Capitulo 11

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

¡Maldicion!—soltó Madara al ver los primeros rayos del sol. Habían buscado durante horas y no pudieron encontrar rastros de Hinata—¿Donde puede estar?—se sintió muy consternado, ya que pensaba en ella pasando la noche en la intemperie. El clima durante el día podía ser agradable, incluso caluroso, pero en la noche, especialmente en la madrugada, las temperaturas descendían y sin tener donde refugiarse, se pasaba mucho frío.

—Tranquilo, ella debe estar bien, de lo contrario ya lo sabríamos—lo animó Izuna, aunque él tampoco estaba convencido de eso.

—Sabía que debíamos buscarla apenas se fue, ahora, es como encontrar una aguja en un pajar... ella puede estar herida, incluso pudo caer cerca del terreno rocoso cercano a las minas—reprochó Obito sin dejar de ver a Madara. Con sólo pensar en la reacción que tendrían los Hyuga, le hacía sentir culpable, Neji siempre les contaba lo mucho que Hizashi la cuidaba y ni hablar de él ¿Que les iban a decir ahora? ¿Como les explicaban que sólo la trajeron para hacerla sufrir?—Solo espero que esté bien, de lo contrario, su familia no tardará en aparecer pidiendo justicia.

—Obito... por favor, no es el momento—Izuna lo persuadió de no continuar, ya que Madara estaba como loco y a pesar de saber que merecía los reproches, en ese momento debían mantenerse concentrados en dar con ella.

—¿Encontraron alguna pista?—Hashirama apareció frente a ellos montando su caballo y tras él, se veían sus hombres. Ellos ya habían revisado gran parte de los terrenos cercanos al recorrido que realizó el caballo y no encontraron nada.

—Nada, no hay rastros de ella—respondió Obito—el Senju se acercó hasta ellos y les dio una botella de agua, luego se colocó frente a frente con Madara.

—¿Que sucedido exactamente para que ella saliera montando ese animal?—apuntó directamente a Rinnegan—Estoy seguro que algo malo pasó, para que Hina no montara su propio caballo—cuestionó con suspicacia.

—Lo que pase entre mi esposa y yo, no es de tu incumbencia Hashirama—respondió cortante—Te agradezco que estés ayudando, pero no te metas en lo que no te importa.

—Lamentó contrariarte, pero cualquier cosa que ponga en peligro su seguridad, me importa, conozco a Hina, como a su familia y es mi deber asegurarme que este a salvo—el castaño y el Uchiha se miraron de manera retórica, ninguno de los dos pensaba dar el brazo a torcer.

—Debemos calmarnos—intervino Izuna ante la inminente riña que estaba por venir.

—Tienes razón, lo siento, ahora lo importante es la seguridad de Hinata—Hashirama se sintió apenado, ya que no estaba ahí para juzgar a su amigo, sino para ayudar—y ahora que lo pienso, es mejor avisar a las autoridades, ellos pueden ser de gran apoyo. No dudó que puedan conseguir unos helicópteros mucho mas rápido que nosotros.

—No es necesario, yo mismo pediré que envíen lo...—Madara no terminó lo que decía, gracias a la llamada que recibió. Mirando el celular con rapidez, frunció el ceño al leer el nombre de Itachi—¿Que pasa muchacho? Ahora no es buen momento—no quería ser rudo, pero tampoco pretendía ocupar el teléfono por si alguien de los guardias lo llamaba con noticias sobre Hinata.

Lo se, por eso te llamo —Itachi subió a la camioneta para asegurarse personalmente que la joven estuviera a salvo. Por alguna razón que no comprendía, se sintió con el deber de cuidarla—En esté momento nos dirigimos al hospital local, encontré a tu esposa, al parecer la tiro el caballo y desconocemos su estado, en cuanto llegues te explico—el joven terminó la llamada unilateralmente y sostuvo la fría mano de la ojiluna.

—¿Que?... Espera—todos miraron a Madara, quien se había puesto pálido luego de recibir una llamada.

—¿Que paso?—Hashirama se acercó al verlo tan afectando.

—¿Quien llamó?—Obito también cuestionó con ansiedad.

—Era Itachi... dijo que la encontraron y en este momento la llevan al hospital—sin decir más, hizo correr el caballo para llegar de regreso a la mansión principal, justo donde se hallaban los vehículos.

...

—¿Como está ella?—Itachi se mantuvo pendiente del estado de la joven mientras Gaara realizaba el chequeo sobre la camilla médica que colocaron en una camioneta. Ella había quedado inconsciente, no obstante, por momentos se quejaba. Era obvio que se encontraba muy lastimada.

—¿Desde hace cuanto tiempo crees que haya estado así?—cuestiono el pelirrojo.

—No lo se, yo la encontré poco antes de llamarte ¿porque lo preguntas?

—Su presión arterial es muy baja, además...—Gaara miró al azabache sin saber si debía hablar sobre sus sospechas.

—¿Que pasa?

—No lo se con exactitud, es necesario que hable con Madara, necesito estar seguro de la procedencia de estos golpes—el médico no tuvo que mostrar las marcas de dedos sobre los pálidos brazos de la joven, dado que el mismo Itachi podía verlos con claridad ¿Madara la golpearía? ¿Sería por eso que ella le temía?—¿Ya lo llamaste?—en ese momento, el chico recordó que al hacerlo, sólo escuchó silencio y ya no estaba seguro de haber hecho lo correcto. Tal vez, ella se mantendría mejor, estando lejos de la persona a quien le temía.

—Si—se limitó a responder. El pelirrojo asintió y dio la orden para bajar la camilla e ingresar al hospital.

—Rápido, preparen todo, necesitó unas tomografías—dado que Konoha era una pequeña cuidad alejada de las grandes, el hospital no contaba con los mismos equipos médicos que contaban los hospitales de las otras ciudades, por lo tanto, una emergencia como esa, sería difícilmente tratada teniendo en cuenta los escasos recursos.

—Señor, usted no puede pasar—una enfermera detuvo los pasos del azabache—es mejor que espere en la sala de espera mientras el médico revisa la paciente—Itachi asintió y se sentó mientras su cerebro unía las piezas en cuanto a la identidad de esa joven. Sólo esperaba confirmarlo y viendo quien se aproximaba, supo que pronto tendría aclaradas todas sus dudas.

—¡Itachi!—el azabache se puso de pie frente a sus parientes—¿Donde está Hinata? ¿Que le pasó? ¿Pudiste hablar con ella?—Madara llegó corriendo y se veía muy angustiado.

—Tranquilo tío, aún no hay noticias y no me dejaron entrar.

—¿Y donde la encontraste?—cuestionó Izuna.

—Estaba junto al riachuelo que corre cerca de nuestra propiedad, de no haber cabalgado por esa zona, no la hubiera visto—Itachi les explicó los sucesos y ahora quería respuestas.

—Miren, es Gaara—el semblante del pelirrojo mostraba preocupación.

—¿Como está mi esposa?

—Bien—Gaara suspiro—ella tiene varias fracturas internas, pero la que mas me preocupa es la de la costilla derecha, la cual perforó ligeramente su pulmón, ademas, tiene el hígado muy inflamado—los Uchiha se miraron entre sí y fue Izuna quien palmeó el hombro de su hermano—Por desgracia, el hospital no cuenta con los equipos médicos adecuados para tratarla y si no se atiende lo antes posible, ella puede morir—la noticia cayó como balde de agua fría sobre Madara.

—¿Y que sugieres?—cuestiono Obito.

—La manera mas rápida de trasladarla sería por aire, estuve haciendo unas llamadas, a los hospitales mas cercanos, pero aún no me responden—Gaara aún contaba con su ética médica y por lo tanto, no dejaría morir a ningún paciente que estuviera bajo su cuidado.

—Ese no es problema—Madara sacó su celular y después de unos minutos realizando llamadas, regresó confiado—un helicóptero llegará aquí en media hora para trasladarla al hospital que sugieras.

—Muy bien, en ese caso la prepararé para el traslado—anuncio el pelirrojo y regresó a la habitación donde tenían a la ojiperla.

—Ahhh—la chica volvió a despertar y quiso levantarse, no obstante, el terrible dolor la hizo volver a gritar.

—No se mueva... en su condición, es mejor mantenerse inmóvil—la Hyuga enfocó su visión en Gaara.

—T-tengo frío—la morena sentía un escalofriante entumecimiento sobre toda su anatomía, incluso podía sentir la humedad de sus prendas, seguramente debido al sereno nocturno.

—Ahora mismo pediré que le traigan mantas calientes—el Zabaku estaba por decirle sobre el traslado en helicóptero, sin embargo, su socio llegó inesperadamente.

—¡Bonita!—su tono era triste y suave, pero a ella no la conmovió. Los medicamentos que le pusieron estaban haciendo efecto y su consciencia no era coherente.

—Los dejaré solos por unos momentos mientras arreglo todo para el traslado—el médico salió y Madara se acercó a la camilla. Su esposa se veía muy pálida, el cabello tenía rastros de hierba y lo peor, había sangre saliendo de su oído.

—No sabes lo asustado que estuve toda la noche sin poder encontrarte—ella escuchó lo dicho, pero parecía estar muy lejos, por lo tanto, pensó que lo soñaba. No existía la posibilidad que fuera cierto, ya que lo último que le gritó fue muy cruel y aún en su estado, continuaba temiendo por su seguridad.

—Madara, tienes que venir—Izuna lo llamó y él azabache no tuvo mas remedio que dejar a Hinata junto a la enfermera que le colocaba mantas calientes.

—¿Que pasa?—estaba muy preocupado y al mismo tiempo, también molestó por ser interrumpido.

—El helicóptero necesita un lugar adecuado para aterrizar ¿que hacemos?—el azabache mayor se llevó los dedos al,puente de la nariz. Dentro de la cuidad y cercano al hospital, no había manera de encontrar un lugar adecuado, por lo tanto, la única opción segura era en su rancho.

—Llama a los trabajadores y encárgate personalmente de preparar un espacio seguro dentro del rancho.

—¿Eso quiere decir que la moverán de nuevo?—Itachi se preocupó al escuchar la orden de su tío, ya que ella tendría que someterse a otro viaje en sus condiciones tan delicadas. Obito pensaba lo mismo, sin embargo, no había otra salida.

—No hay otra forma de hacerlo—Izuna y Obito le dieron las coordenadas al piloto del helicóptero y los trabajadores ya preparaban el lugar adecuado.

—Vamos, con cuidado—Madara se giró al escuchar a Gaara. La camilla donde trasladaban a Hinata era empujada por dos ayudantes. Ella se había quedado dormida gracias a los sedantes que le puso la enfermera para mantenerla tranquila durante el viaje. Con la intención de ir con ella, el azabache mayor los siguió, no obstante, Itachi tenía mucho que averiguar.

—Voy contigo—viendo que no lo dejarían ir con ella, Madara subió a su vehículo y su sobrino aprovechó para irse con él—¿Porque tu esposa dijo que quieres matarla?—el mayor volteo desconcertado y se encontró con el imperturbable rostro de Itachi, quien esperaba su respuesta.

—Todo es mi culpa, yo fui quien la orilló a salir a toda prisa llevándose a Rennegan—le dolió escuchar que ella le temía, lo cual fue irónico, dado que su plan era hacerle la vida un infierno.

—¿Que quieres decir?—Madara sabía que Itachi sospechaba algo y no desistiría hasta conseguir lo que quería saber.

—Ella merece todo lo que le pasa y yo deseaba verla sufriendo, pero...—le avergonzaba confesarlo, sin embargo, eso era lo que había querido antes de verla así.

—Dime ¿quien es exactamente esa chica? ¿Porque sientes que debes odiarla? Incluso miré las marcas que tus manos dejaron sobre ella—la culpa del Uchiha mayor creció al escucharlo—Se que eres un hombre de poca paciencia, pero golpear a una mujer es un acto de cobardes.

—Si supieras quien es, no pensarías lo mismo—le dijo elevando la voz.

—Entonces dímelo, aunque ya tengo mis sospechas sobre su identidad—afirmó sin perder la compostura, lo cuál contrastaba con su tío.

—Esa mujer fue la causante de lo sucedido con tu hermano, ella es quien se burló de Sasuke—la compostura de Itachi se vio afectada, ya que, una cosa era pensarlo y otra, era confirmarlo—Le jure a tú hermano que la responsable pagaría por sus actos y fue así, que la cortejé hasta hacerla aceptarme—sin más, le contó todo al muchacho mientras seguía la camioneta que llevaba a la ojiperla.

—¿Estas completamente seguro que es ella?—la duda en el rostro de Madara confirmó lo que se temía el mas joven—¿Lo estás?—presionó para obtener la respuesta.

—Todas las pruebas apuntaban a ella, así que no puedo haberme equivocado.

—Eso significa que no estás totalmente seguro ¿no es cierto?

—Como ya lo dije, todas las pruebas apuntaban a ella y tú deberías ser el mas agradecido y no quién me cuestione—replicó molesto por hacerlo dudar.

—Ni tú, ni yo, tenemos el derecho de tomar la justicia en nuestras manos, ademas, no creo que sea ella la mujer que engaño a Sasuke.

—¿Que dices? Tú no quisiste saber nada sobre los hechos, así que no vengas ahora a decirme sandeces sobre justicia, ella no merece tu simpatía.

—El que te entregará todas las pertenencias de Sasuke, no significa que yo no haya sabido nada y a como veo las cosas, estoy seguro que se mucho más de lo que tú te empeñas en creer.

—Habla claro muchacho—exigió casi al llegar al lugar pactado.

—Te recuerdo que fui yo, quien encontró la carta, ademas, se que había dos mujeres en la vida de mi hermano. Unos meses antes del incidente, Sasuke estaba a punto de declarar su amor a una joven que lo enamoró a primera vista, sin embargo, algo sucedido y de pronto, se enredó con la otra, la que lo llevó a cometer esa locura ¿lo vez? Se mucho más de lo que crees—obviamente, Itachi se mantenía informado sobre los movimientos de su hermano, al menos de la mayor parte de ellos, ya que mientras estuvo viviendo en Tokio, sus noticias eran muy limitadas.

—¿Quien te dijo todo eso?

—Eso no es relevante, aquí lo realmente importante, es saber cuál de esas dos mujeres es la que se debate entre la vida y la muerte, la misma de la que te has enamorado como loco—Madara frenó abruptamente al escuchar a su sobrino. Un escalofrío le recorrió toda la espalda y la conversación que escuchó de Hinata contándole a Karin sobre su enamoramiento con Sasuke, volvió de golpe a sus recuerdos. Las dudas lo atacaron y otra vez se preguntó ¿si había hecho lo correcto?

...

—Señor ¿nos podría decir que sucedió con la joven?—Obito frunció el ceño y lo mismo ocurrió con Izuna, al ver que junto al helicóptero médico, también llegó uno pequeño donde se hallaban los integrantes de un canal televisivo. Los Uchihas no tuvieron tiempo de prepararse cuando ya estaban sobré ellos haciéndoles preguntas.

—Ahí viene la camilla... rápido, vamos—el equipo corrió hacia Gaara, quien no pudo evitar que grabaran a la joven mientras permanecía inmóvil e inconsciente.

[...]

—¿Que tanto te entretiene esas series de cocina?—Ko se acercó y besó la mejilla de Natsu. La fémina veía un pequeño televisor colocado en su cocina e intentaba seguir las indicaciones de la chef—De todos modos tú cocinas muy bien.

—Eso lo dices porque me amas, pero mi sazón no es tan bueno como el de Hina.

—¿Pero que dices? Si tú fuiste quien la enseño desde muy pequeña—Natsu sonrió al recordar como la alumna superó a sus maestros, aunque sólo fue en su caso, ya que Hanabi nunca se interesó por nada referente a la cocina.

—Extraño tanto los días en los que ella, Hanabi y Neji, jugaban en todo momento... ahora sin Hina, todo quedó en completo silencio, incluso cesaron las visitas de Ino, Naruto, Kiba y Shino—así era, puesto que ellos eran apegados a Hinata y a pesar de frecuentarse con Neji, no eran tan cercanos como lo fueron con ella.

—También me pasa lo mismo, pero con un poco de suerte, pronto tendremos mas pequeños corriendo por todos lados—Natsu se tapó la boca y sonrió. Eso era lo mejor que podía pasarle a la familia Hyuga.

Continuaremos con el postre, después de estos comerciales—Natsu y Ko, probaron la comida que preparó la Hyuga, mientras esperaban a que la chef regresara a su programa.

—Se confirmó la identidad de la joven que trasladaron vía aérea al hospital de Suna. Hinata Hyuga, integrante de una de las familias mas reconocidas del país y también esposa del empresario Madara Uchiha, a parecer, ella sufrió un terrible accidente la noche de ayer mientras montaba a caballo—Ko dejó caer el vaso que sostenía, mientras que Natsu se llevó la mano al pecho.

—Mi niña—se lamentó Ko y ambos se acercaron al televisor para mirar mejor las imágenes y en minutos, sus celulares comenzaron a sonar.

Minato llamó a Ko, mientras que Kushina llamó a Natsu y así mismo las llamadas entrantes continuaron, hasta que alguien tocó la puerta.

—Yo abro—el varón se sorprendió al ver a Shizune—pasa—Ko se hizo a un lado y ella entró.

—Tsunade me llamó—la mujer se veía muy preocupada y quería confirmar lo dicho por la Senju—dijo que Hinata tuvo un accidente ¿ustedes saben algo?

—Acabamos de ver la noticia y estábamos por buscar a Hizashi—eso era lo que Shizune temía, que fuera cierto y encima enfrentar la reacción de su marido, ya que él adoraba a Hinata y no sabía como tomaría esa noticia, ademas, aún no se sabía la condición de la chica. Hizashi y Neji, salieron a una comida con unos socios y Hanabi salió desde temprano con sus amigas, por lo tanto, no sabía si ya se habían enterado.

—Entonces es cierto—murmuro mirando su celular—Lo mejor es avisarle a Hizashi lo antes posible, no quiero que se entere por alguien más—la pareja asintió y esperaron a que el patriarca respondiera.

—¡Shizune!—la voz del castaño se escuchaba tranquila, eso significaba que aún no sabía nada.

—¿Donde están cariño?—le pregunto sin mostrarse nerviosa.

Estamos por llegar ¿necesitas algo?

—Nada, aquí los esperamos—la llamada concluyó y los tres se dirigieron a la mansión Hyuga.

Diez minutos mas tarde, padre e hijo entraron con tranquilidad y se encontraron con ellos—Bueno, ya estamos aquí—Hizashi sonrió y se acercó a su mujer para darle un beso en la frente.

—¿Pasa algo?—Neji notó lágrimas en los ojos de Natsu y supo que algo andaba mal.

—Hay un problema—soltó Shizune con inseguridad—Se trata de algo que pasaron por el noticiero.

—A sí ¿y que dijeron en las noticias?—Hizashi aún bromeaba con su esposa, dado que no miró a Natsu.

—La verdad no fui yo quien lo escuchó, fueron Natsu y Ko, luego me llamó Tsunade ¿ustedes no escucharon nada?—no sabía como decirlo.

—¿Nada de que? Me estás preocupado.

—Eso es exactamente lo que no quiero.

—Mira, primero que nada, tranquilízate, si Neji y yo no escuchamos nada, debe tratarse de noticias sin importancia... ya sabes lo amarillistas que son los noticieros cuando se trata de finanzas.

—Esto no tiene nada que ver con tú trabajo, ni la empresa—incluso Ko, había comenzado a desesperarse por los rodeos que daba Shizune—Se trata de Hinata—la reacción de ambos castaños no se hizo esperar.

—¿Hinata? ¿Que sucede con mi princesa?—Neji se puso en alerta, eso era lo que temía, ya que de tratarse de Hanabi, su madre estaría desquiciada.

—Ella sufrió un accidente y la tuvieron que trasladar al hospital de Suna. No dijeron nada de su estado, pero...—ella ya no dijo más y Hizashi comenzó a caminar de un lado a otro, mientras refunfuñaba maldiciones dirigidas a Madara.

—Ese tipejo no supo cuidar de ella, lo sabía, siempre supe que no era bueno para mi niña—de pronto se detuvo y miró a Ko—Por favor, averigua todo sobre ella y prepara el jet.

—Quiero ir a verla—pidió Natsu y Hizashi asintió sin pensarlo.

—Yo también iré—esta vez fue Neji quien habló y mientras Ko, realizaba su cometido, la puerta de la mansión se abrió abruptamente, mostrando a Hanabi. La joven tenía los ojos hinchados y su rostro bañado en lágrimas.

—Díganme que no es cierto—los presentes se sorprendieron al verla tan afligida por Hinata—Mi hermana esta bien ¿verdad?

—Tranquila cariño, tú tío ya se está encargando de averiguar lo sucedido—Shizune la abrazo muy conmovida por verla llorar así.

—Quiero verla.

—Esta bien, nosotros también iremos—anunció Natsu.

—Entonces ire a preparar mis cosas—sin más que decir, subió corriendo a su habitación. Neji por su parte, consideró que debía llamar a Ino y así mismo lo hizo. Como era de esperarse, la rubia se puso como loca y Neji la tranquilizó diciendo que la mantendría informada sobre los hechos.

[...]

—Señor Uchiha—Madara se giró en dirección a donde lo llamaban—el médico que esta a cargo de su esposa quiere verlo—una hora atrás, el helicóptero había llegado al hospital y sólo Madara fue autorizado para viajar con ella, por lo tanto, se mantuvo a solas en espera de las noticias.

—¿Como esta mi esposa?—con impaciencia, cuestionó sin molestarse en saludar.

—Aquí tenemos los resultados de las tomografías y como lo indicó mi colega Zabaku, ella presenta una peligrosa inflamación en el hígado, ademas, su pulmón recibió una perforación por la costilla.

—Dígamelo de manera que yo comprenda ¿cómo esta ella?—ese tipejo lo estaba alterando y él sólo quería saber su condición.

—Bien, la señora Uchiha está terapia intensiva y todo dependerá de cómo responda en las próximas horas—Madara volvió a poner los ojos en blanco—Si el hígado no responde al tratamiento y continua hinchándose, su esposa morirá—tal como si le atravesaran el pecho con una espada, así se sintió el azabache al escuchar los resultados sobre Hinata.

—Debe haber algo que se pueda hacer, quizás si la  llevamos directamente a Tokio.

—Créame, nosotros contamos con los mejores especialistas y los equipos son los mismos que tienen allá, por lo tanto, le sugiero no volver a moverla, al menos hasta que comience a presentar señales de recuperación—Madara se derrumbó y se sentó en la silla cercana. No podía perderla, ella no podía morir—Pero hay otro punto que me gustaría tratar con usted.

—¿De que se trata?

—La señora presenta múltiples golpes y la mayoría de ellos, son a causa del accidente, sin embargo... ella también muestra signos de violencia doméstica—el médico miró a Madara con desaprobación.

—Nosotros estamos recién casados—no supo que decir y se avergonzó por las acusaciones que no pudo desmentir.

—Eso no cambia nada señor, la violencia doméstica se presenta incluso antes del matrimonio, de hecho, el estado civil no cambia nada los resultados—el doctor tenía razón y de nuevo el azabache se quedó sin armas para defenderse—Con todo respeto, le recomiendo buscar ayuda profesional... estos hechos lamentablemente nunca terminan bien y quizás la próxima vez, usted vaya mas lejos y ya no se pueda hacer nada para remediarlo—una enfermera llegó para llamar al médico y esté salió del consultorio, dejando a solas al Uchiha. Esta era la primera vez que alguien lo avergonzaba de esa manera.

...

Cerca de tres horas después, el médico se presentó frente a Madara—¿Que pasa? ¿Hay noticias de mi esposa?

—La pasamos de terapia intensiva, a terapia intermedia. Ella respondió bien al tratamiento y su hígado comenzó a desinflamarse... ahora sólo debemos monitorear el estado del pulmón, la costilla aún podría dañarlo y es mejor que durante el día ella no se mueva—a pesar de no ser las mejores noticias, era lo mejor que el azabache había escuchado desde que ella se marchó la noche anterior.

—¿Puedo verla?—el médico lo miró por unos momentos y finalmente lo llevó hasta la habitación de la joven.

—Traté de no alterarla, de lo contrario, ella querrá moverse—el azabache entendió y le aseguró que no daría problemas.

Al entrar, miró que ya le habían retirado el tubo de oxígeno que le colocaron cuando llegó, debido al peligro de sufrir un paro respiratorio. Su rostro aún se veía pálido, pero le alegró ver que comenzaba a mostrar signos de recuperación. Sin poder contenerse, se acercó a la camilla y le tomó la mano.

—¡Bonita!—se enterneció sintiendo la frialdad de la pequeña mano y al ver su rostro, se quedó conectado a sus hermosos ojos. Ella había abierto sus orbes y respiraba con dificultad.

—No se te hizo Madara—soltó con esfuerzo—tú venganza quedó incompleta ¿porque no aprovechas? Entre más rápido pongas fin a mi existencia, mejor ¿no crees?—hablaba con mucha dificultad, pero verlo frente a ella la puso en estado de alerta.

—Hinata, yo no soy un asesino

—Si lo eres... tú quieres que yo pague por los actos de Sasuke y fuiste muy claro al decirlo.

—Si te hubiese querido muerta, no pasaría la noche entera buscándote y te hubiera dejado allá, donde no tenían los equipos adecuados para tratarte—soltó sin dejar de verla.

—Ahora resulta que yo te tengo que agradecer—lo miró con rencor, cómo pocas veces miró a otro ser humano—primero muerta, antes que deberte un favor ¿lo entiendes?

—Lo se, es claro y no vengo a echártelo en cara, yo sólo quería que supieras, que no deseó verte muerta—lo dijo con tristeza y ella lo ignoró—Bueno, vine a ver cómo seguías, pero tampoco quiero que te alteres con mi presencia.

—Que lindo eres—su voz sonaba en un tono de burla, dado que no le creía nada.

—Hinata, yo me hice cargo de conseguir el helicóptero que te trajo a este hospital.

—Muchas gracias y supongo que ahora debo creerte para volver a caer rendida a tus píes. Ya te lo dije ¿porque no aprovechas?

—Hinata por favor—el azabache se frustró con su terquedad.

—Si me trajiste hasta aquí, fue para que nadie sospechara de ti. Piénsalo, esté es el mejor momento para cometer el crimen perfecto—Madara no daba crédito a lo que ella le decía—nadie se daría cuenta, estamos a solas ¿o prefieres dejarme con vida para que siga pagando por los errores de tu adorado sobrino?—el azabache la fulminó con la mirada y la Hyuga quiso sonreír al haber logrado hacerlo mostrar su verdadera naturaleza.

—Tu sabes muy bien que engañaste a Sasuke.

—Piensa lo que quieras, a fin de cuentas, el que me engaño a mí fuiste tú.

—Yo tuve mis razones—había rencor en ambas orbes.

—Entonces ¿porque no te decides de una vez? Mátame—le ordenó con lágrimas cayendo a ambos lados de sus mejillas. El esfuerzo que estaba haciendo, le causaba terrible dolor, no obstante, tenía que continuar hablando.

—Bonita, tú no sabes cuanto quisiera que pudiéramos ser felices.

—¿Y recordar el disparo de Sasuke te hice cambiar de opinión?

—¿Cuántas veces te pedí que me hablarás de tú pasado? En realidad yo tenía la esperanza que no fueras tú la responsable, pero nunca dijiste nada.

—¿Y quien demonios te crees para estarme juzgando? O dime ¿si resultaba que la responsable era alguien más, a estas alturas estarías casado con otra? Responde ¿como pensabas vengarte si ya siendo tu prometida descubrías que la responsable era Ino? ¿Me dejarías de lado para cortejarla a ella?—la sangre de Hinata se calentó al pensar en esa probabilidad—Eres despreciable y me das asco.

—Trata de calmarte, aún estás muy lastimada y yo pienso cuidarte mucho de aquí en adelante—la mirada llena de asco que ella le lanzó, fue algo que hubiera preferido evitar, por lo tanto, quiso calmarla.

—Bien, ya que no te decides a asesinarme con la almohada—el Uchiha negó con la cabeza—es mejor que te largues de aquí. No pienso volver a regresar a tú remoto rancho y tampoco te volveré a dar la oportunidad de matarme.

—¡Hinata!—la llamó desesperado.

—Fuera de aquí, te quiero lejos de mí—a pesar de la soñolencia, que le causaban los medicamentos, la ojiperla quería que se alejara de ella.

—Señora—el médico entró y sonrió al verla consiente. Junto a él, llegó una enfermera y colocó analgésicos en la vía intravenosa, lo cual aumentaría las ganas de dormir—le vamos a dar medicamentos para los dolores y a pesar de que le darán sueño, todavía podrá recibir a sus visitas que esperan impacientes por verla—ella miró en dirección a la puerta—Algo más, si le da sueño, no trate de aguantarlo, recuerde que entre mas duerma, es mejor para su recuperación.

—¿Que visitas?—la curiosidad de Madara fue muy evidente.

—Vine a verla para saber si ella estaba en condiciones de recibir personas y ya veo que sí—aclaró el médico, ignorando al Uchiha y centrándose sólo en la joven.

—Si, entendemos ¿pero quienes son los que esperan?

—Son familiares de la señora—el doctor volvió a verla a ella—Dígame ¿como se siente? ¿Cree que puede recibirlos?

—Me siento de maravilla y estoy encantada de recibir a mi familia.

—Entonces, no se diga más... con permiso—el médico salió y ates de cerrarse la puerta, entraron, Natsu, Ko y Neji. Las orbes del Uchiha, chocaron con las de Neji y ambos se miraron con desprecio, mientras que la ojiperla sonreía llorando al verlos ahora que se sentía tan sola.

—¡Mi niña!—Ko fue el primero en acercarse a la camilla seguido por Natsu. El Hyuga tenía los ojos brillantes debido a las lágrimas que están por caer.

—Mira como estás—Natsu no trataba de ocultar su llanto al ver las condiciones de Hinata.

—U-ustedes vinieron—la voz de la ojiluna era muy baja y apenas podía hablar fluidamente, no obstante, debía esforzarse por decir lo que quería.

—Te dije que si nos necesitabas, iríamos a cualquier parte del mundo sólo por ti—Neji dejó atrás a Madara y se acercó a su prima.

—Señor Uchiha, será mejor que salga por un momento, hay muchas personas en la habitación—sugirió la enfermera y Madara no tuvo mas remedio que salir, no obstante, apenas cerró la puerta y recibió un fuerte empujón.

—¿Que le hiciste a mi hermana maldito?—el azabache no podía creer que el empuje hubiera sido cortesía de su cuñada, la cual, dicho sea de paso, se veía furiosa.

—Cálmate ¿que demonios te pasa?

—Conozco a los tipos como tú... la llevaste lejos de nosotros sólo para hacer con ella lo que se te viniera en gana, incluso arreglar un "accidente" pero te advierto que si vuelves a atentar en contra de mi hermana, te mato—a decir verdad, Madara creyó que esa joven no mostraba afecto por nadie, sin embargo, luego de amenazarlo, miró caer gruesas lágrimas de sus perladas orbes. Aparentemente, muy, pero muy a su manera, Hanabi si quería a Hinata.

Hanabi se acercó a la puerta y la abrió para entrar, pero tanto ella como Madara, alcanzaron a escuchar el pedido de Hinata.

—Q-quiero irme con ustedes.

—Tranquila mi amor, yo misma cuidaré de ti, tal como lo hacía cuando eras niña—Natsu le dio un beso en la frente y se juró a si misma no abandonarla bajó ninguna circunstancia. Ni Shizune, ni Hizashi, pudieron acompañarlos debido a un conflicto en la empresa, no obstante, el patriarca ordenó que no escatimarán en gastos y de ser posible, quería a Hinata en el mejor hospital de Tokio.

—No te preocupes, si deseas que te llevemos a un hospital en Tokio, ten por seguro que así será, sólo pediré la aprobación del médico—aseguró Neji y después de sonreírle, caminó hacia la puerta. Su padre se pondría feliz de tenerla cerca y ni hablar de sus angustiados amigos.

—No me dej...—inevitablemente, Hinata sucumbió a los calmantes y se quedó dormida.

—¡Hina!—Hanabi prácticamente corrió hacia ella y la besó en la mejilla—¿Que tiene? ¿Porque no me responde?—preguntó desesperada.

—La paciente se quedó dormida—informó la enfermera antes de salir.

—¿A donde vas?—Natsu miró con preocupación la salida de Hanabi, la chica se veía muy abatida y esa era la primera vez que la veían así.

—Dale tiempo, debe haberse sorprendido al ver a su hermana en estas condiciones—repuso Ko.

—Lo se y hay algo más que no termina de gustarme.

—¿A que te refieres?

—Ella es una excelente jinete, nunca antes la había tirado un caballo, ademas, supuestamente no montaba el suyo sino el de Madara.

—¿A donde quieres llegar con esto?—Ko comenzó a ponerse en alerta tras escuchar las especulaciones de su esposa.

—No lo se, pero ahora no veo a Madara como lo veía cuando comenzó su relación con Hina.

—En lo personal, nunca me gustó ¿pero de ahí a creer que es el responsable del accidente? No lo creo capaz, ademas, el lugar es desconocido y mi niña debió cometer un error, lo cuál condujo a la caída—Natsu asintió, aunque no convencida, ademas, Hinata parecía querer irse con ellos. No podía juzgar sin pruebas, pero su pecho le decía que no debía dejarla sola con ese hombre.

...

—Me gustaría hablar con usted—Madara asintió al pedido de Neji y ambos se dirigieron a la cafetería—es el esposo de Hinata y antes de hablar con su médico, debo hacerlo con usted—el Uchiha ya sabía a donde iría esa conversación y a pesar de dolerle aceparlo, quizás era lo mejor.

—¿En que puedo ayudarte?

—¿Cree que ella esté mejor atendida en un hospital de Tokio? Por supuesto, nosotros correremos con todos los gastos—los Hyuga pensaron en todo y sabiendo la situación económica del Uchiha, no podían mantenerse al margen.

—Entiendo tu preocupación, pero créeme, ella esta en uno de los mejores hospitales del país, yo nunca escatimaría en gastos tratándose de ella—Madara debía tragarse la amargura de ser juzgado.

—Lo se, no es mi intención ofenderlo, es sólo que los gastos del traslado, como de la estancia deben ser muy elevados y considerando su situación económica...—a pesar de no gustarle ese tipo, Neji no quería ofenderlo, ni herir su orgullo.

—Eso está solucionando y no tienen que preocuparse. En cuanto a buscar un mejor lugar, yo personalmente hablé con el médico y le pedí trasladarla a donde la trataran mas adecuadamente, no obstante, el especialista me aclaró que este era uno de los mejores cinco hospitales del país, además, no recomendó moverla—Neji ya no pudo objetar, ya que su padre lo llamó para tener noticias.

¿Como esta mi princesa? ¿Porque no me han llamado? ¿Y que dice Madara? ¿Acaso no puede cuidar bien de ella? De ser así, sólo tiene que decirlo y yo ire a recogerla—la llamada era en vídeo, por lo tanto, Madara logró escuchar todas y cada una de las preguntas.

Antes de verla, hablamos con uno de los especialistas que la evaluaron y dijo que ella está respondiendo bien al tratamiento.

—¿Pero que hay del greñudo ese? ¿No cuidó bien de ella?—si la situación no fuera tan seria, Neji hubiera reído, dado que su padre y él, también tenían el cabello largo, aunque según su padre, ellos si se  peinaban.

Madara no pudo hacer nada, lo sucedido fue un lamentable accidente, incluso yo pase por algo similar ¿lo recuerdas?—la intención de Neji era tranquilizar a su padre y viendo como el Uchiha se movilizó tan rápido para salvar a Hinata , hizo que se sintiera agradecido con él.

De no ser por estos imbeciles, estaría al lado de mi niña—se quejó mostrando la sala de juntas donde lo esperaban para comenzar la reunión. Neji le contó sobre la condición de Hinata y sobre el hospital, lo cual dejó un poco mas tranquilo al patriarca.

—Disculpe a mi padre, él sólo se pone así cuando se trata de nosotros, especialmente de Hinata—Madara asintió mientras caminaban de regreso a la habitación de la ojiperla.

...

Hanabi se tranquilizó y volvió a pensar con la cabeza fría. Necesitaba mantener a su hermana lejos de Neji, por lo tanto, decidió que lo mejor era mantenerla en silencio. Sasori la puso en contacto con un tipo que le entregó un poderoso somnífero. Esté era indetectable y mantendría a Hinata dormida durante días, lo cual le impediría volver a pedir regresar con ellos.

Entró en la habitación y se encontró con sus tíos, luego les pidieron que sólo una persona podía quedarse con ella y sus tíos fueron quienes salieron, dejándola a solas para aprovechar la oportunidad—Lo siento mucho Hinata, pero no hay otra salida—inyectó todo el contenido por la intravenosa y al terminar, guardó los restos en su bolso.

Se detuvo a observarla con detenimiento e inevitablemente, volvió a llorar—Duerme tranquila y recupérate pronto—se inclinó y le dio un beso en la frente.

—¡Hanabi!—Neji se sorprendió al encontrarla junto a Hinata.

—El médico dijo que le harían otra evaluación y no debe tardar en regresar con los resultados. Madara escuchó y optó por quedarse afuera esperando por los resultados.

...

—Tengo buenas noticias para ustedes—les informó un especialista que llamó a Hanabi, Natsu, Madara y Neji, a un consultorio. Ko se quedó con la ojiperla y les pidió que fueran ellos—acabo de tener una reunión con mis colegas y después de los últimos estudios, todos coincidimos en que ella ha respondido satisfactoriamente al tratamiento, incluso su pulmón ya no amenaza con dejar de funcionar... Aparentemente, la llegada de su familia le hizo mucho bien—Hanabi abrazo a Neji y el castaño respondió sin pensarlo, dado que estaba muy feliz.

—¿Eso quiere decir que su vida ya no está en riesgo?—cuestiono Natsu.

—Así es, la señora Uchiha ya está fuera de peligro, sólo necesitará guardar mucho reposo para que las fracturas internas sanen por completo.

—¿Entonces ya nos la podemos llevar a casa?—Neji se separó lentamente de Hanabi y se adelantó a cuestionar.

—Si se toman las medidas adecuadas, ella puede irse pasando mañana y si la piensan tener en su hogar, yo recomendaría que le pusieran una enfermera para que la ayude mientras se recupera por completo.

—Yo misma cuidaré de ella en donde quiera que esté—declaró Natsu sin importarle si el Uchiha estaba o no, de acuerdo con su decisión.

—Muy bien, en ese caso, firmaré los documentos autorizando su salida para dentro de dos días—el médico se despidió y los dejó a solas.

—Mi padre quiere saber a dónde la llevaremos—Neji miró a Madara, quien se había mantenido en silencio. Su cerebro era un caos, por un lado estaba inmensamente agradecido por su recuperación, por otro, presentía que el final estaba muy cerca. Era obvio que ella al despertar, pediría irse con su familia y no iba a tener forma de negarse.

—¿A donde va ser Neji? Obviamente al lado de su marido—soltó Hanabi, atrayendo la atención de todos, especialmente la de Madara.

—Ella dijo que se quería ir con nosotros y yo pienso complacerla—decreto Natsu.

—Imaginó que se debió a la confusión, pero cuando me quedé con ella y le dije que vendría con nosotros, ella casi entró en pánico y me rogó que la dejáramos regresar con su marido... créanme, conozco a Hina mejor que nadie y se que ella desea regresar al lado de Madara—el Uchiha no sabía que pensar, mientras que los Hyuga se sintieron confundidos.

—Creó que lo mejor será que sea ella misma quien nos aclare a dónde quiere ir—sugirió Madara y todos estuvieron de acuerdo.

—En caso de que Hina quiera ir con usted, puede disponer del avión en el que llegamos. Estoy seguro que mi padre no perdonará si lo hacemos de otra manera.

—Cerca del rancho hay una pista abandonada que se usaba cuando las minas estaban activas. Pediré que la arreglen para mañana mismo—repuso Madara aún sorprendido por la petición que realizó su esposa ¿porque había cambiado de opinión? Ella estaba decidida a dejarlo y ahora quería regresar con él ¿que había tras esa petición?

—Se lo agradezco mucho y espero que no le moleste mi presencia en su rancho. Como comprenderá, no pienso separarme de mi sobrina—Natsu encaró al azabache y no pensaba aceptar un no como respuesta.

—Por supuesto que no, usted y toda la familia de Hinata son bienvenidos, incluso también podrías venir tú, estoy seguro que ella se sentirá feliz de tenerte cerca—se dirigió a Hanabi.

—Si, es una buena idea ¿te gustaría quedarte con ella?—cuestionó Natsu a Hanabi.

—No ¿para que tendría que quedarme? Contigo es más que suficiente, ademas, yo tengo muchas cosas de que ocuparme—la castaña se negó rotundamente a tal sugerencia.

—¿Porque no? ¿No dices estar muy preocupada por su bienestar?—le reprochó Neji sin entender la negación.

—Así es, pero ya escucharon al médico, no hay nada de que preocuparse—los Hyuga la miraron confundidos—y ya sabiendo su estado, me retiro a mi habitación—sin decir nada más, Hanabi se marchó tranquilamente.

—Lo mejor es regresar con Hinata, Ko debe estar ansioso por recibir noticias sobre su condición—los tres salieron y sólo los Hyuga fueron a la habitación, dado que el Uchiha ofreció ir por unos cafés para los tres.

Con miles de pensamientos, entró en la cafetería y cuando estaba por hacer la orden, miró a Hanabi sentada,  revisando su celular. Dejó de lado el pedido y se acercó a ella, necesitaba saber porque cambió de opinión.

—¿Te puedo acompañar?—la castaña lo miró y con un gesto le indicó que se sentara.

—¿Que quieres?—la chica fue directamente al granó, ese tipo no le agradaba y si comprobaba que le había dañado a su hermana, se encargaría de hacerlo pagar, no obstante, aún lo necesitaba, él sin proponérselo, se había convertido en una pieza clave para sus planes.

—¿Porque tú repentino cambio? Creí que no confiabas en mi—la joven sonrió.

—Lo único que deseó, es es ver feliz a mi hermana y aunque me duela reconocerlo, ella parece muy interesada en permanecer juntó a ti—el Uchiha frunció el ceño.

—Hanabi te voy a hacer una pregunta y espero que me respondas con sinceridad.

—Adelante.

—Tu me contaste que Hinata siempre estuvo rodeada de hombres, los cuales sólo buscaba para divertirse.

—Si, eso todos lo saben.

—En esté casó, no me interesa saber sobre ellos, sólo quiero saber de uno en específico.

—¿De quien se trata?

—¿Tu conociste bien a Sasuke?—la actitud arrogante que mostraba la Hyuga, cambio drásticamente al escuchar ese nombre.

—Si ¿que pasa con él?

—Sasuke estaba muy enamorado de una joven que conoció en una reunión de la familia Hyuga.

—¿A sí?—los nervios de la chica salieron a flote.

—Él pensaba declárale su amor, pero sucedió algo y terminó con otra chica, la cual se burló cruelmente de sus sentimientos y terminó destruyendo su autoestima.

—¿Y tú cómo lo sabes?

—Por una carta que él tenía—la Hyuga se puso pálida.

—¿Que decía esa carta? ¿Y porque te importa tanto?

—Soy el tío de Sasuke y obviamente tengo acceso a sus pertenencias, pero responde a mi pregunta ¿quien en realidad era Hinata en la vida de mi sobrino?

—No... por favor no me hagas hablar.

—Por favor Hanabi, necesito respuestas y tú eres la única que puede dármelas.

—Tu ya lo sabes, no entiendo cuál es el afán por preguntar.

—Yo apenas ayer me enteré que había dos mujeres en su vida y quiero saber, cuál de las dos era Hinata—Madara se llevó la manó al bolsillo de su chaqueta y sacó un papel—¿Reconoces esta letra?—las manos de Hanabi temblaron al mirar la hoja que sostenía el Uchiha ¿como se le había pasado ese detalle? Necesitaba pensar con rapidez.

—¿Para que quieres saber? Después de todo, ni siquiera Sasuke se quejó de nada.

—Él no se quejó, porque después de leer esta carta se disparó en la cabeza y yo le juré que me vengaría de la responsable—la chica abrió mucho los ojos y se vio obligada a beber un poco de agua, luego dejó caer lágrimas sin poder contenerlas—Pareces muy sorprendida.

—Claro, yo lo conocía y llegué a tomarle mucho afecto—respondió dejando atrás la repentina sorpresa.

—Ahora responde a mi pregunta ¿conoces esta letra?

—¿Que harás cuando te responda? ¿Piensas asesinar a la responsable?

—Por supuesto que no, yo no soy un asesino... responde por favor ¿es esta la letra de Hinata?

—Si—afirmó sin dudarlo—pero aunque ella se haya burlado de él, eso no te da derecho a atentar contra su vida, después de todo, fue el mismo Sasuke quien tomó esa decisión.

—Ella lo orilló a eso—Madara quedó devastado, ya no había dudas, esa carta era la última esperanza que tenía acerca de la participación de Hinata. Cuando hablo con Itachi, la buscó y la colocó entre sus pertenencias para obtener información.

—Escúchame bien, no permitiré que maltrates a mi hermana y prefiero ir en contra de sus deseos, así que le pediré a Neji que la llevemos con nosotros.

—Nunca le pondría una mano encima a Hinata, lo que ocurrió fue un accidente—lo dijo con melancolía—Para mi desgracia, me enamoré como un loco de la desalmada mujer que engañó a mi sobrino—Hanabi vio la verdad en sus oscuras orbes, era claro, el imbecil se había enamorado de su hermana y estaba teniendo una lucha interna por amarla sabiendo que debía odiarla.

—No lo se, yo prefiero que pasado mañana, ella venga con nosotros—sin esperar una respuesta, Hanabi se levantó dejando al Uchiha con la mandíbula tensa. Ahora ya no tenía dudas y si ella quería volver a su rancho, la llevaría.

Se levantó y buscó al médico para informarle que el día siguiente se la llevaría de regreso a Konoha. El médico le dijo que sólo le permitiría la salida si era trasladada por aire, por lo tanto, buscó a Neji para ponerlo sobre aviso. El castaño no estuvo de acuerdo, pero tampoco podía negarse, después de todo, él era su esposo.

...

—S-Sasuke, Sasuke—entre sueños, la ojiperla llamada una y otra vez al muchacho. Natsu y Ko, no sabían que hacer, ella no había despertado desde que llegaron y encima, Madara no la había venido a ver.

—Tranquila cariño—Ko le sostenía la mano y maldecía al Uchiha por no cuidarla debidamente.

—Sasuke, Sasuke—la puerta se abrió y ambos vieron al Uchiha. Madara escuchó los delirios de su esposa y le causó una gran molestia. Era una descarada ¿como podía estarlo llamando después de lo que hizo?

—Pase, mi sobrina sólo delira, estoy segura que lo necesita.

—Lo siento, pero debo ocuparme de asuntos importantes—Natsu abrió la boca al verlo irse.

—Te lo dije, ese hombre no cuidará de ella, lo mejor es que nos la llevemos mañana mismo, estoy segura que Hizashi nos dará la razón cuando le contemos sobre su comportamiento.

—Tienes razón, mañana al mediodía nos iremos con ella—Madara escuchó tras la puerta y enfureció mas de lo que ya estaba. Ahora nadie la alejaría de su lado, nunca la soltaría.

...

El día siguiente, los Hyuga llegaron al hospital con la intención de llevarse a Hinata, sin embargo, se encontraron con la desagradable noticia de que su esposo ya se la había llevado desde la noche anterior.

—¿Que le pasa a ese sujeto? Él sabía que yo pensaba ir con ella y se la lleva como si se tratara de un rapto.

—No exageres tía, yo hablé con él ayer y me contó que debía regresar con urgencia a Konoha—aclaró Hanabi.

—Pues si, pero esto me resulta muy extraño, él ni siquiera utilizo el avión que le ofrecimos y en su lugar, trajeron otro ¿como pudo pagarlo si supuestamente no tiene dinero?—Ko también estaba muy molesto.

—Él habló conmigo y me informó que se la llevaría, así que no lo hizo de forma clandestina—aclaró Neji—aunque me dijo que lo haría hoy, seguramente sucedió algo que lo obligó a hacerlo desde anoche—el castaño ya no quería interferir en la relación de Hinata, deseaba alejarse de ellos para no ocasionar diferencias, además, necesitaba distraerse para poder dejar atrás su amor.

—¿Pero quien cuidará de ella?—se quejó Natsu.

—Estoy segura que con lo mucho que la ama, Madara ya debe haber conseguido mas de una enfermera para que la cuide—añadió Hanabi.

—No te preocupes, en un par de días, puedes alcanzarla en su hogar, mi padre tiene su ubicación y puedes hacerlo en el avión—sugirió Neji.

Sin mas que hacer en ese lugar, los cuatro Hyuga regresaron a Tokio, mientras que Hinata ahora se encontraba en la mansión principal del rancho Tsuki. Ella no había despertado y continuó con la intravenosa. Gaara se encargó de supervisar que todo estuviera en orden para garantizar su mejoría y Karin se dispuso a ser su enfermera durante su recuperación.

...

—¿Porque la trajiste aquí?—Madara no podía creer que Itachi se presentara en el rancho sólo para cuestionar sus actos. El muchacho no había podido poner un pie en esa propiedad y ahora hasta entró en la sala de estar, el mismo lugar donde encontró a Sasuke—¿Que te propones? ¿No crees que ella ya ha pagado bastante por sus supuestos errores?

—No te metas en esto Itachi, ya te dije que ella no merece tu empatía ¿sabes? Su propia hermana reconoció su letra en esa maldita carta, por lo tanto, ya no tengo dudas sobre su identidad.

—Son sólo conjeturas, no puedes asegurar nada, hasta que ella misma lo reconozca—Itachi estaba molesto por las acciones de su tío.

—No hay necesidad de eso, la carta, la joya de plata y su declaración sobre lo enamorada que estuvo de Sasuke, me lo dejan claro—el azabache mas joven se convenció aún más, de que era esa chica la misma a la que amaba su hermano, antes que llegara la otra. Su preocupación por ella se fue en aumento y sintió que era su deber velar por su seguridad.

—Con permiso señor, alguien lo busca—uno de los empleados llegó a informar sobre la inesperada visita.

—¿Quien es?—sin necesidad de respuesta, los Uchiha vieron a Obito entrar con otro hombre.

—Buenos días, soy el  agente Shikamaru Nara y estoy aquí para hacerle unas preguntas sobre el supuesto accidente que sufrió su esposa—Madara se irritó al escuchar la acusación tras las frases del agente.

—¿Que quiere decir con supuesto accidente? ¿Acaso hay dudas?

—El hombre que encontró su caballo la noche del accidente, declaró que las correas de la montura estaban flojas.

—¿Que quiere decir?—cuestionó Izuna quien se unió a ellos.

—No estoy acusando a nadie, pero todos saben que las correas no se aflojan solas, por lo tanto, alguien debió hacerlo y mi obligación es llegar hasta encontrar al responsable.

—Pero nadie sabía que ella montaría ese caballo, es descabellado pensar que se hizo a propósito—era cierto lo que decía Izuna, sin embargo, el agente debía investigar, aunque eso le pareciera problemático.

—Como ya lo dije, no estoy acusando a nadie, pero debo llegar al fondo de todo... Lo más probable es que sea un lamentable accidente, sin embargo, también puede ser un atentado y de ser así, me encargaré de hacer pagar al responsable—aún molesto, Madara tuvo que acceder a las peticiones del Nara, después de todo, él era el mas interesado en aclarar los hechos.

Continuara.

Aquí esta otro capítulo, espero que les guste. Lamento no haber actualizado las otras historias, estoy por terminar el siguiente capítulo de Todo o nada, pero de nueva cuenta, esta historia me atrapo sin parar. Me disculpo por las posibles faltas de ortografía que seguramente se me quedaron sin que las notara, apenas las encuentre y las iré corrigiendo.😊💕

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