a Hinata si se casa con usted?—esa era la única falla que poseía su plan. Hizashi podía negarse y si le decía a su sobrina, ella lo mandaría al diablo, tal como lo hizo con Sasuke.

—¡Vamos Hizashi! Que pierda parte de mi fortuna, no significa que seré un indigente. Como ya le dije, me aseguré de adquirir un lugar para vivir y el cual mantendrá mis necesidades al igual que las de Hinata, ademas, espero recuperarme con rapidez para darle a ella la vida que está acostumbrada a llevar—el castaño parecía pensativo.

—En ese caso, no soy yo quien debe tomar esa decisión—de nuevo el azabache sonrió mentalmente—Entienda que Hinata siempre ha vivido en la ciudad y no se que piense de un cambio tan radical, pero como ya lo dije, la última palabra la tiene ella y usted deberá respetar su decisión, tal como lo haremos nosotros.

—Me parece bien—soltó Madara. Ahora sólo debía pedirle a la ojiperla ser su esposa—y voy a pedirle un favor—Hizashi asintió—aún no le diga nada a Hinata, no quiero preocuparla antes de ser necesario—a Hizashi no le pareció que hubiera algo oculto en la petición, por lo tanto, estuvo de acuerdo, después de todo, aún no le proponía matrimonio y cuando lo hiciera, tampoco se podía garantizar que ella estuviera de acuerdo.

—Cuente con mi discreción, pero no creo que pueda ocultárselo por mucho tiempo, usted sabe que este tipo de noticias no tardan mucho en salir a la luz.

—Si, estoy consiente de eso, pero cuando llegue el momento, yo mismo se lo explicaré—se felicito a si mismo por ser tan convincente. La parte mas difícil del plan ya estaba completa, ahora se encargaría de enloquecerla de amor por él, de ese modo, la manipularía a su antojo.

—Entonces vamos a verla, estoy seguro que debe estar muy nerviosa sin saber que tanto hablamos—el azabache asintió y salió junto al patriarca Hyuga—Tal como lo supuse—Madara quiso reírse ante lo predecible que había sido la ojiluna. Ella se encontraba muy nerviosa sosteniendo una taza entre sus pequeñas manos, mientras Natsu y Ko, parecían reconfortarla, sin duda alguna, ella era una excelente manipuladora y su familia no tenía una mínima idea de como era en realidad. Por un momento sintió pena por ellos, sería un gran golpe cuando se enteraran de todo lo que fue capaz de hacer.

—Hizashi, señor Uchiha—Natsu rodó los ojos al escuchar a Shizune—¿sucede algo?—tenia curiosidad al verlos saliendo del despacho.

—¿Cómo están?—Madara saludo a las tres personas presentes y sin inmutarse, se acercó hasta Hinata y le besó la mano.

—Madara está aquí para pedir mi aprobación.

—¿Que clase de aprobación? No entiendo nada—Shizune dirigió su analítica mirada a Hinata, luego al Uchiha.

—Para formalizar oficialmente su relación con mi Hinata—Hizashi sonrió con cariño hacia la chica y extendió los brazos. Sin pensarlo, ella corrió a ser reconfortada por sus protectores brazos. Con ese gesto, ella entendió que todo había salido bien y sin importarle la opinión que su tía pudiera tener, se permitió sentirse muy feliz.

—¿Y lo permitiste?—Shizune miró a Madara con suspicacia—¿No crees que es muy apresurado? Digo, prácticamente no sabemos nada de él—a pesar de no tener una buena relación con Hinata, no le deseaba el mal y ese hombre no le daba confianza.

—Lo permití y si Hinata lo quiere, es suficiente para mi—respondió con desaprobación.

—Espero demostrarle que soy digno de Hinata—de nuevo Madara ponía todo su encanto para ganarse a la familia, aunque con Neji había sido imposible. Las veces que coincidieron, lo saludaba sólo por educación, sin embargo, era obvio que desconfiaba de él y al parecer, la esposa de Hizashi también tenía dudas. Debía tener cuidado con ese principito y esa mujer, de lo contrario su plan podía verse afectado.

—Se quedará a comer con nosotros ¿verdad?—cuestionó Hizashi y Madara asintió.

—Esperen en la sala mientras esta lista la mesa—sugirió Natsu, dejando a solas a la pareja. Hinata podía escuchar la discusión entre sus tíos y le sorprendió que su tía se estuviera oponiendo. Siempre pensó que estaría feliz de deshacerse de ella, pero al parecer se equivoco y la idea de verla feliz, no le complacía.

—¿Estás bien bonita?—Madara la distrajo al notarla ausente.

—Si... ¿de que hablaron adentro?—la curiosidad la mataba.

—Todo fue sobre ti y aunque fui amenazado en mas de una ocasión, terminé convenciendo a tu tío.

—¿Amenazado? ¿Porque?—la joven se angustió y se sintió muy nerviosa.

—Hizashi me advirtió, no, mas bien me amenazó diciendo que si te pasa algo malo, si lloras, o estas triste por mi culpa, me lo hará pagar—el azabache utilizó la amenaza a su favor—De modo que no tienes nada de que preocuparte... yo te trataré como a mi Reina y así me mantendré con vida, como tu tío libre de ser encarcelando por asesinato.

—Mi tío es incapaz de dañar a nadie—lo decía mas para ella, que para el Uchiha, no obstante, su rostro reflejaba miedo al pensar en algo como eso.

—A mi me pareció que hablaba muy en serio—aseguró sin titubear.

—Yo nunca me perdonaría saberlo en problemas por mi culpa... él es como mi propio padre y siempre lo cuidaré, tal como él lo ha hecho con mi hermana y conmigo—el azabache sonrió mentalmente. Había conseguido otra victoria y ni siquiera la había planeado. Ahora si podía estar seguro del éxito que iba a tener cuando se la llevara lejos de su familia.

—Tranquila bonita, no hay necesidad de pensar en eso... ya te dije que yo jamás te dañaría y a mi lado, sólo te espera una vida llena de amor—Hinata suspiró y se dejó abrazar por el hombre que amaba.

Continuara.

Lamentó la demora y aquí está otro capítulo de esta historia, la cual es de mis favoritas. Me disculpo por las posibles faltas de ortografía que seguramente se me quedaron sin que las notara, apenas las encuentre y las iré corrigiendo.

Para quienes siguen La esposa del héroe, esa será la próxima actualización, seguida de Acorralada, aunque, de repente pueden estar terminados los capítulos de las otras y las subiré antes 😊💕

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top