Cap 8 - Ayúdame
"Nena, estaré fuera unos días, siéntete como en casa, que todo salga bien con lo del baile. Te dejé dinero en la mesita del salón por si lo necesitas para comida. No me he ido y ya te extraño, prometo regresar lo más pronto posible. XOXO YG"
Hani trató de marcarle al celular, pero estaba apagado. Decidió dejar las preocupaciones para otro momento pues nuevamente, llegaba tarde.
—Hyung, ayúdame.
—Lo siento, Yoongi. No puedo ayudarte. Si Jimin se entera... Uff, no quiero ni pensar en eso.
—Hyung, eres el único a quien puedo acudir. Ayúdame, ¿sí? ¿Sí? —Le hacía pucheros al chico con una ternura jamás visto antes. El hyung no tuvo más remedio que rendirse a la belleza del muchacho que llevaba tanto tiempo sin ver, y que extrañaba enormemente, aunque no lo admitiera jamás.
—Vale, vale, pero por favor detente. Me vas a hacer sonrojar.
—Gracias, Jin Hyung. Sabía que Kim Seokjin no me defraudaría —habló emocionado y abrazando al mayor.
—Bueno... Yo realmente no sé nada sobre eso, pero si me das unos días mis contactos me averiguarán con detalle.
—¡Eres el mejor! Cualquier información será útil.
—Yo aun no entiendo cómo alguien como tú cayó en este mundo. Eres tan tierno y puro...
—Hyung, el amor puede ser algo peligroso. Nunca te enamores de nadie que se mueva en este mundo, no me gustaría verte sufrir como lo hice yo.
—El amor no es peligroso, peligrosas somos las personas —con esa simple frase Yoongi regresó al pasado.
~Flashback~
Yoongi se encontraba encerrado y escondido en una esquina de aquel enorme cuarto, pues había hecho algo que nunca debió hacer, y ahora lo buscaban para que pagara las consecuencias.
—Nene, sal. No te haremos daño, bueno, solo un poco... Hasta que me digas dónde está ese noviecito tuyo.
La gruesa voz del hombre con un bate en su mano lo tenía aterrorizado, pero ni loco saldría del escondite.
—Si me dices dónde está no te haremos daño, te lo prometemos. ¿Verdad, chicos? Te reirás de esto como si nada hubiese pasado.
No importaba lo que dijeran o lo amenazantes que se escuchaban, el cuerpo de Yoongi no se movía ni un centímetro.
—¡Que salgas, hijo de perra! ¡Ya me cansé de ser bueno!
Vidrios rompiéndose inundaban la habitación como un maravilloso fondo musical.
—¡Tú y ese puto de Jimin me las vais a pagar con sus putos cuerpos!
Yoongi no sabía qué hacer, cómo librarse de ese lío y lo peor era que Jimin no estaba allí para ayudarlo.
De pronto recordó que por la cocina podía escaparse, solo necesitaba llegar allí. Abrió la puerta cuidadosamente y no había nadie, comenzó a caminar sigilosamente en dirección a la cocina, todos parecían estar en el segundo piso buscándolo. Aprovechó esto y logró escapar sin muchos problemas.
Cuando llevaba cerca de dos o tres cuadras corridas, ya se sintió aliviado y fue cuando vio a Hoseok. Sin dudarlo fue hacia él.
—¿Hoseok, ayudaste a Jimin a escapar? ¿A dónde lo llevaste?
—Ah, Yoongi. Él está en la guarida número tres, pero él no quiere que vayas, podrías estar en peligro.
—Ok. Gracias, Hyung.
—Tengo que seguir. Nos vemos.
Yoongi decidió ir a pesar de las negativas; necesitaba ver con sus propios ojos que su amado se encontraba a salvo. Se cuidó muy bien de no ser perseguido y llegó al lugar. Cuando se acercó a la puerta pudo sentir gritos, como si estuvieran hiriendo y golpeando a alguien con tubos y palos.
Sin pensar en sí mismo entró corriendo pensando solo en proteger a su amado, cuando para su sorpresa, el líder de la pandilla era definitivamente él. Su querido Jimin se encontraba ensangrentado, pero el carmín en sus ropas no era suyo, era del pobre chico tirado en el suelo.
—¿Jimin, qué estás haciendo? —Preguntó asustado al ver la cruel mirada en los ojos de su pareja.
—¿Yoongi? ¡Vete de aquí, ahora mismo! —El grito le llegó inesperado.
—Pero... —Ni siquiera pudo refutar, la voz del pelirrojo lo hizo temblar.
—¡Ahora!
Yoongi quedó estupefacto.
El Jimin que acababa de ver no era el chico que él conocía. Cuando se dio la vuelta para obedecer mientras procesaba aquello, recibió un fuerte golpe en la espalda y cayó inconsciente en el suelo, no sin antes ver el rostro del atacante, Park Jimin.
~Fin del flashback~
—¿Yoongi? ¿En qué piensas? —Su hyung lo sacó de sus pensamientos.
—Nada, Jin Hyung, solo que Jimin me las va apagar. Muy caro me las pagará.
Holis
Se les ama, fin del comunicado.
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